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Este es el pezón (de mujer) por el que Google tumbó la app de Nomepierdoniuna

Detalle pixelado del pezón de la portada del disco de Raw, pintada por Nacho Puerto y censurado en la app de Nomepierdoniuna por un robot de Google.

“No admitimos las aplicaciones que contengan o promocionen contenido sexual explícito, como la pornografía. En general, no aceptamos contenido ni servicios cuyo objetivo sea provocar placer de carácter sexual”.

Esta es la cláusula de la Política de contenido sexualmente explícito por la que Google Play suspendió la app de Nomepierdoniuna para Android solo empezar 2019. Lo hizo a través de un automatismo que había detectado un pezón en la portada del último disco de la banda vila-realense Raw, La madre del cordero, una pintura del artista Nacho Puerto. La app ya ha sido restituida tras retirar la imagen (aunque sigue embebida desde la plataforma Bandcamp donde cuelga la canción que destacamos en nuestra web), pero este tipo de censura que se ejecuta a través del rastreo impersonal y descontextualizado de píxeles en la red pensamos que merece una reflexión.

La primera, casi de orden técnico: en los 10 años de la web cultural Nomepierdoniuna hemos publicado decenas de pechos y pezones de mujer en el contexto de todo tipo de obras artísticas, en imágenes que hemos subido nosotros o en vídeos embebidos. Quizás el de esta pintura estaba en un plano más frontal, sin interferencias, más fácilmente “detectable” por los bots. Pero también depende de la perspectiva: aunque no lo parezca, en la foto de arriba aparece el mismo pezón. La segunda, una cuestión de género: también hemos publicado muchos torsos desnudos de hombres, algunos tan identificables como el que puedes ver de Niña Coyote eta Chico Tornado en la imagen de abajo; y nunca han suspendido la app por eso. ¿Cuál es la diferencia entonces?, ¿dónde está la voluntad de “provocar placer de carácter sexual”?, ¿en la mente del programador del automatismo quizás?

El guitarrista y cantante Koldo Soret, en una foto promocional de Niña Coyote eta Chico Tornado.

 

Le preguntamos al autor de la obra censurada, Nacho Puerto, quien precisamente estos días protagoniza una espléndida exposición al aire libre en pleno centro de Castellón, La conciencia del camino. “Es ridículo que un robot censure la condición humana en base a un conjunto de píxeles y un mapa de bits. Ni siquiera hay un censor mirando foto tras foto para decidir que no se puede ver un pezón”, explica el pintor castellonense, para concluir: “Esto es una locura. Representa un poco los valores del siglo XXI del mundo ofendido por cualquier cosa. En fin... creo que los pezones y los órganos sexuales -ríe- resurgirán y los bots acabarán cediendo”.

En pleno 2019, y con la que está cayendo, tres de las empresas digitales más influyentes a nivel global como son Google, Apple y Facebook (entre muchas otras) mantienen políticas de contenido sexualmente explícito muy similares, extemporáneas e irracionales, que permiten censurar un pecho por el simple hecho de que sea de una mujer, cosificando su cuerpo y creando la idealización en la que seguimos atrapados como sociedad. Sin importar, además, la trayectoria y los años de trabajo de un medio de comunicación y prejuzgando de forma enfermiza las intenciones de sus profesionales. Sin importar, tampoco, su carácter artístico. Y nos lo tomamos como algo personal. Porque lo es.