Enrique Ara 'Pantera', Irene Gras, Krakatoa Records y Carme Ripollès son #Currantesdelacultura.
Conciertos y festivales que caían de la programación; exposiciones que nadie podía visitar, canciones que no se subiría a un escenario o cambiar eventos culturales y deportivos por un diario fotográfico a través de una ventana. Con el objetivo de seguir conociendo y visibilizando a las personas que trabajan en la industria cultural castellonense, entre bambalinas y que la mayor parte del público no conoce, hablamos con: Enrique Ara 'Pantera', persona encargada de que la música en directo suene como se merece y merecemos; Irene Gras, crítica de arte y comisaria de exposiciones que nos han acercado el mundo a través del arte; el equipo de Krakatoa Records, fábrica de aquellos vinilos de los que hemos tirado estos días; y Carme Ripollès, quien cuenta todo lo que pasa en Castellón para Nomepierdoniuna a través de sus fotografías. Todos ellos se suman a los protagonistas de #Currantesdelacultura y contestas a tres preguntas:
- ¿Cómo ha afectado el confinamiento y la crisis del coronavirus a tu trabajo? ¿Puedes teletrabajar?
- ¿Cuándo y cómo crees que se recuperará tu sector cultural?
- ¿Qué crees que puede hacer el público para apoyar a tu sector en estos momentos tan difíciles?
Enrique Ara 'Pantera'.
>Nuestro trabajo simplemente se ha esfumado de la faz de la tierra. En los primeros dos días y medio de la crisis vimos caer todos los eventos previstos para el siguiente mes. Después han ido cayendo los del mes siguiente, y los del siguiente, sin excepción. Hay quien retrasa lo máximo posible las cancelaciones porque la mayoría de pequeños eventos y festivales que realiza mi empresa dependen de subvenciones públicas, y se está intentando estirar el chicle para no dar por perdido el trabajo previo que en algunos casos es de medio año de preparación. El personal técnico que dependía de mí está en el paro, excepto los autónomos, que están bien jodidos, y rezando para que quede algo del verano que aprovechar. En mi caso no he parado de trabajar todo lo que he podido, por el desánimo creciente y porque parece que esté uno al margen de la ley por moverte de un centro de trabajo a otro, en el taller, o en estudio (de manera anecdótica) pero sobre todo en la oficina (realmente siempre he teletrabajado en parte), ya que una empresa es una maquinaria que no se detiene de un día para otro, y estoy luchando para gestionar cobros pendientes e intentar lidiar con los impuestos y gastos fijos sin ahogarme y sin comprometer la economía de mi familia. Lamentablemente la respuesta política no ha sido ni efectiva ni organizada, y esto nos ha dejado en una situación muy precaria a todos.
>La recuperación será lenta, por miedo, por ley o por desorganización. Lamentablemente somos un sector que no estará el primero en la lista a la hora de poner unas normas claras de funcionamiento, ni se nos tendrá en consideración para posibles ayudas efectivas. El tejido empresarial del sector ya se sostiene de normal de manera precaria, me da igual de a qué nivel hablemos. En la situación actual el punto de inflexión de no retorno está más cerca de lo que parece y muchos corremos el peligro de quedarnos por el camino. En mi caso, a día de hoy, no espero volver a tener un volumen de trabajo similar al que he tenido en febrero de este año hasta febrero del 2021. Esto evidentemente se alegará o acortará en función de la efectividad de las medidas que se tomen para la gestión de la crisis económica a largo plazo. Por otro lado, cuando se levante la veda, la gente va a querer experiencias, disfrutar y compartir. Le hemos visto las orejas al lobo todos, a muchos niveles. Solo hay que aguantar la respiración hasta entonces.
>¿Quién va a salvar esto? No va a ser la administración, me temo, tampoco el público. Los que tienen la responsabilidad y el potencial de cambio son los artistas. Esto no es una crisis cualquiera, vivimos un cambio de paradigma; nunca en la historia de la humanidad se ha jugado la partida con las piezas que juegan ahora. El mundo está cambiando y el arte se alzará para reflejar ese cambio, para ponerle una canción o para criticarlo, para reírse de él o para abrazarlo. La recuperación real llegará cuando los artistas sean la punta de flecha de ese cambio, como ha ocurrido siempre, y los que vamos detrás tendremos que reinventarnos para que la magia siga fluyendo.
"Esto no es una crisis cualquiera, vivimos un cambio de paradigma"
Irene Gras.
>Lo cierto es que esta situación de confinamiento provocada por la COVID-19 ha supuesto un paréntesis considerable en mi trabajo como crítica de arte y comisaria de exposiciones. Para empezar, nada más inaugurar la exposición Històries, Mirades, Dones. Visions de la diferencia que comisarío en el Museu de Belles Arts de Castelló nos vimos afectados por esta circunstancia, y por ende, arrastrados a la cancelación de todas las actividades y talleres que estaban programados. Por otro lado, al no poder acceder, por esta pausa en toda actividad cultural física, a las instituciones artísticas y museísticas, no puedo realizar mi tarea habitual de crítica de arte, porque las revistas socioculturales y los suplementos culturales en los que suelo colaborar, como Quaderns (El Periódico Mediterráneo) y Beat Valencia, están temporalmente inactivos en su formato habitual. Así pues, por desgracia, no tengo la opción de teletrabajar.
>Creo que el sector cultural es uno de los sectores más afectados, ya que se ha visto obligado a suspender y a reprogramar toda la programación a ciegas, sin tener la certeza de cuándo se podrán reabrir los centros y retomar la actividad normal. De la misma manera, me preocupa la banalización de la cultura porque toda esta situación ha provocado en muchos casos que el acceso y consumo de la cultura se haya confundido con mero entretenimiento. Y en ciertas ocasiones, incluso se ha llegado a no valorar el esfuerzo de muchos profesionales del sector, que se han volcado para poder ofrecer una vía alternativa, con propuestas totalmente digitales, por lo que la ayuda y el soporte del gobierno será decisiva para salir adelante ya que todo lo que se vislumbra es incierto, vago e impreciso. Espero y confío en que nos recuperaremos poco a poco, pero no puedo asegurar que toda esta circunstancia no cambie nuestra forma de enfrentarnos e interpretar el mundo y, por consiguiente, la cultura.
>Principalmente, dando visibilidad a nuestro trabajo por redes sociales. Me refiero a que todos y todas estamos intentando sacar adelante nuestros proyectos, adaptándonos a un formato online para intentar paliar el impacto de esta nueva circunstancia. Así que aprovecho para que visitéis mi página web, donde encontraréis entrevistas y artículos sobre artistas y exposiciones locales y que creo que pueden ser de vuestro interés, y que me sigáis en Instagram y Facebook, donde podréis ver y compartir, entre otras cosas, el último vídeo de la muestra Històries, Mirades, Dones. Visions de la diferencia del Museu de Belles Arts de Castelló gracias al Institut Valencià de Cultura. Y, sobre todo, la mejor ayuda será que cuando todo esto pase, que pasará, que vuelvan a visitar exposiciones y a asistir al teatro, a conciertos, etc., porque sin ellos nosotros no somos nada.
"Me preocupa la banalización de la cultura porque esta situación ha provocado en muchos casos que el acceso y consumo de la cultura se haya confundido con mero entretenimiento"
Krakatoa Records (desde la izquierda): Bernat Fa, Kike Pérez, Itziar Estensoro y Radomir Blazik. Foto: Carme Ripollès.
>A Krakatoa Records hem pogut seguir treballant durant tot el confinament, excepte les dos setmanes de tancament de qualsevol negoci no essencial, degut a la constant recepció de comandes i la disponibilitat d'abastiment per part dels nostres proveïdors. Les tasques organitzatives i de gestió s'han realitzat teletreballant, i les purament productives i enviaments, des de la pròpia fàbrica.
>Actualment tenim certs dubtes al voltant del sector cultural, ja que desconeixem quan es podrà tornar a trobar una certa estabilitat. Pel que a nosaltres respecta, les bandes que editen en vinil no saben quan podran moure ixos discos en directes, pel que de moment tot el mercat s'està concentrant en compres i directes online. Haurem de vore com es van desenvolupant les següents fases i testejar l'escena dels directes.
>Continuar fent el que feia fins ara: valorar el disc de vinil com a format integral d'un producte musical d'alta qualitat i apostar per ixe mercat; des de bandes i estudis de gravació fins a promotors culturals o tendes de discos.
"Les bandes que editen en vinil no saben quan podran moure ixos discos en directes, pel que de moment tot el mercat s'està concentrant en compres i directes online"
Carme Ripollès. Foto: Ángel Sánchez.
>Mi vida laboral pre-pandemia estaba muy vinculada a la programación cultural de la ciudad y al calendario futbolístico, así como a los encargos de empresas e instituciones. Las primeras semanas el parón laboral ha sido prácticamente total. No he tenido encargos, pero sí que he sentido la necesidad de seguir haciendo fotos y de buscar temas que me parecían interesantes para explicarlos desde mis redes sociales. Los encargos han venido a raíz de las imágenes que he ido publicando, que han interesado y que me han pedido para formar parte de otros proyectos. Semanas después de que se iniciara la pandemia conseguí entrar a hacer fotos al Hospital Provincial; ha sido un hospital que ha sufrido menos el impacto de la enfermedad, pero que también ha dedicado UCI y planta entera a tratar pacientes con COVID-19. El punto de interés en el caso de este hospital ha sido presenciar cómo combinaban la emergencia sanitaria con la asistencia a los pacientes oncológicos, que son personas con una enfermedad de largo recorrido y grupo de riesgo con el virus; la vida y los protocolos en el Hospital han cambiado y creo que era importante que se viera. He publicado una parte del reportaje en Castellón Plaza, pero la otra se ha quedado en el aire... Hay que trabajar el tema burocrático, pero a la larga estoy convencida de que lo podré publicar. Lo que está claro es que si sentimos el impulso de salir a la calle a explicar historias que están sucediendo, tenemos que hacerlo, aunque a priori no tengamos un lugar donde publicarlas. Y también puedo teletrabajar; de hecho, aunque la parte más importante de mi trabajo es estar presente físicamente, ser testigo, antes de la pandemia ya tenía montada la oficina en casa.
>El sector cultural son muchas cosas y abarca muchas realidades. El confinamiento es propicio para leer más libros, ver más producción audiovisual, quitarle el film a los discos y escucharlos en casa o probar con las visitas virtuales a museos, por ejemplo. Lo que va a ser muy complicados van a ser los actos culturales públicos o masivos. Supongo que van a aparecer nuevos formatos para comunicar estos eventos de carácter más social y menos íntimo. Alguien debe estar dando con la tecla correcta y viendo por dónde va a ir la transmisión de la cultura y el negocio que esto implica. Grandes proyecciones de mapping para poder asistir a los eventos manteniendo la distancia social, streaming, realidad virtual, cultura desde el coche... No sabemos qué es lo que funcionará, pero ahí veo la luz; aunque también creo que hay mucha incertidumbre y tenemos que aprender a surfear la ola de la incerteza. Leo textos como la carta que publica la editorial Errata Naturae sobre su decisión de parar la edición de nuevos títulos durante unos meses y su reflexión me golpea, no me la quito de la cabeza en varios días: pienso que igual tienen razón. Si las imágenes de estos días aguantarán el paso de los años o nos parecerán irrelevantes y banales en el futuro; pienso si realmente tiene sentido producir, producir y producir sin perspectiva. Y la perspectiva del cambio que estamos viviendo, sólo lo da el tiempo.
>Creo que desde lo publico se pueden llevar a cabo iniciativas. Más allá de acciones puntuales, tal vez las instituciones deberían plantearse acciones y encargos culturales a largo plazo. En otros sectores no se cómo se podría materializar, pero en el ámbito de la fotografía creo que sería el momento de crear un fondo documental para dar cobertura desde diferentes puntos de vista a lo que está sucediendo a través de grupos de fotógrafos documentales o con una mirada más de autor. Estamos viendo imágenes todo el día, todo el rato... Han pasado muchas cosas por primera vez en las últimas semanas y creo que se podría encargar a profesionales que lo documentasen, para que quede un cuerpo gráfico potente de cara al futuro. La cultura es algo más que la cobertura de representaciones públicas, y la fotografía y el vídeo pueden ser las herramientas de transmisión de la cultura muy importantes. Hay que buscar y adaptar formatos y pensar fórmulas para que no sea todo gratis. Encontrar el equilibrio de precios, como parece que han encontrado las plataformas de contenido audiovisual. En el caso de Castelló, se va a notar la falta de músculo de la prensa local en la cobertura de la pandemia. Muchos medios han desaparecido o están en ERTE y eso provoca que sea materialmente imposible hacer coberturas en profundidad y mostrar historias interesantes, nuevas, que no repitan los clichés y que sean locales, porque gran parte de las imágenes que ilustran las informaciones son de otras ciudades.
"En el ámbito de la fotografía creo que sería el momento de crear un fondo documental para dar cobertura desde diferentes puntos de vista a lo que está sucediendo"
_Lee: 'Silencio en los estudios de grabación de Castelló, adaptación (en algunos casos) y futuro incierto'