Un ritmo fronterizo con un polvoriento trémolo de guitarra y fraseo de trompeta para hacer trotar una canción con un mensaje muy claro sobre el drama de la migración en el Mediterráneo, constatando que “perdimos el rumbo en algún momento” sin caer en la cuenta de que tan solo “nos separa el alambre que tejió el destino”. “El alambre” es el tercer single de Cuentos de aventuras desafortunadas, el disco largo de debut de Martina by Junior Mackenzie, que viene desgranando desde noviembre tras “Veo, veo” y “Número uno”. Un tema que te adelanta Nomepierdoniuna y que confirma el estado de gracia del músico castellonense, cada vez más versátil y con menos pelos en la lengua.

Juan Fortea, el tenaz músico que está detrás de Junior Mackenzie y su alter ego en castellano, Martina, explica que “la canción, en sus inicios, fue una propuesta para una serie de televisión que finalmente no aceptaron”, por lo que decidió adaptarla para su repertorio. “Trata del problema de la emigración/inmigración, la pobreza y la diferencia de clases sociales y cómo, desde mi óptica, el mundo está perdiendo el rumbo”, añade.

Y con esa crudeza lo canta: “Mientras los intrusos flotan mar adentro / No se corta el alambre que tejió el destino / se retuercen las almas de los que se han perdido”. Un trasunto de marcha fúnebre de cantina pero repleta de dignidad y elegancia, “El alambre” es, además, una de las canciones del disco que más se aprovecha de la depurada producción de Mark Dasousa en Atomic Studio (Ondara).

Mientras cierra la gira de su último disco como Junior Mackenzie, Files of Life, en conciertos como el del viernes 24 de enero en la sala Euterpe de San Juan de Alicante, el músico castellonense va ofreciendo las primeras dosis de su puesta de largo con Martina. Más expresivo que nunca, para continuar con el idilio que ha trenzado con el público, bolo a bolo, en los últimos años actuando por España, Francia y Portugal.