Guille Milkyway, estará en Arenal el jueves 2.
>En octubre llega el esperado álbum La Gran Esfera. Hasta la fecha habéis lanzado tres singles: "Podría ser Peor", "El Momento" y, el último, "ATARAXIA" ¿Crees que sirven como representación de la línea central del nuevo disco?
Guille Milkyway: Realmente, cada canción tiene lo suyo. Pero bueno, a grandes rasgos, la idea de La Gran Esfera era la de ilustrar esa especie de contradicción de cuando buscas refugio en un entorno en el que te sientes a gusto, cuando es precisamente esa protección la que también te aísla de lo que sucede en el exterior.
>¿Es difícil gestionar el proceso artístico de un proyecto con siete años de trabajo detrás?
No, qué va. En realidad el disco ha seguido el tiempo normal de grabación, pero a saltos. Tuve problemas personales, un desprendimiento de retina que me obligó a estar un año y medio parado... Como que nada ayudaba. La parte positiva es que técnicamente he trabajado mucho más en el estudio, lo que me ha servido para mejorar en ese sentido. Estoy muy satisfecho con el resultado de los últimos proyectos en cuanto a la parte técnica, pero eso también me agobia cuando lo comparo con el material con el de hace seis años, por ejemplo. Me daba miedo el hecho de crear una especie de falsa expectativa no querida, por eso me interesaba mucho el hecho de sacar canciones más que discos enteros porque de esa manera ya no hay marcha atrás. Con esto de la especialización técnica he tirado muchas cosas a la basura que si las hubiera publicado sin esperar a un disco estarían ahí.
>De hecho parece que ahora muchos grupos están funcionando a base de sacar únicamente singles o EP's... ¿Se trata de llegar a un grado de perfeccionismo tal como para evitar los LP's, como antiguamente, con temas visiblemente de relleno?
Totalmente, aunque por otro lado también es una vuelta a los inicios de la historia de la música pop. El single canción, o el con dos caras o el EP en sí mismo eran los formatos con los que nacieron la música pop y hasta el rock, luego con toda la revolución de los 60, el álbum empieza a cobrar una entidad propia más que tratarse de una mera recopilación aleatoria de singles. Hoy por hoy estamos volviendo a eso por muchas cosas, pero la más importante es que parte de la nueva estructura de la industria hace que pueda ser así, se puede ser muy ágil sacando canciones porque el marco de esfuerzo logístico así lo permite.
>¿Podríamos encaminarnos entonces hacia una dirección en la que desaparezca el concepto de álbum?
Bueno, por ahora la industria te acostumbra a que todo gire en torno al disco. Habría que empezar a plantearse que no hace falta la excusa del álbum como para emprender una gira, tocar en conciertos o dar entrevistas porque resulta absurdo. Te lo digo porque yo mismo lo pasé mal cada vez que me preguntaban qué era lo que iba a hacer sobre el escenario, si no había sacado nada nuevo. Vamos a ver, la banda lleva ya 20 años de carrera... Algo sabremos hacer. Pero vaya, ya te digo. A pesar de sacar mis canciones sueltas, yo mismo también he querido que el disco tuviera una corona conceptual. En cuanto a eso, yo me siento muy cómodo con la época actual, me representa bastante y tiene mucho que ver con lo que te digo con los principios de la música pop y el rock.
"Si tú escuchas "Felices los 4" de Maluma, independientemente del poso machista, si la tarareas hay ahí una canción bonita. Se trata de leer un poco la música a distintos niveles"
>En ese sentido, si tuvieras que escoger, ¿eres un romántico de lo analógico o te decantas por el mundo digital?
Cada cosa tiene su qué. A nivel técnico, sigo teniendo varios magnetófonos en el estudio y sigo mezclando de forma analógica porque a nivel de sonido me aporta algo que todavía no se ha conseguido en el terreno digital. Sin embargo, a nivel de algoritmos y de estudio, lo digital ha mejorado muchísimo. Yo soy romántico, pero muy poco nostálgico. Veo todo el cambio de las plataformas digitales y para mí es el paraíso. De hecho, recuerdo con total intensidad pensar que el mundo era todo lo que siempre había querido el día que salí a la calle con un mp3. También pasé del vinilo a pinchar directamente del ordenador, y el que defienda que es mejor pinchar a vinilo no ha cogido una maleta con todo el material y la ha paseado por ahí, porque esto debería parecerle un oasis. Al final, estamos hablando de una especie de ortodoxia que también se da en el ámbito de los estilos musicales emergentes o cuando algo se pone muy de moda.
>¿Te refieres a nivel de la escena underground?
Sí. Por ejemplo el trap a día de hoy está criticadísimo, cuando estoy convencido de que dentro de veinte años se tendrá otra opinión totalmente distinta, pero es algo que lleva pasando desde los inicios del jazz o incluso antes. Al final se trata de la incapacidad de juzgar las cosas de forma menos nostálgica. Aparte, ¿quiénes somos para decidir los géneros que están bien o los que están mal?. Pasó mucho con el punk en su día, porque ponía sobre la mesa algo que incomodaba a mucha gente, por ser ser músicos que prácticamente no sabían tocar, pero que contaban con un discurso muy potente. A día de hoy, gracias a las innovaciones digitales también han crecido exponencialmente los códigos artísticos que tenemos a nuestro alcance para poder expresarnos, y esto hace que todo fluya.
>De hecho el autotune, ultracriticado también, se ha convertido en un recurso artístico imprescindible en el trap...
Claro, total. Si es que es un elemento creativo más. Pero es lo que te digo, es como si alguien me dijera que Jimi Hendrix no sabía tocar la guitarra porque usaba wah-wah. No es verdad, Hendrix sabía tocar igual con o sin él. De hecho yo veo que es super sana la utilización del autotune porque se deja de usar solo para lo que estaba ideado originalmente, modular la voz, para sacarle partido como efecto. Al final, el autotune es hoy lo que en su día fue el pedal wah-wah para Jimi Hendrix. Pero parece que hay ahí gente que tiene luchas internas con cosas que no tienen superadas.
"Recuerdo con total intensidad pensar que el mundo era todo lo que siempre había querido el día que salí a la calle con un mp3"
>Siguiendo con el trap, recientemente fue el FIB en Benicàssim y una de las impresiones generales ha sido la grandísima acogida que está teniendo este género, como el llenazo de C. Tangana a pesar de que se solapara con The Killers, cabezas de cartel. Una buena parte del seguimiento del género por parte de los fans gira en torno a los beefs, conocidas peleas entre traperos, la última se dio entre C.Tangana y Yung Beef. ¿Crees que esto también es frecuente en otros géneros como el indie? Por ejemplo, con Blur vs Oasis o Arctic Monkeys vs The Kooks...
O Los Beatles y los Rolling... Por supuesto. Este tipo de cosas están asentadas en la cultura pop hace más de sesenta años y me atrevería a decir, incluso, que antes, por lo que es algo que viene unido a la misma génesis del género. Los estilos nacidos en la base del underground tienen este tipo de cosas y, aunque parezca que no, es algo que se repite. Son incluso cosas forzadas y pactadas, muy pocos nacen de una manera natural, por lo que no debería sorprendernos. Además, en el caso del trap es algo muy de la calle, por lo que ya implica y se sobreentiende que se considere como una parte esencial del discurso. Pero ya ves, es muy dado a la cultura pop en general y a mí me da que no es ningún tema serio, ojalá el mundo estuviera lleno de beefs y no de otro tipo de cosas.
>Volviendo a La Casa Azul. ¿Piensas que sigue una línea vanguardista?
Qué va, para nada. A mí lo que me gusta, simplemente, es hacer canciones bonitas con elementos de producción fantasiosos. Mezclar muchas cosas a la vez, eso sí. Pero sí que hay un trasfondo muy clásico y muy melódico detrás, nos emociona mucho eso. Si tú escuchas "Felices los 4" de Maluma, independientemente del poso machista, si la tarareas hay ahí una canción bonita. Se trata de leer un poco la música a distintos niveles, que es lo que he intentado hacer más o menos toda mi vida. Me interesa la vanguardia, pero lo que a mí más me mueve no es la experiencia de innovar sino más bien el hecho de hacer cosas con las que esté a gusto.
"Critican mucho a Rosalía por apropiación cultural de los símbolos gitanos y tal... Entiendo que haya gente que se sienta molesta, pero es algo típico del pop. El pop jamás ha tenido prejuicios para apropiarse de todo"
>En una entrevista leí que una de las ideas que persigues es la disolución de géneros. ¿Eso es un no a las etiquetas?
Es que clasificar a los grupos por cajitas sirve mucho para la evolución de las cosas y para analizar la historia de la música. En este caso, te ayuda a saber por dónde vas. El error está en pensar que todo se queda ahí porque precisamente entre esas cajitas hay millones de cosas en medio. La diferencia entre deep house y techno no es clara, pero es que la del dancehall y el reggaetón tampoco, y así en otros tantos estilos. Es la ortodoxia que te decía antes, estas cosas de la autenticidad... Las mezclas son una consecuencia de lo popular. Sin ir mas lejos, critican mucho a Rosalía por apropiación cultural de los símbolos gitanos y tal... Entiendo que haya gente que se sienta molesta, pero es algo típico del pop. El pop jamás ha tenido prejuicios para apropiarse de todo y te puede no gustar, pero de ahí a criticarlo todo... Si nos ponemos así, somos capaces de cargarnos de un plumazo toda la historia de la música.
>Tu presencia en televisión siempre ha tenido a la música como denominador común. Primero con tu sección sobre música en el magacín Tips en La 2 y, recientemente, en la última edición de Operación Triunfo como profesor de cultura musical. Parece que partir de otoño se le dará un poco más de importancia a la actualidad musical en televisión con la inauguración del programa La Hora Musa presentado por Maika Makovski en La 2... ¿Por qué parece tan difícil que exista una cobertura musical en televisión en nuestro país?
La explicación es muy fácil, somos esclavos de las audiencias. La música en televisión no da lo que tiene que dar. Pero yo creo que hay un discurso mucho más político en el fondo. La televisión pública no debería moverse por los preceptos de una televisión privada, entonces no tiene lógica que esto obedezca al tema de las audiencias por lo que está claro que hay una intención política. Que un programa tenga un índice de audiencia del 1% no te dice si es interesante o no para la población. En cambio, si empiezas a dar este tipo de oferta, quizá en cinco años ese 1% se convierta en un 10% y la gente comience a interesarse por este tipo de programación. Es un problema de nuestros tiempos que todo se mida por estos parámetros y no por el valor real que hay detrás.
>En cuanto a planes de futuro... Todavía no has lanzado La Gran Esfera y ya te encuentras de lleno en la producción del siguiente disco. ¿Qué es lo que te planteas a partir de ahora?
Mi propósito, después de muchos años de meterme en muchos sitios a la vez porque no puedo evitar dispersarme, es centrarme en La Casa Azul en los próximos años. Quiero terminar el disco siguiente para lanzarlo a lo largo de 2019 y adentrarme de lleno en lo que más felicidad me aporta en mi vida, que en mi caso es grabar mis propios discos.