- nomepierdoniuna - https://www.nomepierdoniuna.net -

Salas de conciertos en Castelló. Abrir en junio, programar en otoño

Because tiene previsto reanudar la actividad durante el verano, si es posible.

Según las fases de desescalada establecidas por el Gobierno, en la 3 podrán abrir las salas de conciertos, cerradas desde el pasado mes de marzo a causa de la COVID-19. Y si se mantiene el ritmo previsto, ocurrirá a mediados de junio. No significa, sin embargo, que a partir del día que se concrete vaya a regresar la actividad musical en directo. En las salas con licencia de conciertos que programan con regularidad se añaden varios factores, empezando por concretar las medidas de seguridad, más las cábalas sobre la idoneidad o no de realizar conciertos para aforos reducidos, las ganas del público de asistir a eventos musicales en lugares cerrados y en el caso de Castelló el añadido de la llegada del verano, la estación en que cada año se detiene la actividad en la capital. Por esos motivos, las salas miran ya hacia septiembre/octubre, aunque no descartan alguna programación durante el verano, siempre a expensas de los condicionantes.

Yanko Fernández (Anvil): "Si todo sigue como hasta la fecha será posible abrir, pero como es lógico cada negocio tiene su forma de trabajar. A nosotros nos dificulta bastante abrir con las medidas de aforo con las que tendremos que hacerlo. La mayoría de bandas vienen de fuera y con un tercio del aforo no les sale rentable ni a ellos ni a nosotros, por lo que optamos por abrir pasado un poco más de tiempo. La fecha prevista de apertura será en septiembre, si las medidas no cambian".

Álex y Adrián Bachero (Terra): "Tenemos previsto abrir el 15 de junio, pero va a depender de las medidas que nos hagan tomar y de la responsabilidad de la gente".

Fede Beroy (Because): "La idea es abrir el viernes 19 o el 26 de junio. Todo dependerá de las condiciones en que podamos abrir los locales de ocio".

Damián Herrera (Zeppelin): "Es complicado abrir en Castelló en verano, y más con todo esto de la COVID-19. Estamos mirando qué pasa con la restauración y ver si hay repuntes de contagio, además de la forma en que tendríamos que trabajar. De abrir, sería a mitad de junio o julio".

En cuanto a La Burbuja, espacio dedicado específicamente a conciertos, ya comentó Nacho Fandos en Nomepierdoniuna que toda la programación se había pospuesto hasta octubre, tratando de recuperar las fechas ya previstas, "aunque habrá que ver si se puede funcionar de un modo normal".

Yanko Fernández y Jennifer Heredia, en el interior del nuevo Anvil, todavía en proceso de transformación.

¿Y los conciertos?

Una cuestión es abrir las puertas y otra distinta organizar conciertos en los locales. Y en este punto la complejidad aumenta. Y ante la incertidumbre, no es solo La Burbuja la que opta por pensar ya en el otoño, en el Pub Terra se apuntan a una línea similar: "Volveremos a programar a partir de septiembre u octubre". En Zeppelin van más lejos en el tiempo: "Los conciertos que teníamos previstos se han pospuesto a 2021".

Anvil también apunta en el mismo sentido, pero con un matiz: "Ya tenemos cerrados conciertos para septiembre-diciembre. Pero sí nos planteamos abrir de forma puntual si durante el verano nos cuadra algún concierto interesante y las fechas no pueden ser otras. Pero ha de ser algo que consideremos viable".

Y el más lanzado en este sentido es Because: "Tenemos intención de reanudar cuanto antes la programación de eventos, conciertos, jams... Pero primero hay que mirar su viabilidad económica, y también las cuestiones de higiene y salud de músicos y asistentes. Tenemos cosas acordadas, así que es posible que en julio y agosto se vayan realizando algunas actuaciones".

Imagen de 2011 con la histórica familia del Terra al completo, con Álex Bachero en el centro y Adrián en el extremo.

Crisis, what crisis? Sí, la crisis

Rara vez se escucha a un propietario de una sala de conciertos afirmar que está contento por como le van las cosas. Un buen número acostumbra a sentirse secundario y marginado respecto a otros espacios que sin licencia específica de conciertos realizan actuaciones, con menores inversiones y mayor margen de maniobra en cuanto a servicios, y luchando contra el concepto gratuidad, impuesto cada vez más en una época de (¿sobre?)abundancia de conciertos. Y en esas circunstancias ha llegado la crisis del coronavirus, que lo complica todo aún más.

"En la sala ya estábamos un poco jodidos y con esto, no sé. Ya veremos cómo arrancamos en octubre", comentaba Nacho Fandos sobre La Burbuja. Un caso muy especial es el de Anvil, que abrió sus puertas el pasado octubre, y apenas cinco meses después las ha cerrado de manera obligada: "Este cierre tan pronto para nosotros supone un golpe duro tanto económico como a nivel de los conciertos que venían en estos meses y que no van a poder ser, con bastantes bandas internacionales. Volver a cuadrar con ellas es bastante complicado, ya que tienen que darse muchos factores".

Nacho Fandos (izquierda) y José Marcos Roig, en el escenario de La Burbuja. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Sobre un año y medio lleva en activo Because y desde el primero momento ha mantenido un elevado ritmo de programación. "Ha sido un palo duro. Nos ha frenado la buena inercia que estábamos llevando con una programación variada. Teníamos cosas muy interesantes en abril para públicos muy diferentes. Además de lo que supone económicamente no ingresar nada durante este tiempo, teníamos pensado hacer una pequeña inversión en material para los conciertos que estaba dentro de lo previsto, pero ahora nos tocará hacer un esfuerzo para adquirir esas mejoras".

En el extremo opuesto de la experiencia se encuentra el Terra, con sus 34 años de historia: "Ha supuesto un daño económico muy grande, pero entendemos que ante la gravedad de la situación no hay más remedio. Los locales que ofrecemos cultura ya estábamos en la cuerda floja. Espero que todos los locales abramos cuando esto pase".

Desde Zeppelin se hace referencia a la anterior crisis, la económica de 2008, y se le suma la actual. "Ya sufrimos una crisis y nos endeudamos al máximo. Cuando ya estábamos a punto de salir de la deuda, otra vez a la ruina, y encima sin tener nada claro qué va a pasar de ahora en adelante".

Damián Herrera, al frente de Zeppelin. Foto: Delfín Molina.

¿Ayudas? Por el momento, cese de actividad y una asociación

Una de las quejas habituales de las salas de conciertos es la falta de ayudas institucionales, más volcadas habitualmente en el potencial turístico de eventos como los macrofestivales. Hasta el momento les ha llegado a sus oidos la intención por parte del Ayuntamiento de Castelló de ayudarles en estos momentos, aunque están a la espera de que se dé un paso adelante. Con independencia de esa opción, tienen claro que son las mismas salas las que han de tirar hacia adelante y, dentro de ese plan varios locales de ocio se han unido en una asociación que pronto dará señales de vida. A nivel individual, sus perspectivas actuales son las siguientes:

Álex y Adrián Bachero (Terra): "A nivel estatal contamos con el cese de actividad por ser autónomos. A nivel autonómico no contamos con nada; parece que solo se ha ayudado a los grandes festivales. A nivel municipal, me han dicho que Cultura tiene pensado hacer algo, pero nadie se ha puesto en contacto con nosotros ni con ninguna sala".

Damián Herrera (Zeppelin): "Como saquen un remedio a esta enfermedad, se va todo al garete, porque no veo ayuda por ningún sitio para nadie. Si el cliente no tiene trabajo, no va a poder gastar en ocio y así para todo. Por mi parte, como trabajo entre semana, en todo tipo de tareas, voy aguantando".

Fede Beroy (Because): "En principio preferimos planificarnos sin contar con ayudas. No está claro que vaya a llegar algo, si luego se da, bienvenido sea. Optamos por hacer unos números más austeros y reales y saber por donde pisamos desde el principio. Creo que la mejor ayuda será la humana, la que nos podamos brindar entre locales, músicos, promotores... Tenemos que entender que hay que arrimar el hombro entre todos. Hay mucha gente del ocio y cultura afectada por esta situación, y nos necesitamos todos".

Yanko Fernández (Anvil): "Por el momento nuestra única ayuda está siendo, como la de muchos, únicamente el cese de actividad. Esperamos recibir más ayudas tanto cultural como a nivel de nuestro ayuntamiento".

Fede Beroy (izquierda), en el interior de Because.