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Paula Bonet: “A través de las ilustraciones he descubierto muchas cosas sobre mí que desconocía”

París, México, Hong Kong, Roma, San Francisco, Bogotá… Aquella niña que empezó a dibujar con Pepe Biot vuela ahora pintando sus ilustraciones por medio mundo desde Barcelona. Pero nada comparable con el impacto de “tener colgadas mis preocupaciones e intimidades en las paredes de la Casa de l'Oli” de Vila-real, su ciudad natal. Entrevistamos a Paula Bonet en pleno apogeo del poético magnetismo de sus ilustraciones, solicitadas en todas partes y en todos los soportes. Hasta el domingo 28 de abril puedes disfrutar de su exposición ‘Life vest under your seat’ en el festival de arte Test de Vila-real.
  
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Retrato de Paula Bonet: Foto: Lita Bosch.

Apurando un yogur, pintándose los labios, jugueteando con un chicle, abrochándose un botón, abrazándose o simplemente durmiendo. “Me gusta cómo los actos más sencillos, los que todo el mundo hace, pueden verse con una sensibilidad que los transforma en arte”. Ese es el principal leitmotiv de su obra. El que se refleja en las escenas que dibuja y en los textos que acompañan. Ese hermoso mundo de ensoñación en el que ha sabido trascender sus emociones a través de sus dibujos. El que le ha permitido conectar con un montón de gente convirtiéndose en un auténtico fenómeno en internet. Y ahora ya a nivel artístico y editorial. Porque la literatura tiene una gran importancia en su obra, como origen y destino. Así lo explica Paula Bonet en esta entrevista por escrito, a la que responde con extrema pulcritud, en el fondo y en la forma, midiendo muy bien todas las palabras. Fiel reflejo de cómo trabaja sus ilustraciones: perfeccionista y reflexiva. La recta final de la nueva muestra de arte Test, comisariada por Pascual Arnal, es una excelente oportunidad para visitar su exposición Life vest under your seat en la Casa de l’Oli de Vila-real, también las de Ximo Ortega, Chema López y Clara Bleda en El Convent Espai d’Art, hasta el domingo 28 de abril.

>Tu exposición en el Test de Vila-real se titula Life vest under your seat (chaleco salvavidas debajo de tu asiento) y en muchas de las ilustraciones eres tú misma la protagonista hablando sobre emociones. ¿Qué tiene tu obra de terapia personal?
Supongo que, como la mayoría de la gente que se dedica a alguna disciplina relacionada con el arte, me sirvo de él para materializar emociones, ideas o preocupaciones que me asaltan o atormentan. En mi opinión, mi obra podría considerarse en la mayoría de las ocasiones -como tú bien apuntas- una especie de terapia personal. A través de las ilustraciones ahora y de las pinturas al óleo desde que entré en Bellas Artes y hasta que lo dejé hace unos tres años, he aprendido muchísimas cosas sobre mí que desconocía. Las he aprendido y las he aceptado, claro.

>Cuando se bucea por tu web y tus perfiles en redes sociales, además de constatar que has generado un universo propio muy definido, potente y con una gran cantidad seguidores, uno se da cuenta de que has creado una especie de personaje, que por momentos casi se confunde la artista con la protagonista de tus ilustraciones… ¿Es premeditado o lo has ido creando de forma espontánea? ¿No te sientes sobreexpuesta?
Cuando empecé a dibujar hice un gran número de autorretratos. Es cierto que ha llegado un punto en el que ficción y realidad casi se han solapado, cosa que ha sucedido de manera no intencionada. Para mí siempre ha sido mucho más sencillo -dada la inmediatez de mis dibujos- tomarme a mí o a mi hermana como modelo pero en este preciso momento tengo la suerte de que muchas veces tener que recurrir a mí no sea lo más fácil: un ejemplo de esto podría ser la última exposición que he presentado en la Galería Escalera de Incendios de Barcelona. Se titula #drawmysideface y está compuesta por 20 retratos de gente que no conozco personalmente. Hice una propuesta a través de mis redes sociales para abastecerme de una base de imágenes en la que los personajes parecieran siempre de perfil. Llegaron a la cuenta creada para tal fin 730 propuestas de las que seleccioné las 20 que conforman la exposición. Estoy muy contenta con el éxito de convocatoria ya que me ha permitido explorar otros rostros, poder seleccionar, arriesgarme con otras expresiones y poder hacer una exposición en la que no aparece ni un solo autorretrato. En ocasiones sí, en algunos momentos me he sentido sobreexpuesta.

Paula Bonet, pintando en la Casa de l'Oli de Vila-real.

>En uno de los vídeos en los que muestras cómo trabajas explicas que las frases o versos que utilizas en las ilustraciones muchas veces están extraídas de libros o discos. ¿Qué géneros-estilos o autores te inspiran más? ¿Las buscas o te encuentras con ellas?
Me gusta muchísimo la literatura. Puede que sea el arte con el que más veces he disfrutado y el que me ha proporcionado más placer estético. Suelo leer novelas y poesía. Pocos ensayos. Las novelas que leo se acercan mucho a la vida real, me gusta cómo los actos más sencillos, los que todo el mundo hace, pueden verse con una sensibilidad que los transforma en arte. No suelo buscarlas. Aparecen en medio de las lecturas.

>¿Ves a alguna de las protagonistas de tus ilustraciones acompañada de frases sobre la crisis, la corrupción o la monarquía?
Sí, por supuesto.

>Papel, libros, paredes de casas particulares, muros, escaparates, carteles, tablas de madera, postales, camisetas, tazas… ¿Dónde crees que lucen mejor tus ilustraciones? ¿Qué soporte en el que nunca has trabajado te gustaría probar?
Creo que donde mejor lucen es sobre el papel. Un buen papel es el mejor soporte que puede existir. Puestos a soñar en gran formato, me gustaría ilustrar una fachada de un edificio.

>En tu web se explica que durante tu formación en Chile e Italia decidiste dejar el óleo, la xilografía, la litografía o la serigrafía para apostar por la inmediatez del bolígrafo, las acuarelas y la tinta china. ¿Te has planteado alguna vez explorar otras técnicas? ¿El mundo digital o la escultura, por ejemplo?
Claro. Se trata de eso, de explorar, de probar, de no quedarse estancada. El mundo digital me atrae más bien poco, soy de los que les gusta mancharse las manos de tinta o de cola y que defienden la parte artesanal del oficio. La escultura siempre me ha gustado mucho, sobre todo el modelado.

>En tu trabajo se aprecia una gran destreza en la técnica del dibujo. ¿Cómo aprendiste? ¿Quiénes fueron tus maestros o artistas de referencia?
Desde bien pequeña mis padres me fueron apuntando a academias de dibujo y pintura. Con 14 años llegué a la Academia del pintor Pepe Biot, y con Pepe aprendí muchísimo. Gracias a él estudié Bellas Artes. He tenido la suerte de encontrar muy buenos profesores de técnica en la facultad de Bellas Artes de Valencia: José Saborit, Pepe Galindo, Miguel Ángel Ríos, Rosa Martínez-Artero, Antoni Debón. Y también en Santiago de Chile, donde fui una de las afortunadas que pudieron trabajar en el Taller 99 de Bellavista, junto a ilustradores y pintores como Rafael Munita o Gonzalo Cienfuegos. También hice talleres puntuales con el pintor Antonio López.

>¿Qué semejanzas y diferencias encuentras entre tus ilustraciones y el graffiti? ¿Es una influencia para ti?
La única semejanza que encuentro así, de buenas a primeras, es el soporte. Me gusta muchísimo pasar mis ilustraciones a pared. Pero no, el graffiti no es una influencia.

>Tu proyección internacional se ha disparado en los últimos meses. México, Hong Kong, París… ¿Cuál es el trabajo más importante o del que te sientes más satisfecha hasta el momento?
Hay muchos trabajos con los que he disfrutado durante el proceso y con los que después he sentido satisfacción. La imagen de la comedia T’estimo, ets perfecte, ja et canviaré dirigida por Elisenda Roca (ver mis dibujos forrando las calles de Barcelona en banderolas, carteles y autobuses fue bastante impresionante para mí), también el álbum ilustrado Llegeix-me con texto de Amaia Crespo y publicado por Andana Editorial, las ilustraciones del poemario de Estel Solé Si uneixes tots els punts publicado por Galerada... Me cuesta mucho ordenarlos por importancia, no sé ser objetiva con ellos. Para mí, cada nuevo trabajo en el que me veo inmersa, tiene gran importancia. Intento siempre dar lo máximo posible.

Banderolas de 'T’estimo, ets perfecte, ja et canviaré' en Barcelona.

>¿Cuál es el encargo más extraño que te han hecho? ¿Y el mayor reto?
No ha habido ningún encargo extraño, que yo recuerde. El mayor reto ha sido algo tan sencillo como un libro para niños.

>¿En qué estás trabajando ahora o cuál va a ser tu próximo proyecto más relevante?
Ahora estoy trabajando en varias publicaciones editoriales que se están horneando. Tengo planeados viajes a Roma, San Francisco y Bogotá que espero que acaben haciéndose reales; y preparo también una serie de intervenciones murales para varios restaurantes.

>¿Es imprescindible instalarse en una ciudad como Barcelona para poder desarrollar una carrera artística como la tuya?
Ahora mismo me siento muy bien en Barcelona. Es una ciudad que me inyecta energía, en la que estoy conociendo a gente con unas inquietudes muy parecidas a las mías y en la que aprendo cada día porque ahora mismo abastece mis necesidades. Pero creo que el lugar depende de cada uno, pienso que para poder desarrollar una carrera artística lo importante es estar en el lugar en el que realmente quieres estar. Con internet se han acortado las distancias, obviamente no es imprescindible estar en una gran ciudad para estar al tanto de todo lo que sucede y de las últimas tendencias.

Paula Bonet, en el taller infantil de creatividad 'Les Gàbies'.

>¿Qué significa exponer en tu ciudad natal, Vila-real, e impartir un taller en el que podría haber niños y niñas como podrías ser tú hace 20 años?
Me he sentido como tirándome de cabeza en una piscina que era mi infancia y mi adolescencia, como si de repente, mi yo actual viviera en el cuerpo que tenía hace quince años. Ha sido bastante extraño, un viaje en el tiempo sin anestesia y lleno de sensaciones agradables y sorprendentes al mismo tiempo. Digo que ha sido extraño porque no esperaba para nada sentir todo lo que sentí: intento ir con bastante frecuencia a Vila-real y creo que lo consigo. Pero impartir un taller en el que aparecieron algunos de mis ex compañeros del colegio o del instituto en miniatura, ver que yo también podría ser madre de uno de esos niños, reencontrarme con amigos de la infancia a los que no veía desde hacía diez años, tener colgadas en las paredes de la Casa de l'Oli mis preocupaciones e intimidades... era todo muy extraño: como una fusión del pasado y del presente.

>¿Cómo valoras un certamen como el Test para Vila-real, con las exposiciones, los talleres y los catálogos que se han editado sobre los artistas participantes?
Lo valoro muy positivamente. Creo que es una muy buena propuesta y que Pascual Arnal ha acertado de pleno en el formato del festival. Aplaudo que actualmente, y estando el mundo como está, haya gente que se arriesgue y que trabaje del modo en el que él lo ha hecho. Detrás de un festival de estas características hay muchísimo trabajo, muchísimo esfuerzo que después pasa desapercibido, y ese esfuerzo se tiene que valorar.

>¿Qué significa el color rojo para ti y qué significado tiene en tu obra?
El color rojo es lo que me mantiene atada a mi formación pictórica. El rojo es euforia. Es la vida, la sangre. Creo que es un color que no deja a nadie indiferente.

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