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Gonçal Tamborero: "La cultura es una manera de limpiar el nombre que tenía Orpesa"

Gonçal Tamborero, concejal de Cultura de Orpesa. Foto: Carme Ripollès.

Una de las poblaciones que ha dado un mayor salto cuantitativo de actividades culturales en estos dos últimos años es Orpesa. Concejales de Cultura de otras localidades de las comarcas de Castellón apuntan con cierto tono de envidia su disponibilidad presupuestaria. En noviembre de 2020 la entonces alcaldesa de la localidad, María Jiménez, anunciaba un presupuesto global de 20.265.950 euros para este 2021. Dentro de él, la partida destinada para Cultura correspondía al 3,56%, lo que equivale a 721.467 euros, una cifra importante (el de Castelló de la Plana asciende a 2,5 millones). "La verdad es que lo he tenido muy fácil, porque se ha apostado por la cultura, una manera de limpiar la imagen que tenía Orpesa. Un medio para integrar más a los vecinos, ofrecerles programaciones interesantes y que al mismo tiempo atraigan gente de otras localidades", resalta el concejal Gonçal Tamborero en entrevista a Nomepierdoniuna. Junto a un clásico como el Orfim, han aparecido el Mercat de Cultura Infantil d'Orpesa, Rampuda, A Ras!, Singular, Estiu Sonor... dentro de ese plan artístico.

>Eres un concejal de Cultura que conoce desde hace años este campo, ya que has participado activamente en la música de la localidad.
Siempre he sido muy activo y lo de involucrarme en proyectos del pueblo me ha atraído desde muy joven. Aunque por mi trabajo como maestro he estado diez años en Reus, siempre he estado vinculado, ya fuese en la banda de la Unió Musical d'Orpesa o en la revista cultural L'assalt, para la que me buscó Álvaro Sales. En el mundo cultural siempre hemos ido juntos Álvaro y yo. En la banda entramos de niños y luego estuvimos en su junta directiva, de la que fui vicepresidente y luego presidente.

>¿Te interesaba la política?
No. Creo que por mi actividad continua me buscó la hasta hace poco alcaldesa, María Jiménez (PSOE) -ha sido reemplazada en junio por Araceli de Moya (Ciudadanos), tal como estaba pactado- para formar parte de su equipo. Ella buscaba perfiles determinados; en el mío fue el cultural y tener raíces desde hace muchas generaciones en el pueblo de Orpesa, además de ser maestro. Me lo tuvo que proponer tres veces, pero le pedí que me metiese atrás en la lista. Me puso el 7, y luego el 5. Y ocurrió algo impensable: fuimos el partido con más votos, y con cinco concejales. "¿Y ahora qué?", pensé. Pues lo vi como una oportunidad y lo cogí con ganas. Ya llevaba un año aquí, después de una década en Reus, de la que soy un enamorado. Se dice que está todo inventado, pero se extraen buenas ideas de lo que ves en otros lados, y en mi caso es Reus, donde sus fiestas están basadas en la cultura.

Uno de los objetivos de Gonçal es dar a conocer el casco antiguo de Orpesa. Foto: Carme Ripollès.

>¿Cuáles son tus competencias? 
Museo (Espai Cultural y casco antiguo), Biblioteca y Archivo, desde donde ahora llevamos exposiciones. Se recopila fotos antiguas y vamos a hacer vídeos de gente. Evidentemente, no estoy solo. Aitana García es la técnica de la programación de Cultura, Paula Agut se encarga de Biblioteca e Isabel Ferrandis del Archivo. No salen en las fotos, pero hacen una gran labor. Estamos preparando ahora una página web que dé mayor visibilidad a toda la actividad cultural de Orpesa. Y esperamos disponer pronto del edificio de la biblioteca, una obra que se ha demorado mucho.

>¿Qué te aporta a tu cargo el hecho concreto de ser maestro de Primaria?
Me hace observar cosas. En mi escuela, La Mediterrània, soy el único maestro de Orpesa. Por ese trabajo, veo las carencias culturales relacionadas con Orpesa que hay desde cortas edades. Muchos hijos e hijas de gente que vino de fuera por cuestiones de trabajo no tienen ese sentimiento de formar parte de este pueblo, y ahí entra en juego la cultura. Por ejemplo, cuando llegan las fiestas mayores de octubre, la escuela cierra una semana, y los alumnos no saben por qué. Para ellos equivale a feria y coches de choque. Uno de los retos es crear en ellos ese sentimiento de pueblo, y quiero que la programación cultural llegue a esas escuelas.

>Te conocí como miembro de Contratempo, un grupo de sonido tropikal que llegó a publicar cuatro lps y dos eps. Lo curioso es que os separasteis poco después de publicar el disco en vinilo Ara o mai (2016).
Le dimos poco recorrido a ese disco. Estuve unos diez años en Contratempo. Llegué cuando estaba acabando la carrera en la universidad, a la vez que en el Conservatorio. Tengo el grado medio de trombón. A pesar de que no me veía ahí, ya que era músico de banda, dije que "sí" cuando me lo propusieron. Gracias a los vínculos con la banda y con Contratempo, los fines de semana los pasaba aquí y luego me volvía a Reus. Fue duro, pero gratificante cuando llegaban conciertos, incluidos cuatro en el Rototom. Pero la energía ya no era la misma, y se imponía más la de otros proyectos de algunos componentes del grupo; mientras que otros estábamos trabajando fuera o era complicado compaginar el día a día y la música. Decidimos que era mejor dejarlo en un momento en que nuestra relación era buena, y lo sigue siendo.

 >¿Qué diagnóstico cultural hacías cuando llegaste a la concejalía?
Teníamos una mala fama horrible en Orpesa. No había nada de cultura. La infraestructura para actividades culturales es muy pobre, lo que ya te dice la poca importancia que se le daba. El Espai Cultural está en medio de un nido de adosados, difícil de encontrar y con muchas carencias. Es más bien una sala de conferencias. Todos los pueblos tienen sus espacios culturales en el centro; nosotros no. No tenemos tampoco sala de exposiciones. Estamos apañándonos con la Torre del Rei, y así le damos visibilidad, pero allí no se puede colgar cuadros en las paredes, ya que es patrimonio. Una torre que fuera de Orpesa no se conocía, con su estructura e historia. Es de Diputación, pero lo gestionamos nosotros. Con el casco viejo, lo mismo. Es limpiar la imagen de Orpesa.

“La cultura hay que apartarla de la política. Ir a un teatro no significa que estés fallando a los tuyos”

Cuando entramos cambiamos el sistema político de veinte años del PP, donde parecía que estabas con ellos o en contra. Nuestra campaña se basaba un poco en ese miedo. Ahora todo el mundo expresa su opinión, aunque hay gente que estoy seguro que le encantaría venir a la actividades, pero no lo hace por una especie de boicot, por si me ven... La cultura hay que apartarla de la política. Ir a un teatro no significa que estés fallando a los tuyos. Eso me ha decepcionado en todos los colores políticos; encuentro a faltar gente bastante habitual en el mundo de la cultura.

>En estos dos años has repetido tu deseo de que Orpesa sea imán para gente de otras poblaciones durante todo el calendario, no solo para turistas en el verano o fechas especiales.
Es cultura para el pueblo y para quien desee venir. Resulta enriquecedor que venga gente de fuera; reactiva el pueblo. De Castelló no venía nadie. Parece que había un muro en las cuestas y de Benicàssim no se pasaba. Aunque también es cierto que culturalmente no se ofrecía nada que sirviese de atracción. Si ofrecemos cosas buenas, no debe de ser tan difícil ir un poco más allá de Benicàssim. En el Mercat de Cultura Infantil d'Orpesa, Rampuda Urban Art, A Ras!... se ha notado que ha venido gente de fuera, lo que es gratificante. Más que hacer algo concreto, hay que acostumbrar a una rutina durante todo un año.

>Sí que heredaste un ciclo de prestigio fuera de Orpesa, como es Orfim.
Está muy consolidado. Se llena. Todo el mundo sabe que la primera semana de agosto es del Orfim, un festival de música clásica, pero con toques más modernos, gospel, dixie, zarzuela.... La idea es que ciclos y festivales se conviertan también en referencias temporales, como el Orfim.

>Casi todas las actividades culturales más llamativas de Orpesa son al aire libre.
En parte es porque la falta de infraestructura nos obliga, y los espacios cubiertos no son adecuados... Hasta utilizamos el salón de plenos del Ayuntamiento. Tenemos el Espai Cultural para teatro y música, la carpa para festivales. Es un error pensar en no crear infraestructuras mientras no haya una buena base de público. Es al revés. Se va a mejorar el Espai Cultural, con cámara negra como toca. Mejorar sus señalizaciones.

“No me gusta que sea todo gratis. Estamos redactando una ordenanza para poder cobrar entradas. Parece que por pagar se dé más valor”

No me gusta que sea todo gratis. Estamos redactando una ordenanza para poder cobrar entradas. Ahora se puede hacer, pero yendo cado acto a pleno. No quiero que se pague por todo, pero en algunas cosas, sí un precio simbólico. Pagando vendría la misma gente o más. Se daría más valor a las cosas, evitando la práctica de reservar y no acudir. Además, se podría subir el valor de lo que se ofrece.

>También es fijo Títeres a la Mar, en el que no sé si tienes alguna competencia.
Títeres a la Mar y Arena Circus los lleva Turismo. Mar Flamenc, Fiestas.

>La agenda estival de cultura se titula Vilantic. Para los que somos de fuera, ¿qué es Vilantic?
Es un homenaje al mercado de anticuarios y artesanía de los jueves. La dinamización del casco antiguo entra dentro de ese paraguas.

Vamos con un repaso a tus apuestas por sectores

>Cine. Como me gusta, pensé que habría más gente como yo, apreciando películas que no son las habituales en las salas. La idea es ir metiendo películas en versión original. Lo mantendremos los viernes en el Ayuntamiento. Por cierto, en la biblioteca se hacen talleres, pero también un cinefórum que tiene más éxito que el ciclo del Ayuntamiento. Cada mes, tres películas relacionadas con una temática, creando una unión entre la persona que lo lleva, que sabe mucho y pone pasión, y el público.

>Música y teatro. Cada trimestre hay cuatro actuaciones musicales y tres obras de teatro. De las musicales, una o dos son en valenciano, algo que era tabú en Orpesa, y se ha demostrado que no pasa nada. En el teatro, una en valenciano. No me puedo quejar de asistencia, aunque solo hemos tenido un lleno total, con Mireia Vives & Borja Penalba (210 asientos antes de la pandemia). El flamenco tiene mucho tirón; allí ves caras que no ves en otras actividades, y gente de fuera. Ha habido pinchazos. El primer fin de semana de Orpesa Poètica fue muy flojo, pese a un grupazo como BlackFang. El segundo, con Shariff y Miss Raisa, tuvo éxito. Como en todos los pueblos, a la gente le cuesta venir a cosas locales.

>Estiu Sonor. Queríamos hacer como un festival de músicos emergentes o con proyectos nuevos, como Guiu Cortés (El Niño de la Hipoteca), o Maluks, Hacer un concierto en julio en valenciano estaba prohibido. Era muy fuerte. El año pasado vino Pleasant Dreams, y la gente aplaudió y se lo pasó muy bien. A la gente que consume cultura le gusta con independencia de la lengua. Es lo único que sale del núcleo antiguo, acercándolo también al mar, lo que sirve para llevar a espacios como Amplàries (conocido por el nombre de la empresa Marina d'Or) y Morro de Gos lo que se hace principalmente en el casco antiguo.

>Torre del Rei. Además de exposiciones, allí ha tenido lugar Singular, llamado así por el lugar y la música. Fue un éxito de público. Quiero que ciertos festivales o ciclos se establezcan, pero a la vez presentar cosas nuevas.

En la plaza del Pou de la Vila o del Pou del Ravalet. Foto: Carme Ripollès.

>Casco Antiguo. La intención es que la gente lo conozca y dinamizarlo de maneras alternativas. Los domingos programamos Vilantic Circus en la plaza Mayor. Tienen mucho éxito las visitas teatralizadas Sucedió en Orpesa. Se han diseñado a partir de los libros de Pedro Ruiz, un amante de la historia de Orpesa. El Recorrido Poético lleva 21 años. Cada martes, al toque de las campanas de las 23:00, recorrido por las farolas del casco antiguo; cada año se inaugura una farola con el nombre de un poeta. Orpesa Oculta abre espacios públicos y privados, como la Casa Gran, que hizo que la gente alucinase al verla. Poca gente sabe que hay un trinquet, cerrado bajo llave, y lo queremos dar a conocer. El concejal de Deportes y yo queremos recuperar la pilota, Está el mercado de los jueves, Vilantic. Dar opciones para que la gente del otro lado de la vía se acerque. Ojalá se pudiese romper esa muralla, que no es real, sino mental, tal como ocurrió con Benicàssim.

>Asociaciones. Otro objetivo de la agenda trimestral es que las asociaciones creen también actividades. Que tengan esa obligación de ir apareciendo en cada uno de los cuatro libretos, y así tener subvenciones. La idea es que no solo haga cultura el ayuntamiento, sino también las asociaciones y la gente, creando una red social.

PROGRAMACIÓN VILANTIC DE LA SEGUNDA QUINCENA DE JULIO