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Alfredo Velasco “escucha” a los objetos para darles un rodeo en el pub Naraniga de Burriana

Alfredo Velasco y su botijo, 'Para que el agua no se pierda'.

En los tiempos que corren cada vez somos más los que nos exprimimos el cerebro para reutilizar las cosas que tenemos. Reciclamos ropa, objetos, muebles y materiales… casi se ha convertido en una forma de vida. Sin embargo, el madrileño Alfredo Velasco, va un poquito más allá, convirtiendo en arte ese tipo de creaciones. Este diseñador convertido en artista ha conseguido "escuchar" lo que le dicen los objetos, y darles la oportunidad de ser algo diferente a lo que fueron destinados en el momento de su creación. Sí, los escucha. Él mismo lo confirma en una entrevista para El Mundo: “Soy consciente de que no me comunico con ellos, pero a mí un objeto me transmite una inquietud y veo las posibilidades que transmite. Sé que me hablan”.

Quizás esta es la gran diferencia que hace que su trabajo sea arte. En vez de tratar de satisfacer una nueva necesidad con el mismo artilugio, Velasco le da al mismo la oportunidad de "decidir" qué quiere ser. “Si es una enfermedad, no quiero que me la curen”, dice.  Velasco trata de “dar voz a los objetos que tienen un espíritu”. Si tú también estás flipando, deberías ir a ver su exposición, que estará durante todo el mes de febrero en Naraniga Gastro&music, en la calle Sant Vicent de Burriana, y que se inaugura el sábado 1 de febrero a las 20:00.

'Comienza el juego', por Alfredo Velasco.

Dar un rodeo, así es como se llama a su colección. Objetos de su casa, de la calle, o que le dan; le da igual. Quiere extirparlos y escucharlos a todos, para cambiarlos. Más allá del plano estético o utilitario, Alfredo Velasco llega a un plano conceptual, en el que los objetos se transforman o combinan y se crea de esta manera un nuevo concepto, que intenta llegar al público mediante la ironía o la complicidad que uno siente cuando se le revela algo conocidísimo, como un ventilador, disfrazado de algo inesperado, como una lámpara.

Lámpara (pero ventilador), por Alfredo Velasco.

Tanto si cumplen una nueva función como si son meramente decorativos, lo cierto es que todos los objetos adoptados por Velasco nunca dejarán de reencarnarse. Una visión bella y ecológica, alejada un poco de la vida consumista, que por otra parte alimenta la actividad artística del artista madrileño: “Tendríamos que aprovechar lo que ya hay en vez de ir destruyendo para crear cosas nuevas”. Todo lo que él ha aprovechado, o al menos una parte de su colección, la podremos ver este mes de febrero en el bar Naraniga de Burriana. Además, los jueves las cañas van a un euro y el mismo sábado de la inauguración pinchará El Goma dj.

Alfredo Velasco nació en Madrid en 1972. Tras formarse en la Escuela de Artes Decorativas de su ciudad comenzó su andadura por el mundo de los muebles, la creatividad y el diseño. Algunas de las firmas por las que ha pasado son Ikea, donde empezó, o Uno de Cincuenta. Es también uno de los tres socios fundadores de Siluro Concept, un espacio abierto a la creatividad escondido en un semisótano de un edificio madrileño. Ha expuesto dentro y fuera de nuestras fronteras y son muchas las colaboraciones que ha hecho con otros artistas y marcas.