La pausa en la programación cultural de Benicàssim derivada de la pandemia y de las obras en el Teatre Municipal termina muy pronto. Concretamente, a partir del 1 de noviembre con una programación que se alimenta de teatro (Daimon y la jodida lógica'), música (vuelta de los ciclos Jazz+ Altres Músiques y Benicàssim.pop) y cine ('La boda de Rosa', 'Fallin', 'Eso que tú me das'...).

Elefantes y Sidecars como los 'indispensables' de las fiestas de Segorbe (agosto) junto a la jornada rock con El Drogas, Mägo de Oz y Rulo y La Contrabanda. También las fiestas de Vila-real (septiembre), capitaneadas por Jarabe de Palo y Despistaos o el menú musical de la Fira d'Onda (octubre), con nombres como Rosendo, Viva Suecia, Revolver, Seguridad Social, Guille Milkyway o Ley Dj.

El Auditori, el Teatre Principal, el Espai d'Art y el Museu responden al recorte de presupuesto con más calidad que cantidad, menos nombres y apuestas locales. Actuaciones como las de Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, José Feliciano, Accidents Polipoètics, Dianne Reeves, 'El Circo de los Horrores', el Ballet de San Petersburgo, 'Las aventuras de Tom Sawyer' de Algarabía Teatro (foto), orquestas sinfónicas y grupos de cámara de prestigio internacional, los conciertos conmemorativos del centenario de la muerte de Tárrega o la exposición del norteamericano Lawrence Weiner, entre lo más atractivo de la programación de otoño. Los precios de las entradas también se adaptan a la crisis.