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Carlos Pérez de Ziriza: “Las instituciones apoyan a los grandes festivales pero siguen sin solucionar el problema de las licencias en las salas de conciertos"

El periodista Carlos Pérez de Ziriza presenta su libro el 7 de junio en el Menador de Castellón. Foto: Juan Carlos Cadenas (EFE).

> Red Hot Chili Peppers, The Jesus & Mary Chain, Dinosaur Jr, Liam Gallagher, Los Planetas… sin salirnos del cartel del FIB 2017 comprobamos que, como apuntas en Indie y rock alternativo (historia, cultura, artistas y álbumes fundamentales) (Ma Non Troppo, 2017), el indie y el rock alternativo de los 80-90 están más vivos que nunca en la oferta de los grandes festivales de hoy, ¿por qué?
La razón es que la mayoría de la gente que ha crecido con esos grupos tiene ahora entre 40 y 50 años, con el poder adquisitivo para poder pagar un abono de varios días en festivales como el FIB o el Primavera Sound. Son grupos, la mayoría, que nunca se han retirado y que ahora congregan a cuatro o cinco veces más público que en los 90. Claramente, hay una razón de mercado. Y que hagan música vigente eso ya va con los gustos de cada uno. Desde mi punto de vista, en general son bandas que siguen mereciendo la pena porque están en el origen de muchas propuestas de hoy.

> ¿Cuál sería en España el concierto de los Sex Pistols en el Lesser Free Trade Hall de Manchester en junio de 1976 que citas en el libro cuando hablas del “embrión”? ¿Y el hito fundacional del inde patrio?
El equivalente sería el famoso concierto en la Escuela de Caminos del año 1980, el que se considera el origen de la Movida madrileña y que supone la semilla de lo que vendría después en los 90. Y el hito fundacional del indie aquí fue la gira Noise Pop de 1992 y el Alternative Tour de 1993, que fueron casi seguidos con bandas como Penélope Trip, Usura, Surfin’ Bichos, Los Planetas y El Regalo de Silvia.

> Como explicas en la introducción del libro, “independiente”, en origen, hacía referencia a la gestión y difusión de la música al margen de la gran industria pero, como también apuntas en el capítulo sobre la escena en España y Latinoamérica, hay bandas o sellos como el castellonense No Tomorrow que, siendo “independientes como el que más”, no se consideran ni nadie los denomina “indie”. ¿Por qué?
Porque se aplica un rasero estético y no puramente de infraestructura. Efectivamente, el sello No Tomorrow en los 90 sacaba mucho material con un método muy autogestionado, al igual que hacía Munster, con un abanico estilístico más allá de la ortodoxia indie de aquel momento. El concepto de indie deja de tener sentido a mitad de los 90. En realidad, solo hay una época en que se puede hablar del indie con unos contornos más definidos, que es la segunda mitad de los 80 en el Reino Unido con bandas como The Smiths, Primal Scream o House of Love, cuando empiezan las primeras listas de éxitos independientes que se diferencian de las comerciales. Entonces podía ser considerado un género, pero después todo lo demás ha tenido consideraciones más difusas. Al margen, hay sellos y grupos de cualquier estilo que tienen un funcionamiento absolutamente independiente.

> Mirando la lista de los sellos indie internacionales del capítulo dedicado a la cultura indie uno cae en la cuenta de que parecen nombres del pasado, que aunque muchos siguen activos los tenemos muy poco presentes hoy, al menos como prescriptores, ¿quizás sea porque al escuchar la música mayoritariamente en streaming los sellos se han invisibilizado?, para la prensa siguen siendo un interlocutor, pero ¿y para el público en general?
Sí, para el público se han diluido porque la gente no consume la música fiándose del criterio de un periodista o yendo a una tienda, sino a través de Spotify o Deezer y sus recomendaciones. De todos modos, también hay que decir que los sellos indies nunca tuvieron un gran predicamento…

> ...Bueno, había sellos como 4AD que eran una garantía en sí mismos, hasta el punto de lanzarte a pillar discos de grupos sin conocerlos...
Sí y, de hecho, 4AD sigue siendo un sello muy fiable. Pero es verdad que en los 80, cuando tenían a Vaughan Oliver diseñando todas las portadas, era muy fácil asociar el sello a una estética y a un sonido, como Pixies o Dead Can Dance, que más o menos todos reconocíamos. Hoy en día lo siguen siendo, pero son minoritarios. A los sellos que mejor les fue son los que tuvieron un grupo franquicia como Creation con Oasis o Mute con Depeche Mode. Lo que realmente les hacía populares era tener un grupo popular de banderín de enganche.

> ¿Y qué fue y es del indie en Castellón y la Comunidad Valenciana?
En Castellón es complicado localizar grupos indie porque siempre han primado los grupos de género, punk-rock, power-pop o soul. De Shock Treatment a Ruth Baker Band, aunque eso no significa que podríamos encuadrar como indies a algunas propuestas como las de Rauelsson o Alberto Lucendo ahora con Sacromonte, que hacen cosas que se salen de la ortodoxia. O deBigote y Sánchez, que son grupos de pop sin etiquetas, que no se suman al carro ni son miméticos. En Castellón es una tarea más de pequeños nombres y de gente que hace la guerra por su cuenta. En Valencia el grupo más popular es La Habitación Roja, pero detrás están Polar; son dos casos muy paradigmáticos de una cierta manera de entender el pop. No dejan de ser iniciativas que van por libre, no hay un sonido identificativo en Valencia, y ahí ha radicado siempre la dificultad de exportar nuestra escena al exterior. Siempre choca que las bandas de la Comunidad Valenciana no tengan la repercusión que han tenido bandas de otras zonas periféricas como Murcia, Albacete o Gijón... Viva Suecia son un gran ejemplo, una banda que en muy poco tiempo ha conseguido una gran repercusión surgiendo de una ciudad como Murcia. En la Comunidad Valenciana el indie ha sido más de empeños individuales.

“En la Comunidad Valenciana el indie ha sido más de empeños individuales, no hay un sonido identificativo, y ahí radica la dificultad de exportar nuestra escena”

> ¿Es el rap o el trap el nuevo indie?
El trap podría serlo en tanto que supone una ruptura con el pasado, porque explora cauces de comunicación diferentes a los habituales: no editan discos, cuelgan los temas en YouTube y conectan con millones de personas de forma directa. En cierto modo representa una nueva independencia, pero solo desde el punto de vista del funcionamiento, no a nivel estético. El relevo sonoro, en realidad, sería más Real Estate o The Pains of Being Pure at Heart, que siguen siendo grupos minoritarios como en los inicios.

> ¿Cuánto hay de moda de temporada, de reconocimiento al gusto popular y de valor artístico en la explosión actual del reguetón y los ritmos latinos en general?
A mí me parece que en el reguetón hay cosas buenas y malas, cosas reivindicables y otras desechables. Y me parece muy bien que la prensa lo empiece a reflejar. Yo siempre digo que cualquier concierto que reúna a más de 1.000 personas tiene que aparecer en los medios; te guste más o menos, pero merece un reflejo crítico, no sólo una crítica de ambiente. Y sin paternalismos. No podemos ser muy exigentes para el rock y no serlo para el reguetón o el EDM, que por mala conciencia hay que cubrir; debemos utilizar el mismo rasero para todos los estilos de música. Me parece bien que los géneros menospreciados afloren y se les preste atención, pero hagámoslo con todos: también con el heavy metal, por ejemplo. Y que no se haga periodismo de tesis, para utilizar la música como pretexto para defender una postura periodística de forma sistemática, faltando al rigor y aplicando una doble vara de medir.

“Me parece muy bien que la prensa empiece a reflejar estilos como el reguetón o el EDM, pero debemos utilizar el mismo rasero con todos y no ser paternalistas”

> ¿Los carteles de los festivales indie españoles son realmente clónicos?
No cabe duda de que la gran mayoría son clónicos, sobre todo los que han surgido los últimos 5 o 6 años. El Primavera Sound, el FIB y algunos otros, los que ya estaban, han mantenido su identidad. Pero ahora cualquier capital de provincia parece que ha de tener un festival indie y, como detrás son empresas los que lo montan, se copian modelos de éxito rentables. Y se entiende desde el punto de vista económico, pero a nivel musical empobrece la escena y distorsiona la visión de lo que tendría que ser. Hay 5 o 6 cabezas de cartel que siempre son los mismos en la mayoría de festivales; después están las bandas secundarias, que prácticamente se quedan al margen del circuito.

> Una de las explicaciones podría ser que las agencias ofrecen a los festivales las bandas por paquetes, condicionando los cabezas de cartel “vende-tickets” a la contratación de otros nombres de su catálogo...
Eso está ocurriendo y es una de las principales causas, sí. Un ejemplo claro lo tenemos en el Arenal Sound con los grupos escandinavos, como Satellite Stories, que siempre van acompañados de grupos de saldo, que van 4 o 5 juntos porque las agencias condicionan a contratarlos así, por paquetes, lo que termina provocando que los carteles se parezcan mucho unos a otros.

> ¿Qué opinas del debate festivales vs. conciertos de sala vs. música en la calle que se está produciendo en Castellón y Valencia?, ¿hay público para todos, se lo quitan entre ellos?
En los saraos gratuitos en la calle, que pueden estar muy bien, habitualmente lo que menos importa es la música, que suele estar de fondo; sirven más para socializar y tomar cerveza. Y en cuanto a los festivales no estoy de acuerdo en que quiten público a las salas de conciertos. Los grupos que tienen tirón lo tienen igual en la temporada de salas que en los festivales de verano. Cuando a la gente le llega algo, va a pagar igual por disfrutarlo. Yo no creo que la escena de festivales incida en el público de salas. Sí que puede influir en que haya grupos internacionales que tienen que respetar el contrato de exclusividad que firman con grandes festivales y que por eso apenas vengan a tocar en sala, pero tampoco son la mayoría.

> ¿Cómo estás viendo el cambio de la política cultural y musical a nivel autonómico?
Solo llevamos dos años, supongo que dentro de otros dos se podrá hacer un balance más definitivo. De momento, la impresión que tengo es que desde las instituciones se están dando palos de ciego respecto a la música, que no se están rodeando o no escuchan a personas que realmente conocen la escena. La música pop nunca ha sido una prioridad dentro del apartado cultural y la cultura tampoco es prioritaria dentro de la Conselleria; claramente, tiene más peso la parte de Educación. Parece que se está implantando un modelo excluyente que prima la producción de bandas en valenciano en detrimento de las de castellano y espero que lo corrijan porque es volver a aplicar una política contra la que todos luchábamos hace dos años. La política de exclusión nunca es válida, ya sea en castellano, en valenciano o en inglés; hay que favorecer por igual a todas las bandas, con criterios artísticos.

Pérez de Ziriza, en el FIB 2014. Foto: Carme Ripollès.

> Como sabes bien porque has cubierto la mayoría de ellos, los grandes festivales protagonizan el verano (y lo que no es verano) en Castellón y la Comunidad Valenciana. Desde las instituciones se han creado distintas marcas (“Musix” la Generalitat y “Castellón, Tierra de festivales” la Diputación) para intentar aprovecharlos a nivel turístico. ¿Cómo ves ese fenómeno?
Me parece bien que se haga y que sirva para potenciar a los festivales de música, pero en la Comunidad Valenciana siempre empezamos la casa por el tejado, y lo hacemos con todo. Porque invertir en esas marcas, al mismo tiempo que no se resuelve el tema de las licencias en las salas de conciertos o que no se dan facilidades para que los grupos valencianos actúen en esos mismos festivales, no termina de favorecer a la música ni a la escena. Puede que esas marcas y esas campañas estén hechas con la mejor voluntad, pero es empezar otra vez la casa por el tejado, porque así no se construye cultura desde la base.

“La política cultural autonómica con respecto a la música está dando palos de ciego, empezando la casa por el tejado y aplicando un modelo excluyente, contra el que luchábamos hace dos años”

> Hablemos de esa letra pequeña que tanto te gusta aplicada a los carteles del FIB, Arenal Sound y Rototom Sunsplash de este año...
Del FIB, Tortel, James Vincent McMorrow, Austra, Mourn, Surfin' Bichos, Cómo vivir en el campo, Mala Rodríguez... Del Arenal Sound, Amatria, Bearoid, Fira Fem, Dellafuente, Rural Zombies... Y del Rototom Sunsplash no son precisamente minoritarios, The Specials, Youssou NDour o Bombino. Una cosa que me ha llamado mucho la atención del cartel del FIB de este año es lo pequeño que aparece el nombre de The Jesus & Mary Chain, cuando fue su primer cabeza de cartel. Aunque solo fuera por historia...

> ¿Cuál es el mejor concierto de grupo indie que hayas visto en Castellón?
Dos: el de Björk en el FIB de 1998 y el de Primal Scream en el año 2000, también en el FIB, están entre los mejores conciertos que he visto nunca en mi vida, en general. El de Björk fue un concierto muy especial, no sé si porque ese mismo día actuaba Goldie en el festival, con quien lo acababa de dejar… pero el caso es que se notó que ella también lo disfrutó mucho.

> Un grupo de Castellón que creas que tiene canciones y condiciones para dar el salto a la escena estatal como lo hicieron, por ejemplo, Los Romeos en los 90.
Te diría que deBigote, es una debilidad personal. Sánchez también, pero deBigote tienen mucho potencial, por canciones, sonido propio, es un grupo de directo con actitud en escena… Pero la verdad es que lo tienen complicado.

“DeBigote es el grupo con más potencial de Castellón, por canciones, sonido, directo… pero la verdad es que lo tienen complicado”

> Hablemos de periodismo musical y de las dificultades incluso para un profesional con tu trayectoria. ¿Por fin te puedes dedicar en exclusiva?, ¿cómo ves la situación?
Sí, llevo casi tres años dedicándome solo al periodismo musical después de más de 15 de colaborador, compatibilizándolo con otras profesiones. La cabra tira al monte y he acabado dedicándome a lo que más me gusta y a lo que creo que sé hacer mejor. Pero en realidad es un ejercicio de supervivencia, contando con que mi mujer tiene un trabajo estable, de lo contrario sería imposible. En cuanto a la situación general la veo muy complicada, porque las condiciones para que la gente pueda medio-vivir de esto son muy difíciles. Aunque también es verdad que tampoco veo que haya mucha gente que esté respetando la profesión. Hay gente joven que empieza a escribir en un blog solo para hacer relaciones públicas; echo de menos gente que se lance al periodismo para escribir lo que le gusta y lo que no, y que lo haga porque se lo pida el cuerpo y no solo por hacerse fotos con sus grupos favoritos. Gente que se lance a la piscina y que trabaje de verdad.

> Has de leer Indie & Rock Alternativo si te gusta...
Si te gusta la música pop en general. El libro no tiene un planteamiento exclusivista y ortodoxo; hay hip hop, folk, electrónica, también indie-mainstream como Muse… La selección de los grupos que aparecen en el libro es enteramente mía, incluidos los que no me interesan mucho pero que tenía claro que debían de estar. Vamos, que no es un libro destinado al público indie, sino a aficionados a la música en general.