Foto final de Lèpoka y del Undergrau 2022.

Había ganas de Undergrau después de dos años de pandémico paréntesis. En realidad, siempre ha habido ganas de Undergrau. Las ocho ediciones anteriores lo certifican. Tal vez su falta de intereses económicos, de tener su origen exclusivamente en el amor hacia la música y disfrutar alrededor de ella originan una atmósfera de simpatía hacia este festival que se traduce en muy notorias asistencias en la fecha fijada (sábado 3 de septiembre en este 2022). Ubicarse en el inicio de septiembre parece ayudar. Ese tránsito hacia el otoño/apurar el verano concede un aura especial a estos días. Los precios populares en barra y paradas (aunque este año no hubo puesto de comida) también contribuyen. Y ver en vivo en buenas condiciones a bandas castellonenses es un buen aliciente. Sin olvidar que ese clima especial del pulmón verde del Grau de Castellón invita a dejarse envolver por un fresquito que se agradece.

Cierto es que el cartel tiene nombres repetidos cada año. Se explica del siguiente modo: lo organiza la gente de El Chamuyo -con Deivid Santolaria a la cabeza- y cuenta con una banda de apoyo (antes, Abortos de Satán y ahora Lèpoka). Se invita a un grupo foráneo (La Pelona) y a dos CS, que van cambiando (Loretta's y Bandits). Todos ellos sin hora anunciada ni orden de aparición. "Es un festival para disfrutar con todos los grupos, no para ver a uno y marcharse", argumenta cada año Deivid. Solo se sabe la hora del espectáculo infantil, esta vez a cargo de Fanfi García. Y año sí y año también se llena y se disfruta en la zona del anfiteatro del Pinar del Grau de Castelló.

Aspecto de la zona de conciertos durante la actuación de Lèpoka.

La edición de este 2022 tenía como atractivo más especial la presencia de Lèpoka en el final de su gira de verano que les ha llevado a festivales tan importantes a nivel nacional -con alcance internacional- como Resurrection Fest y el escenario principal del Leyendas del Rock. Su cuarto disco, El baile de los caídos, les ha propulsado hasta el punto de vencer y convencer en lugares... como Castelló. Y es que su propia ciudad les había resultado una de las plazas inciertas, con entradas modestas en fechas importantes para el grupo. Sin embargo, la actuación en el parque Ribalta el pasado mes de octubre y este Underground han evidenciado su victoria en esa batalla local.

Una canción como "Yo controlo" se ha convertido en uno de esos -pocos- temas que ha calado de manera notable (sin llegar a niveles de gran público) en territorio CS. Arropándolo, canciones como "Contra viento y marea", "Beerserkers", "Chupito", "Seguimos en pie" o el reciente videosingle "Pandemonium" (esta vez sin Pulpul, de Ska-P) ,... temas regados por la cerveza y acerados por el metal que se bailan a ritmo de festivo folk.

Se presentaron en el Pinar con el montaje completo de gira -goliardos hinchables incluidos-, aunque sin las sotanas de monje. Y se encontraron que los problemas previos que afectaron a El Chamuyo les obligaran a montar a toda prisa y acelerar su set bajo la amenaza de las 2:00 como hora límite. Fueron sesenta minutos intensos. Beber, vivir y convencer.

Fue justamente El Chamuyo quien tuvo que ver la cruz de la moneda. Después de meses de trabajo y una última semana muy intensa, su cantante, Deivid Santolaria, subió al escenario con un notorio y confeso problema de voz. Esta situación le obligó a ceder en momentos el papel de cantante solista a sus compañeros Jose Reggae y Luis Alguacil. Un contratiempo que no le impidió darlo todo y sumergirse entre la masa en su tema en valenciano, "Entrepà". Además, los únicos problemas técnicos les tocaron a ellos, por lo que su previa se extendió más de lo esperado. Problemas aparte, a base de ganas y canciones festivas alegraron al personal.

Undergrau volvió tras dos años en blanco con el rocksteady de Bandits.

El inicio de este noveno Undergrau lo puso Bandits con su ska y rocksteady. Siempre elegantes, incluso con atuendos estivales, repasaron una discografía que la tienen parada desde el Algo especial de 2014. Jeanette y Johnny Cash se alternan con sus temas propios, como el que da título al mentado disco. Después de un tiempo con poca actividad, se ha vuelto a reenganchar para aportar ritmos tropicales a una audiencia que gusta de bailarlos, como ocurrió en el anfiteatro del Pinar.

El segundo grupo en subirse al escenario fue Loretta's. Cuarteto femenino de complicado etiquetaje que transita por el pop, el punk, el grunge... para elaborar un registro con entidad propia. Se intercambian voces principales, instrumentos, idiomas, recitados con entonaciones cantadas, locuras variadas... Se preguntan ¿Qué coño estoy haciendo y para qué? y pronto se cuestionarán más cosas en el disco que tienen a la vista. Tienen su grupo de fans, no muy grande pero sí se hace notar, su pequeño hit particular ("Rosalía") y en cada actuación consiguen que se les pida un bis. Así volvió a ocurrir.

La Pelona era el grupo invitado -y desconocido para casi todos- y salió ganador de su primera vez en Castelló. La banda valenciana montó un festivo show a base de ska y con las mujeres como principal fuente de inspiración. Los valencianos se encontraron con una primera fila entregada con mezcla de público joven y más curtido por la vida. Un larga conga adornó una actuación de sonrisas en boca y algún momento más duro pero muy bailable y pegadizo, como "Va a explotar", con versión en estudio que incluye a Bersuit Vergarabat.

Y el verano próximo, si nada lo impide, diez años de Undergrau.