Cruce de miradas en la fiesta de Nomepierdoniuna

En la parte izquierda del escenario hay un chico mirando con curiosidad el concierto de Hummer Lema. Poco después se acercaría a él para decírselo. Desde esa misma esquina, luego sería el propio Lema el que espetaría un: "¡Pero qué bestia!", viendo a Pat Escoín (Exfan). Poco después, el dúo rock escribiría en su Instagram: "(...) y Hummer Lema por ser los putos amos". El "Sexy Time" de Alien Tango parece ser tremendamente efectivo para que aquella pareja se mire y se coma entera, y la sesión de Carlos Bru para que un grupo de amigxs brinde y se ponga a bailar. El cruce de miradas en un garito convertido en sala de conciertos, entre aquellos que iban a un concierto de rap, de pop psicodélico o de rock y entre artistas tan diferentes como su música. Lo que nos llevó el 26 de octubre a Menta MicroClub a celebrar el 11º aniversario de Nomepierdoniuna, para salir de la pantalla y encontrarnos. Conocernos. Para cruzar nuestras miradas.

En en el cénit de la noche Alien Tango desplegó sin remilgos toda su pirotecnia pop para terminar haciéndose con el público a base de canciones como “Sexy Time”, “Amazing Stories” o “Take Ur Time”, ritmos efectivos y bailables, falsetes, toques de crooner, escorzos imposibles, golpes de micro en la frente y ojos en blanco. El murciano residente en Londres Alberto García maneja con solvencia un kilométrico carrusel de recursos sonoros que sabe mezclar perfectamente en su coctelera de psicodelia y cambios constantes de tesitura. El resultado en disco es, por momentos, abrumador y en directo, como ya hiciera en el último FIB, volvió a demostrar que funciona a las mil maravillas. Y más en una sala como Menta, con la pista muy acostumbrada a ser bailada, a pesar de los vaivenes que hubo con el sonido en algunos momentos. El público, que le dio una acogida un tanto dubitativa, acabó abrazando su concierto y reclamándole más. Los alienígenas como él (¿alguien dijo que el sábado se daba a un aire a Prince?) no hacen bises.

Cambio de registro tomando el escenario la guitarra de Pat Escoín y la batería de Tommy Ramos bajo el nombre de Exfan. Canciones más contundentes y agresivas de lo que ha sido habitual en la también cantante de Lula, al tiempo que menos aceleradas en el caso de Tommy con Los Reactivos. Con una disposición poco habitual para el dúo, ya que gusta de tocar a la misma altura encima del escenario, dieron un repaso a su homónimo primer Lp, empezando con "Best sellers" para continuar con "Hacia atrás", "En shock". Pero incluyeron unas sorpresas, como versiones de Elastica ("Annie") y Jesus & Mary Chain ("Mi little underground"), con letras modificadas por Pat. Y junto a ellas, tres canciones no grabadas: la nueva "Puñales" y dos que no fueron incluidas en el álbum editado a principios de este 2019: "Di que no" y una sorprendente "Mar en llamas", la más larga de su repertorio, con un inicio propio del surf -trémolo incluido- y repleta de cambios drásticos de ritmo. Un tema que contrasta con la línea habitual y que dejó un buen sabor.

El gran reto de salida lo tuvo Hummer Lema, encargado de poner en marcha el motor de una fría Menta MicroClub a base de rap. Lo hizo. Sobre el escenario, respaldado por Fakir ("Cheka") y El Sare en los acompañamientos; mientras, en la cabina, las bases y los scratch llevaban la seña de Dj Sinic. Sobre el escenario, y también entre el público, Hummer Lema vistió la sala con sus rimas. Sonó Mientras Castellón duerme, también algunos de sus temas más recientes ("Más de lo que quise dar"); e incluso aprovechó su (agradecido) paso por el #11nmpnu para grabar un videoclip. También con un invitado sobre el escenario: Kawak. Frente a miradas reticentes a un concierto de rap -para qué nos vamos a engañar-, Hummer Lema rompió la barrera del público, despertó alguna que otra cara de sorpresa con su desenvoltura en directo y sus rimas dejaron la marca de que, efectivamente, es uno de los valores más serios de la escena rap: "Nobody can stop it".