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Les Grys-Grys 'revientan' el Sant Antoni Pop

La décima edición del Sant Antoni Pop estuvo a la altura de lo previsto. Ver la zona del escenario del Saló 1964 de Betxí después del último concierto demuestra que por allí pasó un vendaval musical. Los jóvenes franceses Les Grys-Grys pusieron la guinda de R&B salvaje a una larga jornada en la que unas 500 personas acudieron a la llamada de The Flaming Sideburns, A-Phonics, Los Altragos, The Por Ella Runners y Patri & The Greasers. Una jornada completa con un gran ambiente, en la que no faltaron las tradicionales paella y cena. Músicos, público y organizadores unidos como un único ente.
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La demoledora actuación de los franceses Les Grys-Grys queda bien marcada dentro de la historia del Sant Antoni Pop Festival de Betxí.

El Sant Antoni Pop es especial, lleva diez años siéndolo. Es una mezcla de festival, conciertos, fiesta, reunión de (cada vez más) amigos en la que el buen rollo impera creándose una poco habitual mezcolanza de músicos, organizadores y espectadores en la que la colaboración mutua acaba desembocando en un día para no olvidar y sí repetir. Observar el escenario después del último concierto en el Saló 1964 de Betxí demuestra que por allí ha pasado un torbellino musical y ambiental, al tiempo que se comienza a pensar en la edición que en enero del próximo año repetirá rituales, o sea, almuerzo, paella, cena y conciertos. A buen seguro que la mayoría de los 500 asistentes -según los organizadores- van a repetir.

Así quedó el escenario tras el último concierto.

Empezando por el final, fueron los jóvenes franceses Les Grys-Grys quienes pusieron la estruendosa guinda. Están viviendo sus primeros años dentro del mundo del rock and roll y energía les sobra, tal como queda constatado desde su arranque, con una armónica que trae el recuerdo de unos Dr. Feelgood. Salen al escenario enchufados, lo cual no ocurre con la mayoría de los grupos, y encima van cargándose de energía onforme pasan los minutos, sin que nada a su alcance se quede a salvo. R&B a todo trapo que va acumulando elogios por donde pasa, Purple Weekend incluido.

Unos momentos antes habían ocupado el mismo escenario los finlandeses The Flaming Sideburns, con unos veinte años más que sus compañeros de cartel (excepto el joven bajista), así que se lo toman un poco más de calma… un poco más, para nada acomodados. En su caso sí que el concierto va a más. Descargan rock garagero/setentero desde la experiencia, suenan engrasados, aunque su sonido fue el que más flojeó. Hicieron buena la palabra dada en "Save rock'n'roll" desde el arranque con “Lucille” hasta que se quedaron sorprendidos después de los dos primeros bises porque sin ellos esperarlo se empezó a pinchar música en la sala... aunque tras unos segundos de confusión remataron la faena. Demostraron ser un buen ejemplo de “Street survivor". Y un par de golpes de efecto por parte del cantante (argentino), Eduardo Martínez: hizo que el público le llevase unos segundos en volandas antes de hacer el pino durante uno de los temas, demostrando su buena condición física.

Un poco antes, y abriendo la noche, Els A-Phonics demostraron por qué se les considera como una de las mejores bandas de surf rock instrumental a nivel nacional o el motivo por el que David Marks (Beach Boys) les escogió como banda para su nuevo disco durante la exitosa gira durante el pasado verano de los valencianos por California. Con sus camisetas a rayas arrancaron unos cuantos bailes cuando la noche todavía no había perdido su timidez.

Patri & The Greasers pusieron el rockabilly al mediodía en el Palau Castell.

Durante la tarde se había podido contemplar dos conciertos en el mismo Saló 1964, con los valldeuxenses The Por Ella Runners, en una onda más power pop, y cómo no, con los anfitriones Los Altragos, máximos representantes del rock garagero en las comarcas castellonenses, quienes contaron con la habitual colaboración de Joanmojo (Gris-Gris, Els Enfields) y la muy especial de Eduardo Martínez, cantante de The Flaming Sideburns. Y al mediodía habían sido los rockabillies Patri & The Greasers quienes habían animado la soleada jornada en el restaurado patio del renacentista Palau Castell, en la plaza Mayor.

El Sant Antoni Pop es una fiesta total en la que un grupo de amigos consigue involucrar a todo Betxí, alcalde incluido, ya que Alfred Remolar estuvo participando durante toda la jornada como un espectador más.



  1. La verdad que me sorprendió mucho el festival y espero poder repetir la experiencia. Por lo menos la sesión nocturna fue espectacular, los aphonics estuvieron muy bien y dieron muy buen concierto, Flaming sideburns tenían una gran calidad como músicos y hicieron muy buen concierto y les Grys Grys me gustaron mucho aunque bueno las cosas a esa hora se desmadraron ya bastante pero el rock and roll es así.

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