Pablo Sebastiá durante la presentación de 'Reikiavik'. Foto: Castelló Negre,

Diez años de misterio, crímenes, y policías merodeando por Castellón. Diez años desde que Joan Montañés Xipell, Pedro Tejada, Pablo Sebastiá y algún que otro loco soñador se reunieron y dieron pie a la cita fetiche del género negro y policiaco, el festival Castelló Negre.

El género negro se caracteriza tradicionalmente por crear atmósferas asfixiantes de inseguridad, cargadas de violencia e injusticias donde reina la corrupción y que como resultado provocan miedo. Un género que ha encontrado un hilo conductor a través de los tiempos readaptándose y reinventándose a cada momento social. Algo similar a lo que lleva haciendo Castelló Negre durante sus 10 años de vida.

El festival se caracteriza por dar forma a una programación basada en la calidad de los ponentes y las actividades paralelas que se organizan. Unas actividades en las que los jóvenes se convierten en un elemento central. Y es que, como explica Pablo Sebastiá, incansable impulsor de la cita: "Estamos cansados de escuchar que en España no se lee. ¿Alguien hace algo al respecto? Por eso hemos decidido tomar el toro por los cuernos y ser de los que hacen algo. De los motivan a leer a los jóvenes".

Castelló Negre busca difundir la cultura en clave negra a distintos municipios de Castellón acercando a autores y autoras del género a través de distintos eventos de todo tipo: "Llevamos diez años trayendo autores a la provincia, con eventos que siempre han sido gratuitos. Seña de identidad propia. Muchos castellonenses han descubierto que aman las novelas policíacas gracias al festival", explica Sebastiá.

Alicia Giménez Bartlett recibiendo el premio Castelló Negre 2019 por toda su trayectoria literaria durante el festival. Foto: Castelló Negre.

Castelló Negre no es solo literatura. Son también talleres temáticos, conferencias, exposiciones, proyecciones, maratones cinematográficos, presentaciones de obras, concursos literarios, charlas y coloquios o incluso una colección propia de relatos en los que el crimen y la denuncia social se convierten en los protagonistas. Además, el festival se caracteriza por las actividades paralelas que lo componen y que se consideran como un extra al alto nivel de calidad que tiene ya en sí. Este año en conmemoración por estos 10 años, el festival ha contado con una exposición fotográfica que muestra el recorrido del festival desde sus inicios. Unas fotografías con rostros muy conocidos y que forman parte de estos 10 años de historia.

En esta décima edición parte del protagonismo se lo han llevado las tertulias literarias Crímenes en las Aulas del Espai Cultural Obert Les Aules, en el que los asistentes pudimos disfrutar de las distintas percepciones de un mismo género en base a distintos autores como son Carlos Zanón y Alicia Giménez Bartlett, Jordi Ledesma, Graziella Moreno y David Jiménez El Tito. Unas tertulias muy interesantes en las que se describe todo un género a través de las distintas historias.

Un festival y un género que no olvidan el humor y que, como podemos comprobar, se convierte en la clave de las tertulias literarias y también de las novelas. Porque Castelló Negre también es todo esto; humor, ciudades, trabajo, misterio, pasión, libros y el reconocimiento a todo un género que convierte hechos extraordinarios en situaciones cotidianas.

Tertulia: "¿Tienen las ciudades un alma negra?", con Jordi Ledesma, Graziella Moreno. Escritora y David Jiménez El Tito.

Un festival que termina el día 22 con la firma de ejemplares de La Reina Roja con Juan Gómez Jurado, en la librería Placido Gómez a las 18.00 de Castellón. Segundo de la presentación de Flores muertas, de Julio César Cano, en el Real Casino Antiguo.

Diez años de un festival que han dado para mucho, tanto en esfuerzo como en orgullo; consolidándose a base de trabajo y reconocimiento. Tras diez ediciones, desde el festival ya cuentan con el apoyo de patrocinios tanto públicos como privados, además de la implicación y colaboración extraordinaria del entorno de la ciudad. Desde el festival lo tienen claro: "Al menos de otros diez años, o veinte más... ¿Por qué no?".