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'Viejóvenes' abarrota por tres veces el Principal de Castellón con su humor de más y más chorradas

Imagen de archivo de 'Viejóvenes'.

Viejóvenes es uno de los espectáculos teatrales que más público arrastra en la actualidad. Está a punto de finalizar su segunda temporada -se estrenó en enero de 2015 para celebrar los doce primeros años de humor profesional- y los llenos completos su suceden. Castellón no fue la excepción. Apenas anunciado el regreso al Teatro Principal de Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla se dispararon las peticiones de entradas anticipadas hasta el punto de tener que añadir una tercera sesión en domingo al doblete previsto inicialmente para el día anterior….y venían de otro triplete en Alicante. En las tres (y en las seis): entradas agotadas, risas y aplausos para una producción que triunfa a nivel nacional con firma castellonense, la de la empresa Sueños Musicales.

La promoción no engaña: son dos horas seguidas de chorradas interpretadas a dúo, en el estreno de Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla en el formato de pareja cómica. Una vez con el espectáculo en marcha, Joaquín lo recalca: “esto no es humor para la reflexión o para quedarse pensando ‘qué habrá querido decir…’”. Nada de eso, sketches surrealistas, deudores de las escenas de Monty Python y también de Tip y Coll. Personajes ni jóvenes ni viejos, Viejóvenes (título tomado prestado al dúo musical humorístico Ojete Calor, que forman Carlos Areces y Aníbal Gómez... y que para nada apunta a un show conceptual), y otros por los que fluye ese humor manchego que les hizo famosos en programas televisivos como La hora chanante o Muchachada Nui. Su propuesta tiene dosis de escatología; sin exagerar, lo suficiente para ser considerado para adultos, socialmente incorrecto, obvio en algunos estereotipos de la comedia y con recuerdos a los televisivos chanantes con canciones como “Vivo con tu madre” o “Hijo de puta hay que decirlo más", en la que no falta un voluntario surgido de la platea, que en la primera sesión fue José Carterman, cantante del grupo castellonense Los Simples.

No faltan las proyecciones audiovisuales, que separan los gags. Cuando la pantalla vuelve a levantarse se observa una visita al doctor, algunas entrevistas televisivas con curiosos invitados, vendedores, un hipnotizador, el Señor Patata, con el que Joaquín Reyes demuestra su facilidad para el baile gracias a su privilegiado físico… Se ríen de sí mismos y también de sus amigos, y hablando de amigos, los siguen haciendo con comentarios que el propio Ernesto Sevilla califica como "gratuitos" y que en esta ocasión alcanza a Pablo Alborán, "alguien que a mí no me ha hecho nada".

Imagen del Teatro Principal de Castellón minutos antes de comenzar el espectáculo de Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla.

Se meten en sus curiosos personajes y por momentos les cuesta aguantarse la risa, como el número en el que con la ayuda de su ayudante castellonense Fernando Alcalá –también stripper en otro momento del show- están presentando un avanzado móvil de dudosas prestaciones prácticas. Los que no se la aguantan son los espectadores, que cuando cuenten a sus amistades lo que acaban de ver lo tendrán que hacer a plazos, porque un hilo argumental no existe más allá del encadenamiento de chorradas que te pueden dejar picueto, dentro de un show chichinabesco.