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Desiguales: “‘Íntimos rivales’ ha sido como una master class musical”

Desiguales: Octavio y Rubén Garreta.

Íntimos rivales es el título escogido por los hermanos Rubén y Octavio Garreta para titular su tercer disco. Dos gemelos castellonenses que desde sus inicios han buscado romper esa dualidad que físicamente les acompaña y que socialmente establece constantes comparaciones. El mismo nombre del grupo ya lo indica, Desiguales, y así denominaron su primer EP (2008). Una línea similar escogieron para Canciones asimétricas (2011), donde de nuevo jugaban a conceder a cada uno su propia, y distinta, personalidad. Íntimos rivales es un larga duración con nueve temas en el que a la primigenia base acústica han añadido variados elementos instrumentales, lo que sin renunciar a la raíz de las canciones dota al contenido de una base más pop o folk. La participación de músicos del nivel técnico de componentes de Metal Cambra (Ferran Aparisi, al violín y mandolina; Juanfran Ballestero, con flautas, gaita y viola de roda; Carlos Mercado, a la batería; y Jorge Edo, piano) ha permitido explorar numerosos caminos musicales, con algunos añadidos más propios de sonoridades de los pueblos celtas, como cabía esperar al trabajar con Metal Cambra (el inicio de “Íntimos rivales” o el final “Amor crepuscular” sirven como ejemplos). Para el bajo se han buscado otro músico de alto nivel de la escena castellonense: Diego Barberà, experimentado en proyectos jazzísticos y miembro de TanStuPids, además de profesor, productor y colaborador casi fijo de Talps. Y completando el equipo, Alberto Lucendo a los mandos de la grabación en los estudios Rockaway. Y con todo ese material se presentaron el sábado 2 de mayo en el Teatro Principal de Castellón, con una cifra cercana a los 200 espectadores (platea casi completa).

Para ofrecer una crónica diferente de ese concierto -en el que junto a los músicos que han grabado en estudio estuvo el guitarrista Víctor Canós- y hablar al mismo tiempo del reciente disco, desde Nomepierdoniuna se ofrece la posibilidad a los hermanos Garreta de que hablen tanto de la actuación como de la grabación siguiendo el orden de canciones del concierto de presentación. Un directo en el que Rubén y Octavio transmitieron, como siempre, esa imagen de tíos simpáticos con los que es fácil coincidir tomando una cerveza y alguna tapa. Buen rollo encima y debajo del escenario con momentos muy especiales, como los de “Bella y bestia”, el más aplaudido, y la versión de “Boig per tu” de Sau dando la vuelta a la platea de público.

Desiguales, sobre el escenario del Principal con su destacada banda de acompañamiento. Foto: Mónica Garreta.

>Os asomáis y veis el público que prácticamente llena la platea del Principal. ¿Qué pensáis?
Que no necesitamos mucho más para sentir que ya hemos triunfado. La gente cree que el éxito es salir por la tele o en Los 40 Principales. Nosotros tenemos un concepto más amplio del éxito. Por hacer lo que hemos llegado a hacer en la música y vivir las experiencias que hemos vivido y viviremos, poco más podemos pedir. Al encontrarnos con gente en nuestros conciertos no podemos más que dar las gracias y aumentar las ganas de trabajar más y mejor.

>Inicio con aires folk en “Íntimos rivales”. ¿Así os sentís Rubén y Octavio en la música y en la vida?
La rivalidad entre gemelos siempre ha existido. La sociedad ya te empieza a comparar desde pequeño y se establece una “sana rivalidad”, pero rivalidad al fin y al cabo. Aun así somos mucho más que rivalidad e intimidad. Tanto en la vida como en la música nos tenemos por personas que han tenido la suerte de vivirla desde una situación privilegiada por el mero y sencillo hecho de compartirla.

>Y siguiendo el mismo recorrido que el disco, pasáis a “Escapes y fugas”, una canción más pop que la primera. Y de ahí, a la más acústica “Vas a ser feliz”. Desde que empezasteis quisisteis huir del prototipo de cantautor exclusivo de voz y guitarra, recurriendo habitualmente a recursos más pop. Una señal de que junto a la palabra deseáis conceder importancia a la instrumentación.
Queremos darle importancia pero sin huir de lo anterior. Nosotros somos acústico en su plena esencia y no queremos perder eso. Sí que es cierto que hemos querido llevar nuestras canciones más allá para darles más amplitud y dimensión, además de aprender a trabajar con más personas que tienen distintas y frescas visiones de los temas y que les pueden dar viveza y una nueva dirección. Es una experiencia de aprendizaje y disfrute sin igual.

>Aunque en el concierto empieza con más protagonismo solista Octavio, pronto le toma el relevo Rubén en la voz principal, cuando no cantáis a dos voces. ¿De qué depende la elección de la voz en cada tema?
De la personalidad del tema que más vaya con nuestra personalidad. Aunque sean parecidas nuestras voces, distan mucho en matices y esto es lo que diferenciamos a la hora de elegir la voz para cada canción.

>Por cierto, en el concierto comentabais que sois un poco “vagos” por lo que habéis tardado en sacar este disco, con canciones que vuestros fans ya conocían por haberlos escuchado en vivo en estos cuatro años. ¿Pero ha sido más un “ya lo haré” o la necesidad de preparar al máximo el  disco?
Claramente ha sido la necesidad de hacer algo bien hecho, desde que le sacas por primera vez punta al lápiz hasta que Alberto Lucendo dice su famosa frase: “Ya lo tenemos chicos… lo hemos vuelto a hacer” (risas). Nosotros no sólo nos dedicamos a la música. Tenemos trabajo y somos muchas cosas  a parte de músicos o cancionistas, y nuestra dificultad en coincidir hace que no siempre tengamos tiempo para crear. Por ello trabajamos por separado. Siempre decimos que si viviésemos juntos sacaríamos disco por año, porque cuando nos juntamos estallan en ideas nuestras cabezas. Aun así este año pasado no compusimos mucho ya que nos dedicamos a vivir la vida un poco… de ahí lo de vagos (risas).

>Con “Brea” regresáis a Canciones asimétricas, un disco que me da la sensación de que se rodó poco en directo por Castellón. Igual me equivoco, pero creo que tocasteis más con el primero, al menos por esta zona.
Se rodó poco por Castellón. Lo defendimos mucho por fuera, pero en Castellón creo que no hicimos más de cuatro o cinco conciertos. Cuando sacamos el primer EP, Desiguales, hicimos muchos conciertos aquí por accesibilidad y promoción. Después entramos en Sueños Musicales y esto nos da la oportunidad de salir a tocar fuera y darnos a conocer un poco más por la península y Baleares.

>Los cuentos son fuente de inspiración para vosotros. Como ejemplo, un par de temas con títulos muy explícitos: “Cuentos de bolsillo” y “Bella y bestia”; pero siempre huyendo de finales con perdices.
Intentamos humanizar esos cuentos que tan ideales a veces son y que nos han alejado a muchos y a muchas de la realidad en la que nos encontramos. No es huir literalmente de finales con perdices, sino de saber volar con cautela, dejando miguitas de pan, para poder volver al mundo real y poder contarlo. Quizás no se trate del final feliz, sino de la historia, ¿no?

>Por cierto, “Bella y bestia” es una de las mejor recibidas por el público.
Nos encanta que haya sido así porque es nuestra última composición y la única canción de cosecha propia que tocamos en el Principal solamente con dos guitarras y dos voces. Estamos muy orgullosos de esa canción y es maravilloso que ahora ya no sea nuestra sino de la gente.

>Tras esta canción, sorprendéis con “Boig per tu” cantada dando la vuelta a la platea. ¿Cómo se os ocurrió hacer esta versión, de un tema en catalán, de Sau? ¿Y lo de dar la vuelta? ¿Qué reacciones observabais?
“Boig per tu” es un himno para nosotros desde hace muchísimos años. Venimos de familia catalana por parte de padre, y tocarla fue para nosotros estar un poquito más cerca de él. El desenchufarnos para cantarla de viva voz y guitarra y bajarnos a platea fue una manera de acercarnos al máximo a las personas y crear un ambiente como el de estar tocando en casa con amigos. Fue extremadamente especial recorrer platea mirando los ojos de  las personas que te devolvían la mirada con complicidad.

>El amor como fuente de inspiración. Aunque no paráis de quejaros (!!!)
Dicen que amor se vive, no se canta. Se canta más el desamor, ¿no? (risas). Somos quejicas sin sentido. No podemos quejarnos de mucho. Esa es la verdad.

>Durante algunas partes del concierto, el sonido se va y vuelve, al tiempo que fallan algunos monitores. ¿Cómo se viven estos problemillas –usando una de vuestras letras- cuando estás en plena actuación?
Hemos vivido estos problemillas muchas veces en muchos sitios diferentes. Aunque intentes que esté todo perfectamente organizado, nunca podrás controlar absolutamente este tipo de cosas, y sólo queda el reírte y echarle humor a la situación. Ojalá logremos enamorarnos y amar al máximo nuestro caos (risas).

>Aunque durante el concierto los músicos van entrando y saliendo, es en la parte final cuando ya aceleráis empalmando los temas con mayor instrumentación. Y en la elección habéis apuntado alto: músicos de Conservatorio, con cuatro componentes de Metal Cambra (Ferran Aparisi, Juanfran Ballestero, Jorge Edo y Carlos Mercado) y con el bajista Diego Barberà (TanStuPids). ¿Ha sido para vosotros, al mismo tiempo que grababais, como recibir un curso musical?
Ha sido una masterclass!!! Ha sido productivo al máximo. Dos personas que las sacas de ese mundo acústico y las metes en medio de estas personas que hablan un idioma tan diferente al nuestro... Imagínate!!! Nosotros nos mirábamos al principio y decíamos:”¿Cómo nos comunicamos musicalmente????”. Pero hemos conectado de una manera increíble y hemos aprendido mucho de ellos. Es maravilloso el fenómeno comunicativo que se creó de la nada.

>Imagino que ese trabajo conjunto –más que colaboraciones- os ha obligado a ofrecer lo mejor de vosotros.
Sin duda alguna. El haber trabajado con gente que no sólo es instrumentista, sino que tiene un conocimiento amplísimo de la música, hace sacar lo mejor de uno mismo sin lugar a dudas. Así se ve reflejado en el trabajo que estamos presentando.

>Antes de esa parte final  del concierto empezasteis a alargaros con las charlas entre canciones. ¿Una señal de que ya dabais por ganado el concierto o un efecto que de las cervezas suministradas por Víctor Canós, atento a la guitarra eléctrica y a que no faltase líquido?

(risas) Ni pensábamos que teníamos ganado el concierto, ni estábamos ebrios de las cervezas del Señor Malasombra. Simplemente estábamos disfrutando de algo que solemos hacer siempre en nuestros directos (sea en casa, fuera de casa, con cervezas o con agua mineral). Estábamos abrigadísimos por la gente que vino y se notó en nuestra espontaneidad y disfrute.

>“Cuentos de bolsillo”, “Amalgama”, “La historia más bella” y “Amor crepuscular”. Tirón final con temas con buen potencial para engancharse con in crescendos provocados por los instrumentistas. ¿Sensación de haber salido victoriosos?

Sensación de plenitud al máximo y muy contentos con el resultado de este experimento de fusión. Lo pasamos como críos ahí arriba.

>Vuelan aviones de papel, sostenes, bragas, claveles… ¿Pero esto qué es?????
Ni ideaaaaaa (risas). Los primeros sorprendidos fuimos nosotros mismos. Esto lo hizo la gente hace unos cinco años en el Auditorio de Castellón. Fue como volar al pasado. Pero siempre te quedas con cara de “esto no está pasando!!!” (risas)

>“Amalgama” tiene una bonita historia detrás que no se llegó a materializar destinado a personas con discapacidad. Creo que fue un encargo que os llegó por Metal Cambra. ¿Fue ése el punto en que empezasteis a colaborar?

Cuando nos juntamos por primera vez con Metal Cambra fue en un concierto nuestro que hacíamos de Desiguales y amigos, hace más de dos años, donde actuábamos con muchos grupos y músicos de la tierra para un fin social. Ahí tuvimos muchísima conexión y a partir de entonces fue evolucionando nuestro proyecto juntos. Después vino la propuesta de ellos al hacernos el encargo de una canción para la asociación, y eso nos unió más, si cabe.

Foto: María Dolorés Montés.

>Para los bises, un tema asturiano (!!!)
Nos encanta el norte desde siempre y lo sentimos, de algún modo inexplicable, como algo nuestro. Hace mucho tiempo conocíamos a gente del Centro Asturiano de Castellón que nos llevaba a sus fiestas y nos hizo de algún modo parte de esos eventos. Una vez actuamos allí en privado y recordamos que nos decían que allí dejaban ensayar a un grupo celta que se llamaba Celtibeers. Casualmente Celtibeers fue la antesala de Metal Cambra. ¡Cosas de la vida! Pues bien, ese sábado estábamos allí tocando con parte del grupo que antes se llamaba Celtibeers y con la gente que nos abrió las puertas del Centro Asturiano. La llamada música celta tiene que ver mucho con los sonidos norteños de Asturias y Galicia. Era la oportunidad perfecta para cerrar este círculo tan bonito.

>Y final con “Animal extraño”. Apostáis por ella como estandarte.
Es buen single para llegar a gente. Puede pegar.

>¿Ha reflejado Alberto Lucendo del modo que queríais el interior de las canciones de Desiguales?
Totalmente. Nadie como él podría entender tanto nuestra música y producirnos como lo ha hecho. Es indispensable su colaboración. Es el tercer Desigual.

>Desiguales, “reyes de los bares”… En el post-concierto hubo que hacer honor al autocalificativo, ¿no?
No te creas (risas). Algo se hizo, pero había que recoger y estábamos bastante agotados. Aun así nos dejamos caer en una taberna que había detrás del teatro y… sorprendentemente estaban los chicos de Metal Cambra allí. Ni hecho a posta!!! Estamos predestinados a estar juntos (risas)

>Y después de la presentación del Principal…
Pues coordinarnos con Sueños Musicales mientras que llamamos a salas y ampliamos cobertura con músicos de fuera para ayudarnos. Por ahora nos llamaron de un Corte Inglés de Valencia para hacer un concierto en un ciclo llamado Música en las alturas. Es un ciclo donde hacen conciertos en una octava planta del centro comercial. Las ciudades donde queremos actuar mucho van a ser Madrid, Valencia, Murcia, Barcelona y también Castellón y provincia.