- nomepierdoniuna - https://www.nomepierdoniuna.net -

Mishima regresa a Castellón con ganas de resarcirse

David Carabén, líder de Mishima. Foto: Omar Corrales.

David Carabén reconoce que llegó muy justo de voz en su anterior visita a Castellón, en 2010 en el Paranimf de la UJI, debido a que era el cuarto concierto consecutivo en un fin de semana; y que tiene muchas ganas de desquitarse. Entrevistamos al líder de Mishima para descubrir algunas de las claves de la gestación y grabación de su recién editado sexto disco, L’amor feliç (TRIS-Warner, 2012), que este viernes 11 de mayo a las 23.00 presentarán en la sala Opal del Grao en una de las primeras fechas de la gira iniciada en abril. David, además, demuestra muy buena memoria, ya que recuerda como “importante para la banda” su primera actuación en Castellón, nada menos que en la sala Ricoamor.

Recordamos que mantenemos abierta la promoción para asistir gratis al concierto de Mishima en Opal, que por cierto está siendo todo un éxito con cerca de 40 participantes en sólo dos días. Si quieres participar en el sorteo de 6 entradas individuales envía un e-mail a nomepierdonimedia(arroba)gmail.com con la frase “Quiero ir al concierto de Mishima” en el asunto antes del viernes 11 a las 12.00. En el mensaje has de indicar tu nombre completo y un teléfono de contacto. A l@s afortunad@s se les comunicará el resultado antes de las 14.00 del mismo viernes y también se comunicará por Facebook. Si no hay suerte, las entradas anticipadas cuestan 12 euros (Discos Medicinales, Discos Ritmo, Gran Casino Castelló o entradas.com) y 15 € en taquilla.

>¿Cómo termina una versión de Georges Brassens cantada con Laetitia Sadier en un concierto, “No existeix l’amor feliç” (Palau de la Música Catalana, marzo de 2011, vídeo de abajo), en canción y leitmotiv principal de un disco? ¿Cómo se termina apostando por un mensaje tan devastador como el de la letra de esa canción para protagonizar y titular un disco?
Estábamos muy contentos de cómo iba yéndonos la gira de Ordre i aventura y tuvimos la idea de sacar en primavera lo que hubiera sido un EP con seis u ocho canciones de amor. Un poco al estilo de lo que hizo The Divine Comedy con su A Short Album About Love. Una de las canciones que lo motivó fue la versión que hice en catalán de la canción de Brassens. La tocamos en el concierto del Palau de la Música con Laetitia Sadier. Pero al final la idea del mini LP no prosperó, aunque en ella se encuentra el embrión de L'amor feliç.

>El “No penso tornar a veure mai més” de la primera canción que habéis lanzado en videoclip, “L’última ressaca”, se entiende que es el autoengaño en el que caemos todos pero, ¿también como metáfora de otros autoengaños?
Todas las canciones acaban teniendo el significado que les encuentra quien las escucha. En el propósito de no volver a beber nunca más que defraudamos y reconstruimos cada fin de semana, seguramente se encierren más contradicciones de las que parecen, sí.

>¿Cómo ha influido en la gestación y grabación del disco el hecho de que tuviera tanto éxito el anterior y que la gira se prolongara hasta más allá de los 80 conciertos?
Es lo que te decía en la primera respuesta. Precisamente de las ganas de alargar la gira salió la idea de sacar un mini LP con el objeto de no interrumpir demasiado la gira. Por otro lado, es a partir de la seguridad que vamos cogiendo como banda que me permití, ya desde el proceso de composición, apostar por estructuras de canción más moldeables y abiertas a las nuevas capacidades de la banda.

>En este disco muestras distintos registros de voz con respecto a tu habitual forma de cantar, desde las recitadas “Ossos dins d’una caixa” o “Rilke” a la aguda “Ningú m’espera”. ¿Es algo que surge espontáneamente en la propia composición o se busca?
Creo que en la historia de todo intérprete, en su aprendizaje, se debe encontrar lo que a mí me ha sucedido. Cuando empiezas a cantar te dejas llevar por el sentimiento y cantas un poco a lo loco, probando cosas y pensando que lo puedes cantar todo. En una segunda fase, después de verte en vídeos y de escuchar las opiniones de tus compañeros, intentas cantar de forma más controlada, sin dejarte llevar en exceso, y apuestas por aquello que consideras que es tu mejor registro. En la tercera fase, que es donde creo que me encuentro, ya sé cuales son mis puntos fuertes y mis puntos flacos. Y aunque normalmente me ciña a lo que sé hacer, estoy dispuesto, si la canción lo exige, a arriesgar un poco más. Ya desde que compuse "Ningú m'espera" sabía que la canción exigía de la voz esta manera de cantar, al límite de mis capacidades, porque le aportaba una carga dramática que le iba muy bien a la canción.

>Como Ordre i aventura, L’amor feliç lo habéis grabado con Paco Loco en su estudio de El Puerto de Santa María. ¿Qué os da?
Paco Loco hace que el período normalmente tedioso de la grabación, a parte de convertirse en uno de los momentos más divertidos e interesantes de nuestra vida como grupo, sea también un auténtico desafío a nivel artístico. Según el sonido que le puedas dar a una canción, esta te puede hacer pensar en Hawai o en Alemania, en los años cincuenta o en los ochenta. Y en ese estimulante debate, tan rico de sonidos, referencias y connotaciones, Paco es un guía cojonudo.

>En los tiempos que corren para la industria discográfica, ¿qué ventaja tiene publicar los discos con una gran compañía como Warner?
Warner es una compañía muy grande y con mucha historia. En cada disco que hemos sacado hemos ido buscando el mejor aliado posible para hacer llegar nuestra música al máximo número de público y en las mejores condiciones posibles. Cuando surgió la posibilidad de licenciar el disco con Warner no lo dudamos ni un segundo.

>La anterior vez que actuasteis en Castellón (octubre de 2010 en el Paranimf de la UJI) era un escenario muy diferente al de la Sala Opal, con el público sentado y otro tipo de acústica. ¿Qué diferencia hay entre una actuación en teatro y una en sala de conciertos a efectos de preparación o mentalidad de la banda?
La diferencia es bastante grande. Pero nos gustan las dos maneras tanto de tocar como de ver un concierto. En un teatro o un auditorio, con el público sentado, se establece una relación más íntima y más intensa con el público, más estrictamente musical. En una sala hay que seducir al público de otra manera. Porque de pie la gente se cansa más, la visibilidad es peor, y esto exige de ti que el concierto tenga un componente físico más evidente.

>Desde aquel concierto también ha habido un importante cambio de formación en la sección rítmica, que además en Mishima es especialmente importante, aunque Óscar d’Aniello (Delafé y Las Flores Azules) ya no vino al Paranimf…
Sí, en el Paranimf ya vinimos con la formación actual. Pero creo recordar que era nuestro cuarto bolo en un fin de semana, habíamos tocado en Valencia, Xàtiva y Artà, en Mallorca, y yo llegué muy justo de voz. La paella que nos prepararon en el Paranimf me devolvió parte de la capacidad vocal. Pero aun así me quedé con las ganas de dejar una mejor impresión...

>¿Mejor hacer bandera con el idioma de las canciones o hacer canciones de bandera sin importar el idioma?
Me quedo con lo segundo. ¡Ja, ja, ja!

>¿Qué ventajas e inconvenientes tiene compartir agencia de management (Fina Estampa) con pesos pesados como Manel, Antònia Font, Jaume Sisa, Nacho Umbert…?
Todo son ventajas. No solo porque tienes la oportunidad de conocer a buenos artistas y compartir con ellos experiencias, sino también porque eso quiere decir que al cargo de tu carrera está un manager extraordinario como Gerardo Sanz.

>Un disco clásico que consideras poco valorado.
Cualquier disco de Elliot Smith.

>Un hallazgo musical reciente.
Me gustó mucho el debut de Wu Lyf.

>Un concierto que no olvidarás nunca.
El de Pixies en Studio 54, creo que con Pale Saints, en la gira del Bossanova.

>Un grupo, disco y/o garito de Castellón.
Ricoamor es el primer sitio donde tocamos hace ya muchos años. No hemos vuelto desde entonces. Pero lo recordamos como un momento importante en la banda.