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La Fúmiga (Feslloc): "No podemos decir cosas en las canciones que luego no apliquemos en nuestras vidas"

Citas como Concerts del Pinar y Fira Trovam!-Pro Weekend contaron con la presencia del grupo en 2021.

Contactamos con La Fúmiga hace unas semanas. Nuestra intención era entrevistarles con motivo de su actuación en Red Pier Fest, pero finalmente el festival canceló. Así que hemos tenido que buscar otra excusa para hablar con ellos; y la hemos encontrado: el Feslloc (7-9 julio). El festival de Benlloc suma una de las -muchas- paradas de la banda, pudiendo presumir de haber llenado más de un concierto. Hablamos por teléfono con Àrtur Martínez, en la furgoneta junto al resto del grupo, camino a un concierto a Lleida para saber más sobre qué hay detrás de La Fúmiga y hacer ganas de su concierto en el Feslloc (7 de julio).

>Vuestra última actuación en Castellón fue en la Fira Trovam!-Pro Weekend el pasado mes de noviembre, poniendo patas arriba el Auditorio.
Fue el seis de noviembre, un día después de la publicación de nuestro segundo disco Fotosíntesi. Guardamos un buen recuerdo del concierto porque el público cantó las canciones que se habían sacado tan solo un día antes. Fue un shock brutal, de esas cosas que se te quedan. Antes de salir a actuar lo comentábamos: esperábamos una sensación extraña porque las nuevas canciones acababan de salir y el público no habría tenido suficiente tiempo aún para aprendérselas. Al final la sensación extraña fue que la gente cantase igual los temas que tenían tres años que los que tenían tan solo un día. No podemos estar más agradecidos con el público que tenemos.

>Y hablando de ese público, hace poco más de un mes llenasteis la Plaza de toros de València con el inicio de la gira de presentación de Fotosíntesi.
Queríamos presentar el disco en un lugar emblemático, como era la Plaza de toros. Cuando nos quitamos el nerviosismo de las primeras canciones pudimos empezar a disfrutar de la actuación. Ese directo fue como una olla a presión que sentíamos desde encima del escenario. Teníamos que estar muy concentrados para no perdernos por la emoción del momento. Fue la mejor manera de arrancar una gira.

>Además de la fira, en 2021 también os pudimos ver en Concerts del Pinar. Y este verano, por ahora, en el Feslloc y el Red Pier Fest (que ha aplazado su fecha a septiembre). Pero, durante las giras, ¿os ha afectado mucho la pandemia a la hora de limitar el número de actuaciones?
Para nosotros lo que realmente cambió fue la modalidad de los conciertos. Siempre decimos que hemos sido unos afortunados en la pandemia, ya que no paramos de rodar y de hacer muchas actuaciones. Posiblemente, menos de las que hubiéramos hecho sin la pandemia, sobre todo en el País Valencià porque los grandes conciertos y grandes festivales fueron aplazados. Nos prometimos seguir haciendo música y seguir nuestros planes pasase lo que pasase. No queríamos que se apagara la llama que teníamos encendida desde hace unos años, y poder tocar viendo al público sentado, con mascarillas y distanciado nos dio el calor que hizo que no nos apagáramos.

>Una música tan festiva como la vuestra, que invita mucho al baile, ¿se vio resentida en los directos por las restricciones sanitarias?
Era un miedo evidente que teníamos antes de empezar. Recordamos el primer concierto en pandemia, en julio de 2020, con ochocientas personas sentadas y separadas entre sí. Para nosotros fue un concierto distinto por el formato, pero con la misma energía, vibraciones, actitud y ruido por parte de la gente. Era el momento de desconexión para el público, de evadirse de todo lo que estaba pasando, y esos conciertos nos dieron mucha vida. Las sensaciones eran parecidas a la prepandemia, pero siempre teníamos claro que queríamos que las cosas volvieran a la normalidad y como siempre pensábamos que debían ser los conciertos. Hemos tenido una época pasajera, a la que nos hemos podido adaptar y disfrutar mucho, pero no la echamos de menos.

"Nos prometimos seguir haciendo música y seguir nuestros planes pasase lo que pasase"

>¿Y ahora, con el regreso de los grandes festivales?
Por suerte formamos parte de esos festivales. Intentamos compaginar la gira valenciana, que queremos cuidar mucho y actuar en lugares donde todavía no se han programado conciertos de nuestro sector; con una gira catalana, que para nosotros es zona única. Pero quedan muchos lugares donde darnos a conocer y presentar nuestra propuesta. Este es un año ilusionante porque da la impresión de que está todo por hacer. Y, aunque tenemos la suerte de que nuestro público siempre nos ha acompañado, nos quedan muchos sitios donde aún no saben nada de nosotros y hemos trabajado para entrar en festivales y grandes y pequeños escenarios con tal de dar el máximo para reclutar más gente a nuestro alrededor. Cuanto mayor sea el público, más alto cantarán nuestras canciones, más disfrutaremos y más bonito será todo.

>¿Hay mayor incorporación de grupos en valenciano a sus carteles?
Ojalá fuera así. Siempre nos gusta ver las cosas desde ese optimismo, pero nos gustaría que la presencia fuera mayor. Que se normalicen los grupos que tienen cierta notoriedad en festivales más versátiles o de un ámbito más transversal. Parecía que había una pared que no dejaba programar grupos que cantaban en lengua propia, porque los festivales tenían otra naturaleza, pero formaciones como ZOO muestran que esas paredes se están empezando a caer. Y si nosotros podemos poner nuestro granito de arena en cualquiera de esos festivales, poco a poco irán cayendo. Al final quien decide esto es el público, más que los programadores. Si un programador sabe que un grupo va a arrastrar cierto público, contará con él y se romperán las barreras lingüísticas, que son irreales y falsas, pero al no quebrarlas parece que siempre están ahí. Estamos muy a favor de aparecer en lugares donde no encontrarías un grupo en valenciano y romper esos esquemas.

>Viendo el éxito de vuestro primer disco Espremedors, ¿qué teníais en la cabeza cuando estabais componiendo Fotosíntesi?
El segundo disco nació desde la decisión absoluta de hacer un álbum. Espremedors, en cambio, fue una recopilación de pruebas iniciales cuando dejamos de hacer versiones y probamos a hacer nuestras propias canciones. Por eso el primer disco caminaba sin un rumbo programado, pero Fotosíntesi ya parte de una premisa y una planificación absoluta y concreta. Es cierto que notas la presión tras la buena recepción de un primer álbum, pero intentamos cuidarnos y no generarnos más presión de la que hay. No podemos decir cosas en las letras que luego no apliquemos en nuestras vidas. Nos podremos equivocar una y mil veces, pero mientras hayamos hecho todo lo que esté en nuestras manos o de la mejor manera todo llegará. La presión es necesaria para intentar hacerlo lo mejor posible. Nosotros compaginamos todo lo que envuelta al grupo con nuestros trabajos personales, e intentamos racionalizar las cosas y darles mucho cariño. Y así es como salen. Y si un día no salen lo volveremos a intentar. Por suerte, las cosas van saliendo de momento, pero no todo es siempre de color rosa.

>¿Qué consideras que aporta Fotosíntesi, como segundo disco del grupo, al proyecto?
Lo que más aporta es concreción y dejar claras las sonoridades de La Fúmiga. Una sonoridad que nace de un estilo festivo, con el protagonismo esencial de la instrumentación de los vientos, y unas letras cercanas que hablan del día a día de muchas generaciones. Todo el que sienta que quiere vivir en un aprendizaje continuo sin importar la edad se verá representado en nuestras canciones. Es lo que hemos decidido hacer porque nos aporta muchas cosas. Si hay una canción para una persona sea de donde sea, venga de donde venga o tenga los años que tenga, ya habrá valido la pena.

"Estamos muy a favor de aparecer en lugares donde no encontrarías un grupo en valenciano y romper esos esquemas"

>¿El bagaje como grupo de calle y de versiones sigue influyendo vuestra música a día de hoy?
Absolutamente. Haber iniciado nuestra aventura en la calle nos ha permitido conocer lo que quiere vivir la gente en un concierto. Siempre hemos sido un grupo que se debe al público, no entendemos nuestro proyecto sin él. Cuando hacemos una canción o un disco pensamos siempre en cómo será tocado en vivo. Eso nos lo ha dado la calle y la cercanía que te da haber pateado tanto y haber estado en contacto con tanta gente con ganas de disfrutar.

>¿Cuál es la canción de Fotosíntesi que más disfrutáis cuando tocáis en directo?
Hay canciones que crees que deberían caer del repertorio del directo cuando entran nuevas y luego resulta que pasan a ser las más potentes de un concierto por un pequeño cambio. Cada persona tendría su canción especial. Para nosotros es muy especial tocar ahora canciones más calmadas como “Fotosíntesi” o “Llavors” porque nos hacen explorar otros estados de ánimo durante los conciertos que hasta ahora no habíamos probado. Luego llega la parte final del concierto con los hits más festivos como “Mediterrània”, “Ja no fa mal” o “L’orquestra del Titànic”, que nos permite terminar en el momento más alto posible e irnos a casa pensando que la gente está agotada de no poder cantar y bailar más. Pensamos que cada concierto tiene algo especial y guardamos una sensación distinta de cada actuación. Hay públicos más enérgicos, otros más sensibles, emocionables, locos…

>En una entrevista reciente para El món comentabais que la industria musical en valenciano es débil, pero que cada vez hay grupos más profesionalizados, más management, más estudios de grabación... ¿Se está construyendo al fin una industria musical fuerte en valenciano?
Es el eterno camino, pero un camino muy lento. Es difícil profesionalizarse cuando debes pagar todos los gastos de mantenimiento del grupo y te das cuenta que difícilmente sea sostenible. No nos gusta tener un discurso pesimista, porque nos ha costado muchos años de trabajo por amor al arte sin ver un duro, pero queremos hacer una inversión en el grupo y que sea cíclica. Pensamos que la industria musical en valenciano sí se está profesionalizando, pero queda tanto por hacer que tener un discurso optimista sería aventurado. Se ven brotes verdes, pero queda mucho por delante y nosotros estamos aquí para hacer lo posible para la industria, porque la industria ha hecho mucho por nosotros.

>¿Hay dependencia institucional?
Todo esto forma parte de muchos agentes y al final siempre tenemos la comparación más directa, que es cómo se ha formado la industria de Cataluña. El problema del País Valencià es que los agentes son muy menores. En Cataluña, cada pueblo por pequeño que sea cuenta con la actuación de un grupo en lengua propia en sus fiestas mayores. La música en catalán está muy normalizada allí. Queda mucho por hacer aquí. Las radios comerciales podrían empezar a hacer sonar canciones en lengua propia y muchos ayuntamientos habrían de replantear sus fiestas o invertir en hacer lo posible para que toda programación cuente con grupos locales, y si son en valenciano mejor que mejor porque es una de nuestras luchas.

"La industria musical en valenciano se está profesionalizando, pero queda tanto por hacer que tener un discurso optimista sería aventurado. (...) estamos aquí para hacer lo posible para la industria, porque ha hecho mucho por nosotros"

>Hace unas semanas se planteó nuevamente el debate de la poca visibilidad femenina en el ámbito musical, también en los grupos de música en valenciano. ¿Qué se debería hacer para llegar a la igualdad de géneros encima de los escenarios?
Nosotros no somos nadie para decir qué se debería hacer. Somos un grupo de músicos que precisamente refleja el patriarcado absoluto en la música. Venimos de la música de calle, de banda, y pocas mujeres hemos encontrado en nuestro alrededor que toquen instrumentos de viento metal, que es nuestra formación. Siempre hemos dicho lo mismo: todos los conciertos y festivales deben programar a mujeres. Y siempre diremos lo mismo: somos conscientes de nuestros privilegios, por tanto nuestro espacio siempre está cedido y en segunda posición, ya que la primera debería estar ocupada por una mujer. Tampoco somos programadores y no tenemos responsabilidad en ese aspecto, pero si se pregunta nuestra opinión lo tendremos claro: por nuestra parte, mujeres encima de los escenarios siempre. Y si sustituyeran una de nuestras actuaciones por la de una mujer nos parecería muy bien. Es algo necesario, porque queremos que estén esos referentes que poco a poco empiezan a estar, pero es un proceso extremadamente lento. No somos abanderados del feminismo porque es un discurso que deben hacer las mujeres, y como grupo de tíos hemos aprendido que lo que debemos hacer es callar, seguir aprendiendo y de los nuevos conocimientos sacar la mejor forma de hacer las cosas.