- nomepierdoniuna - https://www.nomepierdoniuna.net -

La guitarra se queda sin la poesía de Manuel Babiloni

“Lamentamos comunicar que el maestro Manuel Babiloni falleció repentinamente ayer, día 11 de mayo de 2015”. Es el contenido de un comunicado emitido por su familia que ha pillado por sorpresa al mundo musical castellonense, que sin esperarlo acaba de perder a uno de sus referentes más internacionales a los 56 años, en su propia casa y mientras practicaba un día más su gran amor hacia la guitarra clásica. Su técnica y estilo le habían permitido actuar en festivales de todo el mundo y recibir elogiosas críticas. Sin embargo, nunca abandonó sus raíces, como lo demuestra que siguiese residiendo en La Plana, a la vez que eran frecuentes sus apariciones en directo –el pasado año intervino en el festival Castellón Mare Nostrum- y sin dejar de lado su tarea didáctica, como lo prueba los cursos que cada verano impartía en Vilafamés o el que clausuró a finales de abril en la Fundación Dávalos-Fletcher.

Nacido en Castellón en 1958, Manuel Babiloni se inició desde temprana edad en el mundo de música con la ayuda de su padre, Manuel Babiloni Alicart. Posteriormente desarrolló su aprendizaje junto al maestro José Luis González, así como con la compositora Matilde Salvador, una de las figuras más importantes que ha dado la música de Castellón.

Su carrera profesional arrancó en el año 1981, destacando desde el principio en la interpretación de Francisco Tárrega, obteniendo dos años después el premio especial a la mejor interpretación en el festival internacional de guitarra clásica de Benicàssim que adopta el nombre del maestro vila-realense. No faltó Tárrega en el listado de autores españoles al que dedicó su primer CD, en 1995, junto a piezas de Vicente Asencio –esposo de Matilde Salvador-, el también  castellonense (de Benlloch) Daniel Fortea, a quien junto a Tárrega defendía constantemente ante la falta de comprensión por parte de algunos sectores de la crítica; Falla, Turina y José García Gómez. Aunque por aquel entonces ya había ganado acumulado premios e incluso salidas internacionales, con debut en Belfast (Irlanda del Norte) y Dublín (Irlanda) en 1987, dentro de un homenaje a Andrés Segovia.

Los elogios empezaron a sucederse. “Es la mejor grabación de Tárrega que he oído nunca. Este intérprete aporta calidad de sonido a la guitarra, con una sutileza fuera de lo común”, escribió el crítico Jan de Kloe en la revista Classical guitar. Y al mismo tiempo, las giras internacionales, con una especial querencia hacia Japón, donde llegó a protagonizar una decena, junto a varias master classes, participando en un homenaje a las víctimas de la central nuclear de Fukushima. En la publicación nipona The Gendai Guitar resaltaban que en una de sus actuaciones en Tokio llegó a interpretar siete bises a petición del público.

Alemania fue otros de los países que más visitó para prendar con la pulsación de las cuerdas de su guitarra, pero el listado es largo: Turquía, Eslovenia, Suiza –edificio de las Naciones Unidas de Ginebra-, Italia, Brasil… Con unos repertorios en los que reivindicaba a los compositores españoles, como lo demostró en los discos que registró. Y de manera paraleala, nunca abandonó su labor formativa, tanto desde la Escuela Superior de la Guitarra Española de Alcalá de Henares (Madrid), donde ocupaba el cargo de director pedagógico, como en los cursos intensivos, como el de Vilafamés, que puso en marcha en 1996, junto al de Estella o el 3x4 de Castellón.

“Babiloni es un poeta del sonido. Su música está llena de pasión y poesía”. (D. Bork, Stacatto, Frankfurt-Alemania)