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Travellin' Brothers en el Benicàssim Blues: "Será un gran concierto; dos horas de disfrute y diversión"

Entrevistamos a Aitor Cañibano, guitarrista de los bilbaínos Travellin’ Brothers, de cara a su concierto junto a Sugaray Rayford el sábado 4 de julio en el Benicàssim Blues Festival.
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El texano Sugaray Rayford rodeado de los bilbaínos Travellin' Brothers.

Travellin' Brothers. Nombre muy acertado y definitorio del grupo de Bilbao vista su agenda. Y es que no cesa de rodar. Actuaciones en territorio español, resto de Europa y Estados Unidos, donde ya suma dos giras. Su recorrido hizo parada en 2014 en el Benicàssim Blues Festival, acudiendo con su formación de big band y ofreciendo una actuación muy divertida en el escenario principal. Dos ediciones después regresa en su versión de sexteto, pero como backing band, acompañando al cantante y showman texano de imponente voz y presencia Sugaray Rayford, quien tiene reciente su disco Southside (2015). Esta suma de talentos es la que encabeza la quinta edición del festival benicense y la que tomará el escenario principal (BB King) de la plaza de la Estación en la noche del sábado 4 de julio (00:30), justo después de la actuación del virtuoso guitarrista británico Laurence Jones.

Es el guitarrista y líder de Travellin' Brothers, Aitor Cañibano, quien cuenta para Nomepierdoniuna qué puede esperar el público que acuda a su show, al tiempo que repasa la historia y la actualidad de una banda que nunca para.

Sugaray Rayford y Aitor Cañibano. Foto: bilbaoenvivo.wordpress.com

>¿Qué podemos esperar en Benicàssim de esta unión de fuerzas y talentos entre Raysugar Rayford y Travellin’ Brothers?
La verdad es que no es la primera gira conjunta que hacemos, por lo que puedo asegurar que será un gran concierto; más que un concierto incluso: será un espectáculo visual y musical. Sugar es uno de los grandes bluesman de la actualidad. Impone mucho su presencia en el escenario, una voz increíble y es un auténtico showman. Creo que serán dos horas de disfrute y diversión. Por nuestra parte, haremos lo de siempre: imprimir nuestro carácter de grupo, sonar compactos y hacer que Sugar esté lo más a gusto y respaldado posible para que despliegue todo su potencial.

>¿Hay pique sano en el escenario entre dos showmen como Raysugar y Jon Kareaga?
(risas) Pique ninguno, todo lo contrario. Son dos personajes que se compenetran muy bien, y desde el primer día congeniaron muy bien dentro y fuera del escenario. No sólo para Jon, sino para todos nosotros es un lujo poder acompañar y aprender de una bestia como Sugar.

>Y supongo que el resto de los Brothers también aportaréis espectáculo, además de vuestra música.
Sugar, además de sus facultades como cantante y showman, es un gran músico, y dirige muy bien el show y la banda. Sabe lo que quiere en cada momento y lo que espera el público; con una señal nos va dando paso a cada uno cuando lo cree oportuno. Como te decía, ya hemos tocado varias veces, sabemos lo que quiere de nosotros y sabemos dárselo. Toda la banda está capacitada para aportar mucho al show.

>He leído que os conocisteis en el Festival de Hondarribia, cuando él actuó con Manish Boys, y posteriormente le volvisteis a ver con su banda. ¿Cómo se llega al punto actual, de ser Travellin’ Brothers el grupo de Raysugar Rayford en algunos conciertos?
Bueno, llevamos tiempo haciendo de backing band para artistas a los que invitamos. Cuando la agenda lo permite, y tratamos de hacerlo una o dos veces al año, es algo que nos ha aportado mucho como banda y nos ha hecho crecer como músicos, es algo que exige lo mejor de cada uno. Después de invitar y acompañar a varios músicos españoles y europeos decidimos que debíamos dar el salto e intentar hacer lo mismo con artistas americanos, y así fue. Nos conocimos en Hondarribia, hicimos buenas migas. Él nos vio tocar allí y le gustó mucho lo que hacíamos, así que el resto es muy fácil: combinar y cuadrar las agendas y a funcionar. El año pasado hicimos cinco conciertos juntos, con cinco sold out, y nos comentó que quería repetir, y aquí estamos de nuevo.

>¿Interpretáis el repertorio habitual de Raysugar o metéis temas habituales vuestros?
Hay momentos para todo; hay algo nuestro, algo de clásicos que nos gustan a todos y gran parte de su repertorio… y en todos los conciertos hay alguna sorpresilla.

>La verdad es que no sé si en algún momento llegáis a tener descanso, porque con Travellin’ Brothers mantenéis dos versiones: en sexteto y como big band. Y además está la Christmas Special. Cada fin de semana conciertos… cuando no estáis de gira. ¿Hay algún secreto para mantener un ritmo tan alto de escenario?
El secreto es que nos encanta lo que hacemos, y por eso, aunque trabajamos mucho, lo hacemos con gran ilusión, Si a eso le sumas que las cosas cada vez van mejor, todo resulta más fácil. No hay ningún secreto: trabajar y trabajar y acometer todos los retos que se plantean por delante con una mezcla de ambición y humildad.

>La verdad es que no paráis de tocar por Europa: Alemania, Suiza, Portugal, Suecia, Francia, Bélgica, Holanda, Polonia (y con grandes entradas)… Y ya acumuláis dos giras por Estados Unidos, llegando a reunir a 3.500 personas en Memphis. Mientras otros grupos se lamentan por lo difícil que resulta salir a tocar fuera, en vuestro caso es habitual. Supongo que la etapa de buscar vosotros los bolos ya ha quedado atrás. ¿A qué creéis que se debe vuestro éxito internacional?
Siempre lo hemos tenido claro y hemos trabajado para esto. Los seis hemos apostado por este proyecto como el único y lo hemos dado todo por él. Hace 10 años ya hicimos nuestras primeras salidas al sur de Francia, poco a poco fuimos ampliando horizontes, después lo empezamos a hacer con más frecuencia y desde hace tres o cuatro años se ha convertido en algo habitual. En 2015, llegar a la final del International Blues Challenge en Memphis, y ganando el European Blues Challenge en Bruselas, fue el espaldarazo que estábamos buscando para afianzar el trabajo de años atrás, y así ha sido, ahora mismo estamos en el mejor momento de nuestra carrera.

>Éxito de asistencia y de venta de material, porque comentáis que el merchandising acostumbra a agotarse. ¿No os habéis enterado de la crisis del negocio musical y todo eso?
Es cierto; estamos mal acostumbrados. Llevamos mucho tiempo tocando en grandes espacios, con gran asistencia, muchas veces se está colgando el cartel de "entradas agotadas", somos una banda que vende muchos discos después de los conciertos…. qué quieres que te diga, somos muy felices y lo estamos disfrutando mucho. Pero también es verdad que cuando comenzó la crisis la mayoría de bandas empezaron a reducir sus tamaños, a pasar de quintetos a dúos, a tocar en acústico, a prescindir de personas de sonido, luces…; en cambio nosotros lo apostamos todo y sacamos un disco con una big band de 18 personas. Nos comentaban que estábamos locos, que no podríamos sacar ese formato a la carretera, etc. Pues bien, nada más lejos de la realidad: hicimos no menos de 35 conciertos en el gran formato, en todos los festivales del país de blues, jazz y música negra. Por lo que, al final en esta vida hay que arriesgar y apostar por lo que uno cree y siente en cada momento, de nada sirve quejarse sentado en el sofá de casa.

>Porque, además, creo que tenéis la agenda de este 2016 repleta e incluso vais apuntando fechas para el próximo año.
Sí, la verdad que estamos teniendo numerosas propuestas, muchas están coincidiendo en fechas y por lo tanto las estamos pasando al 2017, así que se puede decir que el 2017 también pinta bien para nosotros.

>¿Hay algún público favorito o especialmente participativo de todos los que conocéis?
La verdad es que no. En todos los lugares que visitamos nos queda una gran sensación del público, cada uno con sus peculiaridades, pero todo son excelentes. También es cierto que nosotros lo damos todo para que disfruten y nos encanta que bailen, que canten y que participen con nosotros.

>¿Y la idea de iros a grabar vuestro más reciente disco a Noruega?
Una vez de ganar el European Blues Challenge, la agenda que ya teníamos completa para ese año reventó por los aires; no teníamos ni un hueco para parar y grabar como habíamos previsto, por lo que decidimos grabar en una sesión de un día. En Notodden (Noruega) tocábamos en un festival, y había un estudio llamado JukeJoint. Aprovechamos todo, lo cuadramos y aprovechando el viaje al festival hicimos la sesión de grabación de ocho horas.

>Y un tesoro para los mitómanos: habéis grabado en Noruega con una antigua mesa de Stax.
Efectivamente, la mesa, microfonia y demás cacharros, anteriores a nacer nosotros. Un estudio con una acústica y una magia especial para hacer un disco grabado a una toma. Además, grabar con el mismo material que lo hicieron artistas a los que admiramos, como Albert King, Little Milton o Aretha Franklin, es algo muy bonito, para guardar en la memoria.

>Ya habéis pasado por el Benicàssim Blues Festival, ocupando el escenario principal. ¿Qué recordáis de aquella edición, de hace dos años?
Así es. Lo pasamos muy bien, lo hicimos con la big band y lo disfrutamos mucho. Es un festival al que tenemos mucho cariño en el que tanto el público como la organización nos trataron de lujo. Recuerdo que hicimos un gran concierto y que liamos una buena. Grandes recuerdos.

>Unos meses más tarde, acudisteis al European Blues Challenge de Bruselas y lo ganasteis; y poco después al ‘Mundial’ de Memphis. De algún modo, ¿ha habido un antes y un después a consecuencia de ese triunfo?
Si, por supuesto; en muchos sentidos. Acabábamos de grabar Magnolia Route, nuestro anterior disco, y estábamos seguros de que estábamos en un momento ideal de la banda, con un gran disco bajo el brazo y con nuestro mejor directo posible. Intuíamos que podíamos hacer algo grande en estas citas tan especiales. La realidad superó las expectativas y nos ha servido mucho para darnos a conocer y llegar a sitios que todavía no habíamos conseguido, como el norte de Europa.

>Una de vuestras ventajas es que no sois “únicamente” una banda de blues, lo que imagino que os abre más puertas para diversos festivales.
Depende de cómo se mire puede ser un arma de doble filo. Los hay que agradecen que seamos una banda con gran base de blues pero abierta al mestizaje, y los hay que precisamente no les gusta esa apertura y prefieren algo más clásico y centrado en el estilo. Para nosotros no hay duda: hacemos lo que nos gusta y punto, así somos felices y no nos preocupa que nos cierre o abra puertas. Hoy en día tenemos un estilo propio, marca de la casa, que hemos trabajado durante años y nos va muy bien así.

>No sé el motivo de vuestro nombre, pero creo que os acercáis conciertos en diez años, de modo que lo habéis acertado plenamente. ¿Viajar a causa de la música era vuestro objetivo cuando arrancasteis?
(risas) Es cierto. Con el nombre la hemos clavado, era lo que buscábamos y se ha cumplido, perfecto.

>¿Qué os parece el cartel de este año del Benicàssim Blues Festival?
Nos parece que está muy bien. Tiene un gran nivel, hay donde elegir, creo que la organización lo está haciendo muy bien, y estoy seguro de que va a ser un gran fin de semana y una gran edición del festival.

>En comparación con otros festivales nacionales, ¿lo situáis a un nivel alto?
No soy quien para poner notas de nada, pero bueno, diría que está en la clase media alta. Ha crecido mucho en poco tiempo y le auguro un futuro cercano codeándose con los grandes; me alegrará verlo.

>El proyecto que tenéis a la vista…
Como siempre, los proyectos son muchos, todos se resumen en tocar y tocar todo lo que se pueda y en todos los lugares que se puedan, y seguir presentando nuestro último disco. Pero lógicamente pensamos siempre más allá, y ya estamos pensando en el siguiente disco. Es bueno empezar con tiempo. Siempre queremos superar lo realizado hasta la fecha y para eso hay que trabajar duro y con tiempo.

>Ese grupo que habéis descubierto hace poco y os ha llamado la atención…. Sea o no de blues.
Dos que hemos visto hace poco y con los que hemos compartido escenario en Europa y que nos gustan mucho son Victor Wainwright y Mr Sipp.

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