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Miau Fanzara. Confirmadas las ganas de volver... y quince enigmas por descubrir

Hay ganas de Miau Fanzara. Ha quedado confirmado este año. La pequeña localidad del Alt Millars ha quedado redecorada con murales de gran formato y quince pequeñas figuras cuya localización queda como enigma para quien decida pasear entre arte urbano.
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Por extensión, destaca la creación improvisada de los sevillanos Zësar Bahamonte y Meri Merino. Foto: Ángel Sánchez.

"La gente de Fanzara tenía ganas", comentaba Javi López, uno de los organizadores de Miau Fanzara antes del regreso -tres años después; desde el verano de 2019- de este Museo Inacabado de Arte Urbano Y una vez visto lo ocurrido entre el 30 de junio y el 3 de julio, parece que la gente que no es de Fanzara también compartía esas ganas. Basta con vislumbrar el panorama de la ronda de artistas que el domingo cerró esta séptima edición. Un buen número de visitantes de otras poblaciones dentro de un global que asombró a más de uno de los artistas. "Ver tanta gente interesada por el arte urbano es la hostia, y perdón por mi vocabulario", soltó el artista y activista gallego Sokram ante el improvisado auditorio que le escuchaba dentro de la zona de calles estrechas de la localidad del Alt Millars. Uno más de los creadores que no concluyeron su obra de gran formato en el tiempo previsto, de manera que algunos de ellos seguirán trabajando sobre las paredes dos o tres días más:

Sokram, sorprendido por el poder de convocatoria del arte urbano en Fanzara. Foto: Ángel Sánchez.

"Este año los artistas han entendido más que nunca lo de museo inacabado", comentaba entre risas Javi López, quien como es habitual puso la última frase al finalizar la ronda: "Miau seguirá mientras vecinos y artistas que entiendan este proyecto lo apoyen", reiterando su agradecimiento por su colaboración cada año. Pero hasta la siguiente edición, el pontevedrés Isaac Cordal ha dejado un enigma para quienes visiten el pequeño y tranquilo pueblo: encontrar las quince figuras de pequeño tamaño que ha repartido por las calles de Fanzara. No es una tarea sencilla. Solo una pista: hay que mirar hacia arriba mientras se pasea para encontrar estos hombrecillos de negocios de mediana edad.

Maya-Marja Jankovic y Javi López. Foto: Ángel Sánchez.

Son quince hombres. ¿Una crítica a la invisibilización de la otra mitad de la sociedad dentro de otra crítica, hacia el capitalismo y sus consecuencias? A tono con el juego de búsqueda que propone, Isaac estuvo presente en esa ronda, pero no intervino tomando la palabra. El presente/ausente, dentro de la línea de su obra, integrada en el proyecto Cement eclipses, iniciado en 2006 y con trayecto por varias poblaciones europeas. Fue uno de los organizadores, Rafa Gascó (el más saludado de esta edición después de unos complicados días), quien puso la voz ante la expectación del invisibilizado autor.

Uno de los hombrecitos de Isaac Cordal. Foto: Ángel Sánchez.

El resucitador ave fénix del cartel anunciador dibujado por el chileno Alejandro Mono González ha resultado una buena metáfora visual de este Miau, que ha tendido hacia el formato de gran mural, con algunas contadas excepciones, ubicadas en la parte vieja del pueblo, la de calles estrechas. Solo el mentado Sokram se sale de esa norma y se apunta al gran mural. Callejeando será posible encontrar un equilibrista con un lápiz de gran tamaño en sus manos mientras camina sobre un alambre. "Por una parte, es un reflejo de los malabarismos que ha de realizar un artista autónomo cada mes para hacer frente a su cuota. Por otra, es una llamada a la libertad de expresión en un país en el que hay artistas en la cárcel por plasmar sus ideas. Por ese temor a ser condenados, muchas veces nos callamos". Además de artista, Sokram es organizador de DesOrdes Creativas, un evento similar al Miau, "pero allí, en mi pueblo (Ordes) no veo la misma implicación y compromiso social que en Fanzara".

El artista autónomo con sus equilibrios con Hacienda y la libertad de expresión, en visión de Sokram. Foto: Ángel Sánchez.

En una callejuela se pudo observar durante los cuatro días de cambio de mes la instalación de Adrián Feliu, fruto de la colaboración con Marte-Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Castelló. Titulada La curva del olvido, se inspira en el estudio del filósofo y psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus, quien apunta que con el paso de los días vamos olvidando el gran caudal de información que nos llega. Adrián lo refleja en treinta trozos quemados de un periódico de papel, tantos como los días de un mes, colgando en una cuerda curva que simboliza ese paso del tiempo que nos hace borrar de nuestra mente la información recibida mientras pasan las fechas.

'La curva del olvido', de Adrián Feliu, la aportación de la feria Marte. Foto: Ángel Sánchez.

La curiosidad de esta edición se encuentra en la calle Purísima. Allí, unos años atrás, el artista local Costi dibujó una estampa de pequeño-mediano formato que plasmaba la céntrica arteria urbana, con vehículo allí aparcado incluido. El paso del tiempo había deteriorado la imagen, por lo que la propietaria de la vivienda había pedido al ilustrador que la restaurara. Tan al día la ha puesto que ha cambiado el coche que allí estaba pintado por el que durante estos días ha permanecido en ese mismo lugar.

El artista local Costi ha puesto al día su realista reflejo de la calle Purísima de Fanzara. Foto: Ángel Sánchez.

En uno de los bordes de la plaza donde está abierto el Consultorio Miau se puede ver el escultórico rostro transparente que el valenciano Manuel Martí Moreno ha dejado en Fanzara, al menos durante dos meses. En ese espacio temporal, la figura se exhibirá en diferentes zonas de la localidad.

Durante unos dos meses permanecerá en Fanzara el rostro modelado por Manuel Martí Moreno. Foto: Ángel Sánchez.

Uno de los murales más visto seguro que será el realizado por el madrileño-granadino El Niño de las Pinturas. A su favor: colindar con el tramo de carretera que cruza el pueblo, su gran tamaño, el color rosáceo que toma el beso entre dos mujeres y... estar al lado de uno de los dos bares. Asegura que cuando llega a un lugar no trae consigo una idea de lo que hará. Surge sobre la marcha. Lo único planteado es incluir su firma dentro de la creación, "algo que he empezado hace poco. Llevo treinta años pintando y me apetece introducir novedades. Ahora llevo siete murales con esa variación. He incluido frases, pero no las voy a desvelar. Que cada cual entienda lo que quiera. El arte de la calle no está completo hasta que alguien lo ve y lo interpreta a su modo".

El beso de dos mujeres de El Niño de las Pinturas es uno de los murales más fáciles de encontrar en Fanzara. Foto; Ángel Sánchez.

En la zona del parking no pasa desapercibida la creación de gran tamaño de la uruguaya Ceciro. Después de cambiar de pared, por una más grande, y tener problemas con las avispas, ha trasladado a imagen pública un boceto que traía consigo -"al cambiar de muro he reajustado las medidas"- con un rostro de mujer y varias tonalidades, predominando el rosa. "No me gusta detallar el significado de mis creaciones, pero tiene que ver con la nueva mirada de la mujer en un mundo nuevo".

La uruguaya Ceciro ilustra la nueva mirada de la mujer. Foto: Ángel Sánchez.

El blanco y negro del mural del portuqués Huariu se quedó sin explicación, por dos motivos: la ausencia del artista durante la ronda y estar incompleta su creación. Conviene observarlo a distancia, aunque la estrechez de la calle -conecta el parking con la principal vía rodada- no lo pone fácil y hay que buscar la panorámica lateral.

La inacabada pieza del portugués Huariu quedó sin explicación por la ausencia del artista. Foto: Ángel Sánchez.

En el estrecho triángulo del antiguo edificio de la Guardia Civil-local polifuncional-solar del extremo de Fanzara se ubican tres de las nuevas creaciones. Resalta por el tamaño el trabajo a dúo de los sevillanos Zësar Bahamonte y Meri Merino. Una creación tricolor -incluido el amarillo cremoso del muro- fruto de la improvisación, con uno ilustrando desde un extremo del muro y el otro empezando por el opuesto. "No sabíamos qué íbamos a pintar y nos inspiró lo que íbamos viendo, desde animales y plantas de la zona a una vecina espantando mosquitos. Tenemos dos estilos diferentes, el de ella más naïf, más infantil, y el mío más pensado, pero tampoco mucho" (risas).

La ronda enfila por el túnel hacia la zona del edificio polifuncional-antiguo cuartel de la Guardia Civil de Fanzara. Foto: Ángel Sánchez.

El edificio polifuncional no lo pone fácil. La estructura asimétrica de su fachada impide una creación normal, lineal. Vista la situación, César Goce & Pedro Kouba (Puerto de Sagunto) han echado mano de la imaginación para resolver el problema. Su solución: crear una serie de saltos al agua, independientes entre sí, pero con un sentido común. Una repetición de acciones protagonizadas por personas de diferentes edades, en una especie de rueda de la vida.

César Goce y Pedro Kouba han tenido que adaptar su creación a la asimétrica estructura de la fachada del edificio polifuncional. Foto: Ángel Sánchez.

Hay artistas urbanos muy expresivos oralmente. Pero también ocurre todo lo contrario. Se expresan mediante sus figuras, pero les cuesta hablar sobre ellas. Slim Safont (Berga) ejemplifica esto segundo, mientras habla -poco- con una reproducción humana a gran tamaño cubriéndole la espalda. No hay mucho misterio: reproduce una fotografía tomada a un compañero con el que colabora en algunos trabajos muralistas. Una imagen resaltando el color verde captada en un pueblo de Aragón mediante la que une los conceptos de muralismo y ruralismo, aunque es por encontrar un término común. "Simplemente me gustó la foto".

Slim Safont ha reproducido en gran tamaño la fotografía de un colega muralista. Foto; Ángel Sánchez.

Justo enfrente de la iglesia se aprecia la creación -nunca mejor dicho- del francés Bault. Una serie colorista que se puede contemplar de manera independiente o como un serial que arranca con el Big Bang y continúa con la aparición de diversas formas de vida en el planeta Tierra.

El colorista mural de Bault sobre la evolución de la vida y de las especies. Foto: Ángel Sánchez.

Miau no es únicamente un evento de pintura y/o escultura. La danza, la música en vivo o las proyecciones performánticas también entran dentro su radar. Y ha servido para mostrar por primera vez en público El/La, un work in progress de Mima y Maya-Marja Jankovic sobre la igualdad de género, recogiendo impresiones de habitantes de Fanzara. Un proyecto que continuará por varias zonas de España y del resto de Europa, con opiniones de moradores de esos espacios. El resultado final se proyectará en Miau 2023.

Hasta ese próximo verano quedan quince hombrecitos por localizar. Y otro enigma: ¿cuántos llegarán a esa siguiente edición?

Miau Fanzara. Mucho que ver, mucho que imaginar. Foto: Ángel Sánchez.

Puedes ver el álbum de fotos completo en este enlace.

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