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Castellón vibra con las 'Expectativas' de Bunbury

Enrique Bunbury estrenó el recinto de conciertos Ferrandis Salvador en el Grao de Castellón. Foto: Andrea Giménez.

El cierre de la segunda edición del Sant Pere BP Music Contest no pudo tener mejor sabor de boca. Tras la reñida final entre Plum y Maculy, finalmente fue el enérgico rock de Maculy quien encandiló al jurado profesional, haciéndose con el primer premio (1.500€) del concurso de bandas. El colofón para la jornada del sábado 30 de junio fue la flamante actuación de un genuino Enrique Bunbury.

Con una puesta en escena impecable y una actuación brillante protagonizada por uno de los cabezas del rock nacional más señalados de nuestro tiempo, si algo se puede destacar sin lugar a dudas es que el artista aragonés superó todas las Expectativas, tal y como reclama su gira, en el nuevo recinto de conciertos (frente al Planetario) del Grao de Castellón. Enfundado en un traje rojo, el que fuera líder de Héroes del Silencio sabía muy bien cómo conquistar a su público, y lo volvió a demostrar a través de un repertorio que no dejó al aire ninguno de los vértices clave de su extensa discografía.

Entre una densa niebla y un juego de luces cuidado al milímetro, la aparición de Bunbury en mitad del escenario se asemejó más bien a una experiencia mística que a un show de rock para los fieles seguidores que se amontonaron en el centro de las primeras filas. El espectáculo abrió con uno de los temas más identificativos de su último trabajo, "Ceremonia de la confusión"' que, junto a "La actitud correcta" y "En bandeja de plata", ya han constituido protagonistas indiscutibles de los arranques de los setlists de la gira con la que está presentando su trabajo más reciente Expectativas (2017), y que ha arrancado en el mes de junio.

El artista aragonés se embarca en una extensa gira por Europa tras su cita en Castellón. Foto: Andrea Giménez.

Pronto se hizo dueño del escenario rescatando temas de prácticamente todas sus etapas en solitario. "Haciendo un viaje al pasado" sonaron los clásicos "Despierta", "Que tengas suertecita" e incluso "Salva vidas", un éxito que, hasta el momento, no había interpretado en ningún concierto del tour. Poco después,  con "El hombre delgado que no flaqueará jamás" con el que ya lo pudimos ver bailar con su inconfundible sombrero.

Hacia la segunda mitad del concierto llegaron los ansiados viejos hits que le catapultaron a la fama como líder de Héroes del Silencio. El gran himno "Mar adentro" seguido de "Maldito duende" hicieron de su concierto las delicias de sus incondicionales más nostálgicos. Difícil fue ver a alguno de los presentes no corear alguno de estos dos imprescindibles, sin embargo, la mejor parte llegó con los bises. De una espléndida "De Mayor" y su famoso homenaje a Bowie con "Sí", la energía más vibrante de Bunbury conectada con la de su leal público dirigió sus focos tintados de azul para recibir a una emocionante "Lady Blue". Por si el nivel no lo hubiese dejado lo suficientemente alto, el artista dio por cerrado el concierto con otro de sus nuevos éxitos, "La constante" que, en un ambiente íntimo, dejó iluminar el escenario únicamente con la luz de los móviles y mecheros del público.