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Geografies, en el Arenal Sound: "Nos sorprende que la gente cante nuestras canciones en los directos"

Con tan solo tres años de vida, Geografies ya han publicado 'Primer Condicional', maqueta con la que ganaron el Premio Ovidi Montllor 2015; 'De Creus Endins', su primer largo y han tocado en festivales como el Festival de Les Arts y el Emac de Burriana. Con motivo de su actuación en el Arenal Sound el domingo 6 de agosto, hablamos con Ramón Marrades e Íñigo Soler sobre los orígenes, el estilo musical y el futuro cercano del grupo valenciano.
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Geografies (de izquierda a derecha): Ramón Marrades, Íñigo Soler, Alejandro Gómez-Lechón y Albert Belda.

>¿Por qué os decidisteis por un nombre tan particular como el de Geografies?
Ramón Marrades (R.M.): La verdad es que surgió de forma bastante espontánea, y como casi todas las cosas que planteamos era como un reflejo a las letras y canciones que empezamos a dibujar, que era muy de territorios, muy de paisajes… Y se nos ocurrió que un buen nombre para el grupo era Geografies. Es una palabra muy bonita, es plural, está en femenino y, además, se puede entender en casi cualquier idioma.

>Todos los miembros de Geografies venís de otras formaciones como 121dB, Mare o Spheniscidae, ¿por qué quisisteis formar un nuevo grupo?
Íñigo Soler (Í. S.): Formamos uno nuevo después de quedar a tocar. Quedar es algo a lo que te prestas, aunque estés tocando en un grupo o tengas un proyecto musical, porque es un rato que compartes con los amigos… Y lo que nos sorprendió es que, en un par de tardes que quedamos a tocar, nos sentíamos muy cómodos y decidimos seguir tocando, ponernos más serios y ponerle nombre al proyecto para esa parte hooligan que nos sale de formar parte de algo.

>¿Cuáles son vuestras influencias más importantes?
R. M.: Como grupo no sé si tenemos influencias específicas. Tampoco es un "queremos ser, no sé, como Mishima". Alguien nos ha dicho medio de coña que somos una especie entre Mishima y Nueva Vulcano, y eso, obviamente, no nos gusta. Pero no nos fijamos en grupos específicamente. Yo creo que tenemos una raíz bastante noventera del rock de guitarras alternativo, y luego a partir de ahí… no pensamos en influencias específicas.

>El grupo nació en 2014, y ya habéis publicado Primer condicional (2015), por el que conseguisteis el Premi Ovidi Montllor a Millor Maqueta, el disco De Creus Endins (2016)… de momento os ha ido bastante bien, ¿cuál creéis que son los motivos de esta trayectoria en ascenso durante estos tres años?
Í. S.: No lo sé, la verdad. Todo surge de una manera muy espontánea y no hemos planeado llegar al punto en el que estamos, no estamos planeando llegar a otros puntos, y estamos disfrutando más de cómo va surgiendo todo. Nos estamos centrando más en enfocar nuestro pensamiento en "¡Oye, qué bien! Tenemos dos o tres bolos más por delante. Vamos a disfrutarlos". Estamos pensando en eso desde el principio.
R. M.: También es verdad que hemos tenido mucha suerte y nos han tratado muy bien por amigos o porque le hemos gustado a alguien. Sí que es verdad que prácticamente a los dos meses de empezar a tocar juntos estábamos preparando la demo, que fue Premi Ovidi, luego grabamos el EP con otro amigo, con Guillermo Sanz, que también fue súper bien, semifinalistas de Sona La Dipu, del Sona9… y, a partir de ahí, ha ido un poco solo. Bueno, un poco solo… siempre dentro de toda nuestra modestia, que significa tocar en festivales a las 18:00 de la tarde, y hacer de teloneros de grupos que siempre nos han gustado, que ya es muchísimo.

>¿Por qué vuestras canciones están tan ligadas al ámbito de los sentimientos y las emociones?, ¿es una forma de conectar con el público más fácilmente?
Í. S.: No. Hablamos de sentimientos porque es lo que sentimos, aunque suene redundante. Es lo que sale, surge de una necesidad. Las canciones salen de un "¿Qué te pasa?", como la pregunta del Facebook que te dice "¿Qué está pasando? ¿Cómo te sientes?". Pues de esa pregunta nacen las canciones, de una voluntad por expresar cosas… y suelen ser sentimientos.
R. M.: Hay más cosas. Hay bastante ironía, no solo una cuestión de emociones personales, también entendido como relaciones de pareja, sino que reaccionas a la ciudad que habitas, a la comida que comes, a los viajes que haces… Yo creo que eso se va a notar bastante en nuestro nuevo EP que vamos a sacar que se llama Turisme, que sí que es un reflejo de unas situaciones muy concretas alrededor de cómo nos comportamos en esta sociedad del momento.

>Algunas letras como Ha sigut només una vegada describen situaciones concretas, ¿qué buscáis con ello?
Í. S.: Cuando escribimos las letras sale de una manera muy espontánea y de un concepto en concreto. Son cosas que teníamos en la cabeza y las pusimos en una canción. Pero no buscamos comunicar eso exactamente. Buscamos –ríe- rellenar la melodía o lo que estamos poniendo en el local o vaciarte lo que tienes en la cabeza.
R. M.: Las canciones son tal y como nos gustaría explicarlo y escucharlo a nosotros, que también es otro tópico, pero supongo que alguien se sentirá mucho más identificado porque es algo vivido que, obviamente, puede ser compartido por muchos otros.

>Al escuchar De Creus Endins he visto que a algunos temas les rodea cierto espíritu poético y nostálgico... 
R. M.: Es un poco lo que nos sale. Lo que nos salió en De Creus Endins fue un recorrido de varias sensaciones y que lo hemos agrupado como paisajes sonoros y por eso el nombre del grupo es tan geográfico al igual que el nombre del álbum. Pero fue eso, lo que nos salió en ese momento. Sí que es verdad que, de cara al nuevo disco, Turisme, sí que hay un planteamiento más deliberado, que no digo que sea una ópera rock, pero sí que hay un hilo argumental más coherente. De Creus Endins es una recopilación de canciones que salieron solas.

>¿Y estáis abiertos a tratar nuevas temáticas en el futuro?
R. M.: Por supuesto. Nos apetece experimentar desde lo que oímos hasta las sonoridades, a tratar temas como el turismo, los viajes, la política, pero siempre de una manera irónica, desenfadada, próxima… muy alejados de la mala leche. Somos un grupo que no estamos de mala leche por el mundo, aunque podamos sonar nostálgico. Entonces, lo que salga va a tener que salir a gusto.

>¿Cómo valoráis estos tres primeros años del grupo?
R. M.: Estamos haciendo cosas que no creíamos que podríamos llegar a hacer. Estar de repente en un concierto en la Fira de Juliol de tu ciudad teloneando a Manel, pues son cosas que no te crees. O que este año no paremos: el Festival de les Arts, el Low Festival, el Arenal Sound… Eso, sin haberlo planteado como un recorrido pensando en llegar hasta aquí, pues de rebote nos estamos encontrando en situaciones muy bonitas de vivir. Insisto, y sin pensar que estamos ahí cambiando la historia del rock, que somos un grupo de teloneros de grupos chulos que podemos tocar con buenos equipos y viene a gente a vernos y sonríe, y eso ya es un regalo.
Í. S.: Ya nos va sorprendiendo el hecho de ir a algún concierto y que haya gente cantando nuestras canciones. Eso empieza a dar mucho gusto.

>Vuestro primer disco se llama De Creus Endins, una clara referencia a Valencia, ¿qué importancia tiene la ciudad para el grupo?
R. M.: Yo creo que muchísima. Somos un grupo muy urbano. También es verdad que, por ejemplo, Íñigo está en Madrid, y por eso siempre hay un componente de volver a Valencia, a nuestras raíces cuando quedamos para ensayar… Y nos inspiramos muchísimo en esta ciudad que está muy viva, que desafortunadamente creo que había desaparecido del discurso porque ya nadie hablaba de Valencia ni en la música, ni en la poesía, ni en la literatura… y de repente hay como una especie de renacer de lo que nos gustaría formar parte, y nos gusta explicar y contextualizar aquello que cantamos y aquello de lo que hablamos. Por ello, yo te diría que es casi un miembro más del grupo. Tal vez estoy exagerando un poco, pero es como en las películas que hay un actor omnipresente, pues en nuestras canciones está presente de una manera muy sólida.

>¿Cuál creéis que es la situación actual de la música en valenciano?
R. M.: Yo creo que, afortunadamente, se está normalizando. La música es un idioma, no es un estilo. Tú puedes hacer en valenciano lo que quieras: reggae, pop, hip-hop, trap, o lo que se te ocurra. Y afortunadamente cada vez hay menos barreras y la gente se lo toma con normalidad. A nosotros, al igual que te decía lo de los temas que nos salen, también nos sale cantar en valenciano. Y además tiene una sonoridad muy bonita que queda perfecta.

>Vuestras letras no tienen el sentimiento reivindicativo de carácter político que pueden usar otros grupos de la Comunidad Valenciana o Cataluña, ¿existe algún motivo por el que os hayáis querido alejar de ello?
R. M.: Nosotros nunca vamos a ser un grupo reivindicativo. Sí que es verdad que se puede hablar de política. Por ejemplo, Al.lèrgia es una canción que puede tener mucho contenido según cómo la interpretes, pero nunca vamos a hacer una consigna panfletaria en una letra porque no es lo que nos apetece. Yo entiendo que la música en valenciano ha estado relativamente discriminada y que había grupos cargados de razones que enarbolaron ciertas banderas… genial por ellos. Pero eso no es algo que nos apetezca a nosotros.

Ramón Marrades (Geografies) bailando con Bearoid en el Emac.borriana, donde también actuaron. Foto: Carme Ripollès.

>En estos tres años ya habéis tocado en algunos festivales como Montgó Rock o en el Festival de les Arts, ¿qué supone para el grupo tocar en un festival del tamaño, repercusión y características como el Arenal Sound de Burriana?
R. M.: Una alegría. La verdad es que son festivales que tienen una nutrida representación de grupos emergentes o pequeños. También es verdad que el trabajo que se hace desde el Sona La Dipu, que es el programa de la Diputación de Valencia para grupos emergentes, es el que consigue colarnos en este tipo de festivales.
Siempre es una ventana abierta fantástica. La cuestión también, un poco a modo de crítica, es cómo conseguimos que estas cosas vayan hacia arriba. No específicamente por nosotros, pero vemos que hay decenas de festivales con grupos locales muy pequeñitos tocando a horas difíciles, y luego prácticamente carteles repetidos. Y no lo digo por el Arenal Sound que tiene un planteamiento muy chulo y para nosotros es fantástico, ¿no? Pero sí que es verdad que, aunque los grupos pequeños tenemos oportunidades, creo que habría que trabajar un poco más para conseguir que las oportunidades se conviertan en algo más.

>¿Qué puede esperar el público de vuestra actuación en el Arenal Sound?
R. M.: Pues ahora estamos trabajando en un formato aún más básico que el que teníamos, que es el formato power trío, en el que estamos Íñigo, Albert y yo, y que va a sonar bastante potente, bastante chulo y directo al sitio. Ahí tenemos un planteamiento bastante compacto que disfrutamos mucho tocándolo y, de hecho, estamos tan seguros de lo que planteamos que hoy, probablemente, en el local nos dedicaremos a componer -se ríe Íñigo- o a probar cosas nuevas… Y ya tenemos claro cómo queremos que sea el directo.

>Habéis dicho que estáis preparando un nuevo disco, Turisme. Aparte de esto, ¿qué le depara el futuro a Geografies?
R. M.: Ahora ya tenemos grabado un EP que se llama Turisme, que lo hemos grabado con Luis Martínez en Little Canyons Studios, y suena espectacular. Es un disco que habla irónicamente sobre el turismo, el consumo, la publicidad... y esos, digamos, tótems de esta sociedad posmoderna en la que vivimos. Son cuatro temas de los que estamos súper orgullosos. Uno de ellos se llama "Creuers" y habla de una experiencia del grupo cogiendo un crucero por el Mediterráneo; otro se llama "Barcelona", que explica otra experiencia personal de un viaje a Barcelona en el que llegas pero hay tantos turistas que está cerrada; otro más que es "Bollit", que es un encuentro de una pareja en una ciudad medio saturada con un clima complicado mientras estás encerrado en tu apartamento de un barrio como podría ser Benimaclet, o Gràcia o La Latina; y otra que se llama "Sóc un anunci de cervesa", que es una mezcla entre un homenaje y una reflexión irónica al mundo de la publicidad, y explica esa sensación que creo que hemos tenido muchos de vivir perennemente en un anuncio de cerveza mediterránea –se ríen Ramón e Íñigo-.

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