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Fuego y pasión de Xarxa Teatre para llenar de magia las fiestas de la Magdalena (vistos desde Corea)

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Desde hace más de treinta años, la magia de Xarxa Teatre se ha ido expandiendo por las comarcas de Castellón convirtiéndose en todo un referente popular de nuestras fiestas, inseparable del imaginario colectivo de los castellonenses. Además de recibir el premio Mérito a las Artes de la Diputación de Castellónm, este año convertirán la Magdalena Vítol en una noche mágica. No será la única aparición de la compañ´ñia internacional, ya que el martes 1 de marzo, su clásica Nit Màgica -creada en 1986- recorrrerá, desde las 23:00, las calles Gobernador, plaza María Agustina, Sanahuja, San Roque, San Félix, plaza Clavé y avenida Rey Don Jaime, lugar en el que a continuación actuará Tom Bombadil.

El éxito de esta compañía teatral vila-realense se debe a su buen hacer, su constante innovación/renovación y la capacidad de combinar la raigambre popular de la región con conceptos universales. Para ello se sirven de un teatro físico. Como nos comenta uno de los directores de la compañía, Manuel V. Vilanova: “Lo intentamos plasmar con la técnica nuestra de teatro, técnica de calle donde se utiliza mucha pirotécnica, con una música que siempre parte de nuestras raíces. No usamos texto escrito y aplicamos técnicas teatrales en concreto, como la de repetición de movimientos".

La 'Nit màgica' de Xarxa Teatre volverá a llenar de fuego las fiestas de la Magdalena.

El auge de Xarxa Teatre ha sido gradual. “Los primeros años actuábamos muchísimo en la Comunidad Valenciana. Después empezamos a actuar un poco más por España. Pero realmente fue a partir de los años 90 cuando empezamos a tener una importante implantación internacional. De repente, nuestros espectáculos empezaron a ser muy solicitados en Francia. A partir de ese momento fuimos a los grandes festivales españoles. Fuimos conocidos en Europa y empezamos a dar saltos del charco, primero a Latinoamérica, después a Norteamérica y ya, por último Asia. Sin renunciar nunca a de dónde venimos… nosotros siempre venimos de nuestra tierra”, nos narra Vilanova sobre el crecimiento de la compañía.

Y una prueba de su carácter local es la creación, en el año 1988, del Festival Internacional de Teatre de Carrer de Vila-real, conocido en la actualidad como FitCarrer Vila-real, que entre el 5 y el 8 de mayo de 2016 celebrará su 29ª edición.

El año pasado celebraron el año nuevo en Taiwán inaugurando el nuevo Teatro Nacional con su obra Veles e Vents.  Además, volvieron por cuarta vez a Corea del sur, en esta ocasión al Festival de Teatro de Suwon para representar su última y más épica propuesta, Ara Pacis, un espectáculo que habla sobre el dolor y los males que trae la guerra. Una propuesta muy acorde para la ocasión, pues como reconoce Vilanova, “el tema de una sociedad que desgraciadamente tiene siempre la amenaza de la guerra ahí al lado, y que haya un festival que esté apostando precisamente con el proyecto nuestro de hablar de paz… estoy muy orgulloso de que sea un festival coreano”.

Imagen de 'Ara Pacis'.

Esos días que Xarxa Teatre estaba preparando sus actuación para en Suwon, el cineasta castellonense Atom Samit, que en 2014 realizó la exposición Desaparezca aquí en el Centro de Cultura Municipal de la ciudad, se encontraba por Corea del sur. Sin dudarlo, y sintiendo ese fuego interior que despierta en los castellonenses la presencia y el prestigio de Xarxa Teatre, Atom alquiló un pequeño equipo de grabación en el centro audiovisual de la ciudad de Jinju y se fue a Suwon para grabar al equipo de Xarxa Teatre durante todo el proceso de preparación, ensayos y actuación de Ara Pacis.

El resultado es el largometraje documental Alegrías del incendio, que el 17 de marzo se estrenará en Les Aules - Espai Cultural Obert  de Castellón. Después de la proyección, el equipo de Xarxa Teatre ofrecerá un coloquio para conocer mejor las pesquisas de la compañía y sus aventuras internacionales. Después del estreno, el documental pretende iniciar una pequeña gira. Por ahora ya hay otras dos fechas confirmadas para abril: en Torreblanca el  día 8 y en Borriol el día 15. Como subraya su realizador: “este documental se hizo con la voluntad de transmitir la pasión por un trabajo, el teatro, y la importancia de la cultura. Por ello me encantaría llevarlo a tantos lugares como fuera posible”. Así que sus proyecciones, con posible coloquio, están abiertas a todos aquellos centros culturales, cines, ayuntamientos y televisiones que deseen programarlo. Para ello únicamente tienen que ponerse en contacto con Xarxa Teatre.

Adrián Tomás Samit, durante el rodaje de 'Alegrías del incendio.

Atom comenta respecto a Alegrías del incendio que “es una pieza de cine directo donde de alguna manera se busca desmentir el mito de que el arte surge únicamente de la inspiración, algo que trabajé también en la exposición anterior y varios documentales como glogau AIR o los realizados con la artista coreana Jiminy. Todo arte conlleva un gran esfuerzo detrás y hay mucha gente que se mancha las manos. También hay largas reuniones y mucho papeleo. Y, por supuesto, horas de ensayos, de pruebas de sonido, de luz. Un trabajo muy duro que tiene que desaparecer durante el espectáculo para que solo quede la magia.  Y el éxito de Xarxa Teatre viene de que logran hacer esto posible. Cuando vemos sus espectáculos nos quedamos abstraídos por su alegría, su fiesta, sus fuegos....”. Como apunta Vilanova: “nosotros cargamos y descargamos, montamos y desmontamos… nos lavamos la ropa, cosemos la ropa. Estar en Xarxa es hacerlo todo”.

Y esto es lo que podemos ver en Alegrías del incendio, todo un proceso de preparación y gestación de un espectáculo de raíces populares en el lejano oriente, en Corea del sur, donde el idioma, los métodos de trabajo, la cultura de los ciudadanos es muy diferente. Escuchamos hablar hasta cinco idiomas, jóvenes coreanas y coreanos participan en Ara Pacis como extras, el público se contagia de la ilusión y del poder de los fuegos artificiales, utilizados de una manera desconocida para ellos. Las exclamaciones de sorpresa y admiración, los teléfonos móviles que no dejan de grabar cada chispa de bengala, el tararear la música… son constantes durante todo el espectáculo. Y eso se da tanto en Corea como en Castellón, porque lo que el público quiere, lo que la gente necesita es ilusión y magia en estos tiempos tan oscuros.