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Aroa: "Morcillo me inculcó el respeto y el amor por la música y por la gente que está en ella"

Morcillo y Aroa. Foto: Pako Kaos, para el documental 'Kamikazes en la oscuridad', de Iván Dabón (Pont de Llum Audiovisuals).

Si el batería José Luis Lorente El Chino ha sido siempre como el hermano musical (y más) de Morcillo, su sobrina Aroa ha sido el otro brazo en los últimos años sobre los escenarios de la figura más icónica de la música hecha en Castelló. Con el bajo en sus manos, metiendo coros a los clásicos del rockero, allí ha estado Aroa desde que un día, cinco años después, ella y su tío Juan Antonio restablecieron relaciones tras el hastío que había provocado la intensa y disciplinaria experiencia de Gatas Negras, cuarteto femenino castellonense que alcanzó relevancia a nivel nacional en los 90.

El día que falleció Juan Antonio Morcillo -7 de febrero de 2015- se levantó una gran ola de reconocimiento hacia la figura más icónica que ha dado el rock de Castellón. Aroa, por ser muy conocida dentro del ambiente musical castellonense, fue arrastrada por esa tremenda muestra de cariño y respeto.  Ya han transcurrido casi nueve meses y es hora de recordar su legado a través de una serie de acontecimientos que se irán sucediendo. El primero de ellos tendrá lugar el sábado 24 de octubre (20:00) en Veneno Stereo. Para decepción de unos cuantos interesados en asistir, las entradas están agotadas, pero la propia Aroa recalca que se trata de un primer homenaje casi íntimo, para familiares y músicos más cercanos, pero que la intención es que dentro de unos meses tenga lugar otro homenaje en un espacio con amplio aforo.

El programa para este primer acto incluye la actuación de Los Náufragos, la banda tributo a Los Auténticos, aunque en esta ocasión su repertorio estará integrado por canciones de Morcillo, incluida “Bugs Bunny”, grabada en las sesiones anteriores a Harley Boys (1990) y que nunca fue incluida en ningún disco, para continuar con Juan Nadie, la banda tributo oficial a Morcillo, y finalizar con Los Rítmicos, más colaboraciones de cantantes de grupos que han participado en el disco homenaje Con M de Morcillo, que se presenta ese mismo día. Y, cómo no, jam final.

Los grupos que han grabado en este homenaje son los siguientes: Los Reactivos “Mi cenicero”; Juan Nadie “Noche de fuego”; 1ª Komunión “Quería el mundo cambiar”; Shock Treatment “No trates de volver o te morderé”; Aroa Morcillo “Estoy borracho”; Impass “Bugs Bunny”; La Punzada del Guajiro “La quiero a ella cular”; Carlos Vargas “Lobos de la noche”; Los Dalton “Harley Boys”; De Par En Par “Hielo”; The Dancing Casinos “Juan El Largo”; Faradai & Juanki “Mujer”; Skizophonic “Loser (Perdedor)”; Gatas Negras “Quiero que estés lejos”; Demasiado “Sra. Pura”; Néstor & Andrei “Lobos de la noche”; Simago Lemon’s & Juan Morcillo “No voy a pensar más”; El Respetable “Mi vida rosa”; Cristian Lorente & Fernando Pardo “El aristogato”; y Raca “Hielo en mi cenicero”.

Con motivo de esta fiesta de homenaje, Aroa Morcillo, la zurda bajista sobrina de “Juan Antonio”, como ella siempre le llama, repasa su vida musical a partir de su relación con Morcillo en etapas muy diferentes.

>La ausencia
“El primer ensayo de Los Rítmicos sin Juan Antonio fue duro. Estoy con el bajo y lo busco. Es una sensación extraña”.

>Disco de tributo 'Con M de Morcillo’
“Fue un proyecto que puso en marcha El Chino y en el que han participado veinte grupos. El disco se tenía que haber lanzado mucho antes, porque ya lleva cuatro años a la espera, y la intención era que se presentase con Juan Antonio, pero por unos motivos u otros se fue demorando. Pero él lo escuchó. Se lo preparó Juanki y lo oyó. En realidad, la idea de El Chino se remonta a unos doce años atrás, pero se fue dejando”.

>La canción favorita
“Me gustan todos los temas de mi tío, pero “Estoy borracho” es especial para mí por varios motivos. Fue una de sus primeras canciones –apareció en el EP de 1984 que incluía también “Hielo” y “Tu voz en el estéreo”, y en 1985 en el LP Moros en la costa- y la llevo escuchado desde pequeña.  Tenía claro que la iba a grabar para su disco de homenaje. Cuando él la oyó, se me giró y me dijo: “Ya me has vuelto a hacer llorar otra vez”. La grabé con Alfonso Pachés (batería) y Toni Porcar (guitarra)”.

>El día que Loquillo le pidió “Hielo”
“Loquillo le dijo que quería le cediese “Hielo” y Juan Antonio le dijo que de eso nada. Que hiciese él una canción así”.

>Morcillo, un icono
“Yo tenía la sensación de que él nunca se iba a ir. Estuvo tres años enfermo, pagó su modo de vivir, pero malito, malito, estuvo realmente tres meses. Tenía esa imagen de tío tan fuerte que parecía imposible que un día ya no estuviese aquí. En octubre de 2013 hicimos un concierto en la sala Wah Wah de Valencia. Él estaba ya enfermo y en los camerinos apenas se podía mover. Pero subió al escenario y se transformó por completo. Fue increíble. Parecía el de siempre”.

>El día del fallecimiento
“Yo le visité el viernes por la noche en el hospital y le di un beso. A la mañana siguiente, nada más despertarme, me entró un mensaje en el teléfono y acto seguido la llamada de mi madre. Juan Antonio había muerto. Aquel sábado todo fue él. Apagué el móvil, pero por todos lados me llegaban mensajes, y cuando volví a poner en funcionamiento el teléfono era una barbaridad el número de avisos, mensajes… En internet, él estaba en todas partes. Fue un día triste, pero a la vez muy emocionante por ver la reacción de la gente. Mucha gente no tenía buena relación con él, pero como músico se le ha querido mucho. Pasado el tiempo, la gente me lo hace recordar constantemente”.

>Gatas Negras
“Juan Antonio siempre quiso que Gisela -hija de Morcillo- hiciese algo dentro de la música. Incluso Toni Porcar y Johnny Breva (De Par en Par) hicieron una prueba con ella. Con 6 o 7 años mi madre quiso que yo aprendiese música, pero me negué. Con 11 años sufrí un accidente y me corté los nervios del brazo. Nunca pensé en tocar en un grupo ni en nada parecido, pero me lo comentó Juan Antonio y me uní al proyecto que él había pensado, que era formar un grupo femenino, junto a Gisela (voz y guitarra), Elena Álvarez (batería) e inicialmente María Iturralde, aunque después entró Eva Ahicart (guitarra). Era 1991, yo tenía 13 años y la mayor, 17. Éramos muy jóvenes y no sabíamos nada del mundo de la música, ni casi de la vida".

>Disciplina
“Nos llevaba super rectas. Lo que Juan Antonio no dejaba que hiciesen con él, nos lo hacía a nosotras. Disciplina a rajatabla. ¿A ver quién le imponía reglas a él? Pero él a nosotras, sí. Empezamos a ensayar en su casa de la calle Mealla y después en Burriana, en los camerinos del Teatro Payà, donde trabajaba El Chino. Y era muy duro. Ensayábamos los siete días de la semana. Rígido, inflexible. Pero sin ese trabajo no hubiésemos podido hacer lo que hicimos, ni en mi caso llegar a grabar después con la gente con la que he trabajado. Nos inculcó el respeto y el amor por la música y la gente que está en ella. Siempre se lo agradeceré. Eso sí, acabamos saturadas”.

>Con Gatas Negras hizo lo que él no dejaba que le hiciesen
“Creo que con Gatas Negras quiso hacer lo que él no permitía que le hiciesen. Él no iba a pasar por el aro por nada ni nadie, y de este modo no iba a poder alcanzar unos objetivos que sí quería para nosotras. Nosotras debíamos hacer todo lo que él nos mandase. Nos exigía mucho, pero ese trabajo daba resultados. Era curioso que a nosotras nunca nos dijo que confiaba en que podíamos conseguir cosas importantes en la música, pero a otras personas sí lo decía”.

>Ganarse el respeto
“Éramos un grupo de cuatro chicas entre 13 y 17 años, y tocábamos en directo. La gente del sector no se lo creía. Recuerdo que cuando yo tenía 15 años fuimos a tocar a la sala Revólver de Madrid. Nos llevó Jesús Ordovás a la radio y no se creía que tocásemos en directo. Nos dijo que iría al concierto sólo para ver si eso era verdad, porque no se lo creía. Estuvo allí, nos escuchó y después nos pidió disculpas. No éramos un grupo fabricado; éramos un grupo real, que había trabajado mucho en el local y en escenarios. Cuando salió el disco Gatas negras (1995) ya habíamos tocado mucho por todas partes. Habíamos protagonizado incluso una gira con Morcillo y Los Rítmicos y con Graham Foster y su Major Blues”.

>Pero se acabó
“El final de Gatas Negras llegó un año después de sacar el disco. Creo que el motivo fue que acabamos saturadas. Juan Antonio y Carlos Rochi, el mánager, nos tenían en un puño por su manía de querer protegernos tanto. Acabamos asqueadas del grupo y de la música. Gisela empezó en solitario, pero muy pronto se lo dejó, y la única que sigue hoy en día soy yo. Tocamos mucho, pero nosotras nunca vimos ni un duro. Con el tiempo nos enteramos de contratos y cosas, y hubo mucho lío”.

>Oferta para un segundo disco de Gatas Negras
“Fue curioso, pero cuando rompimos con Juan Antonio y con Rochi, la discográfica (BMG Ariola) nos puso la alfombra roja para que hiciésemos un segundo disco. Pero estábamos hartas de vernos. Creo que compartimos tantas horas que terminamos cansadas de estar juntas y luego hemos estado bastantes años sin coincidir las cuatro”.

Aroa y Morcillo, con Los Rítmicos. Foto: Liberto Peiró.

>Cinco años sin hablar con Morcillo
“He vivido mucho con Juan Antonio. Cuando yo tenía 13 años empezamos con Gatas Negras. Yo era la más joven, pero la mayor sólo tenía 17. Acabé harta de él y estuve cinco años sin hablarle. Fueron muchas horas juntos, de ensayos, de carretera, de risas, de riñas entre 1991 y 1997… y encima él metía la pata constantemente. Cuando estábamos en un momento importante, no nos dejó disfrutarlo, nos sobreprotegía, porque él se creía siempre que la gente se nos quería tirar. Íbamos a fiestas y nos tocaba salir por patas; y cuando no, él daba unas palmadas y todo se acababa para nosotras. Está claro que no todo en esas fiestas era bonito, en las bandejas no había canapés precisamente, pero se pasaba queriendo protegernos. Y todo era porque él pensaba que todos eran de su condición”.

>La llamada de Juan Luis Giménez
“Gatas Negras se acabó en 1997. Yo no tenía ninguna intención de meterme en otro proyecto. Hice algo muy puntual con Clara Tena y ya lo dejé. Pero unos meses después me llamó Juan Luis Giménez, guitarrista de Presuntos Implicados. Grabé coros en los discos de Presuntos Versión original (1999) y Gente (2001). Con Juan Luis grabé bajo y coros en el disco Fe (2000). Estuve hasta 2002 trabajando con él. A mí me sorprendió su llamada, y fue porque me conocía Nacho Mañó (bajista y productor de Presuntos Implicados), con quien estuvimos cuando Rochi y Juan Antonio ya no estaban con nosotras en Gatas Negras”.

>Confianza en sí misma
“Yo creía que no sería capaz de hacer nada sin Juan Antonio a mi lado. Aunque en directo me transformó, debajo del escenario soy tímida. Cuando Juan Luis me dijo de grabar y girar con él sentí temor por falta de confianza. Fui a su casa, me explicó su proyecto y unos días después empezamos los ensayos. El primer día fue duro, porque Juan Luis no estaba, yo no conocía nadie y allí estaban el pianista Santi Navalón, director del proyecto, un musicazo; Prisco López, de M-Clan, uno de los autores de “Carolina”… Era todo muy profesional y a mí me imponía estar allí con ellos. Pero Juan Luis me dijo: “Mira, tú tienes una cara y un culo, pero aquí no estás por eso. Te hemos llamado porque sabemos de qué eres capaz”. Un detalle importante es que a mí me escogieron de manera directa, mientras que para el puesto de guitarrista hicieron un casting”.

>De nuevo al lado de Morcillo
“Estuvimos cinco años sin hablarnos, yo no podía ni verle, pero después volvimos a tener contacto y a mí ya me trató de un modo muy distinto: nunca más se pasó un pelo, y eso era difícil con su carácter. En 2004 me dijo que iba a grabar El ritmo del buitre y me añadió: “Tú meterás los bajos”. Hicimos un concierto de despedida en Conino Gurillo (14 de julio de 2006). Pero luego volvió y estuve con él, Hervé y El Chino tocando en directo, además de participar en la grabación de 60 formas de molestar (2008), poniendo coros con Gisela”.

>Los Rítmicos
“En 2010, Juan Antonio volvió a tocar con Los Rítmicos, en el Bestialc de l'Alcora, y allí estuve yo, con Juanki, José Leiros, El Chino y Daniel Silvestre. Participé en muchos de los conciertos que vinieron después. No fueron muchos, pero sí especiales, con el que organizó Juanki de la Historia de la Música Pop de Castellón".

>Motel y Bámbola 
"En 2011 me comentaron la posibilidad de probar con Motel. Buscaban sustituto a un gran bajista como es Pere Safont y me tuve que poner las pilas para hacer sus partes. Estuve tocando con Nando López, con un gran guitarrista como es Toni Porcar y un gran batería como Alfonso Pachés. Probamos al mismo tiempo con Bámbola, con mi voz y con las grandes composiciones de Nando, que es un compositor de canciones como la copa de un pino. Fue una etapa breve y estuvimos muy cerca de fichar por una discográfica, pero no pudo ser".

>El presente
"No me agobio por tocar en un grupo, nunca lo he hecho. Con 18 años me propusieron hacer un disco en solitario y no quise. Prefiero disfrutar con la música, participar en jams, tocar para pasarlo bien. Nunca he estado en la música por dinero, sino porque me gusta. Hasta 2002 trabajé con Juan Luis y luego tenía claro que quería ser madre, irme a Oropesa y olvidarme de formar parte activa de la música. Nunca me he obligado a estar dentro de la música”.