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Más que rock. El reggae y el rap encuentran su sitio en un Viña Rock que bate récords

El Viña Rock cierra su decimonovena edición con más de 200.000 asistentes, y todo gracias a un cartel que contaba con más de 50 artistas y bandas que han pisado sus cinco escenarios del festival del 1 al 3 de mayo. Conoce qué pasó en Villarrobledo, pero desde la perspectiva de los sonidos más callejeros, los del 'bombo clap'; sin olvidar su primer escenario reggae por el que han pasado artistas de la talla de Alborosie, Zion Train, Morodo... ni a los representantes de La Plana, El Último Ke Zierre. Descubre (o revive) cómo suena la cara no tan rock del Viña.
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Más de 200.000 personas han pasado por la 19ª edición del Viña Rock. Foto: Viña Rock.

Como si en Castellón no hubiese ya suficientes festivales como para tener que recorrer más de 280 kilómetros hasta llegar a un pequeño pueblo de Albacete. Pero es que éste es especial. Se trata de uno de los festivales estatales de referencia, que ha alcanzado su decimonovena edición con un cartel cargado de rock –y derivados-, rap y reggae. Se trata del Viña Rock, que invadió Villarrobledo del 1 al 3 de mayo y por el que han pasado un total de más de 200.000 personas, convirtiendo esta edición en “la mejor de su historia”, según los organizadores, los mismos que están detrás del Arenal Sound de Burriana.

El Viña Rock es algo así como entrar en otro país en el que el único gobernante es la música. En el que diferentes escenarios unen a un público diferenciado pero que es capaz de disfrutar en medio de un pogo al ritmo hardcore del punk- rock de Soziedad Alkoholika, reventar el escenario con La Raíz, bailar al ritmo de La Pegatina (que aunque usen siempre la misma fórmula, parece que siempre funciona), disfrutar del mejor ambiente reggae con Green Valley, revivir clásicos como “Por verte sonreír” con La Fuga, mover los brazos al ritmo del bombo clap de Violadores del Verso o quitarse las penas con la rumba de Muchachito y Sus Compadres. Porque en este particular país musical lo único que importa es disfrutar. Y, es que, una vez entras, no te queda otra opción.

Muchachito. Foto: Viña Rock.

Mañanas (muy) calurosas y noches frías, pero no se podía estar más agustito en Villarrobledo. La culpa la tuvieron los más de 50 artistas y grupos que pasaron por los cinco escenarios del festival (sin contar con los dj’s del escenario #Nolimits, que cerraron las tres noches). Lo cierto es que el festival siempre tiene una serie de artistas fijos que nunca faltan en el cartel, aquellos grupos que llevan la esencia rock originaria del Viña. Uno de estos grupos casi padres del festival llegaba desde Castellón: El Último Ke Zierre, que demostró cómo suena el rock de La Plana. Son habituales en el escenario del Viña Rock, y es que 25 años en la música dan para mucho. Entre el público no cabía ni un alfiler y, aún así, se formaron auténticos pogos. Se dejaron el mítico “¿A dónde vas?”, pero lo cierto es que no se les pudo pedir más en el tiempo que tuvieron sobre el escenario, porque hicieron un repaso a toda su discografía con “Tus bragas”, “Quemaste tus alas de ángel”, “No es amor”… Los burrianenses actuarán el próximo sábado en el festival Rivas Rock en Vaciamadrid junto a Rosendo, Los Suaves, Gatillazo, Narco y Porretas y, después, a cruzar el charco: el miércoles 21 de mayo tocan en el Teatro Caupolican de Santiago de Chile, el viernes 23 en Gap Disco de Mar del Plata (Argentina) y el 24 en el Niceto Club de Buenos Aires.

Pero también es verdad que la vertiente más urbana y tropical cada vez tiene más protagonismo y consigue sorprender. Se trata de la cara del Viña Rap y Viña Reggae. Dos de las grandes novedades de esta edición llegaban en forma de cultura jamaicana. Por un lado tuvo lugar la primera edición del Viña Grow, feria por la que se podía pasear y visitar los distintos stands y conferencias relacionadas con el mundo del cannabis. Y, la otra novedad, que llegó en forma de música reggae, que siempre ha intentando hacerse un hueco tímidamente en el cartel del Viña Rock y tan sólo ha sido cuestión de tiempo que se le acabase dando su merecido protagonismo. Y así ha sido, por primera vez en 19 ediciones, el Viña Rock presentaba su primer escenario reggae (Negrita Reggae). Y no ha podido tener mejor comienzo. Por él han pasado artistas internacionales de la talla de Alborosie, ese italiano que parece haber nacido en la mismísima Kingston con una actuación que consiguió hacer completo la noche del viernes 2 de mayo.

Alberto Gambino presentó 'Días Extraños'.

Puede que el éxito del nuevo escenario residiese en cómo, a partir del punto de partida de la música jamaicana, apostó por distintas propuestas que fueron desde el rap-ragga de Morodo, con el que volvió a dar en el clavo; el reggae más clásico de Gentleman; pasando por la ironía y positivismo de un Alberto Gambino que dio un toque tropical a Villarrobledo con su combinación entre sonidos reggae, dancehall y rap, consiguiendo llevar al público a su “Cocotera”. Además, presentó su último trabajo, Días Extraños (2014), con el que demostró que es mucho más que “Purpurina”.

Y así hasta el sábado 3, que pasó de la calma del reggae de Green Valley y su Hijos de la tierra (2014), con el que celebran sus diez años en la música y que la banda hace que suene prácticamente perfecto en directo; hasta la locura que desató Skip & Die de madrugada, porque lo suyo no es normal, la única manera de entenderlo es dejarse llevar por su directo.

Quien también tuvo su protagonismo fue la música en catalán, que encontró su lugar en este escenario. Una vez más, público y artistas dando una lección de que las barreras lingüísticas de las que se hablan son de humo. Por un lado, La Gossa Sorda en uno de los escenarios principales consiguiendo hacer lleno el jueves 1, y en el Negrita Reggae invadido el viernes por los catalanes Pirat’s Sound Sistema y por la auténtica Essència (2013) ska, reggae, rap y electrónica de los alicantinos Aspencat; Kiko y compañía se marcaron un conciertazo que el público disfrutó desde el primer momento. Se podía leer “Madrid” en las camisetas, ondeaban banderas de Andalucía, Murcia, ikurriñas, senyeras… Todo el mundo cantó, bailó y disfrutó, porque, al fin y al cabo, todos necesitamos de “L’últim segon”, sin importar nada más.

El escenario Negrita Reggae disfrutó de la 'Essència' de Aspencat.

Y cuando Negrita Reggae se tomaba un respiro, le tocaba el turno al escenario Canna, que cobijó a los amantes de la música rap y que albergó uno de los conciertos más multitudinarios de esta edición con Violadores del Verso, que celebraron sus 15 años haciendo rimas en el Viña Rock y ofrecieron un concierto en el que faltó escenario para que cupiese todo el mundo. Pero es que tratándose de los zaragozanos, no podía ser de otra manera. Sólo había que ver la expectación que despertaron cuando Lírico, Kase-O, RdeRumba y Sho Hai llegaron al festival un día antes o las decenas de Doble V impresas en camisetas y sudaderas. Había ganas.

El Santo (en la foto) presentó 'Algo Personal' junto a Tosko.

La cara hip hop del festival estuvo bien cargada, desde los grupos más recientes hasta auténticos veteranos de la escena rap nacional. El jueves 1 vino marcado por la reciente unión de El Santo & Tosko, sobre el escenario la veteranía haciendo rimas de alguien como El Santo (miembro de Falsalarma) y la frescura y voz prácticamente perfecta de Tosko (que se convirtió en Nora Norman para mostrar “La verdad absoluta”). De esta forma, Villarrobledo pudo disfrutar y literalmente “Volar” con Algo Personal (2014); destacar “La última palabra”, un tema que, en directo, consigue despertar aún más sensaciones.

También brilló el encargado de poner el cierre al primer día: Rayden. No es fácil cuando un concierto se programa casi a las 04.00, pero lo cierto es que parecía primera hora de la tarde por las ganas que tenía la gente. El primero en salir fue Dj Mesh, que se propuso encender a la gente a través de bases de dubstep hasta que apareció el madrileño acompañado por su inseparable Mediyama. Entró con el listón muy alto, con muchísima fuerza desde que puso el primer pie en el escenario, demostrando que “No nacimos ayer”. Eso sí, no podía faltar ese Rayden íntimo que consiguió emocionar con su intenso “Nunca será siempre” a base de “Mentiras de jarabe”. Un diez para el cierre del Canna.

Fyahbwoy sorprendió en los conciertos de Sharif e Iván Nieto el viernes 2.

Y esto sólo fue el principio. Por el mismo escenario, el viernes 2, pasaron las rimas mágicas de Sharif, al que acompañaron Rayden (que parecía que le costaba abandonar el festival) y Fyahbwoy para cantar a todas esas madres con “Mi primera palabra”. El que también hizo doblete el mismo viernes fue Fyahbwoy que también acompañó a Iván Nieto, que presentó su reciente trabajo, Mirlo Blanco (2014). Para esta ocasión, Iván Nieto, se alía con Xcese para los acompañamientos y para mostrar ese “Veneno” que cada uno guarda dentro.

Foreign Beggars, por su parte, reventaron el escenario a base de rimas marcadas por golpes de auténtica tralla. Pero eso sí, el viernes aún quedaron fuerzas para recibir a Duo Kie, rimas cargadas de fuerza y que apuntan directamente; Locus y Nerviozzo son capaces de levantar a todo el Viña Rock con su toque personal y su inseparable humor (se acordaron hasta de la madre de Garzón), desde “Las de perder” hasta el “Quien se apunta” capaz de revolucionar a cualquiera (y eso que eran las 04.30 de la mañana). Un repaso por Inferno (2013) y otros clásicos, sin olvidar el ya mítico “Voy a por ti” o el momento más íntimo con “Fuerte”, en el que Nerviozzo no pudo continuar. Únicos.

El Chojin.

Y el último día, uno de los grandes de la escena, capaz de alzar conciencias a través de su música, hipnotizando y demostrando, año tras año, que él es hip hop. Es El Chojin, que dejó claro por qué es uno de los mejores raperos de la escena nacional. El cierre fue simplemente perfecto con “Ríe cuando puedas, llora cuando lo necesites”. Touché!

El cierre del escenario Canna la verdad es que no pudo ser mejor. Estuvieron el año pasado y sorprendieron a todo el mundo; ellos mismos nos confesaron que no se creen la acogida que tienen y que lo único que buscan es que la gente disfrute y no pueda para con su “magia”. Y Dremen, un año más, lo consiguió. Cada uno de ellos aporta un toque único al colectivo dando forma a un concierto en el que rock, rap, reggae, dancehall y dubstep se unen (sobre y bajo el escenario); aunque esta vez no pudo acompañarles Tony Karate y se hizo con los platos Dj Cot (dj también de El Santo & Tosko). Imposible parar con ellos, decididos a ir a por ti o a por quién sea, dándolo todo. Que dio igual que fuese el último día y cerca de las 05.00 de la mañana, nadie escapó al “Bon Dem”. Probablemente, para entender cómo suena Dremen la única solución sea ir a uno de sus directos, después de eso ya no podrás parar.

El escenario Canna cobijó la cara hip hop del cartel del Viña Rock 2014.

Caras quemadas, alguna que otra pierna rota, el cuerpo lleno de arenilla, moratones de pogos descontrolados, ojeras por querer pisar incluso el Anti-Viña, afonías... Probablemente muchos aún están intentando recuperarse de la resaca musical de los últimos tres días, pero seguro que muchos ya han empezado la cuenta atrás. ¿Qué tendrá preparado el Viña Rock para su vigésima edición?

_Con la colaboración de Lledó Barberá Fernández.
_Foto de portada: Viña Rock.

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