En Barcelona, y en Cataluña, hay buenos grupos de pop y rock que cantan en catalán y se lían la bandera a la cabeza. Hay buenos grupos que cantan en catalán y solamente son conocidos y escuchados en Cataluña, y puede que aquí en la Comunidad Valenciana y Baleares, porque el resto del país no tiene oídos para ellos. Hay buenos grupos que cantan en catalán que, de haberlo hecho en castellano, probablemente nunca habrían llegado a grabar un disco. Malos también los hay, que cantan en catalán o en castellano, un montón, como en todas partes. También está Albert Pla, él solo. Y desde hace algunos años hay una nueva especie, ¡por fin!, que está saltando la barrera idiomática a base de canciones, normalizando realmente el uso de la lengua y obviando las dichosas banderas, que indistintamente cantan en catalán, en castellano o en inglés sin más criterio y sentido que el estrictamente artístico: Manel, Antònia Font, Mazoni, The New Raemon, Maria Rodés (el 17 de diciembre en el Paranimf con motivo de la fiesta de presentación del Tanned Tin, por cierto)... Algunos lo llaman pop costumbrista, pero lo que realmente les une es su momento dulce de inspiración y creatividad.
Mishima pertece a esa nueva estirpe de grupos catalanes que ya no hacen bandera con el idioma de sus canciones, sino que, sencillamente, tienen canciones de bandera. Defendibles en cualquier parte, lo que ha logrado que el público y los medios generalistas, especializados y underground del resto del país les estén haciendo caso de verdad. Algo que, obviamente, no les hace mejores, pero sí resulta significativo. Porque, de hecho, empezaron cantando en inglés y dejaron de ser invisibles cuando se pasaron al catalán. Para ellos el idioma nunca ha dejado de ser un vehículo de comunicación de historias, emociones, de estados de ánimo. El próximo sábado 23 de octubre a las 22.30 Mishima presentará en el Paranimf de la Universitat Jaume I su quinto disco, Ordre i aventura (Sones/TRIS, 2010). Se dan todas las condiciones, de espacio y de estado de forma de la banda, para que sea un conciertazo. Y ante eso no hay prejuicios idiomáticos que valgan.
El grupo barcelonés está liderado por un tipo singular, David Carabén, que sin abdicar de su vocación de antihéroe romántico, Ordre i aventura descubre su vertiente más poética y menos narrativa. Como quien busca un orden espiritual en la aventura de vivir, Carabén escribe por primera vez sobre el “más allá” antes de que sobre su acostumbrado “más acá”, y se pregunta, canción tras canción, y con un lenguaje directo y accesible, por sus “por siempre jamás”.
En el plano musical, Mishima perseveran en la búsqueda de una manera única de decir las cosas que los ha caracterizado hasta ahora: la canción de autor hecha con banda, el conjunto al servicio de la canción. De aquí ese sonido entre personal y de banda, entre rock, pop y folk. Para Ordre i aventura se han vuelto a poner bajo la tutela de Paco Loco, en los estudios que han hecho del Puerto de Santa María el verdadero sancta sanctorum del indie ibérico.
Mishima siempre han tenido su territorio bien marcado, desde su debut con Lipstick Traces (2000): pop elegante, palabra precisa y una voz profunda y personal. En la estela de bandas como The Divine Comedy, el grupo barcelonés hizo su gran salto cualitativo con Trucar a casa. Recollir les fotos. Pagar la multa (2005), con el que encontraron su espacio artístico coincidiendo con su paso al catalán. Y la evolución continuó con Set tota la vida (2007) hasta desembocar en Ordre i aventura, con temas tan bellos por fuera como por dentro como "Tot comença a començar" (vídeo de arriba), "Deixa'm creure", "Tornaràs a tremolar", "Una part de tu"... o la que le da título y cierra el álbum.
Ordre i aventura está grabado por David Carabén, Marc Lloret, Dani Vega, Dani Acedo y Óscar D’Aniello, el cantante de Delafé y Las Flores Azules, que el viernes 5 de noviembre actuarán en la sala Opal del Grau; pero en directo D'Aniello y Acedo son sustituidos por Alfons Serra y Xavi Caparrós.
Y las tablas del Paranimf de la UJI también acogerán este viernes 22 de octubre a las 20.00 la representación de El Grito a cargo del Teatre Maset de Frater, un proyecto creativo e integrador formado por 30 personas adultas con distintas discapacidades (parálisis cerebral, espina bífida, distrofia muscular, ataxia...) que tienen restringida su movilidad. El Grito es una obra de creación propia con un fuerte contenido social.
Según explican desde el Programa d'Atenció a la Diversitatar de la UJ, el Teatre del Maset de Frater ha realizado numerosas actuaciones desde que se formó en 1997, pero "lo más importante es que cada uno de los asistentes que han contemplado alguna de las funciones se ha llevado una idea de dinamismo y creatividad alrededor de la persona con discapacidad; no hacen un teatro especial, sino teatro a secas".
El Teatre del Maset de Frater ha apostado por el teatro gestual, con la fuerza del gesto, la mirada, el movimiento, para transmitir al público todo lo que les preocupa, conmueve, alegra e inquieta. "El teatro para ellos es una necesidad, un espacio de libertad donde no hay límites a la imaginación; sus personajes, acciones y escenas nacen de las improvisaciones que desarrollan en el apasionante proceso creativo", añaden.
>Sábado, 23 de octubre. 22.30. Paranimf de la Universitat Jaume I. El grupo barcelonés Mishima presenta su quinto disco, Ordre i aventura (Sones/TRIS, 2010). Entrada: 10 euros.
Puedes consultar la programación completa del Paranimf para los meses de octubre, noviembre y diciembre en su espacio en la web de la UJI. Las entradas están disponibles en ServiEntrada, en las taquillas del propio Paranimf, los martes de 11.00 a 13.00 y de 17.00 a 19.00; a partir de dos horas antes de los espectáculos de teatro, música y danza, y media hora antes de las proyecciones de cine. Teléfono de la taquilla: 964 38 72 86.
