En una tímida calle peatonal de Vila-real, concretamente en el número 8 de la calle Padre Molina, en donde los cactus no pinchan, sino que brindan sonrisas y arte por cada poro. Desde un primer vistazo a su escaparate, cuidado hasta el último detalle, queda claro que Hombre Cactus no es una tienda cualquiera. Porque no es sólo una tienda de arte, de diseño y decoración, sino que se ha convertido en un confortable lugar en el que poder encontrar desde material de papelería hasta ilustraciones, publicaciones especializadas, joyería hecha a mano, ropa y un sinfín de productos de artistas locales, nacionales e internacionales.

Una vez dentro de la tienda es imposible que los ojos no acaben seducidos por la obra de Paula Bonet que gobierna una de las paredes de Hombre Cactus, con los retratos de Nastassja Kinski y Harry Dean en Paris, Texas. Desde las estanterías, cajoneras, percheros y hasta la mesa que ocupa la parte central de la tienda, se puede percibir desde el primer momento el mimo y cuidado sobre los que crece Hombre Cactus.

Anna Bonet es la dueña de la sonrisa que está al frente de Hombre Cactus, dispuesta a desvelar cualquier de las historias, anécdotas y secretos que se dibujan en cada una de las piezas que se pueden encontrar en la tienda. Una joven diseñadora que hace ya más de dos años (desde noviembre de 2015) decidió abrir su propia tienda. Pese a que en un principio su objetivo era el de montar una tienda de ropa de segunda mano, tras estudiar el mercado y con la ayuda de su hermana, la ilustradora Paula Bonet, decidió crear un punto de encuentro con el arte, artistas, artesanos y público en general. Y, es que, Anna no sólo es la cara visible y motor de Hombre Cactus, también es la encargada de seleccionar y valorar cada uno de los productos que se pueden encontrar en la tienda.

Hombre Cactus hace que sea posible impregnarse por el arte de múltiples formas. Contagiarse por las historias que esconde cada pieza artesanal, poder llevarte un trozo de ese arte a través de la gran variedad de prints y láminas (reproducciones y obra original) de distintos artistas locales y nacionales e incluso poder inundarse en las distintas publicaciones que se pueden encontrar, como la más reciente, La sed, la última obra de Paula Bonet.

Pero también de llegar a piezas tan únicas como las camisetas de Hello Vandals, ropa infantil de Mini Rodini y Baby Clic, tote bags ilustrados y mochilas hechas a mano, libretas, agendas y material de papelería, Kit-Cat Clock (el clásico reloj con forma de gato americano que recientemente ha cumplido 80 años) y complementos, como joyería de Fauna y Flora, relojes de madera y gafas de sol, entre otros. También los peluches de Lelelerele, Softheads, ropa vintage, las vajillas de la ilustradora Ingela P. Arrhenius y de Fine Little Day e incluso los kits DIY de Fábricas de Texturas.

Otros de los valores que presenta Hombre Cactus es, por una parte, la restauración de muebles, siendo su propio padre el que se encarga de ello.

Trona restaurada en Hombre Cactus.

Y, por otro lado, es la forma en la que consigue que el público, además de adquirir arte, pueda disfrutarlo y sentirlo en primera persona a través de distintos talleres mensuales que se celebran en el piso superior de la tienda. Talleres de decoración (con Laliybela), caligrafía (Un Martillo de Cristal), de costura (Mrs Mountak) y de bordado de tul (Christina Hernández) son algunos de los que ya se han realizado.

_fotos por Hombre Cactus y Julia Martínez Faubell