- nomepierdoniuna - https://www.nomepierdoniuna.net -

Cuando "reír y pasarlo bien es la mejor vacuna"

Pepe Viyuela y el Teatre del Raval lleno para reír con su 'Encerrona'. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Hace poco más de un año, la única cosa de la que nos preocupaba contagiarnos era la risa. Humoristas, obras de teatro, programas de late night, espectáculos de circo o películas de comedia estaban a nuestro alcance para mejorar nuestro estado de ánimo y olvidar momentáneamente la monotonía a base de ejercitar los músculos de nuestro rostro. Sin embargo, a partir de la primavera del año pasado nos ha costado encontrar motivos para volver a reír. Parece que, consciente de tal patología: haber dejado la risa en un rincón, la primera edición del festival Per Nassos ha acercado lo mejor del clown a Castelló para hacer disfrutar a todo tipo de públicos. Porque, y esto es una verdad universal, no hay edad para reír.

La cola a la entrada del Teatre del Raval en la tarde del viernes 30 de abril era señal de buen agüero: la venta total de entradas en la primera función de Per Nassos. El espectáculo encabezado por el respetado a nivel internacional Tortell Poltrona marcaba el inicio adecuado para la primera edición del festival, y así se evidenció con una gran recepción por parte del público. En la calle esperando pacientemente su turno, debido a la entrada escalonada, tanto niños como adultos (nuevos hábitos de la pandemia). Con una pequeña nariz roja de regalo para los y las más pequeñas (y su primera sonrisa automática).

Festival Per Nassos 2021

Que bèstia!, el espectáculo del clown catalán, presentaba en su inicio a tres payasos preparándose antes de una actuación y reflexionando acerca de su empleo. “¿Pero eso que hacemos nosotros es trabajar?” cuestionaba en voz alta una de los intérpretes, obteniendo una firme respuesta afirmativa de sus compañeros. “¿Y nuestro trabajo es tan importante?” preguntaba nuevamente la clown. “¡Y tanto!”, respondía un payaso. “¡Todo!”, sentenciaba el otro.

'Que bèstia!' permitía conocer al trío de hermanos formado por Tortell Poltrona, la srta. Titat (Montserrat Trias) y Bobas (Boris Ribas). Foto: Carme Ripollès (ACF).

Tortell Poltrona prometía una función en la que convivieran armónicamente el clown más clásico y las propuestas más contemporáneas, y así fue. Vestidos con atuendos llamativos herederos de los Hermanos Martini (grupo de clown catalán de referencia en la segunda mitad del siglo pasado), los tres payasos hicieron reír a los asistentes con recursos clásicos como el clown mudo o la interpretación de instrumentos musicales de tamaño estrafalario (desde un saxofón diminuto o una trompeta de bolsillo a una tuba).

"Si todo el mundo fuera un poco más payaso, sería un lugar mejor". Se despide entre aplausos Montserrat Trias. Aprovecha para agradecer al público haberse dejado caer por el Raval y recordando que “reír y pasarlo bien es la mejor vacuna”.

Los payasos conectaron con el público y le hicieron partícipe de la obra (eso sí, con mascarillas al bajar del escenario). Foto: Carme Ripollès (ACF).

El que también repitió sold out fue Pepe Viyuela el sábado 1 de mayo. En Encerrona, Viyuela interpreta a un hombre desubicado en medio del escenario; forzado a actuar delante de un público que espera que le entretengan. Para ello solo le hizo falta una guitarra, una silla de madera, una escalera metálica, un foco y mucho ingenio, consiguiendo mantener en vilo a sus espectadores durante toda la obra.

Sin embargo, se tuvo que enfrentar al sector más exigente del público. Los niños asistentes trataban de advertir desde sus butacas al clown riojano del riesgo que implicaban algunos de sus trucos. Pepe Viyuela controló la situación con elegancia, introduciendo las intervenciones de sus pequeños consejeros en el propio devenir del espectáculo. Casi como si la pieza se estuviese escribiendo en ese mismo momento. No quiso desaprovechar la oportunidad de dirigirse al público, sobre todo a los más pequeños: “Los payasos fracasan y fracasan, pero siguen adelante por estar rodeados del futuro”.

Los objetos de uso cotidiano fueron suficientes para que Pepe Viyuela reflexionara sobre las convenciones del arte escénico. Foto: Carme Ripollès (ACF).