El precedente: Skizophonic, durante su concierto en el escenario VillaCamp del FIB 2011, previo a la celebración del festival. Foto: Paco Poyato.

No hay manera. No son serios… aunque se lo toman muy seriamente. En escena cuentan chistes, en los vídeos aparecen con pijamas que no se olvidan fácilmente, graban vídeos de homenaje a compañeros de profesión con teclados en forma de gato, cuando responden en las entrevistas hay que esperar cualquier salida nada manida… Pero acaba de ser anunciada su entrada en el cartel del vigésimo aniversario del Festival Internacional de Benicàssim (FIB), su festival, y cabe suponer que se uniformarán con sus abotonadas chaquetas de punto fino para hacer una valoración de este notición dentro de la carrera de Skizophonic… Y efectivamente, así es. Se preparan para responder, se ajustan sus blancos ropajes, que les otorgan una semblanza de un organizado grupo universitario de élite, pero… debajo de ellos llevan puestos los pijamas de leopardo.

“En algún libro sumerio ya hablaban de una alianza Skizophonic-FIB y sabemos que sólo con poner un pie en un escenario de este magno festival entraremos en trance, será una fiesta para muchos benicenses y repartiremos coquetes con forma de guitarrazos garageros” (!!!). Como buenos esquizofrénicos, acto seguido añaden: “Estamos agradecidos por la confianza y nos resulta un honor tocar en la XX edición de un festival que ha marcado tanto el signo de Skizophonic. Esperemos que sea una gran oportunidad y lo encararemos con total confianza en nuestras posibilidades”.

Y con los dicharacheros y lenguaraces que son, ¿cómo fueron capaces de no dar ni una pista hasta que se anunció, este pasado miércoles 9 de abril? “La organización se puso en contacto con nosotros unos diez días antes, pero como si una almorrana divina fuese, lo hemos guardado en silencio. Nuestra colección de despropósitos nos hizo no decirlo antes para no gafarlo”.

Una vez anunciada públicamente su presencia por parte de la organización del FIB, surgió una notoria respuesta en cadena a través de las redes sociales en forma de cientos de felicitaciones: “Agradecemos todas las felicitaciones, dejando clara la buena sintonía que existe entre la sociedad musical castellonense. Esperamos devolver estas palabras como se merecen, dando un buen show”.

Es muy probable que su inclusión en el festival en el que han crecido cada verano, al lado de sus casas, haya borrado algunas dudas surgidas a partir de la premisa “tenemos que creemos que es un buen disco (Velodrome), pero ahora qué”. El FIB les ayuda a empezar a resolver la duda. “Esperemos que esto sea un gran espaldarazo en nuestra lucha y que nos descubra mucha gente, y por supuesto que los Skizofans nos vean en nuestro hábitat natural y lo gocen”.

Bueno, pues después de todo han sabido acabar esta charla valorativa en modo serio… hasta que desde Panamá aparece en la conversación Dan Alcaide para empezar diciendo: “Lo que me pasa ahora mismo por la cabeza es la papaya que me voy a comer de postre” (!!!). “Respecto al FIB…” (¡ay!)… “estoy muy orgulloso de Skizophonic e ilusionado. Creo que es una sensación que todo el mundo debería experimentar alguna vez. Skizophonic es un grupo de personas, pero sobre todo de amigos, bajo un fin común: crear música y hacerla llegar a la gente. Trabajamos mucho en este proyecto; detrás hay horas de mucho esfuerzo y sacrificios, y cuando te premian de esta forma.... Uff… Creo que no hay palabras, sólo alegría. Voy a hacer todo lo posible por estar allí, hay que hacer algo grande”. Final con chaqueta y corbata.

Quinteto, cuarteto… ¿quinteto, más las Skizonettes?

Skizophonic, con las Skizonettes, en el concierto de presentación de 'Velodrome' en el Teatre Municipal en 2013 dentro del ciclo Benicàssim.pop. Foto: Pau Bellido (ACF Fotografía).

Skizophonic arrancó hacia mitad de la pasada década descargando un furioso rock garagero. Nacho Gali (cantante y guitarra), Dan Alcaide (guitarra), Eloy Alcaide (teclados), Javi Gascón (bajo y coros) y Carlos Cruz (batería y coros). Cinco amigos de Benicàssim, asiduos cada año al recinto del FIB, de donde sustraían en cada edición ritmos bailables, coros pop, un toque de electrónica y el inglés como idea de expresión… Se los llevaban al local de ensayo y allí empezaban a preparar cócteles de diferentes sabores aromatizados con indie: Living room (2009) y Gossip (2011). Finalistas del Proyecto Demo 2011 y partícipes del pre FIB de ese año. Pero el frenazo posterior en cuanto a perspectivas les llevó a una interrupción de cerca de dos años rota por el sorprendente Velodrome (2013), donde el brit con alma soul de referentes como Supergrass se mezcla con nuevos añadidos, como el góspel y guitarrazos rotundos. Un poco más maduro, pero sin perder la vitalidad marca de la casa.

En la actualidad, por temas laborales de Dan, Skizophonic se ha quedado en cuarteto, más el acompañamiento de las voces de las Skizonettes: Nuria Pallarés, Sofía Royo y Sol González. ¿Será de nuevo quinteto sobre uno de los escenarios del FIB?