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Ahora sí. Veneno Stereo pone su riff final

Toni Porcar, en el escenario de Veneno Stereo. Foto: Cristian Lorente.

Es la crónica de un cierre anunciado. Solo era cuestión de tiempo. El tiempo necesario para llegar a un acuerdo de traspaso. Y ese momento ya ha llegado. Veneno Stereo, ahora sí, cierra sus casi once años de historia. Cuando el 15 de diciembre de 2018 el local de la calle Alcalde Tárrega de Castelló celebró su décimo aniversario, su propietario, Toni Porcar, comentó en Nomepierdoniuna que se había alcanzado la meta prevista cuando lo puso en marcha y apuntaba a la "conveniencia de un relevo" en la gestión de esta sala que ha alimentado durante una década una parte importante de la programación de conciertos de la ciudad y de la provincia. El pasado mes de junio, cuando finalizó la temporada de actuaciones, dio un paso más allá y anunció públicamente que Veneno Stereo estaba a la venta. Y después de un verano con varias negociaciones, éstas se han materializado en un traspaso "a gente joven con ganas de hacer cosas". En noviembre, la puerta de Alcalde Tárrega, 29, volverá a abrirse, aunque con un nombre diferente, un interior distinto y una naciente historia que contar.

A final del curso 2017-18, en el mes de mayo, Toni Porcar ya notificaba su "renuncia a la noche". Ese aviso significaba que Veneno Stereo solo iba a levantar la persiana para los conciertos. El apartado pub quedaba finiquitado. Las actuaciones programadas, principalmente por Teenage Head Music y Thunder Road Conciertos, eran desde entonces el único motivo de aguante del que tras el cierre de Four Seasons (septiembre de 2018) había pasado a ser el segundo local de música en vivo más veterano de Castelló, solo por detrás del Pub Terra, que ya va por los 33 años.

Aroa Morcillo y Toni Porcar, en el interior de Veneno Stereo.

"Lo tenía claro, ya que era lo mejor, pero hay tristeza", comenta Toni una vez llegado el momento definitivo del traspaso. El cierre de una etapa de su vida y de parte de las de quienes han sido habituales a unos conciertos que, sin cerrarse a otros estilos, han tenido el rock como faro, con habituales llamativas presencias de grupos norteamericanos y australianos, además de nacionales y castellonenses. Ya sin Veneno Stereo, el objetivo de Toni Porcar es "seguir organizando conciertos", junto a quienes han sido sus apoyos más directos en estos últimos años, como su pareja Aroa Morcillo (y propietaria durante unos meses), Alejandro Pérez Berasategui, Enric Rovira o Nacho Ribes. "Tal vez formemos una asociación, o ya veremos la fórmula, pero tenemos la intención de ir trayendo conciertos a Castelló. En cuanto a los lugares, ya lo veremos. Por ahora es una intención a desarrollar", explica.

La historia de Veneno Stereo arrancó el 5 de diciembre de 2008 como proyecto de Toni Porcar y su amigo Joaquín Breva, con quien había cerrado la etapa del grupo musical De Par en Par, desarrollada desde Madrid. Aunque en realidad esperaban que la inauguración se hubiese producido dos años antes, pero cuestiones burocráticas prorrogaron más de lo que preveían -"un infierno"- esta ansiada apertura. En aquel momento su meta estaba decidida: "10 años de Veneno Stereo", aunque no era una sentencia absolutamente invariable. Sin embargo, Joaquín se apartó en 2013. Atrás habían quedado unos buenos años iniciales, en los que funcionaba la noche incluso más que los conciertos. Pero la "crisis económica y la ley antitabaco", -2011- empezaron a transformar el panorama, en opinión de Toni. Al mismo tiempo quedaba claro que los habituales iban cumpliendo años a la vez que el local; es decir, no existía un relevo que incorporase una franja de edad más joven y que alimentasen esas franjas horarias más complicadas para el público con más obligaciones familiares. Todo ello en medio de un panorama en el que los locales -no de conciertos- alimentaban sus programaciones hasta el punto de alumbrar el ahora popular tardeo e intentos de llegar a acuerdos colaborativos con el Ayuntamiento que no cristalizaron.

Último cartel de la historia de Veneno Stereo.

Las fuerzas anímicas iban menguando, al tiempo que en la mente de Toni se iba dibujando de manera más clara el futuro de Veneno Stereo, basada en su idea primigenia: "Alcanzar los diez años previstos e iniciar una nueva etapa en mi vida". Una etapa que pasa por la gestión de los locales de ensayo municipales Tetuán XIV; además de los propios Soda Rock y el relanzamiento de su carrera musical, una intención empujada por el exitoso concierto ofrecido el pasado mes de marzo en el Auditori de Castelló, al que el 21 de diciembre seguirá otra actuación en el Auditori de Benlloc. La intención es lanzar el prometido Lp avanzado por el single "Las Vegas"/"Algo salvaje".

Junto a los conciertos rockeros internacionales, herederos en parte de la programación del desaparecido D'Leyend (junio de 2014), algo que ha caracterizado a Veneno Stereo durante esta década han sido sus jams, reuniones de amigos músicos que en algunos casos han servido para dar su primera oportunidad encima de un escenario y a veces han sido el punto de partida de nuevos grupos castellonenses.

Tardes y noches llenas de riffs que ahora se apagan en el local que tomó el nombre de la canción -y del disco- que el grupo rockero castellonense Motel -del que Toni formó parte como guitarrista- grabó en 2001. Para la anécdota estadística queda que el concierto que ofrecieron los franceses Les Lullies el lunes 30 de septiembre -con entradas agotadas- ha sido el último en la historia de Veneno Stereo.

Panorama de la música en vivo en Castelló

El cierre de Veneno Stereo extiende la tendencia cambiante del panorama musical en Castelló de los últimos años en cuanto a escenarios. Con el Pub Terra como heraldo de las salas gracias a su longeva actividad de más de tres décadas, y una programación que ya apuesta por los conciertos con taquilla, se mantienen con agenda regular La Burbuja, que arranca programación en este mes de octubre, y Because, que en su segunda temporada extiende su apartado de conciertos de música de autoría propia, más el añadido de grupos jóvenes, y sin abandonar por completo las actuaciones encuadradas en el denominado tardeo.

Zeppelin se mantiene en su línea de conciertos puntuales y, sobre todo, sesiones pinchadas, lo mismo que la Sala Opal, que por su mayor capacidad permite eventos más mediáticos, aunque esparcidos en el calendario. El Pub Abyssmo ha bajado el ritmo, pero durante el pasado año fue el refugio del metal en directo. En otras poblaciones, sigue la Japan de Vila-real como exponente de este tipo de negocio privado, aunque su agenda ha menguado, apostando por ciclos como Auditiva o conciertos puntuales. Y en Benicàssim es Las Osas la que mantiene un ritmo regular, aunque en el exterior de su local de la plaza Constitución

En lo que podría denominarse etapa post-Ricoamor (septiembre de 2006), han abierto y cerrado sus puertas locales como D'Leyend (después de ocho años, de febrero de 2006 a mayo de 2014), La Consulta del Doctor (clausurado en la primavera de 2015, tras su arranque en septiembre de 2011), los negocios que han ocupado el local de Ricoamor en la calle Alcalde Tárrega (Haemorrhage, Averno, El Gat Penat y L'Espurna Inflamable). En su lugar, se han multiplicado los locales no inicialmente previstos para la música en vivo, que ocupan gran parte de la programación actual y han dado lugar al tardeo e incluso al mañaneo, y los eventos en las calles producto de la política municipal de acercar la cultura a los ciudadanos hasta los lugares por los que transitan, sin olvidar los festivales y ciclos de música, que también han aumentado su número de manera significativa.