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Skizophonic pasa de fan a protagonista en un FIB que recupera el pop atemporal de los escoceses Travis

Skizophonic, en una foto promocional realizada en las gradas del velódromo de Benicàssim, donde nació el FIB en 1995.

Se han criado pasando una semana de cada verano en el recinto del FIB, desde aquel recordado velódromo al que han dedicado su tercer disco. Le deben mucho al festival que tienen a pocos metros de sus casas. Porque Skizophonic son de Benicàssim y se han criado con el FIB como tutor musical, absorbiendo múltiples y diversas influencias: pop, rock, garage, música bailable, psicodélica, incluso algo de soul… Tal vez la consecuencia de todo ello sea que hoy en día no tienen un estilo etiquetable con una sola definición. Ahora acaban de recibir una noticia con la que han soñado durante toda su vida musical: entrar en el cartel del Festival Internacional de Benicàssim, y lo hacen en el de la vigésima edición, la que tendrá lugar entre el 17 y el 20 de julio. Junto a los veteranos Travis y Razorlight, los nuevos Hozier, Chlöe Howl y La Femme y los primeros nombres españoles, Jero Romero, Triángulo de Amor Bizarro, Mucho, Kokoshca y El Último Vecino, aparece el de Skizophonic, allá en la parte baja de un cartel en el que todavía faltan tres cabezas de cartel; pero dentro, por derecho propio. Sin duda, un espaldarazo para reactivar una moral que más de una vez les ha planteado cuestionarse su continuidad.

La noticia les llega cuando Skizophonic ha abandonado el formato de quinteto que siempre les ha identificado por la obligada marcha de su guitarrista Dan Alcaide a Panamá por cuestiones laborales. Nacho Galí (voz y guitarra), Eloy Alcaide (teclados), Javi Gascón (bajo) y Carlos Cruz (batería) han decidido continuar sin buscar un recambio, aunque han introducido en sus directos a las Skizonettes (Sol González, Nuria Pallarés y Sofía Royo), quienes ya aportaron sus voces a su reciente disco,  Velodrome, tercero de los benicenses.

Skizophonic toma el relevo de Pleasant Dreams, que en la edición del pasado año acabó con trece años de ausencia de grupos castellonenses en el FIB, en cuyo cartel sólo habían conseguido entrar Madnoise (1997), Freses (1999) y Jonipai (2000). A la vez, será el primer grupo de Benicàssim que actúe en la historia del festival de su localidad. Aunque hay que apuntar que Skizophonic formó parte del Villacamp –conocido popularmente como pre FIB- del 2011, tras haber alcanzado la final del Proyecto Demo. Allí, en el escenario del antiguo cine Bohío, compartieron experiencia con Conecta4, The Last Band y Lula; y un año después lo hicieron Montefuji.

Travis traerá el recuerdo de los primeros FIB

La nueva tanda de doce nombres está encabezada por los escoceses Travis, que pondrán una de las notas de nostalgia para quienes añoran los primeros años del FIB. En 2000 se estrenaron en Benicàssim con sus medios tiempos de bonitas y evocadoras melodías guitarreras y vocales. Era su época de mayor renombre, gracias a sus dos primeros LPs: The good feeling (1997) y The man who (1999). Veinticinco años y siete discos avalan a este cuarteto formado por Fran Healy (guitarra y voz), Dougie Payne (bajo y coros), Andy Dunlop (guitarra, banjo y coros), y Neil Primrose (batería), que el pasado año editó Where you stand.

También resultó más que prometedor del arranque de Razorlight, la banda anglo-sueca liderada por el cantante y guitarrista Johnny Borrell, con los discos Up all night (2004) y Razorlight (2008), aunque a continuación la expectación decayó, con el añadido de un detalle que les proporcionó mala popularidad: su negativa a ceder un porcentaje para la caridad correspondiente a su actuación en el Live 8 de Hyde Park (Londres)… lo que ocurrió unos días después haber teloneado a Queen con Paul Rodgers a la voz. La publicación del primer disco en solitario de su líder el pasado año apuntaba a un cierre definitivo, pero en este 2014 el grupo regresa a los escenarios.

En el inicio de su carrera se encuentra el irlandés Hozier. Con sólo dos EPs, Take me to the church (2013) y From Eden (2014), ha alcanzado una enorme repercusión gracias al videoclip de “Take me to church”, un canto contra la homofobia que en apenas tres días había conseguido más de 150.000 visitas en Youtube. Voz que se hace notar a la primera con sabores procedentes del soul, góspel, R&B y jazz.

La diéresis tendría que ir situada sobre la ‘e’, pero un error en la partida de nacimiento dio lugar a Chlöe Howl, una pelirroja inglesa que con sólo 19 años ha conseguido que su voz sea comparada con la de Adele, aunque con una intención más bailable. Dos singles, “No strings” y “Paper water”, y la fama, antes incluso de su primer LP, de título homónimo y editado en este 2014.

Poco habitual resulta la fórmula de los franceses La Femme (la teclista y vocalista Sacha Got y el guitarrista Marlon Magnée): electrónica, punk y surf… desde Kraftwerk a Link Wray, pasando por la Velvet Underground. Tres EPs y un LP, “Psycho tropical Berlin” (2013), cuyo título reúne los tres conceptos que marcan su música.

Y aparecen los primeros nombres españoles

Castellón ya es para Jero Romero como su segunda casa. Pasó por el FIB con The Sunday Drivers, escogiendo el festival benicense para la despedida del grupo toledano tras cuadro discos de pop con gancho. Y También en el Festival de Benicàssim presentó su primer disco en solitario en 2012, el mismo año que participó en la fiesta de tercer aniversario de Nomepierdoniuna en el Teatro Principal de Castellón (vídeo de abajo) o en el Arenal Sound de Borriana el año pasado. A este 20º aniversario del evento benicense llegará con su banda en plena gira de presentación de su segundo disco, de nuevo financiado por sus fans a través de Verkami, con un éxito apoteósico: en un solo día reunió los 13.500 euros que solicitaba.

El noise de los gallegos Triángulo de Amor Bizarro encontró respuesta inmediata entre el público. Su debut de 2007, de homónimo título, les valió la bendición del sector indie amante de los sonidos más intensos. Antes habían llegado dos años consecutivos (2004 y 2005) hasta las semifinales del Proyecto Demo. Cuatro discos después, siguen triunfando, como lo demuestran los reconocimientos recogidos por su Victoria mística (2013).

Rock psicodélico con aires setenteros, o cósmico, a cargo de los toledanos Mucho, aunque suene más rimbombante “pop cósmico y rock grecolatino”. Les gusta hablar de la muerte para volver a la vida, como lo demostraron en su conceptual segundo disco, El Apocalipsis según Mucho. Pero consideran que es hora de explorar nuevas temáticas y sonoridades.

El trío navarro Kokoshca ya acumula tres discos. Apuestan por un pop-rock imaginativo, absurdo, retorcido, con huellas de Lou Reed, de Jonathan Richman, de Yo La Tengo. Abiertos a múltiples opciones ni siquiera descartan colaboraciones de su paisano Drogas (ex Barricada), como la que se produce en su disco de 2013 Hay una luz.

El Último Vecino es el proyecto en solitario de Gerard Alegre Dòria, un enamorado del pop y la electrónica de los 80: Aviador Dro, The Cure, OMD, New Order… con un halo lo-fi. No se considera un nostálgico, a pesar de las mentadas referencias y de haber editado su primera grabación en formato cassette.

El rock garagero siempre parece tener preparado el relevo. Mientras los veteranos siguen impartiendo lecciones de melodía y brillantes estribillos, por abajo surgen nuevas bandas que mantienen vivo el legado. Es lo que ocurre con The Parrots, que acumularon cinco años de maquetas y directos antes de editar el single “De De Dangerous” (2013).77

A la espera están los nombres que encabecen esta 20ª edición, al lado de los británicos Kasabian, situados por encima de los ya anunciados Paul Weller, Paolo Nutini, Lily Allen, Jake Bugg, Chase & Status, Tinie Tempah, M.I.A., Example, Katy B, Tame Impala, Above & Beyond, Manic Street Preachers…

Mientras tanto el abono para cuatro días sigue a la venta por 149 euros, así como el VIP Ticket (325 euros) y el suplemento para el camping Villacamp (80).