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Primeras miradas hacia Imaginària 2017

Menador Espai Cultural, pieza angular de lmaginària 2017. Foto: Amparo Más.

El Menador Espai Cultural ha sido elegido como centro neurálgico de Imaginària en su 14ª edición, funcionando como epicentro de la actividad y de la oferta expositiva de un festival con 56 muestras fotográficas, de las cuales 26 se pueden disfrutar en la capital. El Menador es, pues, el bastión sobre el que se construye un proyecto que ya ha dado sus primeros pasos de forma decidida. Mirando a los ojos. Resguardándose en la fuerza de las miradas. Con solo entrar en el edificio el espectador se siente observado y la verdad que gritan las fotografías de Jose Bravo en su muestra Mirémonos parecen querer dar la bienvenida a unas primeras jornadas llenas de talleres, charlas y presentaciones que se prolongarán hasta el 3 de junio.

El principio de todo parece estar en los ojos. Pupilas, brillos, pestañas. Expresión, significado y realidad. No en vano, "en los ojos está todo", sentencia la cita de Joaquín Collado colgada como sentencia al lado de su obra, que se puede visitar en la Galeria Octubre de la Universitat Jaume I. Un artista que comparte espacio con hasta 10 fotógrafos de gran nivel gracias a la exposición presentada por Railowsky Underground. Sin salir de la Galeria Octubre, otros ojos nos miran, como los propios de las muestras de Juan Manuel Díaz Burgos. La exposición, además, guarda un pequeño tesoro para los pocos curiosos universitarios que poco a poco se van adentrando en la sala de exposiciones: la obra de Jürgen Schadeberg, incluida la famosa fotografía de Nelson Mandela revisitando la celda donde estuvo preso 27 años, considerada uno de los iconos del siglo XX.

Sin salir de la universidad sigue el juego de rostros con Mirando en el espejo (yo soy otro) de Carles Verdú en el vestíbulo de la FCHS, atrayendo las miradas de todos los alumnos, profesores y demás público universitario que cruza la gran sala. Imposible es no enfrentarse a las realidades tan sobrecogedoras que a través de sus miradas traslada una muestra de retratos frontales llenos de consciencia y significado, igual que lo es pasar por el vestíbulo sin tropezarse con gente haciendo fotografías de las mismas o examinando la obra.

Exposición de Leila Amat en el Menador. Foto: Amparo Más.

Pero el centro sobre el cual pivota la oferta está en el Menador. Y las miradas más honestas, también. Junto con el ejercicio de Jose Bravo encontramos la genial muestra de Leila Amat, Al amor de los años, que tantas visitas consiguió desde el momento de la inauguración oficial el día 5 de mayo. Los autorretratos, muchos de ellos desnudos, consiguen construir un relato que va más allá de la típica gestión del cuerpo desnudo femenino y su relación con el erotismo, trabajándolo desde distintos estratos y perspectivas. Amat consiguió una de las muestras que más llamó la atención de los espectadores, completando la oferta del Menador junto a Light Surface, de Esther Navarro y Pecios de luz de Paco Marco.

El mismo edifico, como epicentro de actividad, tenía que ser el que acogiera la exitosa Jornada fotográfica Imaginària 2017. La idea era interesante, y se manejó muy bien, con buena acogida y buen ambiente. Si el objetivo era poner en contacto a fotógrafos, estudiantes, aficionados e interesados a la fotografía, se consiguió. La sala de conciertos del Menador acogió varias charlas desde las 11:00h de la mañana. Las primeras, quizá por la hora, no llegaron a llenar la sala, aunque sí hubo interacción y reflexión. Díaz Burgos y Luis Baylón hablaron y debatieron desde su propia trayectoria hasta el derecho a la intimidad de la gente de calle que termina siendo el motivo de sus fotografías. El lleno absoluto llegó con Leila Amat, quizá por la curiosidad que había despertado su obra o, puede, por su gran actividad en redes sociales. Sincera y dulce, Amat explicó su trabajo como terapia personal y la forma en la que llegó a la fotografía. Ana Palacios también participó en una jornada que terminó con una gran salida a comer entre todos los participantes. Uno de los objetivos parece, entonces, claro: facilitar el encuentro entre cada uno de los actores del festival.

Desde fuera del Mercado se puede ver el 'Escataparte' de Baylón. Foto: Amparo Más.

Tras el fin de semana, llega el horario laboral. La frecuencia de visitas baja notablemente, pero no desaparece. Lo mismo pasa con la oferta, aunque Imaginària logra sobrevivir a una jornada difícil: primer día laboral tras el fin de semana junto con el descanso de los principales museos de Castellón. Lo peor lo sufrió la jornada vespertina, con una sala casi vacía en el Espai Cultural Obert Les Aules y con el Mercado Central de Castellón cerrado, con el único sonido de las enormes mangueras que han de limpiar el suelo del edificio. Sin embargo, la jornada estuvo llena de contrastes, puesto que por la mañana sí que había gran actividad en ambos sitios. El Mercado Central estaba abierto y vivo, con ese ruido tan característico de sus gente y su ambiente, tan tradicional y cercano. Un espacio especial en el que se podía visitar la muestra Par de dos, de Baylón. En Las Aulas, visitas guiadas y curiosos inundaron el espacio para visitar la irrepetible exposición de MasauR y Tamara Jacquin, El largo viaje de Beagle.

Pero muerto el lunes, nace el martes y, con él, abren los museos. Imaginària se crece y la oferta vuelve a ser grande y variada que se mantendrá durante el resto de semana. Quienes se acerquen a disfrutar de ésta durante los días de entre semana se encontrará un ambiente tranquilo y calmado. Reflexivo. En el Museo de Bellas Artes, con las exposiciones de Ana Palacios, Carolina Cebriá y Nacho Diago, se puede respirar la paz y el silencio propio de la escasa vida de Castellón de lunes a jueves. La Bohemia, por su parte, combina la muestra 35 años de danza con una serie de eventos que obligan a los que quieran acercarse a admirar la obra de Maika Tejedor y José Luis Sánchez a revisar la agenda cultural de la ciudad para evitar, así, encontrarse en medio de un acto y con las luces de la exposición apagadas.

Defendía el coordinador del festival, Daniel Belinchón que el festival Imaginària debería convertirse en el FIB de la fotografía en España. Lo cierto es que empieza mirando a los ojos, de frente, fuerte y elegante, con muestras y talleres que se sumarán al conjunto total de oferta que recoge desde las muestras de la capital hasta las del resto de los municipios de Castellón. Con más actividad y más exposiciones. Desde mitad de mayo verán la luz otro conjunto de muestras que se sumarán a las pioneras, junto con talleres otras actividades. Mucho queda por venir y el público espera, con los ojos abiertos, esperando nuevas miradas.

Tranquilidad y silencio para la reflexión con Imaginària en la Llotja del Cànem. Foto: Amparo Más.