Más luminoso y accesible que nunca, el Sons llega con renovados bríos por primavera. El segundo Round de la nueva etapa del ciclo de música será presentada el próximo viernes 17 de abril a partir de las 22:30 en el pub Radiola con una fiesta en la que actuarán los guitarristas Isasa y Ramon Godes para después pinchar miembros del colectivo. El Sons presenta un cartel muy potente para los próximos meses de abril y mayo, con cuatro artistas agrupados en tres citas: el ex líder de The Boo Radleys, Martin Carr (27 de abril), el gran dúo sueco Wildbirds & Peacedrums (2 de mayo) y la islandesa Ólöf Arnaldsa compañada de La Familia del Árbol (18 de mayo). El escenario del Sons para esta primavera será el Teatre del Raval de Castelló, con precios asequibles: 9 € la general y 7 € para los socios, que podrán entrar gratis al último concierto de la temporada, en el que colabora Sonidos de la Biodiversidad. Las entradas anticipadas se pueden adquirir en Discos Medicinales, Ticketea y en el Raval; en esta ocasión, sí que se venderán en taquilla.
La presentación del viernes 17 de abril en el pub Radiola de Castellón (C/ Jover, 11) será con entrada libre y estará protagonizada por la actuación en formato acústico de dos guitarristas muy especiales, auténticos creadores de paisajes sonoros y con una larga trayectoria musical a sus espaldas. El madrileño Conrado Isasa fue miembro del grupo hardcore de culto A Room With A View a finales de los 90 y, tras distintas experiencias en solitario, volvió a recuperar la guitarra influido por Geoff Farina o Jack Rose para crear su propio lenguaje a través de la guitarra instrumental entre el folk y el jazz. Por su parte, el castellonense Ramon Godes, de formación clásica y con una participación activa en destacados grupos de la Movida, en los últimos tiempos funde en su guitarra esencias mediterráneas y jazzísticas con un estilo tan original como reconocible.
Martin Carr, el que fuera líder de The Boo Radleys y de Brave Captain, regresa con un disco de pop con letras mayúsculas, The Breaks (Tapete Records, 2014). El músico británico saboreó las mieles del éxito en los noventa con los álbumes publicados al frente de The Boo Radleys en el mítico sello Creation. Allí ya se apreciaba la facilidad de Carr para crear fantásticas melodías, sin embargo, el tránsito entre el showgaze y el britpop, impidieron que el grupo escalara el último peldaño para auparse como banda masiva. Probablemente, aquella búsqueda de la canción perfecta, redonda, de estribillo pegadizo, hizo que su propuesta se desvaneciera entre los dos géneros del momento en Reino Unido a pesar de canciones del calibre de “Wake Up Boo”, una de las gemas incontestables de la década. Después, Carr decidió dedicar su tiempo a Brave Captain, un proyecto personal en que demostró que su talento no era flor de un día (ni de un grupo) a la par que aunaba géneros con profunda inteligencia y buen gusto. La memoria es traicionera y, tras una década de silencio, el regreso de Martin Carr, ya despojado de alias, ha sorprendido entre otras cosas por su desprejuiciada frescura, justamente una de las grandes virtudes que siempre han caracterizado al británico. The Breaks es un trabajo repleto de canciones redondas, melodías cristalinas y mucha experiencia. Un suculento tratado pop de diez temas, en los que no hay trampa, cartón, ni autocomplacencia.
Wildbirds & Peacedrums impresionaron al público castellonense en el Tanned Tin 2011 y volvieron a hacerlo el año pasado en la tercera edición del festival Tardoràlia de Vila-real. Los suecos Marian Wallentin (voz) y Andreas Werliin (batería) forman una extraña unidad de hueso y piel, cuerpo y alma, ritmos tribales, danza y mucho groove, que impacta y hechiza a partes iguales. Su cuarto disco, Rhythm-escrito, grabado y producido en su propio estudio en Estocolmo-, es una nueva vuelta de tuerca a su singular fórmula mezcla de tropicalismo, blues, jazz y r&b contemporáneo que vuelve a funcionar, especialmente en directo. Son únicos en su especie y consiguen emocionar con lo básico. Hay fuerza y garra, mucha tela que cortar sobre el escenario, donde la pareja encienden la llama en las primeras notas y no la apagan hasta que la voz de Mariam se agota. El Teatre del Raval de Castelló puede ser (otro) excelente lugar donde disfrutarlos.
Ólöf Arnalds es una de las voces más particulares surgidas de Islandia. Marcada, como casi todos los artistas nativos de la isla de hielo y fuego, por los paisajes de su tierra natal, Ólöf tuvo una educación musical clásica con el violín y la viola como instrumentos principales que complementó con la guitarra y el charango argentino. Sin embargo, es su voz la principal arma de la que dispone la islandesa, a la que la Björk ha calificado como una voz en algún lugar entre una niña y una anciana. Cómo agua cristalina que emerge de un manantial mágico, inocente y ancestral, así es la voz de Ólöf, cautivadora. Su último disco, Palme (One Little Indian), cuarto de su carrera, es profundamente sensual y conmovedor. Partiendo de sonidos acústicos, las canciones transitan por la experimentación y los ambientes sintéticos en un todo que luce natural y luminoso, en parte, gracias a Gunnar Örn Tynes (uno de los fundadores de Múm) y de su colaborador más habitual, Skúli Sverrisson (Laurie Anderson, Ryuichi Sakamoto, Blonde Redhead), el cual le acompaña en esta gira.
Le acompañará en formato solo acústico La Familia del Árbol. Tras convertirse en uno de los grupos revelación del indie estatal en 2010 y fichar por Mushroom Pillow, debutaron con el La montaña y el río, una brillante perla de folk-pop. Tras girar por las salas más importantes del país y los festivales más multiduniarios, como el Primavera Sound y el Arenal Sound, el verano pasado grabaron su segundo disco en el estudio Río Bravo, propiedad de Josh Rouse, que publicarán este año bajo el nombre de Odisea con el sello Cydonia de The New Raemon y que en mayo ya tendrá un single de adelanto. Así que llegará al Sons recién salido del horno.