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Balance del primer festival Castellón Mare Nostrum. La música quiere salir a la calle más y mejor

Simago Lemon's, durante su actuación del sábado en la plaza Mayor con 'El Chino' en primer plano, en la tercera jornada del Castellón Mare Nostrum. Foto: Ángel Sánchez (ACF).

Final del primer Castellón Mare Nostrum. Llega la hora del balance de un evento que ha tenido una repercusión casi exclusivamente local, porque quien lo ha vivido durante cuatro días ha sido la población de la ciudad y de localidades vecinas. Objetivos como asemejarse “al festival de Edimburgo” o atraer a “15.000 visitantes de la Comunitat Valenciana” –mensajes lanzados desde la parte política de la organización- han de esperar todavía a tener alguna opción de ser realistas. Ahora, en el análisis, ya visto el resultado, el alcalde de la ciudad, Alfonso Bataller, apunta a la continuidad anual del evento, ampliando su radio de actividad y también su promoción fuera de Castellón -"lo llevaremos a Fitur", la feria de turismo-, señalando que es "un evento que entra dentro de la esfera cultural de 2015 que contemplamos". Las estimaciones oficiales proporcionan los datos de que "20.000 personas lo han disfrutado, con una repercusión económica entre 500.000 y 600.000 euros" para un evento que ha contado con una aportación pública de 36.000 euros, repartidos a partes iguales entre el Ayuntamiento de Castellón y la Diputación Provincial. Esa intención de continuidad coincide con la de la organización, la empresa castellonense Norris Bronson, que ya piensa en una segunda edición, aumentada y corregida, con diferentes espacios, horarios y un cartel en el que se aspira a alguna presencia internacional.

Los responsables del evento se manifiestan satisfechos, los músicos que han participado también, hosteleros de las zonas con escenarios han mejorado su recaudación –aunque los de otras partes menos céntricas apuntan que a ellos no les ha afectado positivamente-, pero los hoteles se han quedado sin la optimista previsión de afluencia foránea. En cuanto al público, tras el tímido arranque de la primera jornada, ha respondido llenando gran parte de la plaza Mayor cuando se trataba de espectáculos familiares (escuelas y Simago Lemon’s) y en el final Bigbolerando, ocupando alrededor del 70% de su capacidad. En el resto de los espacios, la concentración de espectadores ha resultado desigual, superando el centenar bien avanzada la tarde y en zonas con cafeterías, más momentos concretos, como la actuación pianística de Gimeno & Solsona en els Quatre Cantons, aunque con poca expectación en las horas más tempranas y en escenarios como el de la plaza de la Hierba y el de la avenida Rey Don Jaime, que no han dejado de ser lugares de paso. Eso sí, los espectadores que se han parado ante los músicos han seguido las actuaciones con agrado y sonrisas. Ha sido un festival más de horas y lugares que de atracción por nombres concretos… de dar más vida al centro a base de música, pero siempre dentro de parámetros locales.

El buen rollo entre los músicos quedó plasmado en la improvisada jam final del domingo al mediodía en la plaza Santa Clara. Foto: Ángel Sánchez (ACF).

Da la impresión de que el Castellón Mare Nostrum no ha empezado a ser entendido por buena parte de la ciudadanía hasta que se ha puesto en marcha. El jueves 23, a muchos les resultaba chocante encontrarse con músicos y no eran demasiados quienes hacían un alto para escucharles. Sólo en la plaza Mayor se reunieron más de cien personas ante el escenario, lo que ocurrió durante la actuación de Out of Ink. El viernes comenzó a cambiar el panorama con la participación de centros musicales de la ciudad, concentrándose bastante público familiar frente al Ayuntamiento, una tónica mantenida con las escuelas de baile, la versión infantil de Simago Lemon’s y el final del domingo con los boleros a cargo de Jacaranda junto a la big band dirigida por Juanjo Carratalá.

El centro de acción se ha desarrollado mayoritariamente dentro del denominado Octógono (Hernán Cortes, Santa Clara, La Paz, Puerta del Sol, Huerto Sogueros, Rei en Jaume, Las Aulas y plaza Mayor), bajo la organización de Metrònom y la colaboración de Play Producciones. Por allí se ha escuchado, yendo de un escenario a otro, el jazz al saxo de Iván Pitarch y de Juanjo Carratalá, el rock clásico y blues de Dos Animales y también de Carretera y Manta, el blues y country de Two For Blues, el flamenco de El Tete, el tango de Joe Petraski (aunque casi siempre subdivididos), el jazz pianístico de Lisbeth Freites, la música francesa pero nómada y multicultural de Stéphanie Cadel et la Caravane, la suavidad jazz y soul de Bluet, el folk del multiinstrumentista Tomàs Fabregat o unos Dwomo que con guitarras acústicas se han atrevido con todo (desde cantar en japonés a rememorar a Tom Waits pasando por Los Hermanos Cubero, e incluso acompañando en ocasiones el tango’n’roll de Cándida). Siete grupos o solistas castellonenses y seis valencianos, que por las noches han prolongado la actividad actuando en restaurantes. La opinión generalizada por parte de estos protagonistas coincide en ser muy positiva, estableciéndose incluso colaboraciones espontáneas entre ellos, con el añadido de que esta exposición pública les ha facilitado a unos cuantos contactos para futuros conciertos. Miel sobre hojuelas pues.

Actuación de Dos Animales, el jueves, en la avenida Rey Don Jaime. Foto: Pau Bellido (ACF).

En este apartado ha sido común el comentario por parte del público y de los propios músicos de que actuaciones de veinte minutos han resultado demasiado cortas –afectando también a la atención de los espectadores- y que había un número excesivo y repetido, lo que ha llevado a algunos cantantes a acabar el festival bastante tocados de sus  gargantas. Otro fallo visto desde el inicio ha sido que los escenarios cercanos al de la plaza Mayor resultaban perjudicados en el apartado de sonido, al ser el de la zona central más elevado y no siempre bien ajustado.

Fuera de ese circuito, han participado con actuaciones puntuales la guitarra clásica de Manuel Babiloni o la jazzística de Fernando Marco, el chelo de José Enrique Bouché  y la Banda Municipal de Castelló. También la música con afán innovador y mediterráneo de Ramon Godes y Alejandro Royo, que junto con el piano a cuatro manos de Gimeno & Solsona y el folk alcarreño-bluegrass de Los Hermanos Cubero, han sido las aportaciones de Born! Music. Por su parte, Castellón en Vivo ha situado en el cartel a cuatro jóvenes bandas (Out of Ink, Nowhere Kids, Must Go y Trece) y a Simago Lemon’s.

Joe Petraski y Los Carniceros del Tango, el grupo que más veces ha actuado, aunque con diversos formatos y componentes. Foto: Ángel Sánchez (AFC).

Opiniones de la organización

Pablo Sebastiá (organizador general del Castellón Mare Nostrum):

“La valoración de la primera edición del Castellón Mare Nostrum es muy positiva. Restaurantes, hoteles y comercios están encantados con el festival. Y el público ha asistido con una sonrisa de felicidad eterna al centro de la ciudad durante cuatro días”

“Por parte de las empresas organizadoras (Metrònom, Born! Music, Alberto Cañada y Norris Bronson) estaríamos encantados de que hubiese una segunda edición”.

“La intención es ampliar a, por lo menos, cuatro plazas más. También sustituir la plaza de la Hierba. Pensamos en hacer los conciertos más largos y con menos rotación. Es lo que la gente nos ha pedido en las redes sociales. Somos muy obedientes y la gente manda”.

“El cartel sería igual de castellonero, más nacional y más internacional. Ha de crecer. No concibo una segunda edición sin crecimiento”.

El dúo Carretera y Manta, en la avenida Rey Don Jaime. Foto: Ángel Sánchez (ACF).

Luis Óscar García (programador, sonorizador y productor del Octógono):

“Nos hemos encargado del 85% de la programación, más del espectáculo final, Bigbolerando. Estoy muy satisfecho por cómo han salido las cosas. Creo que la programación ha sido buena y el público ha podido comprobar la calidad de los músicos, algunos de los cuales, como Iván Pitarch y Tomàs Fabregat, pero han sorprendido a quienes les escuchaban”.

“Músicos, técnicos y producción nos hemos multiplicado. Ya que en total éramos 45 y hemos trabajado como 150. Hemos creído en este proyecto y eso nos ha hecho trabajar con ganas. Si hubiese sido sólo por lo cobrado, es posible que no lo hubiésemos hecho; lo hubiesen hecho otros y con peor resultado”.

“Naturalmente, hay muchas cosas para mejorar. Algunas de ellas las han podido ver todos y otras los que hemos estado las 24 horas ahí dentro. Pero al ser la primera edición, son detalles que sólo hemos podido ver cuando todo se ha puesto en marcha”

“Un 10 para las bandas y el buen rollo que se ha creado. Desde el segundo día ya había jams entre los participantes, sin que estuviesen previstas. Dos Animales han estado actuando junto a Carretera y Manta porque les apetecía, y con ellos se decidió cerrar la mañana del domingo en la plaza Santa Clara, uniéndose los otros músicos”.

“Dueños de restaurantes nos han comentado que el jueves hicieron unas cajas similares a las de un sábado y que el sábado las mejoraron respecto a lo que es habitual”

“Aspectos que sabemos que hay que mejorar… Los escenarios de la plaza de la Hierba y la avenida Rey Don Jaime con Colón no han funcionado como el resto. Las actuaciones han de ser más largas y protagonizadas por más grupos. La hora de inicio de cada jornada ha sido demasiado temprana”.

Opiniones de los músicos

Iván Pitarch:

“Una bonita iniciativa que se debería repetir. Para mí ha sido un placer que me diesen la oportunidad de participar en este festival, en el cual he conocido músicos fascinantes y de los que he aprendido mucho. Muy bien organizado y un gran trabajo técnico para que todo salga bien”.

Cándida:

“Nos ha parecido una propuesta muy interesante. Hay que llevar la música directamente a la gente, ya que cada vez tenemos menos espacios”.

Cándida interpreta su tango'n'roll en la plaza Santa Clara. Foto: Pau Bellido (ACF).

Lisbeth Freites:

“Estoy encantada con el festival. Ha sido una experiencia increíble tocar en la calle. Según pasaban los días la gente comenzaban a responder. Hemos convertido a Castellon en una ciudad diferente estos últimos días poco a poco, se ha creado un ambiente especial y eso no se puede negar. Habría que dejar de lado las cosas negativas y las opiniones tóxicas de algunas personas y pensar en que ésta es una gran iniciativa que, como todo, de edición en edición puede superarse. Hemos llenado las calles de la ciudad de música, ha existido una conexión genial entre todos los que estábamos tocando. El equipo técnico, pese a ser limitado por temas de presupuesto, se ha dejado la piel ocupándose de nosotros en todo momento. La organización ha tratado muy bien a los músicos, los restaurantes donde se localizaban los conciertos han sido (excepto uno, que ha sido un poco borde) espléndidos totalmente con nosotros y no nos ha faltado de nada en ningún momento. En fin, que esto es un antes y un después y hay que apoyarlo y apostar porque se repita y otros músicos puedan formar parte de esta experiencia en una próxima edición. Pienso que el balance es positivo a pesar de las limitaciones”.

Dwomo, en la plaza Hernán Cortés. Foto: Pau Bellido (ACF).

Dwomo:

“Más que un festival, es un recorrido musical y una invitación a verlo todo de otro modo. Muy bien los técnicos y el aspecto logístico; se agradecen las distancias cortas en el mapa de actividad. Conseguido el ambiente de música en las calles y la adaptación de los grupos, también la cobertura continua e interrelación entre la gente participante. Los garitos de la noche eran un tanto ajenos al planteamiento: eran más de amenizar que de dar un concierto largo, pero la programación diurna justifica todo. Una bella y práctica manera de conocer Castellón y hacer crecer la ciudad y nuestro banco de experiencias. Muy intenso, también en lo emocional. Hemos estado muy a gusto dentro y fuera del escenario”.

Tomàs Fabregat:

“Han sido de las veces que más me he sentido nervioso, porque estoy acostumbrado a tocar en grupos (cámara, orquestas, folk o rock), pero nunca solo. Después de ver al resto de los músicos, con varios dúos o solistas que tocaban sobre bases de batería o bajo, mi propia actuación me parecía sosa, como si le faltase sustancia. Si hubiera podido montar las actuaciones con un poco más de tiempo, me hubiera gustado tocar acompañado por un guitarrista, o coger el bouzuki para acompañar a alguien haciendo melodía, o algo que diera un poco más de sensación de relleno. Pese a todo, pienso que el público se ha ido satisfecho. Algunas personas se me acercaban tras las actuaciones a interesarse por el tipo de música que tocaba, a preguntarme cuándo volvía a tocar o simplemente a decirme que les había gustado, que es algo que siempre agradeces porque hace mucha ilusión. En cuanto a los demás artistas, ha sido un placer y un honor compartir escenarios con ellos. El ambiente entre los músicos ha sido muy bueno, De hecho, el sábado por la mañana tuve la suerte de compartir escenario con Javi y Néstor de Joe Petraski; por la tarde, Dos Animales me acompañaron en un par de temas, y el domingo por la mañana me lo pasé genial tocando con Carretera y Manta un par de veces. Para mí ha sido incluso un alivio dejar un poco de lado el folk y tocar tangos o coger la mandolina para tocar rock de los 70 con colegas de otros grupos. De hecho, la jam de clausura fue en parte una iniciativa de los propios músicos, que hemos podido plasmar ese buen rollo en la plaza Santa Clara. Sólo me sabe mal haberme tenido que ir antes de que terminara, pero ha sido muy divertido. Desde luego, repetiría”.

El multiinstrumentista castellonense Tomàs Fabregat. Foto: Pau Bellido (ACF).

Los Hermanos Cubero:

“Muy interesante la propuesta del Ayuntamiento de Castellón de llenar las calles de la ciudad de música. En la calle vimos a nuestra llegada un gran ambiente. En nuestro concierto la plaza estaba llena, incluso algunas personas pasaban por detrás de nosotros para poder seguir su camino. El público se mostró atento, algunos se lanzaron a bailar y otros cantaban nuestras canciones, así que nosotros disfrutamos mucho. El sonido rozó la perfección, con un técnico muy solvente y el personal de Born! Music nos trató muy bien”.

Two For Blues:

“Ha sido un éxito el festival, muy bien organizado y una gran experiencia poder estar por todas las zonas emblemáticas de nuestro Castellón mostrando nuestra música. Por nuestra parte la gente ha respondido muy bien aplaudiendo mucho nuestras actuaciones y siempre con una gran afluencia de público. Ciertamente un festival inolvidable”.

Stéphanie Cadel et la Caravane:

“Lo hemos pasado genial durante todo el festival, la organización ha sido buena y creemos que la gente de Castellón lo ha disfrutado mucho. Quizá el concierto de por la noche podría haber sido un poco antes para que hubiera más personas, y el resto un poco más largos. Y hubiera estado bien un lugar central o alguna furgoneta a disposición de los músicos donde almacenar los instrumentos, porque a los dos días era duro para algunos (gente con pianos...). Quedará siempre para nosotros la cantidad de niños disfrutando de la música, el buen rollo entre los músicos de diferentes grupos y el buen trabajo de los técnicos. ¡Volveríamos a hacerlo sin dudar!”.

Bluet, durante una de sus actuaciones en la Plaza de la Hierba. Foto: Ángel Sánchez (ACF).

Bluet (Nuria Pallarés):

“En pocos sitios me han cuidado tanto. A los músicos no nos han dado más que facilidades y han conseguido que todo haya ido fluido. Ha sido un verdadero maratón en el cual, las voces en especial, hemos terminado rotos, demasiados bolos de corta duración y mucho movimiento. Quizás el planteamiento era demasiado ambicioso; más reducido hubiésemos conseguido mover igualmente a la gente, pero tengo claro que las partes implicadas han tomado nota para, en el caso de que haya otra edición, muchas cosas mejoren. Contenta con la respuesta de la gente de la calle. Todos nos decían que les encantaba la iniciativa y no hemos podido quejarnos en ningún momento por la falta de público, ya que en todos los rincones conseguíamos que la gente parara su marcha y se quedara a escucharnos. Tocar a pie de calle con la gente tan cerca y en un entorno tan diferente al que estamos acostumbrados ha sido un reto y una experiencia maravillosa y gratificante aunque agotadora (risas). Contenta por el apoyo de muchos músicos de Castellón, a los que he podido ver en muchos de nuestros bolos y en el de otros compañeros, lo cual me demuestra que aunque nunca llueve a gusto de todos y que está claro que siempre es más fácil criticar que apoyar, los músicos de esta tierra saben apreciar las cosas buenas que se hacen. En resumen, agotados pero muy contentos con el proyecto y con la gente que hemos conocido durante estos días. Aunque he terminado sin voz y agotada, volvería a hacerlo, eso sí, mejorando un poco mi técnica para no romperme como esta vez (risas)".

Joe Petraski y Los Carniceros del Tango:

"Es una buena iniciativa. Parece que llenar Castellón de música y el concepto del festival han sido bien recibidos. Bajo nuestro punto de vista, es interesante. Sin embargo, pensamos que se debería habar contado con más grupos.. Grupos de Castellón que hace su propia música y tienen una calidad bárbara encima de los escenarios y en sus trabajos discográficos. No vamos a nombrar grupos, pero los hay y todos lo saben. En definitiva, el concepto del festival es muy bueno, pero hay una ausencia notables de estilos y grupos con calidad del terreno".

Opiniones de los espectadores

Público durante la actuación de Simago Lemon's en la plaza Mayor. Foto: Ángel Sánchez (ACF).

Lorenzo Millo:

“Como iniciativa e idea, magnífica. Equilibrio entre músicos de aquí y de fuera, gran nivel de actuaciones, ambiente en las calles (a pesar del Clásico) y la posibilidad de ver otro Castellón, aunque haya sido por un fin de semana. Como "peros", los conciertos deberían haber sido algo más largos. 25 minutos provocaba que, a la que te descuidaras, llegases tarde y no pudieras ver nada. No digo llegar a la hora, pero sí entre 30-40, que permita saborearlos un poco más. También (y supongo que sobre eso la organización habrá tomado nota porque ha sido lo más evidente), es que las plazas Pescadería y de la Hierba deberían haber quedado fuera del circuito al estar demasiado pegadas a la Mayor, donde había un escenario con un nivel de volumen más elevado. Quizá sustituirlas para otra edición por María Agustina y la del Real, que no fueron ocupadas por escenarios, lo redondearía. Le doy un 8,5 a la iniciativa”.

Ester Igual:

“Estoy con Lorenzo: demasiado cortos los conciertos....y además errores en la programación que han hecho que viera dos veces lo mismo y ninguna a quien yo buscaba, porque cuando me lo aclaraban, ya habían terminado. Buenísima iniciativa que debe continuar. Fin de semana fabuloso. ¡Viva la música! Ah, difícil oír algo en la plaza de la Hierba cuando tocaban en la plaza Mayor”.

Diego Barberà:

"Copio y pego" el comentario de Lorenzo Millo, al que añadiría, sin duda, la presencia de propuestas musicales en valencià. Por otro lado, ha sido un gusto descubrir grupos de fuera de Castellón, como Dwomo, Cándida, El Tete o Dos Animales. A nivel logístico, falta pulir cosas, y eso que el tiempo acompañó. En definitiva, llevar la música al público mayoritario funciona y como músico te hace sentir orgulloso de tu ciudad, aunque sea por unas horas. Un 9 al festival”.

Jesús Gallardo:

“Habría que aclarar si es mejor hacer muchas cosas a burro barra o dosificar a lo largo del año y con más gusto, delicadeza, publicidad y afecto para nuestros músicos estos conciertos, que en cuatro días han llenado de "ruido" la calle como si fuesen los cohetes que los niños hacen estallar sólo por el gusto de decir: “Yo también tengo cohetes”. Los que pagamos impuestos en Castellón y provincia deberíamos ser los únicos –y esto es un poco apartheid- que actuásemos en un festival de Castellón. Cualquiera que no presente un documento como que no está al corriente de los pagos a Hacienda y Seguridad Social como músico, fuera del cartel. Los profesionales estamos hartos de cumplir con nuestras obligaciones tributarias y ser tratados como aficionados. En el hospital hay médicos, no aficionados a la Medicina”.

Gonzalo Magaña -pantalón blanco corto-, viendo la actuación de Cándida acompañada por Dwomo. Foto: Pau Bellido (ACF).

Gonzalo Magaña:

“Me gusta que alguien haya traído este formato a Castellón; realmente hace que la ciudad se vea de otra manera. Aún estoy intentando comprender el porqué de 250 actuaciones. Me parecen excesivas para el número de bandas participantes, lo que obliga a demasiadas repeticiones y a conciertos en momentos y lugares que no tienen mucho sentido. En cuanto a las bandas, muy buena interpretación, pero demasiados grupos de versiones para mi gusto. Me hubiera gustado ver más música de creación propia, que se hubiera aprovechado el evento para dar a conocer a músicos que de verdad quieren difundir su propio mensaje”.

Carmen Retuerto:

“Yo no he visto mucho, pero me ha parecido una muy buena iniciativa. Ambiente y música en las calles es una buena receta”.

Alberto Martín Andrés:

“La idea no está mal pero hay que pulirla un poco. Creo que ocho escenarios distintos es dispersar demasiado la cosa aunque estén cerca entre ellos; a mi parecer sería mejor como mucho 3 escenarios y que estén concentrados todos los conciertos ahí. También creo que han quemado un poco a los grupos; por ejemplo, el cantante de Joe Petraski tuvo que retirarse antes de acabar su actuación el domingo en la Plaza la Paz porque su garganta no le aguantaba más. Es demasiada tralla desde el jueves”.

El guitarrista Jordi Vidal, espectador y protagonista sobre el escenario con Simago Lemon's. Foto: Ángel Sánchez (ACF).

Jordi Vidal:

“El viernes me di un atracón a caminar y vi poco, porque cuando llegaba estaban por acabar. Bolos con nadie por horario y lo de siempre: los de fuera son mejores (en referencia a la composición del cartel) y conste que Dos Animales y alguno más son amigos y compañeros musicales algunas veces (alguno vino a tocar a la jam del Terra, por ejemplo). Muchos de aquí se quedaron fuera... como siempre. 250 bolitos para 30 artistas... obsceno. 20 minutos, un chiste. El sueldo de los músicos, me dijeron que 100 euros por músico y día... creo que para estar todo el día pringando, fueron justitos, justitos...”.

Enrique Bellido:

“Todos los comentarios aquí esgrimidos tienen grandes dosis de acierto. Los suscribo también. Ahora es cuestión de pulir las cosas para nuevas ediciones”.

Pau Sancho:

“La idea no es mala, el desarrollo mejorable”.

Enrique Guimerá:

“La mejor voz, Nuria Pallarés; el mejor instrumentista, Santi Huguet (sin desmerecer a nadie, claro). Podría instaurarse esta propuesta una vez al mes. Sería bueno para todos”.

Jorge Aguirre:

“Para la próxima, un rollo latino en una plaza no vendría mal… Y ojalá se acuerden de Saoco Mix. ¡Muy buena idea! Felicidades”.

El flamenco de El Tete en el restaurante Divina Comedia. Foto: Ángel Sánchez (ACF).