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Ania Hernández, el factor CS para el lleno completo de 'Un marido ideal' en el Clásico de Peñíscola

La actriz castellonense Ania Hernández interpreta a Mabel Chiltern en 'Un marido ideal'. Foto: Secuencia 3.

Un marido ideal es la obra incluida en este 2019 dentro del ciclo "Otros clásicos" del Festival de Teatro Clásico de Peñíscola, esa apertura de cartel ideada por el director del evento, Carles Benlliure, para programar grandes autores pertenecientes a épocas ajenas al Siglo de Oro. Es también la más mediática de esta XXII edición, con la ya inminente presencia sobre el escenario del Patio de Armas del Castillo de Juanjo Artero, Javi en la mítica serie televisiva ochentera Verano azul (además de El comisario, El barco), Ana Arias (Cuéntame cómo pasó, Compañeros, Eloísa está debajo de un almendro), Carles Francino (Sé quién eres, Yo soy la Juani) y Candela Serrat (Seis hermanas, Yerma), hija del referente de la canción de autor Joan Manuel Serrat. Hay una quinta intérprete, menos conocida, pero que arrastrará hasta Peñíscola una buena cantidad de espectadores: Ania Hernández. Ella tiene gran parte de culpa de que con diez días de antelación a ese sábado 20 de julio (22:30) ya no queden entradas a la venta.

¿Quién es Ania Hernández? Una joven actriz castellonense de casi 24 años que desde Madrid va abriéndose un camino artístico en el que se ha encontrado ya con Lola Dueñas y Luisa Gavisa (las dos ganadoras de premios Goya), con quienes ha coprotagonizado el cortometraje Te lo digo a mí y que recorre grandes escenarios españoles con uno de los más mediáticos carteles en estos momentos, bajo la dirección de otro gran nombre del teatro: Juan Carlos Pérez de la Fuente, máximo responsable del Centro Dramático Español (1996-2004) y del Teatro Español (2014-16), dentro de una longeva carrera iniciada a principios de los 80 y que está jalonada de premios.

Aprovechando esta visita, Nomepierdoniuna contacta telefónicamente con Ania Hernández, quien desde Madrid repasa una carrera -lógicamente, todavía corta- que ya ha transitado por el teatro con mayor tirón comercial, el más alternativo, los cortometrajes y hasta la música. Como ella dice, no tiene miedo a tirarse a la piscina.

>No sé si será por Juanjo Artero y Ana Arias, por Oscar Wilde, por el propio atractivo del festival o por ti, pero diez días antes de la función de Un marido ideal estáis a 20 entradas de conseguir el lleno completo (pocas horas después de hacer esta entrevista se agotaron).
¿Sí? ¡Qué bien! Pues no lo sabía y la verdad es que supone una gran alegría que vayamos a llenar nosotros también el Patio de Armas del Castillo. Es algo que me pone muy contenta. El director del festival, Carles Benlliure, ya nos comentó la posibilidad de que se llenase, y me alegra mucho de que sea así.

>E imagino que de esas más de 300 personas que estarán allí para veros ese sábado 20 de julio, una buena cuota corresponderá a familiares y amigos tuyos.
Sí, impresionante. Tiempo atrás comentamos en broma que tendríamos que poner autobuses y parece que sí podríamos hacerlo. No habrá autobuses, pero sí sé que vendrá muchísima gente, porque entre familiares y amigos del instituto será una cantidad importante.

>Y supongo que esa circunstancia motiva y al mismo tiempo provoca más nervios de los habituales.
El otro día lo comenté con mi compañera Ana Arias. Estábamos en Granada, donde yo apenas conozco gente, pero resulta que sabía que vendría un amigo con su madre a la segunda función ¡Y vaya diferencia para mí! En la primera no estaba nada nerviosa y en la segunda, solo de saber que estaría este amigo allí, me puse de los nervios. Pero son nervios bonitos, de querer hacerlo muy bien. Es una presión positiva.

>¿Podemos decir que esta será la función más especial de tu aún corta carrera?
Creo que sí. Ir a casa con algo que me ha salido en Madrid, y que es lo más importante que he hecho hasta el momento, y que a saber si me volverá a salir algo tan chulo... No me lo había planteado, pero es verdad que ese día reúne los condicionantes para que sea superespecial. Ahora que lo dices... ¡Qué nervios! (risas). Y además, ese 20 de julio 24 años. Por si no ocurrían bastantes cosas.

“Cuando hice el casting no me dijeron nada, pero unos días después vi que me habían metido en un grupo de WhatsApp (con Juanjo Artero, Ana Arias...) y supe que había sido escogida”

>¿Cómo has llegado a formar parte del elenco de Un marido ideal? ¿Por casting, por elección directa?
Por un casting que me salió de forma super random. Desde que me empecé a dedicar profesionalmente, o sea, desde que me vine a Madrid, no me pierdo una, voy cogiendo oportunidades y una me lleva a otra. Estaba haciendo una campaña telefónica para SGAE, ayudando al autor Eduardo Galán, quien me propuso entrar a trabajar en su productora -Secuencia 3-, pero no como actriz, sino en la oficina. Abrió un casting y le pedí que me dejase presentarme, ya que he estudiado para actriz. Y sí. Fue un casting cerrado para unas cuantas actrices y conecté muy bien con el director de la obra, Juan Carlos Pérez de la Fuente, que es toda una eminencia. En ese momento no me dijeron nada, pero unos días después, sin avisarme, vi que me habían metido en un grupo de WhatsApp con todos mis compis y supe que había sido escogida.

>¿Y qué siente una actriz novel al ser incluida en un grupo de WhatsApp junto a Juanjo Artero, Ana Arias... y saber que estará con ellos en una nueva producción?
¡Imagínate! No sabía dónde meterme. En aquel momento estaba acudiendo a un fisio a causa de una tortículis, y de repente se me pasaron todos los males. Empecé a llamar a la familia... La verdad es que no quise hacer ilusiones, para no llevarme una desilusión si no me escogían. Pero... ¡Uf! Había valido mucho la pena presentarme a ese casting.

>Y para empezar, estreno a mediados de febrero de este 2019 en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, por donde han pasado muchos de los más grandes del teatro y del cine. ¿Cómo te fue ese primer día?
Creo que es uno de los teatros más bonitos de España. Se da la casualidad de que un año atrás había estado yo allí viendo actuar a Lola Herrera -Cinco horas con Mario-, y ahora había cambiado tanto mi situación que acudí de nuevo allí pero para actuar. Me faltó contener un poco más los nervios que me provocaban el querer hacerlo muy bien. Al acabar la función sentí que no había estado todo lo bien que quería. Sin embargo, la gente de la compañía me dijo que había estado igual de bien que en los ensayos. Imagino que esa sensación que sentí es la misma que tiene todo el mundo en una situación similar.

>¿Cuántas funciones habéis hecho desde aquel estreno?
Exactamente no te lo podría decir, porque no son continuas, ni en el mismo lugar, pero vamos por las diez.

>¿Qué ha cambiado en ti en esa decena de funciones?
Me siento más tranquila, y además con, cómo decirlo, con más rigor, en el sentido de que estoy más centrada en que es mi trabajo y lo he de hacer bien profesionalmente, más allá de la ilusión que me produzca.

>Dentro de la obra estás inmersa en una trama digamos secundaria, más cómica.
Hay una trama principal, de corrupción política, que protagonizan Juanjo Artero, Ana Arias, Candela Serrat y también Carles Francino. Yo estoy metida, junto a Carles Francino, en una trama más cómica que tiene también que ver con el amor y el desamor. Por texto no me entero o no me quiero enterar de lo que ocurre en ese nivel, en el que no intervengo.

>¿A una actriz todavía novel como tú le impresiona trabajar junto a Juanjo Artero o Ana Arias, con carreras mucho más conocidas y largas, sobre todo en el caso de Juanjo?
Puede que suene un poco peyorativo, pero al principio me sentía como inferior a ellos por todo lo que ya han hecho y lo poco que hasta ahora puedo aportar por mi parte. Ellos no me hacían sentir así en ningún momento; era una sensación mía. Pero ahora me siento en una posición horizontal: trabajamos todos juntos y hemos de crecer todos juntos en la obra. Y ese sentimiento actual se debe en gran parte a la humildad de todos ellos y a su sentido de trabajo en equipo. Me han arropado en todo momento.

>Demos un salto atrás y situémonos en el inicio de tu carrera, lo que, con 24 años, no está aún muy lejos. El gusanillo teatral te entró en Castelló.
Sí, en la época de Bachiller, durante una clase de orientación universitaria. A mí me atraía la interpretación. Estuve mirando folletos y pensé que en las esades se metían de lleno en la interpretación, eran públicas y había una en Valencia. Me decidí a seguir ese camino y tanto mi padre -Julio Hernández, muy conocido en el mundo de las fiestas de Castelló- como mi madre me apoyaron. Incluso fue mi padre quien me comentó que había un curso intensivo de interpretación durante ese verano en Vila-real, con David Fernández como profesor, quien era cañero, ¿eh? Aprendí mucho con él. Y ese verano aún aumentaron más mis ganas. Incluso mi padre y yo nos apuntamos al grupo de teatro El Cressol, de Castelló. Llegamos a hacer sainetes juntos. Me lo pasé genial. Es un grupo de gente al que aprecio mucho. Después empecé la formación reglada en la ESAD de Valencia, donde estuve tres años, más un cuarto en la RESAD de Madrid, donde me licencié en interpretación, lo que me llena de alegría, ya que la RESAD tiene muchísimo prestigio.

>Y, como muchos de los que se dedican a la interpretación teatral, has ido añadiendo otras artes a tu formación, como la danza clásica.
Sí, la danza me gustaba mucho. Empecé ya tarde, en Valencia, con un grupo de gente de mi edad, rondando la veintena. Y aunque nunca voy a ser una bailarina, me ha dado mucha soltura en los movimientos del cuerpo. Ahora noto que tengo mucho control corporal, y creo que tiene que vez con la danza. Alguien que quiera actuar ha de formarse y trabajar en muchas cosas, y no tener miedo de tirarse a la piscina.

>Leyendo tus datos biográficos, he visto que eres cantante de un grupo de doo wop, The Chevrolettes, del que, disculpa, nada sé. ¿Es un grupo de Madrid?
Sí. Es algo muy especial que me propuso una amiga. Hacemos menos bolos de los que deberíamos, porque es un proyecto muy chulo. Tenemos un repertorio de treinta canciones que son preciosas. Somos varias chicas y nos hemos pegado un buen currazo. Canciones que podemos interpretar en varios formatos, incluso solo con las voces. No tenemos mucho material a la vista del público, porque no hemos pasado por un estudio a grabar, pero creo que gustaría.

>Lo que sí he encontrado son dos canales de YouTube, Mal Vistos y Videópatas, en los que participas en unos sketches cómicos.
Son amigos youtubers profesionales de Valencia, con mucha gente que les sigue, y alguna vez he colaborado con ellos, y lo pasamos guay. Por cierto, ya hace tiempo que no me llaman... Les diré algo. Y relativamente hace poco me he dado cuenta de que tiro mucho hacia la comedia. A nivel vital no me gustan los dramas. Y a nivel interpretativo me sale más fácil la comicidad, lo que contiene ritmo rápido. Además de estos sketches, hace poco he grabado mi videobook para presentar a los castings, y resulta que de las cuatro escenas que he grabado, solo una es comedia. Y luego me he dicho: "¡Pero qué tontería, si esa escena cómica es más brillante que todas las demás!".

>Más cosas que he encontrado de ti en las redes: un cortometraje-anuncio titulado Te lo digo a mí (mayo de 2019) en el que compartes protagonismo con dos ganadoras de premios Goya, como son Lola Dueñas (Mar adentro y Yo, también) y Luisa Gavasa (La novia).
Es un trabajo de publicidad para el banco Mediolanum con tratamiento cinematográfico. Es un cortometraje de 10 minutos adaptable a varios formatos, desde los 15 segundos de televisión, 45 segundos para YouTube, en el cine me dicen que también lo han visto...La experiencia ha sido brutal. La directora es Elena Trapé (La ruïna, Las distancias) que nos trató con la perspectiva de estar rodando un corto y no una publicidad, con cuidado y tiempo. Fue algo trabajado, ensayado, que se hizo con mucho cariño. Además, estar con Lola Dueñas es increíble, es la persona más amorosa del mundo. Solo fueron dos días, pero puedo decir que me codeado con Lola Dueñas (risas).

>Y a un nivel de menor popularidad, hace muy poco, apenas un mes, has formado parte del estreno en el Carme Teatre de Valencia de Licantropia, obra en valenciano.
Y también fue bonito. La pena es que empieza y acaba en pocos días, no es algo como Un marido ideal, que se va representando y se extiende en el tiempo, durando meses y ojalá años. Licantropia ha sido tan fugaz y tan bonito... A ver si nos salen más bolos, que es lo que está mirando nuestro director, Borja López Collado, quien la ha escrito, dirigido y producido desde su propia compañía, El Triangle Teatre. Es una obra cercana, juvenil y con muchísimo trasfondo, de aprovechar el momento y la vida. Él apuesta por el talento joven, porque él lo es. Además, suele contar con la misma gente. He trabajado dos veces con él y es un gustazo, y encima es un encanto. Es increíble, porque va a proyecto por año, desde la compañía que él ha creado, sabiendo que no será fácil que tengan mucho recorrido, pero él insiste. Creo que cualquier día va a dar el bombazo y tendrá el reconocimiento que se merece.

>Es que parece que cueste que programadores y espectadores confíen en gente joven y nueva.
Sí, ¿verdad? Cuesta alcanzar visibilidad. Yo no me imagino escribiendo e intentando distribuir un espectáculo, porque no sabría ni por dónde empezar. Nadie te abre las puertas porque sí cuando acabas de empezar. Incluso a las grandes producciones les cuesta. Pero aun así, esas apuestas muchas veces se convierten en grandes éxitos, como Iphigenia en Vallecas. Al final, muchas cosas que han de ocurrir, pasan.

>No sé si desde Madrid sigues lo que ocurre a nivel teatral en Castelló en cuanto a programaciones, obras...
Sí sigo lo que se programa en el Teatre Principal de Castelló o en el de Benicàssim, que coincide con muchas obras que han pasado por Madrid y luego han salido de gira. Aunque cierto es que hace mucho tiempo que no voy al Principal, al estar viviendo en Madrid.

>El pasado mes de enero se celebró en Castelló un congreso autonómico de artes escénicas en el que como punto central se trataba las ventajas y desventajas de crear desde un lugar periférico geográficamente de ciudades como Madrid o Barcelona, o incluso de Valencia -en el caso de Castelló-, que son los núcleos centrales del movimiento teatral. ¿No sé si ahora que vives en Madrid tienes esa percepción de que desde lugares como Castelló se juega en inferioridad en muchos sentidos a la hora de crear y mover espectáculos teatrales?
No existe la misma producción en Madrid que en Castelló, está claro, porque no hay la misma logística. Ahora bien, he visto que este mismo año se ha estrenado Somni, una producción del Institut Valencià de Cultura hecha en Castelló. Y eso es maravilloso, pero sucede de vez en cuando. En Madrid hay muchas más producciones; eso es un dato objetivo. Pero en cualquier lado puede crearse una producción maravillosa, y los actores y actrices debemos estar muy atentos a lo que ocurre, por ejemplo, en la terreta. A mí me encantaría trabajar en Valencia o en Castelló.

>¿Te presentas a todos los castings de los que tienes noticia o haces una selección de lo que crees que realmente te resultará interesante?
Selecciono un poco. Antes me tiraba más a la piscina en cuestiones de colaboraciones, incluso sin cobrar. Ahora sí lo miro más. Me llegan castings remunerados a través de representante -su actual representante es Marco Gadei-, en los que se han hecho filtros. Creo que, como a todos, me gustaría hacer más castings, pero estoy contenta porque los que voy haciendo me van saliendo, como el de Lola Dueñas o Un marido ideal.

“Me gustan las compañías que tienen su estilo propio y que, por dedicación, trabajo y también suerte han dado el empujón”

>¿Tus referentes como actriz y teatrales?
Me gustan mucho María Hervás, la producción de El Kamikaze, con Israel Elejaldre, una compañía joven como La Tristura... Las compañías que tienen su estilo propio y que por dedicación, trabajo y también suerte han dado el empujón. Y sin desmerecer en ningún momento otro tipo de teatro no tan alternativo. Y dentro del cine, la directora Icíar Bollaín y su propuesta feminista.

>¿Qué te atrae más: un futuro principalmente teatral, cinematográfico o televisivo?
Cine y tele no lo he probado, así que ahora mismo lo que más me atrae es el teatro, que me encanta. Me encantaría hacer cine, ¿pero a quién no? A ver si surge la oportunidad. Tele, no es que no me atraiga, pero por lo que me cuentan compis, no lo disfrutas tanto, ya que va todo muy rápido. Pero también me gustaría probar ese ritmo frenético de las series.

>Creo que hemos hablado de todas tus facetas profesionales. ¿Nos dejamos algo por comentar?
Pues, mira, subrayar que es la primera vez que alguien me llama por teléfono para interesarse sobre mi carrera. Y me gustaría agradecértelo, que no se me pase por alto. De verdad, ¡gracias!.