El 1 de mayo hizo exactamente 20 años de que Mark Eitzel, fundador de American Music Club, estrenara el Cicle de Músiques Independents de Castelló, Sons, en la sala Ricoamor. Y no había mejor manera de culminar la celebración que con la actuación de Come el próximo lunes 5 de junio a las 20:00 en el Teatre del Raval. (con taquilla inversa y recomendación de realizar reserva). Sobre el escenario estarán dos históricos del ciclo y del rock independiente norteamericano desde los 90: Chris Brokaw (Codeine, Lemonheads, The New Year...), quien actuó en el Sons en 2004 y 2015, y Thalia Zedek (2005). Después de actuar en el Primavera Sound (que se retransmite por Amazon, por cierto), Come vuelven a Castelló con sus canciones abrasivas (“Hurricane”, “Submerge”), sus guitarras atronadoras, la voz áspera de Zedek: la con-sis-ten-cia; con el recuerdo imborrable de su tremenda actuación en el Tanned Tin 2008.

Come.

El Sons fue una de las razones de ser de Nomepierdoniuna en sus orígenes hace 15 años y hemos ido avanzando de la mano siempre que hemos podido. Así que por su 20º cumpleaños hemos recopilado en la playlist de arriba cerca de 200 canciones seleccionadas de las 320 bandas y solitas que han actuado en los más de 270 conciertos programados por el ciclo desde 2003 en diferentes espacios de la ciudad. Y la hemos utilizado de base para pedirles a las personas que forman parte de la asociación sin ánimo de lucro que lo organiza, el Colectivo Sons (encabezado por José Luis Cuevas y Toni Falomir y reforzados por Mónica Breva, Vero Martínez, Luis Martínez Cháfer, Ramon Godes y Xavi Muñoz en los últimos años), a colaboradores, músicos y público fiel que hagan balance.

En la recopilación predomina el folk y la música de raíz de diferente procedencia, con predominio de la anglosajona pero también ibérica y mediterránea, el rock alternativo, el pop de autor, la psicodelia, el paisajismo y la experimentación. Nos hemos (re)encontrando con un montón de nombres y canciones que precisamente estaban guardados en la memoria gracias al Sons. Porque el gran sello distintivo del ciclo ha sido ese: la fiabilidad de su programación para ayudarnos a descubrir música hasta el punto de conseguir que vayamos a algunos de sus conciertos a ciegas. Con una nota media alta en la calidad, regularidad en la programación (unos 13 conciertos al año de media), cuidando siempre la producción, apostando por las cantautoras cuando todavía nadie miraba los carteles con perspectiva de género, salvando problemas de financiación, la indiferencia de algunas administraciones y hasta una pandemia (se mantuvo con 8 conciertos en 2020 y 9 en 2021).

Algunos de los miembros del colectivo Sons, en el Teatre del Raval. Foto: Carme Ripollès.

Los mejores conciertos del Sons en 20 años

Más de la mitad de las 12 personas que hemos consultado para realizar este artículo coinciden en apuntar el concierto de Lambchop en el Teatre Principal en 2016 como el mejor de la historia del ciclo. Seguido muy de cerca de los de Retribution Gospel Choir (2010 y 2013), con Alan Sparhawk al frente, el líder de Low, cuya batería y pareja, Mimi Parker, falleció el año pasado a los 55 años. Entre los destacados también se citan Nils Frahm, Xixa, Peter Broderick, Vic Chesnutt, Françoiz Breut, Xiu Xiu, Amorante, Ola Podrida, Barzin...

Un descubrimiento que le debes al Sons

A pesar de los años que han pasado desde sus impactantes actuaciones por La Plana, el dúo sueco Wildbirds & Peacedrums dejó huella con su mezcla de ritmos tribales y soul. Actuaron en el Raval en 2015 dentro del Sons, pero también en el Tanned Tin o en el Tardoràlia de Vila-real, en las tres ocasiones fueron aclamados y se siguen recordando. Balmorhea, Barzin, Folly and The Hunter, Y La Bamba, Berg Sans Nipple y Los Sara Fontán son otros nombres que los encuestados se encontraron en el Sons, les impactaron y después les han acompañado escuchándolos recurrentemente.

Un "momento Sons"

Entre sus primeros recuerdos del ciclo se encuentran conciertos de las dos primeras ediciones, como los Manta Ray de Nacho Vegas, los Migala de Abel Hernández o L’Altra en el Raval o el de Lori Meyers en el Ricoamor (en 2004, mucho antes de agitar macrofestivales por todo el país). Pero si se tienen que quedar con el concierto que representaría mejor la idiosincrasia del ciclo o que guardan un recuerdo especial por diferentes razones, se refieren a los de Nils Frahm (antes de volver a Castelló con Rauelsson y de llenar auditorios de todo el mundo tocando el piano) y Peter Broderick en la sala Veneno Stereo, Vic Chesnutt en el Casino Antiguo o dos muy gráficos: “Kawabata Makoto, guitarrista de Acid Mothers Temple colgando su guitarra de un foco en el Ricoamor en lo que acabó siendo el último concierto de la sala” (José Luis Cuevas); “Desmayos en el Ricoamor por el volumen en directo de Mono” (Xavi Muñoz, quien compartió cartel con la banda japonesa enrolado en Litius). La respuesta de Gavin Brenes, guitarrista de Montefuji y parroquiano del ciclo al preguntarle por un “momento Sons”, es definitoria: “¡Muchísimos! Poder ver a leyendas internacionales de la música independiente como Alan Sparhawk, Vic Chesnutt o Xiu Xiu en salas pequeñas y normalmente con muy buen sonido”.

La actuación más marciana, el instrumento más raro

Entre los conciertos más descacharrantes, vuelven a salir los Acid Mothers Temple, pero en esta ocasión con el formato & The Melting Paraiso UFO, en 2011 en Veneno Stereo. Pero también otros que también dejaron su impronta en otros escenarios de la ciudad, como Za! (¿puede haber un directo más divertido que el suyo?), Paul Metzger en la capilla del Centre Municipal de Cultura, Jonathan Richman en Van Van, David Thomas Broughton en el Four Seasons, Xiu Xiu en el Teatre Conino Gurillo o el tridente formado por Axolotl, The Skaters y Tomutonttu también en la Capilla. A algunos de ellos también se les recuerda los instrumentos más marcianos que han sonado en el Sons. Y mira que han sonado: el serrucho de Peter Broderick, la maquinita de Mario Bross de David Thomas Broughton, el gigantesco xilófono de Arnau Obiols, las campanillas cerámicas de Shugo Tokumaru o “un banjo modificado que llevaba Paul Metzger en un concierto en la capilla que sonaba como un sitar, un banjo y un bajo a la vez”, según rememora Cuevas.

La voz

El ciclo Sons se ha caracterizado por un formato (muchas veces músicos en solitario o en formato dúo y con poca instrumentación) y en unos escenarios (la capilla, el Casino Antiguo, el Raval) donde las voces siempre han tenido mucho protagonismo. Y entre las que mejor recuerdan sus organizadores, colaboradores y seguidores predominan las femeninas, como la de Mariam Wallentin de los citados Wildbirds & Peacedrums, Sara Lucas de Callers, Simone White, Laura Gibson, Ora Cogan, Julie Doiron y Sara Zozaya. Solo se cuela Peter Broderick como voz masculina.

El escenario fetiche del Sons

El Sons ha pasado por 20 escenarios diferentes en Castelló. Incluso tuvo una incursión en Benicàssim con el concierto acústico de The New Raemon en La Traviesa de Benicàssim y programó un concierto en la plaza Mayor de Castelló con motivo de la Magdalena 2016 (Rats on Rafts, Le Parody y Red Tree). Pero el escenario que mayoritariamente se asocia con el ciclo es la capilla del antiguo colegio Consolación en el Centre Municipal de Cultura de la calle Antonio Maura, que en la reciente reforma para convertirlo en Centro de Envejecimiento Activo y Saludable ha sido sepultada. También el Teatre del Raval, aunque al actual se le reprocha el sonido y la “frialdad”, y el Casino Antiguo y, un poco más atrás, la ya desaparecida sala Veneno Stereo. En la lista del resto de escenarios aparecen algunos bastante curiosos también: Auditori (Sala de Cámara), Les Aules, Menador, Teatre Principal, Four Seasons, Ricoamor, Radiola, Edificio Hucha, Fraguel Rock, Llotja del Cànem, Pub Terra, Teatre Conino Gurillo, Zeppelin Club, Van Van, Sala Alfons el Magnànim-Universitat Jaume I y Meduse.

Su impacto y posibles mejoras

Haciendo balance de las dos primeras décadas de Sons, los entrevistados califican el ciclo de “imprescindible” o como “el mejor caldo de cultivo” y “punto de reunión de la gente inquieta”, tanto a nivel cultural en la ciudad (“un rayo de luz al final del túnel”, según Luis Martínez) como a nivel personal (“pieza esencial en mi pasión y relación con la música” para Adam Brenes), llegando incluso a haber influenciado la trayectoria como músicos, por ejemplo, de Xavi Muñoz y Montefuji.

Y mirando hacia el futuro, la principal mejora que se propone para el ciclo es el incremento de presupuesto y el apoyo económico de las instituciones, después de haber hecho callo en los diferentes cambios de gobierno vividos desde 2003. Incluido el actual. Esperemos.