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Las palabras sobran como nunca antes en el MUT!

El pequeño escenario de la obra 'De pas', de Industrial Teatrera, se vio rodeado por una gran cantidad de público en la plaza Mayor. Foto: Carme Ripollès.

Sobran las palabras. Los gestos les arrebatan el vínculo comunicativo entre actor y espectador. Teatro en las plazas céntricas de la ciudad de Castelló. Circo. Danza. Prima la diversión, pero también emerge el drama. La migración forzosa se convierte en el punto en que converge buena parte del programa. El público responde, responde más que otros años. Un público partícipe a modo de coprotagonista actoral. Los espacios públicos se llenan, hasta el punto de que algunos piden que se trasladen las representaciones a lugares con mayor capacidad, pero cuando se cae en la cuenta de que esos lugares son plazas no precisamente pequeñas, como Les Aules, Mayor, Hort dels Corders o el Parc Ribalta, el pensamiento se traslada a la sobredimensión que ha adquirido el Mut!-Festival d'Arts Escèniques Sense Text de Castelló (celebrado entre el 27-29 de septiembre) después de cuatro años.

"Voy de obra en obra. Cuento las sillas, una aproximación de la gente que está de pie y la sentada en el suelo. La suma acumulada diría que está por encima de los 15.000 espectadores este año, unos 3.000 más que el anterior", comenta Sergi Heredia, integrante de La Fam, compañía que propuso a Vero Ruiz, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Castelló, la creación de este evento sin (apenas) palabras en el año 2016. "Mi perspectiva es que después de cuatro ediciones, el Mut! parece ser ya una parte más de la ciudad, un festival que los vecinos ven como algo propio.Y aunque todos los años, incluso el primero, ha habido mucha gente, lo de esta edición ha sido espectacular", subraya el director artístico.

Jean Philippe Kikolas, con 'Calor', en una instalación rodeada por tela en la plaza Hort dels Corders. Foto: Carme Ripollès.

Dentro de todo ese global, Sergi resalta un dato: "El sábado por la tarde teníamos espectáculos a la vez en tres espacios diferentes (Hort dels Corders, Les Aules y la Plaza Mayor), y todos ellos estaban abarrotados, y la imagen que ofrecía la Plaza Mayor con De pas, de La Industrial Teatrera, era espectacular, con esa disposición circular alrededor del escenario".

El mencionado De Pas, junto a las acrobacias casi imposibles de UpArte con Áureo el sábado por la noche en la plaza Mayor, la muy expresiva de la migración provocada por los horrores de la guerra Silence de la compañía polaca Teatr Biuro Prodózy o la clausura a cargo de Halab, coreografiada y bailada por Sol Picó junto a alumnos y alumnas del muy nuevo Conservatorio Profesional de Danza de Castelló (un curso de vida), más el arpista Pere Jou, han sido puntos referentes en cuanto a asistencia de público, aunque en realidad tal afirmación se puede extender a toda la programación.

Del interior de una maleta surge Mireia Miracle, para desarrollar 'Rojo'. Foto: Carme Ripollès.

Y lo mismo puede decirse en cuanto a agrado, ya que la variación de espectáculos, de infantiles a dirigidos a las edades adultas, permite muy variadas lecturas. Así, mientras Nel·lo Vilanova, cofundador de Xarxa Teatre, resaltaba en un rápido resumen Rojo de Mireia Miracle, con la problemática de las fronteras, una temática no habitual en el mundo de los clowns, Para Sergi Heredia, advirtiendo que es muy de intervenciones callejeras, en su retina se han quedado especialmente, las andanzas callejeras de Adrian Schavrzstein, involucrando a cualquier viandante que se cruzase en su camino, en línea similar Kamchátka, o los zancudos Irrswish, sobre todo en su función vespertina, o la acrobática UpArte, sin olvidarse de la sencillez de una historia contada con globos de Ne me quite pas, de El Retrato de Dorian, o el Silence de la apertura, "por primera vez en España, sin destacar por su ritmo, pero sí por sus imágenes y narrativa, en un espectáculo que no es habitual en la calle y que se puede ver en muy pocos festivales".

Los clowns de Bucraá Circus pusieron humor, colorido y una nota tierna. Foto: Carme Ripollès.

La novedad en este 2019 ha sido la incorporación al programa de una mesa redonda sobre la censura y la autocensura en los montajes teatrales, con la participación de Charo Arconada, programadora cultural de Ayuntamiento de Valladolid, lugar donde se celebra el importante TAC (Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle); Nacho Vilar, presidente de ADGAE (Asociación de Empresas de Distribución y Gestión de Artes Escénicas) y Pawel Szkotak, director artístico de la compañía Teatr Biuro Prodózy.

Los motivos de este salto hacia adelante

A la hora de encontrar las claves de este incremento, desde la organización se apunta motivos como "los comentarios de la gente, hacen correr la voz del festival por parte de los que ya lo han disfrutado. El vídeo promocional con imágenes del pasado año ha tenido 18.000 visualizaciones, compartido por 300 personas. Y en esta edición se ha visto bastante gente de fuera. Personas del Capsigrany, de Vilafranca, han venido los tres días, y algunas personas vinculadas al teatro de otras provincias ya lo tienen anotado. También se ha visto a bastante gente de artes escénicas de Castelló durante todo el festival. Además, en las revistas que se reparten en los aviones aparecía destacado el MUT! para estas fechas en Castelló, lo que ha contribuido a que su celebración llegase a personas de otras zonas. Aunque promocionalmente no hacemos todo lo que nos gustaría, porque en cuanto a presupuesto tenemos menos que otros eventos similares, aunque ahora duplicamos el de la primera edición". A falta de concretar casi todo lo referente al Mut!, la intención y el deseo de sus actuales directores artísticos es de que en 2020 se celebre la quinta edición.

La danza de 'Mirando al cielo', de Producciones Imperdibles, vista desde un punto poco habitual. Foto: Carme Ripollès.