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Promotores CS en la COVID-19 (2). Óscar Cortés: "Me provoca malestar reivindicar para el sector en estos momentos; sí a las medidas genéricas para todos"

Óscar Cortés Salás, de Sueños Musicales.

Óscar Cortés Salás es uno de los socios fundadores de Sueños Musicales. Además de ser su imagen más visible, se encarga principalmente del apartado de la contratación y el management de esta compañía ubicada en Castelló hace ya más de quince años. La comedia y la música son sus parcelas artísticas principales, sin obviar otras artes escécnicas, como la danza. En su roster, nombres tan importantes como el violinista Ara Malikian, cómicos como Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla, Edu Soto o Leo Harlem, además de polifacéticos como Luis Piedrahita o Santi Millán, el mago Jorge Blass, el cómico y músico Álex O'Dogherty & La Bizarrería o el dúo castellonense Desiguales, entre otros. Además, organizan giras españolas (totales o parciales) de artistas internacionales, como las recientes de Meute, Ballet de Moscú, The Divine Comedy o Mark Lanegan.

En estos momentos la actividad de Sueños Musicales es nula, pero no considera que el sector cultural deba tener un trato especial a nivel de ayudas en relación al resto de ámbitos golpeados por la crisis de la COVID-19. Bajo su punto de vista, la salud es lo primero y ayudar a los más necesitados, la prioridad a nivel de apoyos. Óscar Cortés Salás es el protagonista del segundo capítulo del serial que Nomepierdoniuna dedicada a promotores culturales castellonenses.

Óscar Cortés, sentado a la derecha, es manager de Joaquín Reyes y a través de Sueños Musicales trabaja con cómicos como Javi Sancho (de pie).

>¿Cómo está afectando esta crisis a tu empresa (suspensiones de actuaciones, giras, cese de actividad, reducción de plantilla…)?
En la actualidad hemos aplazado más de 20 actuaciones programadas entre marzo y junio. La facturación ahora mismo es nula. Nuestro sector es uno de los más dañados por esta crisis. ¿El motivo? Ofrecemos experiencias donde la afluencia del publico y congregación del mismo es la base de nuestro trabajo. Nuestra actividad cultural confluye con el ocio y esta se realiza en espacios aptos para su desarrollo, ya sea para grandes y/o pequeños formatos, pero es importante la asistencia de un gran número de personas para poder realizarlos. Ahora mismo es inviable, por la seguridad y salud de todos nosotros.

>¿Alrededor de cuántas actuaciones habéis tenido que suspender?
Unas 22 actuaciones y las que entendemos que todavía quedan por venir. De las cuales se ha procedido a la devolución del importe económico a todos nuestros clientes, asumiendo todos los gastos de producción y campañas publicitarias.

>¿Con qué perspectiva temporal estáis trabajando ahora (es decir, tenéis algún mes en el que en estos momentos aún no deis como perdido con seguridad)?
Tengamos en cuenta que antes de la pandemia muchos espacios ya estaban programados para 2021 y a esto se le suma que hay que reubicar actuaciones de 2020. Con lo cual el 2021 va a ser un año con sobreprogramación y gran oferta en un mercado mermado y diría que roto económicamente. Muchas empresas destruidas y mucha gente en el paro. Nuestra empresa tiene en cuenta esto y vamos a adaptarnos tomando medidas. La primera de ellas será bajar los precios. Ante esta situación y la incertidumbre que nos impide trabajar con normalidad damos por perdido este año y queremos centrarnos en enero de 2021. Tal vez se pueda salvar noviembre y diciembre (siendo muy optimista), pero ahora mismo son meras especulaciones y no lo sabremos hasta llegado el mes de junio.

“Damos por perdido este año y queremos centrarnos en enero de 2021”

>Pero el ocio cultural será de los últimos en recuperarse y no lo podrá hacer de hoy para mañana.
Otro de los problemas que va a encontrar nuestro sector es que cuando recuperemos la normalidad, la industria musical y teatral todavía no habrá arrancado. La actividad se ordenará de forma escalonada, prohibiendo por normativa las grandes aglomeraciones de personas. Además, hay que tener en cuenta que la venta de entradas necesita estar a disposición del público con meses de antelación. Si no disponemos de esta posibilidad es complicado, por no decir imposible, organizar o producir cualquier evento, ya que no podemos hacer un concierto en el que las entradas estén a la venta 15 días antes.

>Y faltará ver cómo reacciona la gente cuando pase esta crisis sanitaria. Si tendrá ganas o no de acudir a espectáculos, y pagando.
Ahora mismo la mayoría de personas no estamos pendientes de comprar entradas para eventos que se van a celebrar este verano. El panorama actual, y sobre todo la  incertidumbre, está colapsando y fulminando nuestro sector de forma muy rápida. Está hundiendo este sector. Todo esto hace que muchos de nosotros no podamos ir más allá de la situación presente. Las dudas surgen en si mantener el trabajo de las campañas de publicidad y comunicación, o paralizarlas. Estamos pendientes de las normativas del Gobierno central. Como digo, es todo incertidumbre. Nosotros hemos preferido adoptar medidas e ir dando por perdido el año, como antes decía. Vamos a ver desaparecer muchos festivales y empresas que durante años nos han acompañado. Y solo aquellas empresas que hayan hecho bien los deberes, tengan solvencia y una estructura empresarial sólida superarán esta situación.

“El panorama actual, y sobre todo la  incertidumbre, está colapsando y fulminando nuestro sector de forma muy rápida”

>¿Estás participando en reuniones del sector?
Somos socios de Arte y MúsicaProCV (Asociación de Promotores de la Comunitat Valenciana). Estamos en contacto con la mayoría de los socios y realizando un estudio a través de encuestas sobre las pérdidas del sector de cada uno de nosotros. Su finalidad es valorar medidas que podemos adoptar para que este daño sea el menor posible.

>¿Cuál es tu pronóstico sobre la realidad de la cultura una vez pase esta crisis sanitaria?
Si hablamos del concepto cultura, opino que va a ser uno de los momentos de mayor creatividad del sector y a nivel artístico. Muchas personas se están descubriendo en lo que necesitan de verdad y lo que no quieren en su vida. Parar ayuda a reflexionar. Yo intento ver el lado positivo de todo esto. Sin olvidarme del drama que supone para muchas personas que deben ser las primeras a las que el gobierno y todos los ciudadanos debemos apoyar, antes que a nuestro sector o cualquier sector. El bienestar social de nuestros ciudadanos (familiares, amigos, allegados, conocidos, vecinos...) es lo más importante. Un país que goza de salud, goza de creatividad, de economía y de una buena cultura.

“Si hablamos del concepto 'cultura', opino que va a ser uno de los momentos de mayor creatividad del sector y a nivel artístico”

>¿Te parecen correctas las medidas (o intenciones) anunciadas hasta ahora desde las instituciones?
Te diría que ahora mismo lo más importante es otra cosa. Me provoca malestar revindicar o solicitar dinero público a las instituciones en este momento como mucha gran parte del sector solicita. Hay cosas más importantes que atender. La salud de nuestras personas mayores es lo más valioso... La de nuestros sanitarios, nuestros sobrinos o hijos. Habrá tiempo para revindicar con mayor profundidad. Sí estoy de acuerdo en que se tomen medidas genéricas para todos, que no agoten a las pequeñas pymes, autónomos y a empresas con alto riesgo de desaparecer de las que dependen familias. Con una quita de cuotas de autonómos, impuestos e incluso con normativa o leyes improvisadas para proteger a los más frágiles en sus hipotecas, alquileres, y de haber ayudas que estas vayas destinadas a las más pequeñas y desfavorecidas. No hacer distinción por sectores sino más bien por riesgo. El mismo derecho ha de tener una panadería que una empresa como la mía. Aquellos que podemos aguantar esta crisis con mucha dificultad pero con algo más de dignidad, creo que debemos tener un acto de solidaridad con el resto de personas. Si el mundo ha llegado a donde estamos en parte creo que ha sido por falta de humanidad, y esto no es más que la suma de responsabilidad, solidaridad, generosidad y empatía.

>A nivel personal, ¿qué medidas consideras indispensables para paliar en lo posible el impacto en el sector cultural? A corto plazo…
Que las instituciones y administración cedan los espacios públicos sin coste para los empresarios musicales y teatrales que quieran realizar sus proyectos. De este modo bajar el riesgo de sus proyectos y así ayudar a fomentar la actividad y creación de puestos de trabajo. Que el IVA cultural se elimine temporalmente hasta que nos encontremos con un sector recuperado. Que el ministerio de Cultura pacte con la SGAE un tanto por cien de derechos de autor para los directos en función de los ingresos a cada autor. Esto nos hará tener un sector más sostenible donde los más desfavorecidos tengan más oportunidades y, por otra parte, que los promotores tengamos con esta medida más facilidad a la hora de realizar nuevos proyectos musicales o teatrales. Un sector que se adapte al siglo XXI. Que a los sistemas de venta online por normativa se limite las comisiones por distribución. Quita de impuestos, cuotas de autónomos a pequeños empresarios y pymes durante el periodo de no actividad. Que esto ayude a que no desaparezcan los emprendedores, que son los responsables de gran parte de la actividad.

“Aquellos que podemos aguantar esta crisis con mucha dificultad pero con algo más de dignidad, creo que debemos tener un acto de solidaridad con el resto de personas”

>A medio plazo…
Aprovechar esta crisis para mejorar el sector. La creación de una asociación que de verdad regule el sector musical. De este modo crear un techo en las contrataciones millonarias en las que ahora mismo están sometidos a subastas muchos festivales y giras de artistas internacionales. Esto está provocando que los grandes beneficiarios sean las grandes estrellas y el más perjudicado el usuario final. A la larga las empresas grandes del sector están provocando un negocio ambicioso y poco sostenible. Paradójicamente, estas grandes empresas que controlan el negocio se dañan a sí mismas. Si se continúa por esta línea no se habrá aprendido nada. Hay que ver lo que está pasando con el fútbol, que no es muy diferente al sector más alto de la industria de la  música. Tomar mayores medidas con la reventa de entradas. Tenemos mecanismos informáticos  y tecnológicos suficientes que pueden establecer la compra personaliza de entradas y evitar fraudes. Con estas medidas el sector tendría una bombona de oxígeno para subsistir y reinventarse.