Javier Segarra y Los Malos Hábitos, durante su actuación en Four Seasons.
Javier Segarra y Los Malos Hábitos: Javier Segarra (voz y guitarra), Joan Fonfria (guitarra), Eloy Alcaide (teclados), Mauricio Bedoya (bajo) y Xavi Cabedo (batería). Colaboración de Gracia Valdeolivas (voz). Presentación del CD La honestidad del kamikaze. Viernes 11 de abril de 2014 (20:15). Sala Four Seasons (Castellón). Unas 50 personas. Entradas: 6 euros, con CD incluido. Duración: 55 minutos, con 14 canciones.
Arrancar un concierto con “Nadie besa al perdedor”, de José Ignacio Lapido (uno de los mejores letristas del rock español), supone toda una declaración de principios. Quien la interpreta es un rockero, Javier Segarra, que gusta de narrar con sus letras, que sacrifica la potencia en pro de la transmisión de sus historias; una línea que mantiene sin alteraciones en sus tres discos. El compositor castellonense se acomoda en los medios tiempos y sobre ellos relata. No es un camino sencillo, ya que salvo algunos grandes nombres, son demasiado rockeros para el público del cantautor y demasiado cantautores para el público del rockero. Eso sí, ahora la marca Javier Segarra pule la imagen de un solista con banda y se acerca más a la de un grupo con identidad. Suyas siguen siendo las bases, las letras y el nombre, claro, pero si antes, como mucho, se le identificaba como dúo con el guitarrista Bruno Esteban, ahora Los Malos Hábitos –título tomado de su segundo disco- apunta a un quinteto más definido y con intención de ir desarrollándose con el paso del tiempo. El kamikaze puede reflexionar acompañado sin perder su honestidad.
Al estar integrado por miembros que llegan de proyectos muy distintos (Joan Fonfria de las orquestas, Mauricio Bedoya del jazz, Xavi Cabedo de Almorranes Garrapinyaes y Eloy Alcaide de Skizophonic), el sonido de Los Malos Hábitos puede abrirse también a otras influencias, aunque el rock será siempre la gran base sobre la que asiente. Pese a haber protagonizado pocas actuaciones juntos –y ser ésta la primera con las teclas de Eloy-, el grupo suena en la presentación de La honestidad del kamikaze conjuntado, con protagonismo individual (moderado) para músicos que tienen suficiente capacidad para resolverlo con solvencia y envolviéndolo todo con ese confortable manto cálido que siempre proporciona el Hammond, capaz también de intensificar la tensión en determinados momentos, algo que potencia el mensaje global de cada canción.
Javier canta con voz más rabiosa que en el disco sobre personajes que por el momento van perdiendo su partida con la vida. Sirva la apertura del CD, “Pez ahogado”, como ejemplo, una canción que tendrá pronto su plasmación en un videoclip dirigido por Pablo Serrano. Los temas incluidos en este tercer La soledad del kamikaze copan el grueso del concierto –aunque se queda fuera uno, “Aunque no sea contigo”- recuperando dos del debut, Gloria & Barro, y otros tantos de Los malos hábitos. Por el camino, un tema dedicado y basado en la hija de Javier, “Los restos del día”, y suavidad jazzística con “Rumbo y norte” y la voz de Gracia Valdeolivas. La tensión rítmica aumenta con los finales “El hombre que incendió Manhattan” y su historia entre periodística-novelesca y algún deje de 091 y un “Salid corriendo” con presentación del grupo y la inclusión de un trozo de “La estatua del jardín botánico” de Radio Futura bien recibido entre un público treintañero en su mayoría.