>Anteriormente la Fundació Caixa Castelló estaba ligada a Bancaja. Desde la crisis y el rescate a la banca esto ya no es así. ¿Quién o qué hay detrás de la fundación ahora?
El peso de la entidad financiera que en un momento dado patrocinó la labor de la Fundació Caixa Castelló, sobre todo porque está vinculada a una circunstancias cuando estalló la crisis económica, unas circunstancias dramáticas para mucha gente, ha generado una asociación de imagen con el mundo financiero y sus excesos, que fueron los que condujeron a esa crisis que la gente vincula de forma equivocada con la Fundació Caixa Castelló. En este momento no depende de ninguna entidad financiera o patrocinador financiero, es una institución privada sin ánimo de lucro que desarrolla su labor gestionando los recursos que genera, devolviéndoselo a la sociedad en forma de actividad cultural, social y medioambiental.
>¿Cómo se trabaja para terminar con esa idea?
La Fundació Caixa Castelló es la heredera de la obra social de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón, una institución centenaria vinculada con la ciudad y la provincia. Esta institución se integró en Bancaja, que seguía siendo una caja de ahorros; pero en el año 2013 Bancaja desaparece y se convierte en un banco, Bankia. Éste se desligó por completo de la Fundació Caixa Castelló y, a partir de este momento, lo que la fundación ha hecho ha sido reinventarse, asimilando las circunstancias para adaptarse a la nueva realidad; es decir, una institución que tiene una serie de recursos, fundamentalmente inmuebles, que alquila a terceros y con las rentas que genera realiza su actividad.
>Y dentro de esta nueva realidad, ¿cuáles son las líneas maestras de la programación?
La institución se ha redimensionado a sus posibilidades. La acción se desarrolla en tres ámbitos: social, medioambiental y cultural; que son los que ha tenido siempre.
“La crisis generó muchas víctimas que lo pagaron injustamente (...), para la Fundació Caixa Castelló fue una dosis de humildad”
La crisis generó muchas víctimas que lo pagaron injustamente, pero también fue una oportunidad de renovación y limpieza. Para la Fundació Caixa Castelló fue una dosis de humildad, así lo percibí yo como trabajador. Un “¿qué te has creído?”. El cambio fue pasar de sentirte como un pasajero más en un transatlántico a intentar no hundirte en el mar mientras navegas en un cascarón de nuez; ese fue el cambio y el momento de las alianzas, el "solo no puedo, pero contigo sí".
>¿Los objetivos para decidir confeccionar una determinada programación?
Responde a un plan estratégico que definimos de manera interna con el que contestamos al qué somos, qué hacemos y a dónde queremos ir. En este sentido, la Fundació Caixa Castelló, apoyada en la tradición, que es un gran valor para una institución como ésta, que es centenaria, quiere proyectarse desde el presente hacia el futuro. Por lo que, y teniendo en cuenta a ese público que tradicionalmente ha formado parte de las actividades, con el deseo de acercar la oferta a nuevos intereses y públicos que hay en la ciudad.
>Un balance…
Como gestor me sorprende la resistencia al cambio. Es algo que no esperaba. Me sorprende que el público tiene asociada la institución a un tipo de propuesta y hay una resistencia al cambio. El público que ha estado habituado a ver exposiciones de paisajes o de pintura hiperrealista cuando ve que hay otro tipo de lenguaje se resiste incluso a aceptar que esa propuesta pueda ser de interés. Pero no son un capricho, vienen alabadas por el reconocimiento de instituciones mucho más prestigiosas y de técnicos que tienen una trayectoria de reconocimiento. No es algo que lo diga yo como gestor. La contemporaneidad y el presente va por estos caminos y nosotros tenemos que esforzarnos, tanto como institución como ciudadanos para no quedarnos a la retaguardia y, como mínimo, estar en el presente mirando hacia el futuro.
“Me sorprende la resistencia al cambio, pero tenemos que esforzarnos para no quedarnos en la retaguardia”
Una de las cuestiones que para nosotros es muy importante es la calidad de la propuesta. Hay que ser rigurosos en la profesionalización de la cultura y, en este sentido, priman las propuestas de artistas, sean del ámbito del que sean, que se forman, investigan, renuevan y que aportan algo al lenguaje a nivel local y general. Entonces, nuevamente encuentras la resistencia de aquellas personas que creían que aquí venías y encontrabas un espacio enseguida; no es que el espacio no esté reservado para ti, tendrás una oportunidad cuando tu trabajo cumpla este perfil y tendrás todo el apoyo de la fundación. Hay personas a las que les cuesta aceptar que esto sea así. ¿Por qué? Porque viene un poco de una herencia de un espíritu graciable, en el cual el “venga, va, que exponga” no nos ha conducido a ninguna parte y tampoco es bueno para el público ni para el propio artista. ¿Significa esto que tienes que tener una trayectoria de 50 años? No, porque una persona joven puede haber desarrollado todo ese camino o mostrar ese potencial. Pero exponer por exponer, presentar un libro por presentarlo… No. No conduce a ninguna parte.
>¿Y es complicado?
No estamos para ocupar el espacio de otros programadores. Hay un acuerdo que flota en el aire en el que cada espacio vaya adquiriendo su identidad, que la gente tenga claro qué es lo que ocurre es algo positivo. Qué es y cómo son las propuestas que va a encontrar en el Teatro Principal, Paranimf, Auditori… Por ejemplo, cuando vas al Paranimf de la UJI tienes muy clara la línea que hay ahí, y este es el objetivo que estamos intentando alcanzar, tener una identidad y una personalidad a través de las propuestas que presentamos.
>Ahora que mencionas algunos de los espacios culturales de Castellón, ¿cómo percibes este tejido cultural?, ¿está la oferta adaptada a la demanda?
Es importante que cada espacio defina su identidad. Una de las cuestiones que hablo con otros programadores es que si yo sé que tú el martes vas a hacer una conferencia de un escritor, yo no voy a hacer lo mismo ese día porque estaríamos compitiendo por el mismo público, me iré al miércoles. Hacer que el público tenga que escoger es una estrategia muy poco inteligente en una ciudad como Castellón. Que puede haber varias cosas a la vez porque hay público suficiente, o debería haberlo, pero hacer al público elegir no es lo más inteligente. Obviamente la oferta es creciente, lo que hay que hacer es trabajar para que el número de público también crezca.
>¿Cómo?, ¿es un trabajo que tiene que hacer el propio público, los programadores, las instituciones…?
Al definir tu identidad, también haces que el público se fidelice y especialice. Cuando veo que el resto sube el nivel, el mensaje es claro: ponte las pilas si no quieres quedarte fuera de la corriente. Por ejemplo, volviendo al Paranimf, yo sé que el viernes hay teatro y puedo ir sin saber qué hay porque sé que no me va a defraudar. Esa es la identidad que busco yo también para el espacio en el que trabajo.
>Uno de los pilares de la programación de la Fundació Caixa Castelló son las actividades dirigidas al público infantil y familiar con ciclos de artes escénicas y talleres, e incluso adaptáis propuestas pensadas para el público adulto como puede ser una exposición con talleres para jóvenes. ¿Cómo trabajáis esto?
Las actividades infantiles de la Fundació Caixa Castelló son la evidencia, y lo digo con mucha tristeza, de lo poquísimo que se ha trabajado en la ciudad de Castellón al público. El público, y no me refiero a los niños o niñas, los adultos no saben cómo comportarse en un contendor cultural. No hemos logrado hacer entender a los padres y madres que cuando alguien va al teatro no se ha de comportar igual que si va al centro comercial. Demuestran que no han ido nunca al teatro, al cine, conferencias o exposiciones, y para mí, como gestor cultural, esa es la gran asignatura pendiente.
“Puede haber coincidencias, pero hacer que el público tenga que escoger es una estrategia muy poco inteligente en una ciudad como Castellón”
Las actividades infantiles son el semillero del público de la Fundació Caixa Castelló. Me gustaría que dentro de 15 años, un niño o niña que haya venido a estas actividades diga: “Voy al teatro porque cuando tenía 4 años cada viernes iba al salón de actos del Edificio Hucha y durante una hora se producía la magia”. Pero claro, vienen acompañados por sus padres, y su comportamiento, no el de todos, claro, es decepcionante. Que un adulto no entienda que cuando estamos en el teatro no hay que levantarse, hablar por el móvil o con la persona que tiene al lado, que no se entienda que esto es una falta de respeto hacia el resto de público de la sala y hacia los profesionales que están trabajando demuestra que hay una asignatura pendiente: la educación de los públicos. Todavía hay que educar al público. Y no hay que olvidar que el público infantil es un público tremendamente agradecido, y desde la Fundació Caixa Castelló cada vez cuidamos más los tipos de propuesta para que vean cosas que les transporten a una realidad distinta a su realidad habitual y descubrir lo que es el teatro en un espacio hecho para esto.
>Una de las iniciativas que estáis trabajando esta temporada es exportar talento castellonense fuera de la provincia…
Muchas de las actividades están protagonizadas por gente que viene de fuera. ¿Por qué? Porque también es bueno comparar, es necesario tener referencias y perspectivas. Mirar qué ocurre en otros lugares y a personas que ya han alcanzado una trayectoria de reconocimiento. Es bueno tener estos referentes como estímulos, no tenemos que estar programándonos siempre a nosotros mismos ni tener tener la vanidad de pensar que el mundo empieza y acaba en Castellón, porque eso puede ser muy peligroso. Y del conocimiento y la asimilación viene el crecimiento. Pero también es cierto que en Castellón están ocurriendo cosas de interés que merecen ser proyectadas, y este es el objetivo de este nuevo ámbito de trabajo: poner en valor el talento de Castellón fuera de Castellón y no ser siempre los que acogemos, sino ser también los que proponemos.
Hemos empezado con la Orquesta Barroca porque es un grupo de jóvenes músicos que han dedicado su vida al esfuerzo y al estudio de la cultura y de la música y están empezando a tener trayectoria de reconocimiento y nosotros tenemos que empezar a colaborar en esa trayectoria. También con la colección de Juan Redón o Pilar Beltrán, que hemos presentado fuera de la provincia. De alguna manera, la Fundació Caixa Castelló, y en la medida de sus posibilidades, quiere incentivar la trayectoria de estos artistas y propuestas. Nosotros ahora nos sentimos orgullosos de lo que otros apoyaron hace cincuenta años, por eso tenemos el compromiso de apoyar a los que dentro de otros 50 años serán artistas reconocidos, y estuvimos con ellos.
“Había personas que creían que aquí venías y encontrabas un espacio enseguida; (…) viene de una herencia de un espíritu graciable en el cual el “venga, va, que exponga” no nos ha conducido a ninguna parte”
>Programación infantil, eventos fuera de la provincia, conferencias y coloquios, música, danza, teatro… ¿No es para volverse loco?
-Ríe- El universo de acción de Fundació Caixa Castelló es la sociedad de Castellón, y la sociedad de Castellón es diversa y plural. No somos un espacio con un ámbito de actuación tan concreto, es un ámbito global. El interés tiene que ir para todo tipo de públicos y se intenta alcanzar un equilibrio y no escorar. Por ejemplo, durante principio y final de temporada, en primavera, y en septiembre encontrarás propuestas más divertidas y ligeras y durante otoño e invierno otras con un calado más intelectual hacia la reflexión.
>El mejor recuerdo de lo que has programado…
No sabría concretarte en uno, pero para mí… Todos tenemos alguna piedra escondida en el zapato que quisiéramos que no se viese, y yo intento que dentro de 50 años la persona que esté haciendo mi trabajo mire hacia atrás y vea lo que estamos haciendo y piense: “Estaban en el tiempo que les tocó vivir”. De lo que me siento orgulloso es cuando ponemos propuestas que representan el tiempo en el que estamos, como la exposición de Pilar Beltrán, las colecciones Red*on Toy*s de Juan Redón y Chirivella o la exposición de Carles Santos* muestran esa voluntad de estar en el presente. Y esto es de lo que me siento más orgulloso.
*La exposición homenaje a Carles Santos tendrá lugar del 12 de enero (inauguración a las 19.30) hasta el 28 de febrero en la Sala San Miguel.
>¿Y cuál sería esa piedra del zapato?, ¿alguna desilusión?
Las hay… E intento no olvidarlas para que no se repitan. Y creo que ese tipo de propuesta se han producido siempre que no se ha aplicado el concepto del qué somos y a dónde vamos, y ese es otro de los caballos contra los que hay que luchar. Cuando hemos programado haciendo favores o porque alguien presiona, cuando se cede a eso, el resultado, casi siempre, es decepcionante. Aquí es cuando vienen las piedras en el zapato. Y eso se tiene que acabar, no estamos aquí para programar a amigos, vecinos, familiares porque cuando se hace esto la propuesta se hunde.
>¿Te ha pasado también al programar a nombres conocidos?
Una persona puede ser un excelente escritor o músico y no ser un gran orador o no tener un gran día. Sí que hay un caso, pero no te voy a dar el nombre -ríe-.
>¿Contáis con algún otro tipo de apoyo económico externo?
En nuestra sociedad el apoyo privado desafortunadamente todavía no se ha desarrollado. Es una asignatura pendiente. La fundación tiene apoyos institucionales, pero tenemos que ir hacia los apoyos de empresas. Las empresas de nuestro entorno todavía no tienen claro lo importante que es el apoyo a la cultura, es probable que tendría que haber una ley de mecenazgo mucho más generosa que lo que hay actualmente; como cuando lees que en Reino Unido las desgravaciones fiscales por apoyo a la cultura son tan elevadas, es un estímulo que aquí no ocurre. Tenemos que ir hacia ese punto, pero también se tiene que generar una conciencia a través de las empresas privadas de que tienen que apoyarnos. Yo me di cuenta cuando fuimos a Madrid, es tan complicado encontrar apoyo para una propuesta… Es muy complicado.
Próximos eventos de la Fundació Caixa Castelló - Enero 2019*
- Sábado 12. Sala San Miguel, 19.30. Inauguración exposición homenaje Carles Santos.
- Sábado 19. Castellón en Ruta: Tras las huellas de los Íberos. Puig de la Nau, Perengil y Puig de la Misericordia (Benicarló-Vinaròs).
- Miércoles 23. Edificio Hucha, 19.30. Coloquio y presentación del libro Yo, Julia de Santiago Posteguillo.
- Viernes 25. Casa Abadía, 19.30. David Moliner: Percussion Mono-Machine 2.0.
*Encontrarás todos los eventos en la agenda o descargándote la app de Nomepierdoniuna (disponible gratis para iOS y Android).