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Paranimf de la UJI. Cultura para “una inmensa minoría”

Una imagen de la obra 'Réfugiée Poétique', de Claire Ducreux.

El Paranimf de la Universitat Jaume I ha cerrado temporada con sendos espectáculos de José Sacristán y Xavi Castillo. Dos nombres mediáticos con gran poder de convocatoria, como también lo han sido Carmen París, Maria del Mar Bonet –fue quien arrancó el curso 2014-15 a principios de octubre, dentro del festival de música en valenciano Trovam!- o Albert Pla. Sin embargo, no es el perfil comercial el que centra la programación cultural que a lo largo del curso académico se desarrolla en el espacio de la UJI. Según indica Antoni Valesa, director artístico y técnico del Servei d’Activitats Socioculturals de l’UJI, el destinatario es “una inmensa minoría” a la que se ofrece una serie de propuestas “con compromiso ético y estético que motiven a la reflexión y que cuestionen el discurso dominante”.

Obras de autor, innovadoras, apartadas de los circuitos más convencionales. La danza contemporánea encuentra su refugio en el Paranimf, convirtiéndose junto a las actividades que organiza A Tempo Dansa en Vila-real (además de otros certámenes puntuales como el Ciudad de Castellón), en uno de sus escasos escaparates. El teatro de autor o el que practican las compañías que buscan la apuesta de riesgo es otro de los pilares de su programación, en la que también está incluida la Mostra Reclam. El cine apuesta por Nou Cinema y al mismo tiempo por clásicos de la gran pantalla, convirtiéndose en la principal pantalla para recuperar obras maestras del séptimo arte. Y dentro de este apartado han aparecido dos novedades: el documental del mes y el traslado desde Benicàssim de CinemaScore, el festival que aúna cine y música en vivo. Música en directo, una disciplina que ha ido reduciendo su cuota conforme ha transcurrido el curso, siendo en el último trimestre la menos representada. Y junto a todos ellos, la labor formativa, a cargo del Aula de Teatre Carles Santos, al igual que el Taller Trastorn Visual, el Orfeó y la Big Band.

Casi cien espectáculos después, Antoni Valesa realiza para Nomepiedoniuna el balance de la recién concluida temporada de un proyecto cultural surgido en el otoño de 2009 y que convierte al Paranimf en un centro de referencia para quien busca en las artes escénicas algo más. Avanza para el próximo curso una fuerte apuesta por la danza contemporánea, incluyendo Caída libre, la obra de Sharon Fridman que este año ha recibido el Premio Max al Mejor Espectáculo de Danza; así como One-hit wonders, de Sol Picó; o La suite del reloj.

Toni Valesa, máximo responsable de la programación del Paranimf de la UJI.

>¿Qué balance numérico queda de la temporada del Paranimf de la UJI?
Desde nuestra perspectiva de ver la Cultura como servicio público, solemos relativizar las cifras porque puede resultar perverso al compararlas con otro tipo de propuestas de perfil más mediático. Nosotros solemos decir que trabajamos para una inmensa minoría y que nuestro objetivo es ir sumando en una línea de programación que prioriza el compromiso con los valores sociales, éticos y estéticos de la cultura. Así y todo el balance numérico lo consideramos bastante bueno atendiendo al carácter peculiar de nuestras propuestas; hay que tener en cuenta que algunos de los espectáculos son de aforo reducido. Alrededor de 10.000 espectadores, que medidos en términos relativos suponen muchos más, y cabe destacar que mediante las taquillas se ha recuperado más del 35% de los cachés.

>¿Y el balance en cuanto a sensaciones?
La sensación principal es que el Paranimf se consolida como una oferta cultural diferenciada en las comarcas castellonenses. Es un equipamiento de referencia en nuestro ecosistema cultural, donde la gente encuentra atrevidas propuestas en cine, música, teatro y danza.

Maria del Mar Bonet abrió el curso en el Paranimf y consiguió un lleno completo.

>¿En qué espectáculos se ha logrado el lleno completo?
Como apuntaba, hay espectáculos que por sus características técnicas y artísticas tienen un aforo reducido, ésos evidentemente se completan y la demanda supera a la oferta. Cuando utilizamos la sala a aforo completo es más difícil llenarla, pero el nivel de ocupación es bastante bueno. Sacando una media, superamos el 60% de ocupación.

>En esas cifras totales parece que predomina el público no universitario. ¿No es así?
Hay de todo, depende del tipo de la propuesta. El Paranimf es una puerta abierta de la Universitat Jaume I a toda la ciudadanía. A veces hay más población universitaria y otras, público en general. Incluso por el sistema electrónico de venta hemos detectado la presencia de gente que se desplaza desde la ciudad de Valencia.

>En Castellón se dice con frecuencia que el público universitario no responde en la medida que cabría esperar de acuerdo a su población. ¿Qué motivos expondrías?
El público universitario responde muy a su manera. Sus agendas de estudio van muy repletas y no siempre están dispuestos a abandonar lo estrictamente académico para acudir a una actividad cultural. Como el grueso de las actividades se desarrolla en fin de semana, la mayor parte de estudiantes que acude son los que residen en la ciudad. También depende de la propuesta: la música más mediática es a la que mejor se responde y el estudiantado acude en masa a actos de la semana de bienvenida y fiesta de la Universitat. Nosotros somos el contrapunto de los espectáculos de masa, pero estamos contentos con la respuesta universitaria, que va creciendo. El alumnado, a medida que se familiariza con las ofertas socioculturales de la UJI, las valora en su justa medida. No tenemos un segmento multitudinario de público, pero sí un segmento altamente fiel a nuestra programación.

>Aunque han actuado las formaciones pertenecientes a la UJI, se ha observado un descenso en las actividades musicales. ¿Cuál ha sido el motivo?
La oferta musical en nuestras comarcas es amplia y diversa a todos los niveles, contamos con una intensa producción local, hay muchos conciertos en salas, festivales de todos los estilos en muchas localidades cercanas, ahí no podemos competir ni lo pretendemos. Nuestra oferta es muy puntual y depende de un presupuesto muy ajustado, cabe recordar que sufrimos un recorte del 70% al poco de iniciar nuestras actividades y nos hemos tenido que readaptar. Al margen de los grupos en gira, tal vez habría que realizar un amplio programa de gestión para canalizar el potencial que en el campo de la música tienen tanto los músicos ya consolidados como de los emergentes radicados en nuestras comarcas.

La Big Band UJI, dirigida por Ramón Cardo, fija en las programaciones.

 >¿Quiénes y cómo os repartís la programación en sus diferentes apartados?
El trabajo que realizamos siempre responde a la filosofía de equipo, nunca es estrictamente cerrado. Hay algunas personas que posiblemente somos más visibles de cara al exterior, pero sin el resto del equipo no somos nadie. El núcleo central del Paranimf son las propuestas artísticas que se dan cita en el escenario, bien sea en la pantalla, en la caja escénica o en cualquier rincón de la sala, esto es lo que le queremos hacer llegar al público. Nuestro objetivo es devolverle al ciudadano una parte de sus impuestos en forma de cultura de la mayor calidad posible dentro de lo que nos permiten los presupuestos que manejamos. Participamos en la elaboración y diseño de programación desde la diferentes Aulas, pero la maquinaria funciona de manera conjunta: limpieza, personal de sala, personal técnico y administrativo, hasta el personal del pequeño ambigú de la entrada; sin esa coordinación y complicidad el resultado sería distinto. Es un proyecto de toda la gente que aportamos nuestro granito de arena al día a día del Paranimf.

>¿Existe un criterio general de selección de las actividades a programar?
El criterio, como señalábamos al principio, son propuestas con un alto compromiso ético y estético que motiven a la reflexión y que cuestionen el discurso dominante. Una de las funciones de la Cultura es que la gente se haga preguntas, que dude y que se plantee la realidad en que vive, no exenta del bombardeo de la manipulación. El analfabetismo funcional es uno de los problemas de la sociedad actual.

>Además de las actividades propias en la Universidad, la UJI también realiza colaboraciones con otras entidades y eventos culturales, como el Festival de Teatro Clásico de Peñíscola. ¿En qué actividades fuera del ámbito universitario participa en la actualidad?
La Universitat Jaume I es una institución tan grande que colabora en un montón de eventos, de manera indirecta en casi todos, de manera directa en muchos y tangencialmente también en unos cuantos. En el Teatro Clásico de Peñíscola la colaboración es puntual porque este año dan cabida a una parte teórica y se circunscribe sólo a ese ámbito.

Función de final de curso del Aula de Teatre Carles Pons.

>Otro apartado muy importante es el formativo. Por ejemplo, el Aula Carles Pons se encarga de la formación teatral y de danza. ¿Cómo está el nivel de participación en este apartado?
En este sentido, sí que tenemos todos los años overbooking y nos vemos obligados a abrir listas de espera, si en la franja horaria de la tarde tuviéramos espacio para albergar el doble de cursos de los que ofrecemos agotaríamos las plazas sin problemas. Todos los años la demanda es superior a la oferta que podemos ofrecer tanto por infraestructuras como por presupuesto.

>Como persona involucrada en la cultura y coincidiendo con esta época de cambio de signo político, ¿cuál consideras que sería un buen modelo para convertir la cultura en un valor con mayor peso dentro de Castellón?
¡Bufff! ¡Qué pregunta! El tema nos daría para un monográfico, pero así rápido y pronto es considerar la cultura como un alimento indispensable para la vida, el pan y el vino de nuestra salvación, no como un artículo de lujo; la cultura no es el ornamento de la vida, es el fundamento. Tanto desde la gestión, como desde las personas en general, debemos tomar la cultura como un verdadero servicio público y no caer en las tan de moda omnipresentes leyes de mercado. Así, siempre habría que partir de la cultura como servicio público entendido como la respuesta a una necesidad social que la economía de mercado no puede satisfacer, como la sanidad o la educación públicas. El derecho a la cultura como derecho a la igualdad de oportunidades, derecho a la sanidad o derecho a la educación. En los últimos tiempos, el modelo de sociedad neoliberal ha obrado en contra de esta concepción cultural y entre muchas otras cosas en contra la guinda del 21% del IVA ha hecho estragos en el sector.

>¿Algún avance de lo que se podrá ver en el Paranimf la próxima temporada?
Estamos cerrando la programación hasta final de año. Comenzaremos a mediados de septiembre con el curso académico, tendremos la programación regular y a falta de concretar algunas fechas dedicaremos atención especial a la danza contemporánea: tendremos el espectáculo de danza triunfador de los pasados Premios Max Caída libre, de la compañía de Sharon Fridman, también se incluirá el último montaje de la compañía Sol Picó, One-hit wonders, o La suite del reloj, un potente espectáculo que con aires de flamenco contemporáneo combina música danza y circo, además de un amplio abanico de propuestas que anunciaremos cuando tengamos cerrada toda la programación.

_Imagen de portada: Caída libre de Sharon Fridman. Foto: Saris & den Engelsman.