Atrás quedan los tiempos en los que la extinguida Castelló Cultural programaba en cada trimestre del año un musical durante varios días consecutivos en el Auditori i Palau de Congressos. Estas producciones han desaparecido casi por completo en la actual etapa, más austera, dirigida por CulturArts. Pero en este mes de diciembre se recupera esa costumbre de una manera más modesta –un solo día de programación, con dos funciones- y la elección es La fuerza del destino, un homenaje a la música de Mecano que, al contrario de Hoy no me puedo levantar, sí cuenta con la aprobación de Nacho Cano, quien se subió al escenario en su estreno en Madrid. Se podrá presenciar el sábado 6 de diciembre, a las 19:00 y a las 22:00, con entradas a 25 y 30 euros.

Un cambio del formato original de Hoy no me puedo levantar por parte de los productores sin consultar con el ex de Mecano y sin dejarle presenciar ningún ensayo desató una batalla entre ambas partes. Algunos de los cantantes y bailarines de aquel musical entraron a formar parte de La fuerza del destino, una producción de Ático Luna, donde a lo largo de 130 minutos y cerca de 40 canciones se repasa la música de Mecano a través de un viaje en metro –un medio de transporte muy unido a la época ochentera madrileña- en el que se unen la música en directo interpretada por cinco músicos y cinco cantantes con los movimientos de ocho bailarines.

La dirección escénica corresponde a Hansel Cereza, cofundador de La Fura dels Baus, y que ha trabajado en proyectos como LOVE de Cirque du Soleil o A, un musical de Nacho Cano, mientras que la dirección artística es compartida por Pedro Casas y Mapi Molina, ésta última fue actriz y cantante en los otros dos musicales estrenados sobre Mecano. De la música se encarga Alexander Pantchenko, también partícipe en A; mientras que la responsabilidad de las coreografías recae en Alberto Escobar.

Quienes crecieron a los sones de “Hijo de la luna”, “Me cuesta tanto olvidarte”, “Cruz de navajas”, “Maquillaje” o la propia “La fuerza del destino”, pueden revivir recuerdos a bordo de un metro que pasará por el escenario del Auditori.