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La mujer en la música. Cada vez más 'cantantes', cada vez menos 'nerviositas'

La carta escrita por Lizarraga (Belako) ha reavivado de nuevo el debate: ¿Cuál es el papel de la mujer en la escena musical? Sobre esto hablarán las periodistas Patricia Godes, Anabel Vélez y Asun Pérez en una mesa redonda el jueves 25 de mayo en los 'Encontres' del Menador.
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Cris Lizarraga (Belako) en el Arenal Sound 2016. Foto: Carme Ripollès (ACF).

"Una cantante nerviosita, una bajista juvenil y muy guapa”, así describía un periodista musical a Cris Lizarraga, voz y teclado de Belako. La misma expresión que ella utiliza en una carta abierta que lanza desde la fanpage del grupo para denunciar el trato desigual que reciben los miembros de su grupo por el simple hecho de que unos son hombres y ellas mujeres. La carta de Lizarraga pronto consiguió gran viralidad, reproducida por un buen número de medios y abriendo un debate que -por fin- está cobrando cada vez más importancia. ¿Cuál es verdaderamente la presencia de la mujer en la música?

Dicen que cuando no se habla de algo, se invisibiliza. Ese algo deja de existir o, peor aún, parece que nunca ha existido. Algo similar es lo que ha ocurrido con las mujeres en el mundo de la música. La falta de referencias, la falta de visibilidad que ha tenido la mujer en la industria, ha provocado que parezca que no tenemos pasado. Que no existieron.

“No ha sido fácil, ha costado mucho confiar en nuestro trabajo y quitarnos los miedos”, nos explicaba Estel, cantante del grupo de reggae Candela Roots, en una entrevista previa a su concierto en Vila-real. Esa misma noche compartían escenario tres grupos: Candela Roots, Aspencat y VaDeBo. Solo en uno de ellos alguna de sus componentes eran mujeres.

Estel habla de esa doble batalla a la que parece que todas las mujeres estamos obligadas a llevar a cabo. La mujer que tiene que deshacerse de los miedos, los propios, los que cualquier ser humano tiene a lo largo de su vida, y los que parece que le impone la sociedad por ser, precisamente, mujer; y la que tiene que demostrar que ese es su lugar, el mismo que puede ocupar un hombre, haciéndolo igual de bien (o mal). La rapera Gata Catana, fallecida el pasado 2 de febrero, y quien se había convertido en una de las figuras más representativas de la mujer en el rap nacional (y de las pocas que hay), contaba en numerosas entrevistas y encuentros que había tenido que crear la figura de la brava Gata Catana sobre los escenarios para defender el mundo de Ana Isabel García (su verdadero nombre).

Una de las cualidades que tiene la música es que consigue que un mensaje cale rápidamente en el público. Que incluso una canción pueda convertirse en un himno, en un símbolo de revolución. Y, en este caso, en un arma que han encontrado las mujeres para empoderarse. Ya sea haciendo temas tan punzantes como el “Lisístrata” de Gata Catana, cogiendo el micrófono como hizo Lizarraga en aquel concierto en el que una crónica la convirtió en “una cantante nerviosita”, poniéndote un traje de dos piezas con transparencias a los 71 años como hizo Cher en los premios Billboard o, por qué no, marcándonos un “Anaconda” al más puro estilo Nicky Minaj. El poder, su poder. Y eso aún rechina.

Una carta como la de Lizarraga, cortos documentales como Mujeres de la música y reportajes como el del El País bajo el nombre ¿Por qué todas las mujeres de la música trabajan en comunicación (y no son directivas)?, son las pequeñas piezas de un puzzle que cada vez gana más visibilidad y sobre todo ayuda a hacer preguntas que hasta ahora no se habían formulado así: ¿Cuál es el verdadero papel de la mujer en los entornos musicales?, ¿existe verdadera igualdad en la música?, ¿de qué manera pueden unos genitales llegar a determinar cómo tratar a una persona o sus cualidades?

Es cierto que la mujer siempre ha sido protagonista en la música, e incluso se sube innumerables veces a los escenarios. Solo que, la mayor parte de las veces, lo hace a través de un hombre. O hasta ahora nos han dicho que tenía que ser así.

¿Existe presencia de la mujer en la escena de Castellón?

Si miramos hacia los grupos locales, lo cierto es que la presencia de mujeres es baja. De casi 130 grupos y/o solistas activos desde enero de 2017, tan solo un 18% son mujeres (o forman parte de la formación mujeres). Este es el caso de Ruth Baker Band, Nadia Sheikh, Los Amantes, Patri & The Greasers, Heatwaves y Sara Ledesma, entre otras.

Ruth Baker en el FIB 2016. Foto: Pau Bellido (hoyoyo.es).

¿Y en los festivales? En la provincia de Castellón se desarrollan festivales con tanto peso internacional como el FIB o el Rototom Sunsplash  y uno de los que cuenta con mayor asistencia de público a nivel nacional como es el Arenal Sound. Analizando las confirmaciones que hasta ahora se han dado a conocer de sus próximas ediciones, la presencia de la mujer en sus carteles es prácticamente insignificante, y solo ocupando la zona más alta del cartel en el caso del Arenal Sound. Por ejemplo, hasta el momento, la mujer, ya sea dentro de una propuesta mixta como únicamente de mujeres, en el FIB ocupa el 26% (18 propuestas) del cartel, en el Arenal Sound el 13% (7) y en el Rototom Sunsplash (sumando el cartel de dos de sus escenarios con más peso: Main Stage y Lion Stage) el 21% (11).

El mundo de la música parece que ruge y las mujeres reclaman su sitio, de la misma manera que muchos hombres están dispuestos a devolverles ese hueco. Y cada vez lo hacen con más fuerza. Ya sea porque en Castellón cada vez son más mujeres las que se suben a un escenario, porque cuando falleció Gata Catana el feminismo derramó una lágrima, por la repercusión que ha conseguido Lizarraga con una carta en la que tan solo demanda algo tan sencillo como que la valoren como música junto a sus compañeros músicos o porque el 25 de mayo, dentro del ciclo Encontres Musicals, se encontrarán las periodistas Patricia Godes (Eldiario.es), Anábel Vélez (Ruta 66, Culturaca, Blisstopic) y Asun Pérez (Nomepierdoniuna) en una mesa redonda bajo el nombre El rol de la dona en l’escena musical en el Menador Espai Cultural a las 19.30 (con entrada libre).

También porque en Nomerpiedoniuna te cuentan cosas hombres, pero también lo hacen mujeres (como quien escribe estas líneas), de la misma manera y con el mismo respeto. O por ese 53,2% de mujeres que leen Nomepierdoniuna (según las estadísticas de Google Analytics) y ese otro 46,8% de hombres.

“Déjame ser otra cosa que no sea un cuerpo” -Gata Catana (Lisístrata)

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