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Killus supera en La Burbuja la prueba en casa de su nueva etapa de 'hechos diabólicos'

Javi Ssagittar y Ruk, en la sala La Burbuja de Castelló. Foto: Antonio García (@rockmuseumlive).

Killus siempre ha tenido clara su idea de grupo. Incluso en sus primeros tiempos (allá por el final del pasado siglo), en los que el metrónomo era como un objeto repelente para un grupo que hacía del terror y de la serie B su leitmotiv a ritmo del metal de la rama industrial. Veintidós años han transcurrido desde que los primos Rubén y Cristian Gómez (Ruk y Supersixx, respectivamente) crearon ese monstruo de siniestro nombre (Mátanos) que a base de trabajo ha ido creciendo. Hacia 2011 les llegó su primer punto de inflexión importante. Un sello francés, Axiis Music, se fijó en ellos y les vio potencial para abrirse camino en Europa. El resultado fue que el disco Nunca algo fue tan real se transformó en Never something was so real. Desde ese momento, la proyección internacional pasó a ser el objetivo del grupo de Vila-real. Dos giras europeas marcan hasta la fecha su culmen. Y a Europa quieren volver... pero dentro de un capítulo nuevo. Lo marca el cambio de vocalista. El pasado año Supersixx anunció su marcha. Su sustituto es Javi Ssagittar, procedente del grupo TerroloKaust. Con él, las aspiraciones se renuevan: "Con un poquito de suerte, tocaremos en Europa. Y después volveremos a La Burbuja", comentó el cantante durante la presentación de Devilish deeds (Hechos diabólicos) en la sala de Castelló, que se acercó a los 3/4 de su capacidad (aforo para 250 espectadores). La impresión primera es que Killus está preparado para continuar al frente de las hordas de Ultrazombies y a la conquista de nuevos adeptos. Llevan siete discos y centenares de directos haciéndolo.

El nuevo vocalista causó una buena impresión en su estreno en Castelló. Foto: Antonio García (@rockmuseumlive).

Quiérase o no, gran parte de la atención en La Burbuja estaba centrada en Javi Ssagittar. El puesto de vocalista es fundamental en cualquier grupo y una mala elección puede desarbolar cualquier proyecto. Por lo visto en la noche del sábado 7 de marzo, Killus ha atinado bien. El barcelonés posee una voz enérgica y resulta convincente como frontman, con una imagen a tono de la sensación de inquietud que Killus pretende transmitir. Da la impresión de que puede insuflar energías renovadas al grupo. En cuanto a las nuevas canciones, poseen una atmósfera más gótica y algo menos metal industrial que las anteriores, colando entre ellas algunas con señas de single comercial, dotadas de melodía contagiosa y estribillo coreable.

Al igual que en el arranque del nuevo disco, suena la introducción Canticum apocalyptica con Javi, Ruk, Nuk (guitarras), el ahora más relajado pero siempre turbador bajista Premutoxx y el batería Nano ya sobre el escenario. Y a su final comienza a desarrollarse el listado de Devilish deeds (Maldito Records), con el tema homónimo entre las primeras. El vocalista de la sensación de ser una especie de elegante guía siniestro de sus cadavéricos compañeros fruto del maquillaje ideado por Vixteria Hollow para este disco. El headbanging en el escenario no se hace esperar, poniendo a prueba la resistencia de los cuellos de la banda y de algunos de los presentes, atraídos por una puesta en escena en la que priman atuendos, maquillajes y mucha energía.

Desde aquel ya hace años inencontrable Nunca algo fue tan real, no había cantado Killus en castellano. Ahora lo hace de nuevo con "El péndulo", y sin ser de primeras uno de sus temas más destacados (en el disco ocupa el antepenúltimo lugar), el público de La Burbuja agradece entender la letra, por lo que es de las canciones mejor recibidas del set-list. Una guitarra melódica y un estribillo muy heavy español endulcoran aún más su asimilación.

Premutoxx representa la locura en Killus. Foto: Antonio García (@rockmuseumlive).

Entre una buena retahíla de temas nuevos como los muy bien recibidos "Ascending Antichrist", el videosingle "Vortex" o "Perfect paradigm", se cuela "Wish", de Nine Inch Nails, referente musical de Killus, una elección menos sorprendente que "The look" de Roxette (vídeo de la parte inferior), en una versión metalizada pero cristalinamente reconocible, que ha sido incluida en el nuevo disco y que suena en la media hora de la tanda de bises, aunque realmente es como una segunda parte del concierto, ya que se extiende durante media hora.

Antes de los bises suena "Feel the monster", que provoca pogos a pie de escenario. Como fin de los bises, "Ultrazombies", de su homónimo anterior disco, al igual que "White lines". No son elecciones aleatorias. Son los hit singles particulares de Killus, los más accesibles incluso para públicos no extremadamente metálicos. "No more hope" se unirá a partir de ahora a este pack de bazas ganadoras, porque posee esa misma característica. Killus lo reserva para la larga tanda de bises, donde caben desde la nueva "Nemesis" a aquel "Rape your dreams" de su primerizo God bless us (2006). Comentarios de aprobación hacia un concierto que abre capítulo. Killus es un ejemplo de confiar en tu idea y trabajar duro por ella.