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Fusión perfecta de modernidad y tradición en 'A la Lluna d'Estiu' al pie del Planetario de Castellón

Pleasant Dreams con la Banda Municipal, en el Planetario. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Aunque la luna apenas se dejó ver desde el Planetario de Castellón ninguno de los dos días de conciertos de la 2ª edición del ciclo A la Lluna d'Estiu, el escenario en el que se aunaba la música moderna con la tradicional era tan ideal, que incluso la gente que daba un paseo por la playa se acercó a disfrutar de la actuación. Con las escaleras del Planetario como gradas llenas de gente de todas las edades y el cielo de la noche como fondo, se pudo disfrutar los pasados jueves 25 y viernes 26 de julio de dos conciertos en los que la modernidad y la tradición quedaban armoniosamente mezcladas.

A las 22.30 del jueves, empezaba puntual el concierto de Pleasant Dreams junto con la Banda Municipal de Castellón. Un recorrido por las canciones del segundo disco de la banda de Xilxes, Hacia los bosques del sur, pasando por su versión de “La Panderola” y también por varios temas del disco anterior como “Nunca me has gustado” o “Noche de fiesta”. Con esta última, tanto los músicos como el público dejaron de estar tensos sin poder evitar marcar el ritmo con el pie. Para aquellos que nunca hubieran escuchado a Pleasant Dreams, podía parecer que su música siempre había sonado así. Pero no. Normalmente sólo suelen ser 3 instrumentos: guitarra acústica, guitarra eléctrica y batería. Y en esta ocasión estaban acompañados de muchos más: flauta travesera, oboe, clarinete, fagot, trompeta, saxofón, trompa, xilófonos... La Banda Municipal era un complemento a la música de Pleasant Dreams que concordaba a la perfección. Era una conexión en la que “lo tradicional” apenas era perceptible. Con la última canción que tocaron, “Próxima Parada”, el público se vino arriba acompañando la música con sonoras palmas y quedándose con ganas de más.

Ramon Godes y Alejandro Royo, con Sara Ledesma 'A la Lluna d'Estiu'. Foto: Julia Martínez.

Con unos minutos de retraso empezaba el viernes la actuación de Ramon Godes y Alejandro Royo junto a la voz de Sara Ledesma. La actuación comenzó con los músicos afinando los instrumentos y el público en silencio como si ese fuera el espectáculo. Tras tocar un tema instrumental, Godes presentó a la cantante y empezaron a interpretar los poemas de Bernat Artola acompañados de la música que José Godes compuso para ellos. Canciones de amor y desamor, otras dedicadas a “senyoretes pudentes i de mig cul” y “Gossera”, una canción que Godes aprovechó para dedicársela a sus tres perros.

A mitad concierto, el viento empezó a soplar haciendo que la voz de Sara Ledesma sonara con un incómodo acompañamiento; pero “así es la magia del directo” se oía comentar a la gente entre el público. Algunos decidieron marcharse cuando el viento refrescó el ambiente, pero muchos lo prefirieron al calor húmedo que la noche anterior obligaba a mirar el concierto con un montón de abanicos moviéndose sin parar.

Mientras que el jueves apenas se notaba “lo tradicional”, el viernes predominaba más esa parte sobre la música moderna. Para la última canción del concierto y del ciclo de este año, salió al escenario José Luis Cuevas, promotor de A la Lluna d'Estiu. Apareció como los demás al principio, tímido y mirando al suelo; pero acabaron todos mirando al público, sonriendo y uniendo todas sus voces para entonar una melodía pegadiza que se quedó en nuestra cabeza una vez había acabado la actuación.