Friedrich, este sábado 28 de octubre en el Ultrasons de l'Alcora.
Tienen un alma nihilista que no hace falta explicar con palabras, menos analítica y más natural, autónoma, propia. Sin pretensiones y haciendo la música que les pide el cuerpo cada momento concreto, Friedrich compuso un primer disco del que, de momento, han visto la luz cuatro canciones en un EP sin título (Auditiva, 2016). El directo les representa de forma más completa, con una formación vista como extraña, instrumental: dos guitarras (Juan e Iván), batería (Ismael) y teclados (Lucía). Tanto es así que ganaron el Concurso de Bandas de Vila-real en 2016, dando una lección de sensibilidad y confianza en un proyecto basado en su criterio genuino, normalizado de puertas para dentro, fascinante para sus receptores.
El sábado 28, a las 23:00, estarán en el Salón Gótico de l'Alcora, dentro del ciclo Ultrasons, interpretando sus canciones. Juan, Iván e Ismael son los tres miembros con los que Nomepierdoniuna ha podido charlar para terminar de hacer ganas.
>He estado buscando información sobre vosotros pero escasea bastante. ¿No os gustan mucho los medios o es que vosotros no le gustáis a ellos?
Juan: Supongo que una cosa lleva a la otra.
Iván: Bueno, con Auditiva sí que hay una entrevista grabada, y bueno, de Nomepierdoniuna también.
Ismael: Del concurso [de bandas de Vila-real] sí que nos hicieron una entrevista, pero no la publicaron. No sabemos dónde está.
Iv: De Radio3 no han venido todavía –ríen-.
>¿Cómo es el público que escucha a Friedrich?
J: Perturbado, el que haya –ríen-. No, bromas aparte, será gente que tenga paciencia, porque no es música que te vaya a entrar en treinta segundos. De hecho, en treinta segundos la desecharías, probablemente. Gente que tenga el oído desvirgado.
Is: A mí me llena más un comentario de alguien que se acerque y que sabes que es de verdad que tener mucho público.
J: El 90% de los comentarios es que nos falta una voz –ríen-.
Iv: No sé, yo pensé que nos escucharía gente que ha escuchado muchísima música y que pudiera notar esos matices. Pero puede ser alguien que lo escuche por primera vez y que le atrape. En los conciertos ha habido gente así, incluso niños con sus padres a los que les ha encantado.
«Aquí la gente es muy tendenciosa, tiene una forma de cantar según el género y quizá no sabría qué hacer en un caso como el nuestro»
>Creo que, gracias a la electrónica, se empieza a aceptar de una forma más popular la música instrumental. ¿Tenéis esa impresión?
Iv: ¿A raíz de la electrónica? No lo había pensado yo. No lo comparto, pero porque no conozco nada de música electrónica. Las bandas que nos han gustado siempre a nosotros son instrumentales y son muy viejas, de los ’60 o ’70. Aunque King Crimson tiene voces por ahí, hay mucho rato de música, como Tuxedo Moon o The Residents, donde la voz era un instrumento de relleno prácticamente.
Is: Pink Floyd también, y también más actual Portishead, por el rollo ese electrónico.
J: Un poco por los ambientes.
Iv: Y Omar Rodríguez-López.
>Con The Mars Volta o At the drive in.
Iv: Sí, ese cambio a Omar Rodríguez-López solo. Creo que estábamos haciendo esas cosas cuando luego salió eso. Y aquí, Cró!, que las vimos en Auditiva. Me impactó muchísimo; tiene un directo tremendo esa gente.
>¿No os apetece meter voz, preferís mantener vuestra música instrumental?
J: Yo a veces sí que la echo de menos, en ocasiones puntuales, pero tampoco es importante. En general, está bien así.
Is: Yo creo que fue evolución natural, porque el proyecto anterior -que se llamaba Gotcha!- sí que tenía. Pero se tiende mucho a llenar con la voz.
Iv: Había dos razones fundamentales por las que no tener voz. Una, porque es que ya no hay nada que decir. Y luego encontrar alguien con muy buen trabajo de voz es muy difícil. Sobre todo porque aquí la gente es muy tendenciosa, tiene una forma de cantar según el género y quizá no sabría qué hacer en un caso como el nuestro. Tendría que pillar los detalles, porque nosotros no somos muy virtuosos, pero ponemos la atención en esos pequeños detalles en los que la gente no se fija.
J: Un cantante puede cambiar por completo la personalidad de una banda.
Is: Yo no creo que esté todo dicho, pero la idea es que hable la música y ya está. Que no haga falta, y que cada uno lea eso como quiera.
Friedrich actuando en el Auditiva 2015. Foto: Adrián Morote.
>Sin embargo, en vuestro EP, sí que hay narraciones que pertenecen a películas y que ponen en contexto el concepto de cada tema.
J: No tiene por qué hacer una referencia directa.
Iv: Nosotros con las canciones queríamos hacer un trabajo conceptual, para que cada canción hablara con música de un tema. Por eso los nombres de nuestras canciones son un artículo y un sustantivo. La idea de los audios viene de Ismael, que quería ponerlos porque en cierta medida nuestra música es un poco de película.
Is: No era muy buscado, pero pensaba que los trozos hablados podrían quedar bien. A mí me mola el rollo spoken word que dicen, muy instrumental pero con algo recitado.
>Me atrae eso de que trabajáis por conceptos. ¿Qué desarrolláis primero, el concepto o la música? ¿O fue algo más caótico?
Is: Más caótico siempre –ríen-. Hacemos lo que nos sale. Sí que hay veces que hemos pensado qué música le podría ir bien a un concepto, pero normalmente ha sido al revés: a través de la música hemos buscado el concepto.
Iv: Muchas veces hemos hecho la música y luego nos hemos preguntado “¿esto qué es?”, pues "La muerte". Y ya ha quedado bautizado.
J: Se han dado los dos casos. De hecho, "La muerte" es una marcha fúnebre. De todas formas, esto se habló bastante al comienzo de Friedrich, a ver qué iba a ser esto. Y quedó bastante claro, queríamos hacer un disco -que no tenemos todavía- a base de concepto, de etapas significativas que suceden en la vida de un individuo.
>De momento, hay cuatro publicadas: "El desengaño", "El baile", "El golpe" y "La muerte", pero habláis de más, porque en vuestras redes aparecen nombres como "El inicio", "La trampa", o "El silencio".
J: "El silencio" es un homenaje a John Cage, una versión del 4:33. Y va después de "La muerte".
«En Vila-real, aunque no lo parezca, la gente tiene mogollón de conocimiento de música bastante underground»
>¿Fueron esas cuatro por algo? ¿Describen alguna de esas etapas del individuo?
J: No, la grabación no tuvo nada que ver con los conceptos, fue una cuestión pragmática. Esas canciones estaban bien, creíamos que podían funcionar y decidimos grabarlas.
Iv: Las otras son más complicadas, por los tempos, los cortes… Hubiera sido un jaleo, y es lo que queremos hacer cuando vayamos a Nashville a grabar –ríen-.
>Hay una conexión entre Vila-real y Benicarló, dos grandes representantes de las escenas instrumentales o experimentales. KLS, el Plug in the gear, AENNEA, RAW, Auditiva… Estamos en un buen momento, ¿no? Al menos tiene apoyo.
J: Sí, y se está contribuyendo a través de estos colectivos a acercar la música instrumental a la gente y que se pueda comprender mejor. Por ejemplo, en el concurso de Vila-real, si no hubiera esta serie de precedentes, no hubiéramos ganado ni de coña.
Iv: En Vila-real, aunque no lo parezca, la gente tiene mogollón de conocimiento de música, y música bastante underground. Hay gente que controla mucho, y eso se refleja en el Auditiva.
>Y el Ultrasons, en l’Alcora, también tiene este afán de visibilizar música más alternativa.
J: Nos sorprendió un poco, la verdad. Pero se agradece.
Is: Tengo entendido que es más jazz, normalmente.
Iv: El mismo día que nosotros tocará una percusionista, con una performance…