Arkanoid: Juanmi Martín (voz y guitarra), Gavin Brenes (guitarra), Sergio Navarro (bajo) y Toni Valverde (batería y coros). Concierto de reunión de Arkanoid, sin intención de reanudar la marcha del grupo. Sábado 31 de enero de 2015 (20:50). Sala Four Seasons (Castellón). Unas 90 personas. Entradas a 5 euros (con regalo del CD ‘Point of no return’). Duración: 1:05, con 15 canciones. Como telonero: Dante Place, en dúo y acústico.

Arkanoid se reunió el pasado 31 de enero por un solo día, pero ahora la intención es repetir la experiencia de tocar de nuevo en directo. La trayectoria del grupo está cerrada, tanto por la actual presencia de sus componentes en los grupos Montefuji (Juanmi Martín y Gavin Brenes) o deBigote y Cucharacuchillo (Sergio Navarro) como por  el hecho de que Toni Valverde esté residiendo Madrid; pero visto el resultado de este concierto de regreso, todos los componentes del cuarteto han comentado que no descartan, en absoluto, repetir alguna vez más. En esta ocasión especial se vio a unos Arkanoid muy sueltos, tranquilos, sin apenas notarse que sólo habían realizado cuatro ensayos previos. Y aunque Gavin y Juanmi habían seguido haciendo conciertos en acústico con repertorio del grupo tras la edición del disco Point of no return (2008) –los primeros de ellos aún con Sergio- y el posterior parón que llevó a la disolución, Toni ya llevaba siete años sin tocar esos temas. Pero ante un público de familiares, amigos, fans y curiosos, el cuarteto no lo acusó sobre el escenario.

Para sorpresa de muchos de los presentes en Four Seasons, Arkanoid estuvo más contundente de lo que acostumbraba en su época en activo. También influyó la elección de muchos de sus temas más cañeros, como los iniciales “Ronnie James Dio”, “Damage Ltd” y “Mary the helper”, dejando el relax para momentos puntuales (“Polyester”, “Mike Perruzzo”, “STB” y poco más). Otro añadido fue que el volumen estaba más elevado que en otros conciertos en la misma sala. Gavin comentó a Nomepierdoniuna unos días antes de la actuación que “éramos demasiado apalancados para el rock y demasiado estridentes para el pop”, y en esta ocasión se ubicaron en este segundo plato de la balanza. Eso sí, “siempre en tierra de nadie”, porque su estilo no es demasiado habitual a nivel local (en sus alrededores se les podría ubicar grupos también ya inactivos como Day of Rising o A Tear To Bloom) y como referencia internacional se les puede situar en el entorno de Far –su grupo “fetiche”-, pero a nivel general tampoco es un ejemplo demasiado conocido. Sin embargo, han conseguido alcanzar un estatus de “grupo de culto” dentro de la escena castellonense, como lo demostró la presencia de varios músicos jóvenes atraídos por un grupo al que apenas conocen pero del que saben que una década antes consiguió una porción de reconocimiento a nivel nacional.

Destacó la voz apasionada, gritada, pero sin exceso, de Juanmi, capaz de acercarse a esos tonos muy altos originales de “Mike Perruzzo” y “Lighthouse”, los que le suponen un mayor esfuerzo para su garganta a la hora de reproducir las letras escritas en inglés por Gavin. Una voz que por momentos cuenta con el acompañamiento coral de Toni, muy estridente en la primeriza “Anorexia”, un tema que se encuentra en la demo que grabaron en 2001, cuando en su música influían riffs y ritmos propios del nu-metal. Guitarras que son de ritmos y desarrollos eléctricos, con algunos momentos de protagonismo especial, pero no de solos, sino de efectos o de una progresión de acordes que por unos pocos segundos se elevan por encima de la línea base, apoyada sobre ese eficaz soporte que introducen el versátil Sergio al bajo y el sobrio Toni a la batería. No se busca la comercialidad –más bien se ubican en el otro bando-, pero nunca se obvia la melodía.

Arkanoid, durante su actuación en Four Seasons. Foto: Adam Brenes (www.micrea.es)

El repertorio repasó sus tres discos, con seis temas de Point of no return (2008), cinco de Get yourself influenced (2005) y tres de Polyster (2003), además del ya citado “Anorexia”, desembocando en un intenso final con “18”, “Crash’n’burn” y “Lighthouse”, un tema que en su día se mereció un videoclip, lo mismo que el saltarín “Leap of faith”, que sonó hacia la mitad de la actuación. El final fue un poco frío, ya que los presentes –su número había bajado una cuarta parte durante el concierto con el argumento de ser la hora de cenar- se quedaron esperando una vuelta al escenario que no se produjo. “Habíamos preparado quince temas; no teníamos más”, explicaron pocos minutos después. Más, en otra ocasión.

La tarde arrancó el grupo invitado por los protagonistas, Dante Place, el proyecto del británico-cántabro Jorge Hunt (ex Kidsgofree), presentado esta vez en formato dúo con el acompañamiento de la teclista-percusionista Margarita Barrachina a la voz y a la guitarra acústica del líder del grupo. Temas de autor, ornamentado pop tirando hacia el folk por el formato, con versión de Damien Jurado incluida. Llamó la atención en la parada de merchandising la taza que acompañaba al vinilo Quantum en un lote elegante y de delicada apariencia.