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...Y entonces sonó “Like a Rolling Stone” en Benicàssim

Bob Dylan, anoche en Benicàssim. Fotos: Carme Ripollès (ACF).

Empezó en versión deconstruida y terminó de una pieza. Del tedio a la majestuosidad del clásico irremplazable, único. La distancia sideral entre la frialdad de la leyenda y el heterogéneo público del festival con la que empezó el concierto quedó en nada exactamente cuando él quiso. Cuando sonaron “Spirit On The Water” y “Highway 61 Revisited”, también los sonidos más folk y polvorientos. Cuando se le calentó un pelín la voz. Cuando su extraordinaria banda cogió el hilo de verdad. Cuando el plano fijo terminó por hacer las pantallas invisibles. A partir de entonces, de repente, todo encajó. Bob Dylan actuó anoche en el Festival Internacional de Benicàssim y acabó recogiendo una calurosa ovación.

El FIB está muy lejos de ser el sitio adecuado para disfrutar de un concierto de Dylan. Tampoco para que un músico de 71 años se sienta a gusto cantando y tocando el órgano. Y menos con un repertorio sin apenas concesiones y con relecturas que hacen a los clásicos prácticamente irreconocibles. El cantautor más importante e influyente de la historia de la música popular solamente se dirigió al público con sus canciones. Ni siquiera “hola”, “buenas noches” y “adiós”. Tampoco permitió que le sacaran planos cortos para la retransmisión por las pantallas, donde se petrificó un plano fijo general sin mostrar nunca su cara. Y a pesar de que todo esto ya lo sabíamos, el desmadejado arranque de la actuación, una insípida deconstrucción de su repertorio en clave de blues-jazz, nos lo hizo demasiado presente. La gente, con perdón, se estaba aburriendo. Dylan seguía sentado y de perfil. Se oía más a la gente hablar que a los músicos tocar.

Todo cambió cuando sonaron “Spirit On The Water” y “Highway 61 Revisited”. Con la primera, la banda se destapó y el piano del genio de Minnesota tomó otro cariz. Su voz, ya marchita y descompuesta, ganó un poco de calidez. Una versión elegante e hipnótica. Un antes y un después. A partir de ese momento, quizás tarde, el concierto empezó a remontar. Dylan se levantó del teclado, tuvo otra actitud y hasta se terminó colgando la guitarra. El público salió del amodorramiento en el que había ido cayendo en la primera parte de la actuación. La figura hierática del personaje histórico –sombrero blanco y americana de botones dorados- se hacía, por momentos, de carne y hueso.

Fue entonces cuando sacó de paseo los ritmos más vivos, cuando se escucharon las tomas más claras y directas, con destellos de ese folk primigenio que sólo Dylan sabe desempolvar con tanta autenticidad. El concierto se encarriló; le había cogido el punto. El colofón y la rúbrica llegó con el inesperado bis. Nadie se hubiera apostado un céntimo por que saliera de nuevo tras la despedida teniendo en cuenta su actitud. Pero sí. Y no sólo eso. Volvió para sentarse al piano y tocar “Like a Rolling Stone”. El clásico de los clásicos. El FIB la coreó y la aplaudió a lo grande. Dylan se había salido con la suya.

Después, en el mismo Escenario Maravillas, Bombay Bicycle Club ofrecieron un concierto algo irregular, pero enérgico y con un marcado aroma ochentero, que tuvo su punto más álgido cuando sonó su principal hit, “Shuffle”. La naturalidad con la que mezclan pop, folk y música de baile se hizo especialmente con el público cuando repasaron su último y certero disco, A Different Kind of Fix. Y, antes de Dylan, despidiendo el día, Miles Kane se marcó uno de los mejores conciertos de la jornada. Power pop de raíz mod con un excelente rendimiento en directo, que el músico británico defendió desbordante de ganas. El cierre con el coro de “Come Closer”, redonda, dejó muy buen sabor de boca.

Jorge Martí, anoche, al frente de La Habitación Roja.

En el Trident Senses, Jero Romero presentó su debut en solitario sobre el mismo escenario que hace dos años presenció la despedida de The Sunday Drivers. Las canciones de Cabeza de león son para degustar mucho mejor en sitios recogidos, pero aún así la interpretación de Charlie Bautista y el resto de la banda fue fantástica. Un formato acústico, repleto de matices, en el que Jero Romero se desenvolvió a las mil maravillas, sacando todo el partido a su chorro de voz. Y a las canciones del disco, que sonaron tremendas, además de presentar un par de estupendos nuevos temas. Antes, también en el Trident Senses, La Habitación Roja dejó un luminoso testimonio de su potente y convincente retorno a la senda de las canciones pop con alma, atrayendo al escaso público español en esta edición del festival.

Los momentos más divertidos y bailongos de la noche del viernes se vivieron en el escenario FIB Club. Desde la aparición de Joe Crepúsculo, con sus desternillantes presentaciones, sus adictivas y destartaladas canciones tecno-pop y sus ingeniosas letras. Lo petó. Después, Virginia Díaz empezó a calentar la madrugada con un carrusel de temazos (a pesar de los problemas técnicos), que dieron paso a los vinilos crepitantes de Los Hermanos Pizarro, haciendo sonar en pleno FIB sus melodías más añejas y bailables. Smart remató con una sesión guapísima; una mezcla de clásicos del punk-rock y toques de electrónica que puso el escenario al rojo vivo.

El FIB, sin embargo, todavía no ha cuajado una jornada de conciertos capaz de estar a la altura, ni de lejos, de los grandes momentos que se alcanzaron el año pasado, especialmente, con Portishead. A ver si hoy con The Stone Roses

SÁBADO 14

>The Stone Roses. Escenario Maravillas. 1.00.

En la segunda edición del FIB, la de 1996, no dejaron buen sabor de boca. Era un grupo que muchos idolatrábamos, al que le teníamos muchísimas ganas, pero les pillamos ya a la deriva, justo antes de su disolución. Después, las apariciones en Benicàssim de su cantante, Ian Brown, han sido bastante irregulares. Pero sus canciones son indelebles. La gente no las ha olvidado. Y parece que ha llegado el momento de recuperarlas en directo. La mítica banda de Manchester encabeza el tercer día de festival después de sus tres conciertos abarrotados en Heaton Park, cuyas entradas -220.000 en el total de las tres fechas- se vendieron en poco más de una hora, convirtiéndose en el concierto de rock cuyos tickets se han vendido más rápido en la historia. John Squire, Ian Brown, Mani y Reni dieron vida a los singles “So Young” y “Sally Cinnamon” y, sobre todo, a su extraordinario álbum de debut y su secuela, después de la interminable batalla legal con Silvertone, The Second Coming (1994). A la postre, epitafio para una banda que revolucionó el pop británico de finales de los 80 y sentó las bases para el de los 90. Melodías pop -de Beatles a Simon & Garfunkel-, bailables ritmos sincopados con un pie en el acid house y un virtuoso Squire a la guitarra, llenaron de sólidos argumentos brillantes como “I Wanna Be Adored” o “Fool’s Gold”.

>Robyn Hitchcock & The Venus 3. Escenario Trident Senses. 20.45.

Un clásico de culto desde que militara en The Soft Boys a finales de los 70, recuperando sonidos sesenteros en la onda The Byrds en plena ebullición del punk, con una formación con la  que a mediados de los 80 también formaría The Egyptians. Su carrera en solitario fue muy prolífica, pero no fue hasta 2006 cuando Robyn Hitchcock se unió a The Venus 3, una superbanda integrada por Peter Buck (incombustible guitarrista de R.E.M.), Scott McCaughey al bajo (también en R.E.M., The Young Fresh Fellows y The Minus 5) y Bill Rieflin (batería en Ministry y también en R.E.M.). Todos ellos estarán sobre el escenario Trident Senses del FIB. Casi nada al aparato.

>Crystal Castles. Escenario Maravillas. 3.00.

Su segundo disco homónimo publicado en 2010 les colocó en el mapa internacional de la música electrónica y experimental. El dúo canadiense formado por el productor Ethan Kath y la cantante Alice Glass tienen, además, un gran directo.

>Buzzcocks. Trident Senses. 22.00.

En 2009 ofrecieron un concierto algo regulero en el Ciclo Ricoamor del Auditori de Castellón. Pero a los autores de himnos punk-pop como “Ever Fallen in Love”, “I Don’t Mind”, “Promises”, “Fast cars”, “No Replay” o “Late For The Train” hay que tenerles el mayor de los respetos. Si tienen el día, los Buzzcocks llevan munición de sobra para liarla gordísima.

>The New Raemon. FIB Club. 23.15.

Ramón Rodríguez no para. Colabora en múltiples proyectos musicales (las más atinadas con Maria Rodés y haciendo trío con Francisco Nixon y Ricardo Vicente), produce discos (Manos de Topo, por ejemplo) y hasta publica cómics. Pero lo que mejor sabe hacer, como viene demostrando desde Madee, son grandes canciones pop. Como The New Raemon tiene un buen puñado de ellas en sus tres discos largos editados hasta el momento, además de diversos singles. Con banda, conciertazo asegurado.

>La Habitación Roja. Escenario Trident Senses. 20.45.

Con su octavo y último disco, Fue eléctrico, han vuelto por sus mejores fueros. Con naturalidad. Como siempre lo han hecho, con canciones pop sencillas y sinceras. La Habitación Roja regresan a Benicàssim tras una etapa complicada, a nivel personal y como banda, en la que la composición y la grabación del disco en los estudios Ultramarinos Costa Brava con Santi García, uno de los productores más demandados últimamente, les ha servido de catarsis. Y en los directos se dejan la piel para divertir y divertirse. El pasado mes de marzo para NMPNUTV les grabó esta actuación en directo de “Indestructibles” en los estudios Rockaway de Castellón:

>Department S. Escenario Trident Senses. 19.15.

Lo tenían todo para haber triunfado: buenas canciones, buen directo y un líder, Vaughn Toulouse, con carisma y dotes vocales e interpretativas de altura. No obstante, algo se torció con su sello Stiff antes de la publicación de lo que iba a ser su primer álbum, Sub-Stance, y los londinenses Department S se diluyeron antes de tiempo a principios de la década de los 80, no sin antes haber dejado temazos de la talla de “Is Vic There?”, “I Want” o “Going Left-Right”, tres gemas de after-punk directas y ásperas. Regresan con nuevo disco de la mano del compositor y guitarrista Michael Herbage y sustituto del malogrado Vaughn Toulouse, Eddie Roxy.

>Ham Sandwich. FIB Club. 19.45.

Nuevo cuarteto irlandés que factura un pop directo y festivo que se puede apreciar en canciones como “Keepsake”, “Oh-Oh” o “White Fox”.

>Modulok. Escenario Trident Senses. 18.00.

Trío madrileño que suena de cine, lo que les llevó a ganar el Proyecto Demo 2012 frente a los zamoranos El lado oscuro de la broca y el tinerfeño Holy Disgrace. El premio, tocar en el FIB. Además por duplicado, ya que el viernes 13 a las 14.00 también actúan en el Teatre Municipal de Benicàssim dentro de la programación del FIB Residence tras las proyecciones del festival de cortos.

DOMINGO 15

>New Order. Escenario Maravillas. 00.30.

Otra legendaria banda de Manchester será la que encabece el cartel del último día del FIB 2012. Formada por los componentes de Joy Division a partir d ela catarsis que supuso la muerte de Ian Curtis, con Bernard Summer (guitarra, voz y teclados), Stephen Morris (batería) y Peter Hook (bajo), al que se uniría Gillian Gilbert (teclados). Precisamente Peter Hook protagonizó uno de los momentos más vibrantes del FIB 2010, al rematar su repaso al Unknown Pleasures de Joy Division con “Love Will Tear Us Apart”. Summer, Morris, Gilbert y dos miembros de Bad Lieutenant -proyecto paralelo de Summer- formarán a los New Order que veremos en el FIB 2012. En los repertorios de sus últimos conciertos tras su reunión no faltan ninguno de sus grandes éxitos, como “Blue Monday”, “The Perfect Kiss”… Y también con “Love Will Tear Us Apart” de Joy Division.

>Ed Sheeran. Escenario Maravillas. 23.00.

Precoz es poco. Con 14 años, cuando todavía iba al colegio, sacó su EP de debut. Guitarrista, cantante y compositor, el británico Ed Sheeran ya ha alcanzado la mayoría de edad y ha lanzado su primer largo, con baladas, pop bailable y hasta rapeos, que han lanzado definitivamente su carrera.

>The Vaccines. Escenario Maravillas. 21.30.

Banda de Londres formada en 2010 y cuyo debut, el single Post Break-Up Sex, se editó a principios de 2011. Una bocanada de aire fresco, para el pop británico actual, con claras influencias de los grupos de chicas de los sesenta y del punk más melódico, tanto americano (The Ramones) como británico (Wreckless Eric). Un cocktail infalible de guitarras reverberadas y melodías pegadizas que han resucitado los temas pop directos de 2 minutos.

>La Casa Azul. Escenario Trident Senses. 23.45

Guille Milkway tiene un premio Goya a la mejor canción por “Yo también” (2010) y su quinto y último disco, La Polinesia Meridional, ha sido recientemente nombrado Mejor Álbum Pop del año en los Premios de la Música Independiente, además de ser número 1 en la lista de iTunes. Pero sobre, todo, tiene un montón de luminosas canciones, caracterizadas por su facilidad para fabricar melodías redondas. Especialmente las que compone para La Casa Azul, su principal proyecto, esas que casi todos hemos bailando en alguna ocasión, desde “La revolución sexual”, pasando por “Todas tus amigas” y hasta “Cerca de Shibuya”. El FIB ya le ha visto triunfar como la Coca-Cola varias veces.

>Stevie Jackson. Escenario Trident Senses. 22.15.

Stevie Jackson es uno de los compositores, guitarristas y cantantes de Belle and Sebastian. También es conocido por colaborar con grupos como The Vaselines o Russian Red, entre otros muchos. (I Can’t Get No) Stevie Jackson es el nombre de su esperado primer trabajo en solitario, cuyas composiciones no hacen sino demostrar su peso en la exitosa banda escocesa. Si bien se identifica fácilmente su desarrollo pop con toques sesenteros, Jackson abre el abanico hacia el rock o el soul con un resultado tan fresco como sobrio y experimentado. Y es que un largo recorrido acompaña al músico escocés: comenzó a darse a conocer como miembro de The Moondials y tras su disolución conoció a Stuart Murdoch, líder de Belle and Sebastian, con quien se lanzó a tocar sin pretensión de volver a estar en una banda. El tiempo acabó asentando su situación y motivaciones y terminó triunfando internacionalmente junto a Murdoch, firmando canciones como “Step Into My Office, Baby”, “Seymour Stein” o “Jonathan David”.

>The Antlers. FIB Club. 19.55.

The Antlers comenzó siendo un proyecto en solitario, casi de dormitorio, de Peter Silberman y sus inquietudes musicales. Nada más mudarse a Brooklyn comenzó a componer y se lanzó a grabar de manera independiente, naciendo así, de forma un tanto salvaje, los dos primeros álbumes. El multi-instrumentista Darby Cicci y el batería Michael Lerner se unieron a Silberman y tras grabar un par de Eps, sacaron Hospice, el álbum que comenzó a definir el actual sonido del grupo: pop de cámara con una singular base electrónica cada vez más agudizada. Burst Apart (2011) es el último trabajo del trío que, si bien ya puede optar a más medios y repercusión, no ha modificado su esencia de orfebrería, puesto que los de Nueva York han apostado de nuevo por auto-producirse cuidando personalmente hasta el último detalle.

>Cooper. Escenario Maravillas. 20.00.

Su líder, Álex Díez, es un clásico del FIB. Será su quinta actuación en el festival después de hacerlo con Los Flechazos en la primera edición, en 1995, y, ya con Cooper, en 2001, 2004 y 2009. Presenta nuevo disco, Mi universo (Elefant, 2011), grabado en los estudios Konk de Londres -el que fuera cuartel general de The Kinks- y con un sonido extraordinario. Presentó sus diez canciones a través de videoclips en las principales webs del país en lo que se demostró como una feliz idea. Su directo nunca falla.

>Thee Brandy Hips. FIB Club. 18.30.

El cuarteto donostiarra dispone de sello propio, Young Hipsters Records, registran parte de su repertorio bajo licencia Creative Commons y dejaron que su primer álbum, We Are Love (2009), en el que destacaba “V Empire”, se pudiera descargar gratuitamente en su página web. Toda una declaración de principios. Raincoat (2012), su segundo trabajo, sigue siendo pop. Tan pop o más como su debut. Guitarras y melodías redondas de filiación británica producidas por Jon Aguirrezabalaga. El álbum se grabó en el verano de 2011 en el estudio El Tigre de Bilbao y fue mezclado por Xabier Egia de We Are Standard. Once pildorazos pop como once soles.

>Juanita y Los Feos. Escenario Trident Senses. 18.00.

Son la bomba. Bajo el influjo de la idea de “hacer el gañán en un local de ensayo”, los madrileños han terminado perpetrando una mezcla de punk y pop agudo que invita a saltar a la primera escucha. “El final”, “Maldito Desagradecido”, “Baila Como Un Robot”, “Sisebuto” o “No Tengo Ritmo” son prueba de ello. Su último disco, Pesadilla adulta, no tiene desperdicio.

>Totally Enormous Extinct Dinosaurs. FIB Club. 23.00.

Funky, techno, deep house para bailar sin parar. Ha remezclado a Friendly Fires, Jonquil, Kate Perry o Lday Gaga. Y además nos lo recomienda Tormix DJ.

>Aldo Linares. FIB Club. 3.00.

Érase un hombre pegado al FIB. Su trayectoria como dj y músico ha estado siempre ligada al festival. Desde sus inicios. Ya sea abriéndolo o, como este año, cerrándolo. Antes desde el Velódromo de Benicàssim y ahora desde los escenarios del Recinto de Festivales. Aldo Linares es uno de los pinchadiscos de música indie más reputados de la escena española y sus gustos musicales siempre han estado muy ligados al cartel del FIB, donde también trabajó de periodista cuando se editaba el legendario Fiber. Este año también se anuncia actuación en directo sin horario ni escenario concreto…