Música

Ilegales en Opal de Castellón. "¿Depresión o rock and roll? Elegimos rock; hace el dolor más soportable"

Ilegales regresan a la sala Opal de Castellón el sábado 30 de abril. Jorge Martínez habla para Nomepierdoniuna sobre el grupo y el fallecido Alejandro Blanco, con recuerdo a Morcillo.
  
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Ilegales, con su formación actual: Jorge Ilegal, Willy Vijande, Jaime Beláustegui y Mike Vergara. Foto: Mabel Ladyblues.

La sala Opal de Castellón es una de las pocas incluidas en la gira de regreso a las salas del grupo Ilegales. La tercera parada de las nueve que integran un recorrido inaugurado con un “entradas agotadas” en el Teatro Barceló de Madrid. Ilegales han regresado al rock and roll tras los cinco años que su líder dedicó a Jorge Ilegal y los Magníficos, con ritmos típicos de orquesta de baile, lejos de sus señas más identificativas. Curiosamente la vuelta de un grupo carne y sudor de sala tuvo lugar el pasado año a través de festivales como Iberia de Benidorm, Mat Mad de Madrid, Weekend Beach de Málaga… Y fue tan positiva la respuesta que sus fans les obligaron a empezar la actual gira por espacios cerrados. Una serie de conciertos de los que toman imágenes para el documental que sobre la historia del grupo asturiano están preparando Juan Moya y Chema Mera Veiga con el título de Mi vida entre las hormigas, puesto en marcha tras superar en más de 9.000 euros los 18.000 que habían fijado como objetivo en la campaña de Verkami.

En la sala del Grao de Castellón abrirá la noche el rock and roll de los valencianos con voz femenina Gran Quivira y su Nadie de verdad. A continuación, Ilegales, con los temas de su disco de regreso, La vida es fuego (La Casa del Misterio / Pop Up, 2015), junto a clásicos como “Europa ha muerto”, “Soy un macarra”, “Tiempos nuevos, tiempos salvajes”, “Bestia, bestia”… una larga retahíla de himnos para ser coreados a la vez que Jorge Ilegal vocaliza sus ácidas letras y saca brillo a su guitarra, apoyada por la del también teclista Mike Vergara, sobre el bajo de Willy Vijande, quien ha regresado al grupo para suplir la falta de quien le sustituyó 23 años atrás, Alejandro Espina Blanco; y la batería de Jaime Beláustegui. Apertura de puertas a las 22:30, con entradas a 18 euros (anticipada) y 22 (taquilla).

Mientras prepara un fin de semana intenso, con directo en la sala Apolo de Barcelona el viernes y en Castellón el sábado, Jorge Ilegal aka Jorge Martínez, atiende muy amablemente a Nomepierdoniuna para hablar sobre el presente de Ilegales, empezando por el fallecimiento de su bajista Alejandro Espina Blanco pocas semanas antes de comenzar la gira. También hay un recuerdo para Morcillo, quien cinco años atrás -noviembre de 2010- abrió el concierto en el mismo escenario dentro de la entonces despedida de Ilegales, que quedó reflejada en el directo grabado en Madrid Ni un minuto de silencio (2012), dentro de una trilogía compiladora de clásicos e inéditos iniciada con 126 canciones ilegales (2009) y continuada con 11 canciones ilegales (2010).

>Lamento empezar con esta pregunta, pero es casi obligado. Imagino que a nivel personal el daño por el fallecimiento de Alejandro es muy profundo, pero a nivel de Ilegales como grupo, ¿cómo habéis conseguido poneros de lao?
La decisión de seguir la tomamos en el momento mas difícil y doloroso. Estábamos tan hundidos que la visión se hizo muy clara: Depresión o rock and roll. Elegimos rock and roll porque es una música capaz de canalizar una buena parte de las emociones humanas. Cuando la música suena se crea una especie de nube que nos fortalece y hace el dolor mas soportable. Lo malo es cuando para la música.

>¿Qué significaba Alejandro dentro de todo el engranaje de Ilegales?
Alejandro era el ancla que evitaba que yo me disipase y que, dada mi natural tendencia al vuelo libre, la música perdiese eficacia. Proporcionaba una percutante tormenta de graves de considerables dimensiones que unida a la batería de Belaustegui dotaba de solidez al todo.

>La elección de Willy era casi una cuestión de lógica, ¿no?
Tenía que ser alguien del entorno quien defendiese la posición del bajo. Willy fue quien introdujo a Alejandro en Ilegales hace veintitrés años cuando tuvo que abandonar el grupo.

>Ilegales pasó por la sala Opal en su gira de despedida y ahora en la de retorno. ¿Hay algo especial con Castellón o se trata simplemente de una cuestión de oferta y demanda?
No podría decirlo con certeza. El azar juega un papel más importante de lo que se cree tanto en las vidas de la gente como en la misma Historia.

>En aquella ocasión volvisteis a compartir cartel con Morcillo, quien falleció el pasado año. ¿Qué recuerdos te quedan del otro calvo sin pelos en la lengua e indomable del rock and roll nacional?
Morcillo era una fuerza de la naturaleza. Su propio carácter y su dignidad personal limitaron mucho su proyección mediática. Yo creo que no estaba equivocado y vivió según sus propias convicciones. Conservo el disco que me dedicó esa noche con la dedicatoria "de guerrero a guerrero...".

>Pero creo que la actuación más recordada es la de Ilegales en el FIB. A muchos no les cuadraba ver a una banda puramente rockera en un festival que se ha identificado principalmente con el indie. ¿Cómo viviste aquella experiencia?
Yo creo que la actuación de Ilegales en el FIB fue un ejercicio de congruencia. Ilegales ya ha experimentado con casi todos los tipos de música que suenan en el FIB desde hace treinta o más años; alguien en la organización lo percibió así y se dijo: "Se nos ha pasado traer a Ilegales".

>Tras aquella gira de despedida se puso en marcha Jorge Ilegal y Los Magníficos, con un repertorio de boleros, cha-cha-cha. Cuesta creerlo, pero ¿te llegaste a cansar de hacer rock and roll o simplemente necesitabas abrir un paréntesis?
Había llegado un momento en que la fuente se había secado. Desde 2003 ya no brotaban canciones nuevas. En medio de una sequía tan persistente lo más honesto es dejarlo. No es que reniegue de mis antiguas canciones pero no me parece bien abusar del viejo repertorio sin nuevas aportaciones. El trabajo desarrollado con los Magníficos ha sido realmente interesante, parece que hemos inaugurado tendencia y se están rescatando viejas músicas largo tiempo olvidadas.

>Y cinco años después regresas al rock and roll, con un disco que en principio pensaste en lanzarlo con tu nombre y ha terminado siendo otro de la amplia discografía de llegales. ¿Cómo fue el proceso: sentías la necesidad de volver al rock y te “obligaste” en las composiciones o te fuiste encontrando con canciones que te surgían con ritmos rock?
Las canciones empezaron a llegar solas, sin que nadie las llamase... al principio poco a poco pero pronto de manera torrencial. En relativo poco tiempo me encontré con una colección de canciones urgentes tan amplia como para llenar dos discos. En principio pensé en grabarlas con mi nombre pero sonaban tan Ilegales que tuve que claudicar y llamar a la banda. Nos compenetramos perfectamente y en unos días todo estaba perfecto.

>No sé si hay una parte de marketing o es sinceridad total, pero parece La vida es fuego te gusta mucho… ¿hasta situarlo entre tus preferidos de Ilegales?
Como en todos los discos hay cosas que me gustan más que otras pero "Voy al bar", "Hacia las profundidades" y "Las rosas trepadoras asesinas" me parecen incontestables. Son las canciones mas difíciles pero son las de mayor calidad. Dos de las mejores se han quedado fuera de este "La vida es fuego" pero espero recuperarlas próximamente.

>Volvéis y resulta que los fans de Ilegales os estaban esperando con ganas: festivales, entradas agotadas en sala en Madrid. ¿Se te ponían muy pesados con el regreso de Ilegales?
Más bien se ponían violentos. En algunos bares nocturnos las cosas se ponían muy tensas. De todas formas, el público de un Madrid es un público entendido porque siempre ha  tenido la posibilidad de asistir a espectáculos y contrastar. No esperamos la misma respuesta en todas partes. Hay ciudades donde la oportunidad de asistir a conciertos es muy poca.

>Al igual que los últimos discos, lo edita La Casa del Misterio. Lejos quedan aquellos tiempos de discográfica por disco. ¿Qué ocurría entre Ilegales y las compañías?
Por decirlo de una manera suave: nos hemos encontrado con gente muy extraña en las compañías. Parecían amigos pero ahora sabemos hasta qué punto son enemigos

>Tus letras sorprendieron cuando salieron. Pocos grupos se expresaban de manera similar, al menos pocos de los que alcanzaron éxito comercial. Lo curioso es que treinta años parecen tener incluso mayor vigencia: “Europa ha muerto”, “Tiempos nuevos, tiempos salvajes”… ¿Rock con visión de futuro?
Siempre me ha parecido previsible el futuro o al menos una clase de futuro: el futuro histórico, que es el verdaderamente importante. No es que las canciones de Ilegales hayan envejecido bien, es que no han envejecido en absoluto.

>¿No está faltando una mayor dosis de la crítica que se le presupone al rock en unos tiempos que socialmente y en el terreno de la Cultura parecen dar pie a pronunciarse con mayor claridad y contundencia?
Sí. Ésa es una de las razones por las que Ilegales son necesarios. No obstante, no creo que haya que culpabilizar excesivamente a las nuevas bandas porque han sido previamente castrados por los medios de comunicación, la educación e, incluso, la alimentación.

>¿Qué grupos de rock en castellano destacarías entre tus gustos?
Extremoduro, Enemigos, Marea, pero también Triángulo de Amor Bizarro, Sr. Chinarro...

>Mi vida entre las hormigas, documental que reflejará la vida de Ilegales. ¿En él se contará la verdad y nada más que la verdad o como buenos ilegales os acogeréis al derecho de callar lo que no os convenga?
Siempre he dicho que toda la verdad sobre el rock no debe contarse, pero este documental no es un publirreportaje. Ni siquiera he podido invertir para no contaminar el proyecto. Quienes han organizado el crowfunding, o como se llame eso, son dos grandes artistas: Juan Moya y Chema Mera y están operando con total libertad. IIlegales, al menos de momento, sólo somos los principales protagonistas.

>¿Qué tipo de público os encontráis en este regreso? ¿Hay nuevos chicos pálidos para la máquina?
Gran parte del público de siempre sigue ahí, pero se advierte la presencia de jóvenes inquietos que buscan cosas mas allá de lo que impone la corriente general.

>Regreso de Ilegales con actuaciones en festivales y ahora gira por salas para regresar después a los festivales. Cuestión de gusto: ¿mejor festival o sala?
Personalmente prefiero una buena sala porque cuentan con una buena infraestructura y existen menos límites de tiempo para desarrollar un repertorio amplio como el nuestro. En los festivales hay que compartir el tiempo con los demás grupos pero también se comparte el público y siempre se nos ha dado bien captar la atención del público de otros artistas. Supongo que somos una buena oferta.

>¿Qué puede esperar quien acuda el sábado en Castellón a ver a Ilegales?
Concierto amplio en todos los sentidos: luces, sonido equipo técnico, músicos y lo más importante: las canciones. Un recorrido guiado desde 1982 hasta la actualidad. Treintaitantas canciones a todo fuelle y casi sin respirar. Minimizamos las interrupciones porque la máquina está perfectamente engrasada y en plena forma.

>Para el final, una pregunta al Jorge gran coleccionista de guitarrista: ¿qué te da la Strotocaster que la prefieres sobre otras?
He tenido temporadas Les Paul pero paso más tiempo con las Stratocaster, es verdad.

>¿Cuántas guitarras acumulas en estos momentos?
Soy mal contable pero creo que más de cincuenta, probablemente demasiadas.


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